La revolución del método PNI: sin gluten ni lácteos, muchas horas bajo el sol, las camas 'mágicas' o el polémico ''earthing'

La revolución del método PNI: sin gluten ni lácteos, muchas horas bajo el sol, las camas ‘mágicas’ o el polémico ”earthing’

Marcos Llorente marca y habla maravillas de su ayuno intermitente y de su dieta sin lácteos o cereales. Paula Badosa gana y atribuye su éxito a la ausencia de gluten en sus comidas o al control de la ansiedad. El centrocampista del Atlético y la decimocuarta del ranking mundial no tienen nada que ver: no practican los mismos deportes, no trabajan con los mismos profesionales, quizá ni se conozcan. Pero han empleado el mismo método para estar entre los mejores. Es la psiconeuroinmunología o PNI, una disciplina que mezcla medicina, nutrición y psicología y que se está colando en muchos vestuarios para ponerlos patas arriba. Pero... ¿En qué consiste realmente?

«Es un enfoque de la salud que contempla una visión integral de los sistemas biológicos del cuerpo, el sistema inmune, el sistema digestivo o el sistema endocrino, y de cómo se relacionan con el sistema nervioso», describe David Vargas, fundador y CEO de Regenera, la empresa que ha trabajado con futbolistas como Llorente o jugadores de pádel como Fernando Belasteguín.

«Es una ciencia que tiene una aplicación muy directa en el tratamiento del estrés. Estudiamos cómo rebajar el estrés en nuestro cuerpo, de lo que comemos, de cómo dormimos, de qué horarios tenemos, qué estilo de vida llevamos...», añade Daniel de la Serna, director clínico del Instituto Español de Psiconeuroinmunología y parte del equipo de Badosa, que ofrece ejemplos de lo que proponen.

Sin gluten ni lácteos

«Cuando un especialista en PNI empieza a trabajar con un deportista lo primero que hace es estudiar lo que pasa en su sistema digestivo», analiza. De inicio se mejora su microbiota, es decir, los microorganismos que ayudan a la digestión, y luego se modifica su dieta. En la mayoría de casos se eliminan alimentos que pueden provocar inflamación como el gluten y los lácteos y, por supuesto, los ultraprocesados, los azúcares y el alcohol. En muchos de ellos además -y eso suele ser más complicado en deportistas- se reducen los carbohidratos tradicionales, la pasta y el arroz, y se aumentan las grasas omega-3.

«El intestino y el cerebro están conectados. Una microbiota en mal estado y una actividad inflamatoria alta afectan a la inmunidad de los deportistas, a su energía y a su toma de decisiones», comenta De la Serna que asegura que un psiconeuroinmunólogo no se limita a la nutrición.

Después de actuar sobre el sistema digestivo se interviene en el sistema inmune de varias maneras. De los suplementos de vitamina D y el aumento de la exposición al sol a la regulación del descanso a través de herramientas como las camas que neutralizan los efectos electromagnéticos -como la que utiliza Llorente, que cuesta 40.000 euros- pasando por el earthing que popularizó Luis Enrique cuando era seleccionador.

«Caminar descalzo por la naturaleza te carga de electrones y neutraliza la carga oxidativa del cuerpo», expone Vargas que habla de otras acciones utilizadas en PNI como el ayuno intermitente, el método buteyko -que reduce el número de respiraciones por minuto- para ayudar al sistema metabólico o técnicas de coaching como la visualización para calmar al sistema nervioso.

Las dudas sobre el método

El pionero en el uso de muchos de esos procedimientos fue Novak Djokovic y por eso en el tenis ya son comunes, como demuestra su uso por parte de Badosa o de Carlos Alcaraz, pero en deportes como el fútbol o el baloncesto también se están popularizando. Hay jugadores que contratan particularmente a especialistas en PNI, aunque eso puede crear tensiones con el personal de sus equipos -especialmente nutricionistas y psicólogos- y aunque hay algunas de las herramientas como las camas contra los campos electromagnéticos o el earthing que son discutidas por la comunidad médica.

«El earthing no tiene ningún hecho científico detrás. Es una idea fantástica que asocia a la naturaleza con una arcadia con poderes», defiende, por ejemplo, Vicente Baos profesor de Patología Médica y Salud Pública del Centro Universitario La Salle-UAM.

«Hay muchas reticencias, es una figura muy controvertida porque se tocan muchos palos. La nutrición clásica, por ejemplo, tiene un enfoque muy energético y puede haber un choque de criterios», argumenta De la Serna que dirige el máster en PNI de la Universidad Pontificia de Salamanca y considera que en unos años la mayoría de profesionales del deporte tendrán formación en la materia.

«El deportista debe decidir el enfoque que quiere para su preparación. En el futuro habrá un especialista en PNI será un director de orquesta dentro del staff que coordinará a los especialistas, que también tendrán esa mirada de PNI», apunta David Vargas, también responsable del Máster de Regenera en Psiconeuroinmunología Clínica, sobre la revolución PNI.

El bicarbonato de sodio, el peligro del nuevo suplemento de moda en el deporte: "Si te pasas mucho puedes morirte"

El bicarbonato de sodio, el peligro del nuevo suplemento de moda en el deporte: “Si te pasas mucho puedes morirte”

Actualizado Sábado, 19 octubre 2024 - 23:58

El bicarbonato de sodio, ¿el último milagro? En los recientes Juegos de París, entre zapatillas mágicas y un tartán ultramoderno, varias estrellas proclamaron que habían corrido más rápido que nunca gracias al bicarbonato de sodio. El que se utiliza para hornear pasteles, el que sirve como limpiar el baño, el mismo bicarbonato de sodio. Atletas como Faith Kipyegon, Joshua Cheptegei, Keely Hodgkinson o Marco Arop abanderaron la campaña por el compuesto totalmente legal, aunque también participaron el ciclista Primoz Roglic o el triatleta Alex Yee. "Si todo el mundo lo está usando es porque funciona", comentó Arop en la zona mixta del Stade de France mientras 'Telegraph' aseguraba -a través de una fuente anónima- que "hoy en día el 80% de los corredores lo utilizan".

El suplemento de moda, todo un fenómeno. Medios de comunicación y revistas especializadas se llenaron de artículos sobre cómo tomarlo y cuándo tomarlo para mejorar el rendimiento. Según múltiples investigaciones, el bicarbonato de sodio frena el aumento de ácido láctico en los músculos y por lo tanto permite alargar el esfuerzo más intenso, pero... ¿Es realmente beneficioso?

Efectivo, pero indigerible

"Como taponador funciona, es decir, y simplificando mucho, permite acumular más ácido láctico porque ayuda al cuerpo a drenarlo. Es interesante, pero tiene demasiados inconvenientes", analiza Anna Grífols, nutricionista que ha ayudado a corredores de montaña como Pau Capell, ganador de la famosa UTMB, y que plantea la posición de la mayoría de expertas consultadas ante el bicarbonato: sí, pero no. A su favor, que es efectivo, como concluyó este año un estudio de la Universidad de Edge Hill en Gran Bretaña, que advirtió una mejora del 1,4% del grupo de ciclistas que usaron este compuesto en una contrarreloj de 40 kilómetros. Pero en su contra, sus exagerados efectos secundarios.

"Para que la dosis sea efectiva en el rendimiento, el deportista necesita como mínimo unos 0,2 gramos de bicarbonato por cada kilo de peso. Es decir, si pesa 70 kilos debe tomar 14 gramos de bicarbonato en la hora previa a su competición. Eso provoca que la mayoría sufran sensación de hinchazón, náuseas o diarrea", aporta la también Bárbara Sánchez que trabaja con el Alcorcón y la Federación Española de Natación. Saioa Segura, nutricionista del Centro de Alto Rendimiento (CAR) de Sant Cugat, también indica que "los problemas digestivos que ocasiona son mayores que la eficacia que podemos obtener" y así cuesta comprender su elevado uso. O no.

¿Marketing o revolución?

Por dos motivos. En primer lugar, que es habitual que ciertos remedios revuelvan la nutrición deportiva; lo hicieron recientemente las cetonas o el zumo de remolacha. Y en segundo lugar, que existe un interés comercial detrás. El bicarbonato de sodio es muy barato, por un euro se puede comprar un bote de 300 gramos en cualquier supermercado, pero hay empresas que ofrecen algo más. A finales de los años 80 y principios de los años 90 el compuesto ya fue utilizado en el atletismo y el ciclismo, cayó en desuso y si ahora ha vuelto es gracias a Maurten, una de las marcas de referencia en el mundo de la nutrición. Con Kilian Jornet como imagen y modelo, hace unos años lanzó su 'bicarb system', un producto que reviste el bicarbonato con un hidrogel y así supuestamente impide sus efectos secundarios. Según las expertas consultadas sigue siendo muy difícil de digerir, pero la empresa blande un estudio de investigadores financiados por la propia empresa que concluye que eso no es así.

"Yo no he conseguido que ninguno de mis atletas lo tolere, pero no sólo por eso me cuesta pensar en el bicarbonato como un suplemento habitual para el deportista amateur. El bicarbonato altera el ph de la sangre, alcaliniza la sangre, y si te pasas mucho puedes morirte. No sería la primera vez que vemos un susto en el deporte por un suplemento", advierte Grífols, que como el resto de sus colegas suele utilizar otro taponador igual de efectivo y menos lesivo para el estómago como es la beta alanina.

Por ello, la duda resiste. El bicarbonato de sodio es el suplemento de moda, todo un fenómeno, pero queda por ver si su uso entre las estrellas de los recientes Juegos Olímpicos de París era otra campaña de marketing o si realmente será una sustancia habitual en la dieta pre-competición de los corredores, los ciclistas y los triatletas aficionados. El bicarbonato de sodio, ¿el último milagro?