Los Celtics liquidan a los Mavericks de Doncic y se convierten en el equipo con más anillos de la historia

Los Celtics liquidan a los Mavericks de Doncic y se convierten en el equipo con más anillos de la historia

Actualizado Martes, 18 junio 2024 - 07:25

Los Boston Celtics conquistaron este lunes el título de la NBA tras derrotar a los Dallas Mavericks por 106-88 (4-1 en la serie) y sellar su anillo número 18.

Los Celtics son ahora el equipo con más títulos de la historia de la NBA ya que este nuevo éxito les permitió desempatar con sus eternos rivales: Los Angeles Lakers (17).

Los de verde no ganaban un anillo desde 2008 cuando Paul Pierce, Kevin Garnett y Ray Allen alcanzaron el número 17 venciendo precisamente a los Lakers.

Dieciséis años después, la legendaria franquicia de Bill Russell, Larry Bird, Red Auerbach y muchos otros mitos del baloncesto ya tiene a nuevos dioses para su panteón con un conjunto liderado por Jayson Tatum y Jaylen Brown (MVP de estas Finales) que, del principio al final de la temporada, ha sido el imparable dominador de la liga.

Primeros del Este con el mejor balance de la NBA (64-18), los de Joe Mazzulla aplastaron a todos sus rivales de conferencia y tampoco dieron opción en las Finales a los muy meritorios Mavericks de un Luka Doncic con un físico tremendamente castigado.

El anillo supone además la ansiada redención de los "Jays", que habían llegado cinco veces a la final del Este y una a las Finales -sin contar esta- quedándose siempre al borde de la gloria, sobre todo en aquellas perdidas ante los Golden State Warriors en 2022.

Nunca más tendrán que escuchar las críticas que aseguraban que no estaban preparados para brillar en los momentos más importantes.

Quinteto

Al lado de Tatum y Brown, los Celtics han disfrutado del quinteto más completo y apabullante de la temporada.

Kristaps Porzingis -quien regresó este lunes tras perderse dos partidos por lesión- y Jrue Holiday fueron dos fichajes de lujo y un Derrick White multiusos redondeó ese heroico quinteto ya inolvidable.

Desde el banquillo, el primero en salir siempre fue otro de los grandes protagonistas de esta velada apoteósica: el dominicano Al Horford, que a sus 38 años y tras 17 temporadas por fin tocó el cielo de la NBA.

Porzingis celebra con champán  el 18º anillo de los Celtics.

Porzingis celebra con champán el 18º anillo de los Celtics.AP

Ese espléndido juego colectivo apareció en su plenitud en el definitivo encuentro : Tatum rozó el triple-doble en su mejor partido de las Finales (31 puntos, 8 rebotes y 11 asistencias); Brown consiguió 21 puntos, 8 rebotes y 6 asistencias; Holiday aportó 15 puntos y 11 rebotes; White sumó 14 puntos y 8 rebotes; Horford logró 9 puntos y 9 rebotes. Y también el rebote de equipo (51 por 35) y la defensa estuvieron a la altura (29,7 % en triples de Dallas).

Los Mavericks, que extendieron a 0-157 el balance histórico en la NBA de equipos con 3-0 en contra (nadie jamás lo ha remontado), acabaron con sabor amargo una campaña por otro lado fantástica en la que Doncic e Irving volaron de la mano, Dereck Lively destacó como novato y los fichajes de Daniel Gafford y P.J. Washington les permitieron reinar en el Oeste.

Rotundamente inferiores a estos majestuosos Celtics a lo largo de la serie, los Mavericks contaron en su despedida con 28 puntos, 12 rebotes y 5 asistencias de Doncic mientras que Irving volvió a apagarse en Boston con solo 15 puntos y 9 asistencias.

Gloria de verde

Como niños temblorosos el primer día de escuela entraron al partido los dos conjuntos. Los nervios, las imprecisiones y los errores se acumularon sin pausa en un primer cuarto más emocionante que brillante.

El TD Garden, con un ambiente extraordinario, era un volcán verde desde mucho antes del salto inicial. Pero su erupción llegó al máximo con la entrada de Porzingis, recibido ya como un auténtico héroe de Boston pese a estar claramente mermado.

Sin apenas rastro de Doncic (5 puntos) y con Irving perdido en combate (0), Josh Green dio oxígeno a los Mavericks con dos triples.

Pero en medio de la incertidumbre y las manos vacilantes emergieron Brown y Holiday, con 6 puntos cada uno y un rabioso compromiso defensivo. Precisamente esa dureza atrás y varios contraataques seguidos propulsaron a los locales con un sensacional parcial de 9-0 para cerrar el primer cuarto con la moral en alto (28-18).

El segundo periodo fue el de ajustar cuentas pendientes: si Boston no había brillado en los triples hasta ahora y a Tatum le faltaba explotar en anotación ambas cosas se dieron la mano en ese cuarto.

Tatum se lució con 12 puntos y un tramo pletórico y los Celtics maravillaron desde el perímetro con un gran 7 de 11 en triples hasta anotar 39 puntos solo en ese segundo capítulo.

Los Mavericks empezaron a derretirse sin que sus estrellas pudieran remediarlo y la puntilla la puso Payton Pritchard en uno de esos momentos mágicos de la NBA: el pequeño base deslumbró con un triple sobre la bocina y desde el centro del campo, exactamente idéntico al alucinante tiro que ya había clavado en el segundo partido en esas condiciones imposibles.

Con 67-46 y todo a favor se fueron los Celtics al vestuario. Tatum (16 puntos y 9 asistencias), Brown (15 puntos) y Holiday (11) marcaron el paso mientras Derrick Jones Jr. (10 puntos) era el sorprendente máximo anotador de unos Mavericks huérfanos de Doncic (9 puntos) e Irving (5).

No había indicios de que los Mavericks pudieran orquestar una remontada ni que pudieran acercarse a su magnífico nivel del cuarto partido.

Ni siquiera un mal tercer cuarto de los Celtics (29,2 % en tiros) les permitió estrechar una diferencia que ya no bajó de los 17 puntos por mucho que Doncic lo intentara con 9 puntos en ese periodo.

El último cuarto arrancó con un incontestable 86-67 y los fans de Boston ya solo tuvieron que descontar los segundos para lograr el anillo 18 en una memorable noche de gloria verde.

Doncic aplaza la fiesta de los Celtics con una paliza histórica

Doncic aplaza la fiesta de los Celtics con una paliza histórica

El esloveno Luka Doncic dirigió este viernes con 29 puntos un monumental festival de los Dallas Mavericks, que, abajo 0-3 en las Finales NBA contra los Boston Celtics, triunfaron por 122-84 en el cuarto partido en el American Airlines Center de Dallas, para llevar la serie de vuelta al TD Garden de Boston.

Ningún equipo ha logrado remontar un 0-3 en una serie de 'playoffs' de la NBA en 156 precedentes, pero los Mavericks se aferraron a sus opciones con una feroz reacción de orgullo en su campo ante unos Celtics que, tras diez victorias seguidas en esta postemporada, dejaron una pobre imagen en su primera bola de partido.

Los Mavericks tuvieron una ventaja máxima de 48 puntos y derrotaron a unos Celtics que, a pesar de esta derrota, siguen de forma sólida al mando y podrán conquistar el título este lunes en casa.

Esta victoria fue la tercera más abultada en la historia de las Finales NBA. El récord es de 42 y lo ostentan los Chicago Bulls de Michael Jordan, que arrollaron 96-54 a los Utah Jazz en las Finales de 1998.

Doncic se luce con Sergio Ramos a pie de campo

Ante la mirada del español Sergio Ramos, sentado a pie de campo con una camiseta de Doncic, la estrella eslovena firmó 29 puntos, cinco rebotes, cinco asistencias y tres robos en 32 minutos en pista. Con más de 30 puntos de ventaja, pudo descansar todo el cuarto período, una auténtica bendición para él, que arrastra desde hace semanas problemas de rodilla y en el pecho.

Su cero de ocho en triples se quedó en una anécdota, así como el uno de seis desde el arco de Kyrie Irving (21 puntos, 4 rebotes y 6 asistencias). Y si a las dos estrellas no les funcionó el triple, Tim Hardaway Jr se salió con cinco de seis intentos y quince puntos, los primeros de una serie en la que hasta ahora apenas había tenido protagonismo.

El novato Derek Lively selló un doble doble de once puntos y doce rebotes saliendo del banquillo que dejó en evidencia la pasividad de unos Celtics que hasta este viernes habían sido colosales en esta serie.

Con el letón Kristaps Porzingis oficialmente disponible, pero sin minutos en la rotación de Joe Mazzulla para no arriesgar tras su problema en el tendón tibial, los de Boston tuvieron un modesto 36.3 % de acierto en tiros de campo.

Jayson Tatum anotó quince puntos, pero ninguno en la segunda mitad; Jaylen Brown, un hombre clave y considerado como posible MVP de la serie, no pasó de los diez, así como Jrue Holiday. El dominicano Al Horford anotó tres, con tres rebotes y cuatro asistencias.

Dominio de principio a fin

Con Doncic muy agresivo y pegado a Tatum, tan solo tuvieron un 29 % de acierto en tiros de campo los Celtics en la primera mitad, que no consiguieron tutear a los Mavs en ninguna faceta del encuentro.

Doncic selló trece puntos en el primer período y doce en el segundo, cuando los Mavs sellaron un demoledor parcial de 26-10 que les abrió el camino para doblar a Boston en el 50-25. En ese momento, la dupla Doncic-Irving acumulaba ya 27 puntos, más que todos los Celtics.

Tatum metió quince puntos para Boston, pero los hombres de Mazzulla eran irreconocibles. En los dos lados de la pista. Los texanos capturaron 37 rebotes por los 17 de los verdes en una primera mitad para olvidar y no encontraron maneras para crear buenos tiros. Brown no pasó de un modesto tres de diez en tiros, Jrue Holiday solo metió uno de seis y White, uno de cinco.

Doncic, por su parte, no se dejó condicionar por los apuros desde el arco (arrancó con 0 de 4), e hizo daño en la pintura y desde la distancia media, además de dar ritmo a un poderoso Dereck Lively, quien capturó nueve rebotes en tan solo la primera mitad. Sergio Ramos, sentado a pie de campo, se divertía y el 61-35 con el que los dos equipos regresaron a los vestuarios reflejaba el dominio absoluto de los Mavs.

Y, si es posible, el equipo de Jason Kidd pisó aún más el acelerador en la segunda mitad. La ventaja rompió la barrera de los treinta puntos con un triple de PJ Washington y alcanzó los 33 cuando Mazzulla pidió tiempo muerto en el 80-47. Con el partido ya virtualmente sentenciado, el American Airlines Center pudo dedicarse a animar la fiesta.

Lo hizo con un karaoke con las notas de Don't Stop Believin' (No dejes de creer) de 'Journey'. Un mensaje claro para los Mavs, llamados a lograr un imposible en esta serie.

La victoria de los Mavs nunca estuvo en duda y Mazzulla, con la mirada puesta ya en el cuarto partido, decidió sacar de la pista a sus jugadores antes del final del tercer período.

Una bendición también para los Mavs, que pudieron dejar cómodamente en el banquillo a Irving y sobre todo a Doncic, el jugador que más desgaste de energías había tenido.

Y es que incluso sin las figuras en pista, los Mavs siguieron con el rodillo y cuatro triples seguidos de Hardaway incrementaron la ventaja hasta un descomunal 112-67 con 6.45 minutos por jugar en el cuarto período. Morris, también desde el arco, la disparó hasta el 115-67.

La serie regresa ahora a Boston, con los Celtics en control, pero con unos Mavs que prometen batalla hasta el final.

Los Celtics vencen en Dallas, acarician el anillo y Doncic acaba expulsado

Los Celtics vencen en Dallas, acarician el anillo y Doncic acaba expulsado

Los Boston Celtics estuvieron a punto de desperdiciar una ventaja de 21 puntos en el cuarto período, pero triunfaron este miércoles por 106-99 en el campo de los Dallas Mavericks para tomar ventaja 3-0 en las Finales de la NBA, lo que les deja a un solo triunfo del decimoctavo anillo de su historia.

Los Celtics comenzaron la cuenta atrás para un título que esperan desde 2008 y que rompería el empate con Los Ángeles Lakers para volver a ser la franquicia más ganadora de la NBA. Tendrán su primera 'bola de partido' este viernes, de nuevo en el American Airlines Center.

La baja del letón Kristaps Porzingis no frenó a la todopoderosa máquina de Joe Mazzulla.Jayson Tatum, con 31 puntos, seis rebotes y cinco asistencias, y Jaylen Brown, con 30, lideraron la victoria de los Celtics frente a unos Mavericks en los que el esloveno Luka Doncic metió 27, pero acabó expulsado por cometer seis faltas con 4.12 minutos por jugar en el cuarto período.

Aumentó el nivel Tatum, eclipsado en los dos primeros partidos primero por Porzingis y luego por Jrue Holiday, pero fue Jaylen Brown quien asumió la responsabilidad en un cuarto período de infarto, cuando los Mavs sellaron un 22-2 para revivir tras un 70-91.

Brown, MVP de las finales del Oeste, acabó el partido con 24 de sus 30 puntos en la segunda mitad, a los que sumó ocho rebotes y ocho asistencias.

Holiday no pasó de los nueve y Derrick White firmó 16, con cuatro triples de gran peso. El dominicano Al Horford, con ocho puntos, cinco rebotes, dos asistencias y dos robos, ve acercarse el anhelado anillo.

Los Mavs cayeron con mucho honor, pero el 0-3 los deja prácticamente sentenciados. Así lo dice la historia: cero remontadas en 154 precedentes.

Doncic acabó su partido con 27 puntos, seis rebotes y seis asistencias y Kyrie Irving firmó 35, tres rebotes y dos asistencias para los Mavs.

Vibra el American Airlines Center

Esperó trece años el American Airlines Center para volver a acoger unas Finales de la NBA y la respuesta del público fue contundente. Se jugó en un ambiente vibrante, muy hostil para los Celtics, y los Mavs lo aprovecharon para morder. Desafiaron la lógica los texanos en el cuarto período, pero no pudieron cerrar una gesta para la historia.

Marcaron territorio con un arranque feroz y con Irving decidido a entrar en esta serie. Kyrie firmó una entrada y Doncic conectó un triple para fijar el ritmo del choque. En menos de dos minutos los Mavs se escaparon 9-2 y Mazzulla no dudó en parar el partido con el tiempo muerto.

Irving, que llegaba a este choque tras un 0 de 8 en triples, pisó el acelerador y los Mavs tomaron una tempranera ventaja de 25-12. Pusieron el partido en el carril que deseaban, pero Boston no tembló. Sabe entender los momentos y pese a un arranque con pocas soluciones ofensivas, respondió con un contundente 11-0 que le volvió a poner en el partido.

Sin un coloso como Porzingis limpiando la pintura, Doncic e Irving se movieron con soltura. Entraron en busca de puntos fáciles y no dudaron en lanzar desde el arco. Kyrie selló cuatro de cinco en la primera mitad y llevaba ya veinte puntos al descanso, con Doncic ya sumando 17.

Luka Doncic, durante el último cuarto del tercer partido de la final.

Luka Doncic, durante el último cuarto del tercer partido de la final.Getty Images via AFP

A pesar de eso, los Celtics consiguieron regresar a los vestuarios abajo un solo punto, en el 50-51. Considerado el ritmo anotador de Doncic e Irving, y el hecho de que Tatum (20 puntos) no encontraba apoyo ofensivo en Brown (6) ni Holiday (4), para Mazzulla había razones para sonreír en los vestuarios.

Y en el tercer período los Celtics recogieron los dividendos. Con un Brown monstruoso e incontenible, que lideró con 15 puntos un 35-19 que dejó tocados a los Mavs. Boston tiró con un 65 % de acierto (tiros de campo) y metió cinco triples. Los Mavs tan solo lanzaron dos tiros desde el arco, con el 50 % de acierto.

Mate descomunal de Brown...

Holiday y Tatum sellaron dos triples consecutivos para dar el primer golpe al encuentro y un mate de 'JT' tras un tapón defensivo de White completaba un parcial de 13-2 que dio dobles dígitos de ventaja a los Celtics en el 71-61.

La defensa de los Celtics se cerró y obligó a los Mavs a tomar tiros muy complicados, con pobres resultados. E incluso cuando PJ Washington logró conectar un triple de la esperanza, la respuesta de Boston fue un doble puñetazo. Triple de White con mucha ayuda del tablero y mate estratosférico de Brown que dejó enmudecido al coliseo. Era el 85-70 para entrar en el último período.

Dos triples consecutivos, de Brown y White, en 54 segundos del cuarto período dispararon la ventaja hasta el 91-70. Cuando Jason Kidd paró el partido, el American Airlines Center había perdido la fe. Y los Celtics pensaban tenerlo ganado.

Thriller final

Fue entonces cuando llegó el apagón de Boston. Los Mavs, ya si presión, lograron un 10-0 en 2.43 minutos y volvieron a poner a su público en el encuentro. Los Celtics se atascaron por completo y los texanos reabrieron una contienda que parecía cerrada con un demoledor 20-2 que les dejó a tres puntos, luego de tres libres de Irving.

Sin embargo, en un paseo triunfal de los Celtics convertido en un thriller faltaba una nueva sorpresa. Con 4.12 minutos por jugar, Doncic cometió su sexta falta al derribar a Brown cuando este intentaba entrar en la pintura. Kidd pidió la revisión, sin éxito. Los Mavs se quedaron sin su líder con una 'mini-prórroga' por delante.

Irving redujo el margen a un punto, pero acabó asfixiado por la física defensa de Holiday. Un triple de White subió el 98-92 y dio aire a unos Celtics que llegaron a la línea de meta y que, con susto final, empiezan a ver la gloria.

El lamento de Doncic

Tras el partido, Doncic manifestó su desacuerdo con las decisiones de los árbitros, que lo expulsaron después de cometer seis faltas.

"No pudimos jugar de forma física. No quiero decir nada, pero seis faltas en las Finales NBA, vamos hombre, eres mejor que esto", lamentó el esloveno.

Doncic cometió cuatro faltas en menos de ocho minutos en el cuarto período y acabó expulsado en un momento decisivo, cuando los Mavs rozaban una épica remontada. "Tuvimos una buena oportunidad, estuvimos cerca, pero no pudimos. Me hubiera gustado estar ahí", afirmó.

Muere Jerry West, leyenda de los Lakers y efigie del logo de la NBA

Muere Jerry West, leyenda de los Lakers y efigie del logo de la NBA

Actualizado Miércoles, 12 junio 2024 - 16:31

Jerry West, gran leyenda de la NBA y de Los Angeles Lakers, falleció este miércoles a los 86 años. Los Angeles Clippers, equipo en el que ahora trabajaba como ejecutivo, informó de su fallecimiento en un comunicado.

West solo ganó un anillo de la NBA (1972) ya que se topó una y otra vez con los todopoderosos Boston Celtics de Bill Russell, pero aun así se convirtió en uno de los jugadores más recordados de la liga, tanto que su silueta dio forma al logotipo de la NBA (uno de los apodos de West es "The Logo").

West jugó 14 temporadas (1960-1974) para los Lakers y se convirtió en un icono inolvidable de la franquicia angelina. Elegido 14 veces para el All-Star, West promedió 27 puntos a lo largo de su trayectoria y es el único jugador en la historia de la NBA que ha sido elegido MVP de las Finales (1969) sin haberse llevado el anillo ese año.

No solo dejó huella en las canchas como jugador ya que su legado en los despachos de los Lakers es prácticamente igual de importante y brillante. West fue uno de los grandes responsables en la ejecutiva de los míticos Los Angeles Lakers de los años 80, una maravillosa época del equipo conocida como "Showtime" por el espectacular y explosivo baloncesto que practicaron con jugadores como Earvin "Magic" Johnson y Kareem Abdul-Jabbar y que acabó llevándose los anillos de 1980, 1982, 1985, 1987 y 1988.

En las oficinas de los Lakers estuvo hasta el año 2000, por lo que construyó el entramado para los tres campeonatos seguidos (2000, 2001 y 2002) que ganaron el también arrollador equipo liderado por Kobe Bryant y Shaquille O'Neal.

Los alrededores del estadio Crypto.com Arena (antes Staples Center) de Los Ángeles cuentan con una estatua como homenaje a West. Además, los Lakers retiraron su dorsal 44.

La soledad de un Doncic medio cojo condena a los Mavericks y los Celtics viajan a Dallas con un 2-0

La soledad de un Doncic medio cojo condena a los Mavericks y los Celtics viajan a Dallas con un 2-0

Actualizado Lunes, 10 junio 2024 - 07:48

Los Boston Celtics se colocaron este domingo con 2-0 en las Finales de la NBA tras vencer por 105-98 a unos Dallas Mavericks en los que Luka Doncic se quedó de nuevo demasiado solo.

La defensa volvió a ser fundamental para unos Celtics que buscan su anillo 18 y desempatar así con sus legendarios rivales: Los Angeles Lakers (17). La serie viaja ahora a Dallas, donde el miércoles y el viernes se jugarán el tercer y cuarto partido, respectivamente.

Los Celtics, que llevan nueve triunfos seguidos en la postemporada, firmaron una noche terrible desde el triple (10 de 39), pero con el ADN de los grandes equipos incluso en un mal día supieron encontrar la manera de adjudicarse el triunfo.

Si Kristaps Porzingis (que esta noche acabó tocado) fue el ingrediente clave de la primera victoria, esta vez fue Jrue Holiday el faro ofensivo con 26 puntos (estelar 11 de 14 en tiros) y 11 rebotes. También destacó Derrick White con 18 puntos, 8 de ellos en el último cuarto para cerrar la victoria.

Fue una actuación muy coral de los de Joe Mazzulla: Jayson Tatum rozó el triple-doble con 18 puntos, 9 rebotes y 12 asistencias, Jaylen Brown consiguió 21 puntos y 7 asistencias, Porzingis aportó 12 puntos...

En la historia de la NBA, los equipos con un 2-0 en las Finales presentan un balance de 31-5 para conquistar el anillo.

Los Mavericks, que hasta este domingo no habían perdido dos partidos seguidos en este 'playoff', mejoraron pero no fue suficiente ante estos imponentes Celtics.

Doncic fue duda hasta última hora por una contusión en el tórax que se sumaba a sus problemas en la rodilla y el tobillo, pero el genio balcánico tiró de carácter para acabar con un triple-doble de 32 puntos (12 de 21), 11 rebotes, 11 asistencias y 4 robos. El esloveno fue de más a menos (23 puntos en la primera mitad) y cometió 8 pérdidas de balón en total.

"Creo que mis pérdidas de balón (8) y mis tiros libres (4 de 8) nos costaron el partido así que tengo que mejorar mucho en esas dos categorías", dijo en una rueda de prensa Doncic

Quedó otra vez señalado Kyrie Irving, que ha perdido sus 12 últimos duelos ante unos Celtics en los que es 'persona non grata'. El base solo logró 16 puntos y 6 asistencias para unos Mavericks también desacertados en el triple (6 de 26).

Doncic no puede solo

Ni con el cuerpo golpeado por mil lados se rindió Doncic, que arrancó al máximo de revoluciones con 13 puntos y un 5 de 7 en tiros en el primer cuarto. También Irving, gris en el anterior encuentro, buscó recuperar sensaciones cuanto antes con 8 puntos y Dallas llegó a mandar de 7 puntos en un prometedor cuarto inicial.

Tras un inicio descafeinado, los Celtics volvieron a encomendarse a la receta del primer duelo: la irrupción como reserva de Porzingis tanto en ataque (8 puntos) como en defensa. Pero el penoso 1 de 9 en triples condenó a los de verde, que cerraron ese cuarto inicial por detrás (25-28).

Mientras Doncic seguía anotando con una facilidad asombrosa, Tatum no consiguió sus primeros puntos de la noche hasta el 9.29 del segundo periodo.

El esloveno continuó su imponente recital con otros 10 puntos para 23 en una primera mitad magistral (9 de 13 en tiros) en la que también dio algunas asistencias preciosas como un pase por la espalda para Derrick Jones.

Pero Doncic, por mucho que intentaba involucrar a sus compañeros, parecía cada vez más un oasis en medio del desierto ofensivo de su equipo.

En cambio, los Celtics volvieron a presumir de recursos casi infinitos. Sin apenas noticias en anotación de Tatum y Brown (13 puntos entre ambos aunque Tatum dio 8 asistencias), un excelente Holiday alzó la voz con 17 puntos (11 en el segundo cuarto) y los locales, pese a estar lejos de su mejor nivel, se fueron al vestuario mandando (54-51).

No fue una mitad de finura desde el perímetro, ya que Boston se estrelló con un 3 de 15 en triples y Dallas se atascó con un 4 de 13. Los Celtics amenazaron en la reanudación con reventar el partido desde la defensa.

Más de tres minutos estuvieron sin anotar los Mavericks, que encajaron un parcial de 10-0 y que llegaron a estar 12 puntos abajo en un TD Garden a punto de entregarse a la euforia. Tatum despertó (8 puntos), Brown le acompañó (7) y Holiday seguía a lo suyo (6).

Para colmo de los texanos, que supieron contener la hemorragia a tiempo, Payton Pritchard protagonizó el momento más espectacular de la velada con un triplazo sobre la bocina tras cruzar el centro del campo y Boston aterrizó con ventaja en el último cuarto (83-74) pero sobre todo con la inercia a favor.

Expertos en remontadas milagrosas, los Mavericks volvieron a la carga con un Irving al que por fin empezaron a entrarle los tiros.

Pero la defensa de verde reapareció en el momento clave, White metió dos triples y puso además un tapón clave en el último minuto y Boston sonríe ya a solo dos triunfos de un título que no ganan desde 2008.

Muere Chet Walker, campeón de la NBA con los Sixers y siete veces All Star

Muere Chet Walker, campeón de la NBA con los Sixers y siete veces All Star

Actualizado Domingo, 9 junio 2024 - 07:46

Chet Walker, campeón de la NBA con los Philadelphia 76ers y miembro del Salón de la Fama del Baloncesto, ha muerto a los 84 años, informó este sábado la Asociación de Jugadores Retirados de la NBA. Siete veces All-Star, Walker ganó el anillo con los Sixers en 1967.

"En sus 13 temporadas en la NBA, Walker anotó 18.831 puntos y capturó 7.314 rebotes con unos promedios de 18,2 puntos y 7,1 rebotes por partido", detalló la NBA en su web oficial.

Apodado The Jet, Walker jugó para los Syracuse Nationals, los Sixers y los Chicago Bulls.

Chet Walker, durante una entrevista en el Salón de la Fama en Springfield en 2012.

Chet Walker, durante una entrevista en el Salón de la Fama en Springfield en 2012.Jessica HillAP

"Walker dejó un impacto profundo en nuestra ciudad y en nuestra liga", afirmaron los Sixers en la red social X.

Por su parte, los Bulls le recordaron como "una figura legendaria" y "un verdadero icono" de la franquicia de Chicago.

El 'renacido' Porzingis da la primera victoria a Boston y ensombrece los 30 puntos de Doncic

El ‘renacido’ Porzingis da la primera victoria a Boston y ensombrece los 30 puntos de Doncic

Actualizado Viernes, 7 junio 2024 - 08:04

Los Boston Celtics se llevaron este jueves el primer partido de las Finales de la NBA arrasando a los Dallas Mavericks por 107-89 gracias a una dupla estelar formada por Kristaps Porzingis y Jaylen Brown.

Especialmente destacada fue la actuación de Porzingis, que volvía tras más de un mes fuera por lesión y que brilló con 20 puntos (18 de ellos en una primera mitad maravillosa).

El segundo encuentro de las Finales se jugará el domingo también en el TD Garden de Boston.

Tras pasearse en un Este sin rivales a su altura, había alguna duda sobre cómo llegaban los Celtics a las Finales. Pero, a la hora de la verdad, Boston recordó a los olvidadizos por qué ha sido este curso el mejor equipo de la liga.

Los de verde llegaron a ganar de 29 puntos en una primera parte majestuosa y también supieron apagar un incendio en el tercer cuarto cuando los Mavericks se colocaron a solo ocho.

Porzingis y Brown (22 puntos) encabezaron a unos Celtics muy superiores y en los que Jayson Tatum consiguió 16 puntos y 11 rebotes. El dominicano Al Horford aportó 10 puntos y 7 rebotes.

Boston metió 16 de 42 en triples (38,1%) y su defensa, que logró nueve tapones, dejó a Dallas en un triste 7 de 27 desde el exterior (25,9%) y solo nueve asistencias entre todo el equipo (por 23 de Boston).

Luka Doncic fue el mejor de los Mavericks con 30 puntos y 10 rebotes pero solo repartió una asistencia. Kyrie Irving, muy abucheado tras su polémico paso por los Celtics (2017-2019), vivió una noche de pesadilla con 12 puntos y un pobre 6 de 19 en tiros.

Boston no gana el título desde 2008 y busca en estas Finales su anillo número 18, lo que le permitiría desempatar con sus eternos rivales: Los Angeles Lakers (17).

Porzingis golpea...

Ni Doncic, ni Tatum, ni Irving, ni Brown...

El nombre que despertaba mayor expectación era Porzingis, que no jugaba desde el pasado 29 de abril por una lesión en el gemelo.

Crucial en el esquema de Joe Mazzulla para formar con cinco abiertos, el gigante letón salió desde el banquillo y Horford le suplió de inicio con dos triples.

Pero la entrada de Porzingis revolucionó el encuentro. No fue solo el recibimiento de su afición, que le dio la bienvenida con una enorme ovación, sino que el pívot, con varias jugadas espectaculares en ataque y defensa, dejó claro que se había recuperado perfectamente de su lesión con 11 puntos (2 de 2 en triples), 3 rebotes y 2 tapones en siete minutos arrolladores.

Dubitativos y destemplados, los Mavericks encajaron un monumental parcial de 23-5 en seis minutos y el TD Garden parecía un volcán verde en erupción con un 37-20 al final del primer cuarto.

El vendaval continuó en el segundo periodo y Brown se lució con un brutal mate sobre Daniel Gafford perforando la defensa visitante como un puñal.

Sin embargo, el superhéroe de ese momento era Porzingis, que parecía incapaz de fallar un tiro y que estiró la ventaja local por encima de los 20 puntos (48-27 con 6.30 por jugarse).

Absolutamente abrumados, los Mavericks llegaron a perder de 29 puntos en una primera mitad ruinosa en la que todo les salía mal: Brown le robaba la cartera a Doncic, Irving estaba desaparecido y su defensa hacía aguas.

Aun así, lo peor fue su ataque, uno de los mejores de la NBA en los últimos meses pero que se hundió con un 3 de 13 en triples al descanso.

En cambio, los Celtics metieron 11 de 27 desde el perímetro y el 63-42 camino de los vestuarios casi pareció poco premio para el recital de Boston.

Porzingis, que castigó a los Mavericks cada vez que se quedaba con un defensor bajo, firmó 18 puntos (7 de 9 en tiros) y Doncic con 17 puntos (7 de 14) fue el único sostén de Dallas.

...y Brown remata

Nadie daba un dólar por ellos, pero los Mavericks, expertos en remontadas, volvieron a inventarse una resurrección alucinante.

Un descomunal parcial de 9-22, coronado con un triplazo de Doncic, les permitió volver al encuentro (72-64 a falta de 4.28).

Las piezas empezaban a encajar para los de Jason Kidd: Doncic al mando de las operaciones, una defensa por fin firme, unos Celtics desconectados de repente...

Pero al rescate apareció un soberbio Brown, que selló tres tapones magníficos y que también reactivó en ataque a los suyos. Boston devolvió con un 14-2 el parcial a los Mavericks y aterrizó en último cuarto con un margen muy amplio (86-66).

No hubo ya otro despertar milagroso de Dallas, que no encontró ayuda para Doncic en toda la velada y que el domingo tendrá otra opción de arrebatar el factor cancha a unos Celtics temibles.

Doncic y Kyrie Irving, una improbable historia de redención en busca del anillo

Doncic y Kyrie Irving, una improbable historia de redención en busca del anillo

La historia de la NBA está repleta de quijotes y sanchos, de estrellas acompañadas de escuderos imprescindibles para alcanzar el éxito. No se entendería Jordan sin Pippen, ni Kobe sin Shaq (¿o al revés?), ni Kareem sin Magic, ni Malone sin Stockton... Estos días se valora la cima de Luka Doncic en sus primeras Finales (a partir de este jueves, contra los favoritos Celtics), se debate sobre las fórmulas para defenderle, se retrocede en el tiempo para entender cómo su paso por el Real Madrid forjó su competitividad y se divaga sobre si ese dolor en la rodilla será capaz de condicionarle en la feroz serie contra los verdes. Pero, sobre todo, se valora otro talento innato del esloveno, el liderazgo silencioso que está suponiendo la dualidad que forma con Kyrie Irving, un jugadorazo excéntrico que muchos ya daban por perdido para cualquier causa.

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Porque Kyrie es único, "el jugador más talentoso que la NBA haya visto jamás". No lo dice cualquiera, lo acaba de pronunciar LeBron James de quien fue también su acompañante perfecto, clave con su inolvidable triple, en aquella aventura que supuso el anillo de 2016, el primero con los Cavaliers, nada menos que ante unos Warriors que parecían intocables. "Lo llamaría 'el mago todo el tiempo', no había nada en la cancha que Kyrie no pudiera hacer. Y sentado aquí mirándolo, estoy tan jodidamente feliz y tan orgulloso. Y al mismo tiempo enojado porque ya no soy su compañero", analizó el Rey. Irving, que tras salir de Cleveland un año después pasó precisamente por Boston y luego por Brooklyn hasta llegar hace dos cursos a Dallas, no ha vuelto a unas Finales y si por algo se ha hablado de él ha sido por sus constantes polémicas.

Desde afirmar que la tierra es plana, que John Fitzgerald Kennedy fue asesinado porque quería "terminar con la mafia bancaria en el mundo" a que la CIA mató a Bob Marley por enaltecer la paz. También fue apartado por los Nets -estuvo meses sin jugar los partidos como local- por negarse a vacunarse del Covid y hasta Pedro Sánchez le citó en el Congreso: "Hay una estrella de la NBA que dice que no se quiere vacunar porque hay una conspiración detrás para vacunar a los negros y conectarlos con un ordenador que tiene un plan satánico". Aunque quizá la más radical de sus polémicas fue cuando Irving promocionó en sus redes sociales un documental ('Hebrews to Negroes: Wake Up Black America') antisemita que defiende que los negros son los verdaderos descendientes de los israelitas. Borró aquel tweet y se disculpó, pero el daño fue enorme.

Doncic e Irving, tras lograr la clasificación para las Finales de la NBA.

Doncic e Irving, tras lograr la clasificación para las Finales de la NBA.CRAIG LASSIGEFE

Todo ese ruido parecía haber terminado con la carrera del base con raíces australianas, de aquel demonio que fue MVP en el Mundial 2014 con el USA Team en España y que ahora deambulaba en Brooklyn sin demasiada gloria y habiendo dilapidado un Big Three de fuegos artificiales junto a Kevin Durant y James Harden. A Irving le rescató en febrero de 2023 un traspaso en el que tuvo mucho que ver Nico Harrison, el General Manager de los Mavericks que le conocía de sus tiempos como ejecutivo de Nike. A cambio de Dinwiddie y Finney-Smith, su llegada a Texas era una salida para todos, aunque no parecía que el rendimiento iba a ser tan inmediato y que iba a encajar como lo ha hecho con Doncic.

A sus 32 años, Irving, en su primera temporada completa junto a Doncic, vuelve a unas Finales. Lo hace con un rendimiento extraordinario y habiéndose ganado hasta tal punto la confianza de la franquicia que le han firmado una extensión por tres años y 120 millones de dólares. "Está siendo la mejor parte de mi carrera. Poder ahora dar sabiduría y también hablar desde un lugar de experiencia. Cuando eres joven, intentas acelerar la vida, intentas superarlo todo", comentaba en la previa, apoyado en los números: 39 victorias y 19 derrotas con él y 11-13 en su ausencia por lesión durante el curso.

"No hay manera de parar por completo a Doncic e Irving", avisa Mazzula, entrenador de los Celtics. "Ellos encajan. Kyrie ha dado muchas vueltas, no le importa ser el plan B. Es paciente, está tranquilo, eso no se encuentra en esta Liga", valora Jason Kidd sobre su dupla, asombrosa en lo numérico. Doncic e Irving anotaron 59,5 puntos por partido en la temporada regular, lo que han mantenido en la final del Oeste contra los Timberwolves (59,4). Una química que se pondrá a prueba contra los excelente defensores de Boston (Jrue Holiday, Derrick White, Jaylen Brown, Jayson Tatum...), pero que va mucho más allá de lo estadístico. Su complicidad, mostrada en la cancha y expresada en los micrófonos sin tapujos. "Él no ha hecho nada más que apoyarme en todo. Me ha ayudado un montón a madurar, a saber que tengo que mirar los partidos de una manera diferente. Obviamente también es una gozada estar con alguien que juega de la manera en la que él lo hace. Ha sido un líder para nosotros, no sólo para mí, alguien espectacular", se rindió Doncic. "Me ha presionado para continuar trabajando en mi juego, mejorando, como el líder joven que es. Y en la palabra en la que los dos coincidimos es en madurez. Cuando llegué a Dallas estaba pasando por muchos problemas y aquí me acogieron con los brazos abiertos. Sabía que en cuanto se abriera conmigo sería un gran osito de peluche. Pero de los que quiere competir. Me gusta sentarme y maravillarme con su talento. Se ha convertido en un gran padre; disfruto viéndole formarse como una gran persona", contestó Irving, ante el sonrojo de Luka.

Pau Gasol: "No me imagino unos Juegos sin España"

Pau Gasol: “No me imagino unos Juegos sin España”

Actualizado Martes, 4 junio 2024 - 14:50

Uno de la misiones más importantes de la Fundación Gasol es la lucha contra el crecimiento de la obesidad infantil. Para ello, esta mañana se ha celebrado un acto en la Universidad Camilo José Cela de Madrid para anunciar la renovación de su alianza con el Grupo IFA, una de las mayores empresas de distribución en España, hasta el año 2026.

En la rueda de prensa, el doctor Santiago F. Gómez también ha dado una pequeña conferencia explicando el alarmante ascenso de este problema que tanto afecta a los más pequeños.

Serán los primeros Juegos Olímpicos después la retirada en Tokio. ¿Cómo ve al equipo? ¿Se va a acercar a París tras las palabras de Scariolo diciendo que es un periodo de relevo generacional?
Sí, va a ser un poco raro después de jugar cinco Juegos Olímpicos y no competir. Los voy a vivir de una manera diferente como miembro del Comité Olímpico Internacional (COI) y estaré en París más días de lo que hubiera estado como jugador. Estoy siguiendo y apoyando a nuestro equipo para que gane en el preolímpico y puedan competir. Aunque haya esta evolución y este periodo de cambio, que es inevitable, el talento está ahí y la base liderada por Sergio y por muchos jugadores va a seguir contagiando al resto de nuestra identidad. Intentaré estar en Valencia para apoyar al equipo en el momento final, que espero sea de victoria y de pase a los Juegos.
¿Se imagina unos Juegos sin España?
No, no me los imagino y espero que no tengamos que verlo. Son muchos años en los que hemos podido estar y competir con los doce mejores países en el mundo del baloncesto, de diferentes continentes. Ahora tenemos la oportunidad de meternos a través de este torneo preolímpico en Valencia. Ojalá que las cosas salgan bien. Al final hay que jugar con una determinación y concentración muy grandes porque jugar en casa tiene sus puntos a favor pero hay que estar muy centrado para no dar puerta de entrada a otro equipo y que nos puedan desbancar de esos Juegos.
¿Cómo de importante es que se apueste por Scariolo con un periodo tan largo antes de que se juegue un preolímpico?
Dentro de este periodo de evolución, tener esas bases fijas que entienden la fórmula de ganar, de trabajo, de ética, es importante. Te dan un poco de solidez y una base así que en este momento hay que apoyar y confiar. Que las personas y el equipo hagan lo mejor lo que puedan y a partir de ahí, competir y ganárselo.
Rafa Nadal cumplió ayer 38 años. ¿Le ve retirándose en los Juegos Olímpicos, como hizo usted el 5 de octubre de 2021?
Eso es una decisión muy propia y muy personal. No creo que Rafa lo tenga decidido aún. Al final lo que queremos es ver a Rafa compitiendo, disfrutando y si lo puede hacer, sabemos que, con su capacidad, va a poder hacerlo con cualquiera. Eso es lo que me gustaría como amigo y luego que él decida lo que es mejor para él y para su futuro, que se lo ha ganado.
En ese inevitable paso del tiempo esta Rudy Fernández, que va a vivir sus últimas semanas como jugador. ¿Cuándo se retire, en qué nivel le situamos dentro del baloncesto español?
Creo que muy alto, olimpo... donde quieras situarlo. Rudy se ha ganado el respeto de todos en el mundo del baloncesto por todo lo que ha aportado de diferentes maneras. Es un momento agridulce cuando además tomas la decisión de anunciar que después de los Juegos esta será tu última temporada. Lo compartes, que creo que es bueno y tienes esa claridad y determinación de que ha llegado el momento y luego intentas disfrutarlo lo máximo que puedas. Agradecerle todo lo que ha hecho por el baloncesto, por nuestro deporte, por nuestra selección, por sus clubes en los que ha jugado y espero que una vez retirado le homenajeen como se merece.
Como miembro del COI, usted está en el proceso de selección de deportistas rusos y bielorrusos, ¿Puede comentar algo de cómo está siendo el proceso?
Es un proceso exhaustivo y que requiere mucho trabajo y esfuerzo colectivos. Es necesario mucho rigor y mucha disciplina para decidir qué deportistas son elegibles y cuáles no lo son. Seguimos un poco la dirección y la misión de la carta olímpica para intentar que todos los deportistas puedan participar independientemente de conflictos bélicos y situaciones sociales en sus países. No es fácil. Es un proceso delicado, pero poco a poco vamos tomando decisiones, porque los Juegos están a la vuelta de la esquina.
¿Se sabe alguna fecha en ese sentido?
No sé cuando se anuncia la totalidad, pero se están tomando decisiones aunque no son oficiales, son internas y se mantienen así.
¿Qué espera de la final de los Celtics? ¿Esperaba que fuera esa?
Espero una gran final. Me ha sorprendido más por la parte de Dallas que por la parte de Boston, que han tenido un camino bastante llano. Eso puede ser un arma de doble filo también para ellos, porque se van a encontrar con un equipo con mucha confianza y que ha tenido que ganar series complicadas contra grandes conjuntos. Eso les puede dar un plus, sobre todo al empezar la serie. No esperábamos que Dallas fuera el equipo que saliera del Oeste. Denver y Minnesota eran los dos equipos que yo creía que tenían más opciones, pero Dallas se ha ganado el derecho a estar donde están y espero que jueguen una gran final y que tengan opciones de ganarla.
Luka Doncic y Kyrie están teniendo buena relación ¿Se esperaba que fueran a compaginar tan bien?
Bueno, el año pasado no parecía. Creo que es lo bonito y es un buen mensaje, ya que a veces hay que tener un poco de confianza y dar continuidad y oportunidad a las cosas y a las parejas. No todo pasa de forma automática, tiene su proceso. Hay que pasar por momentos difíciles y malos para ver cómo se evoluciona y ellos lo han hecho muy bien. Luka ha seguido con un nivel espectacular y estratosférico. Lo que ha hecho en las cinco primeras temporadas está al alcance de muy muy pocos elegidos en la historia de este deporte y que haya podido llevar a su equipo a una final NBA, con opciones de ganar un anillo en el sexto año de su carrera, es increíble. Y Kyrie, como él ha aceptado su rol más de veterano, de experto, de complementación, ahora se entienden mucho mejor. Luego, obviamente también el rol de sus compañeros, que lo están haciendo muy bien y esa al final es la fórmula para llegar a una final y estar donde están.
Los Mavericks de Doncic llegan a la final de la NBA tras un arrollador triunfo ante los Timberwolves

Los Mavericks de Doncic llegan a la final de la NBA tras un arrollador triunfo ante los Timberwolves

Actualizado Viernes, 31 mayo 2024 - 07:40

Los Dallas Mavericks de Luka Doncic y Kyrie Irving arrollaron 103-124 este jueves a los Timberwolves de Minnesota para ganarse una plaza en la final de la NBA que disputarán contra los Boston Celtics.

Doncic e Irving, jugadores del equipo de Dallas, sumaron 72 puntos para ganarse en el quinto partido contra Timberwolves el pase a la serie final con los Celtics de Boston.

El esloveno se apuntó el doble doble de 36 puntos, 10 rebotes y 5 asistencias, mientras que Irving agregó los mismos tantos, 4 rebotes y 5 asistencias.

Los jugadores PJ Washington ( 2,01 metros de estatura) añadió 12 puntos y Daniel Gafford (2,08 metros de estatura) 11.

Por los locales, Karl Anthony Towns y Anthony Edwards hicieron 28 puntos cada uno.

Los Timberwolves iban perdiendo 3-0 en la serie cuando resucitaron este martes al vencer a los Mavericks 105-100 en el cuarto partido de la serie. Esta jueves, el equipo de Minnesota intentó frenar a los Mavericks sin éxito.

Los Mavericks no han llegado a la final desde la temporada 2010-2011, cuando ganaron su único campeonato NBA. Esta temporada, disputarán la final contra los Boston Celtics desde el 7 de junio hasta posiblemente, el 21 del mismo mes.

Doncic, quien como Irving se culpó de la derrota este martes, sumó 12 puntos, 6 de ellos de dos triples, en los primeros minutos de juego, con lo que los visitantes declararon su intención de ganar (8-16).

El entrenador de los Timberwolves, Chris Finch, pidió su primer tiempo muerto y en un abrir y cerrar de ojos los locales empataron a 18.

Pero el ex madridista esloveno acertó otros dos triples de corrido para devolver una ventaja considerable a los texanos e Irving cerró el marcador del cuarto inicial con una internada (19-35).

Doncic concluyó el primer segmento con más tantos (20 con 72.7 por ciento de aciertos) que todo el equipo local.

El segundo parcial comenzó explosivo con un tiro con paso atrás de Irving, triple de Maxi Kleber y los locales con estadísticas de tiro deprimentes (14.3 % en triples y porcentaje de 31 en total).

Rudy Gobert dispara mientras Dereck Lively II y Luka Doncic defienden la canasta

Rudy Gobert dispara mientras Dereck Lively II y Luka Doncic defienden la canastaAP

Las dos defensas cerradas obligaron a alargar los pases en ataque para ambas escuadras, pero era Dallas la que conservaba un abrumador liderazgo antes de llegar al ecuador del segundo cuarto a pesar de unos brillantes minutos de Towns (32-49).

Triples de Doncic (25 puntos y 5 triples en la primera mitad) e Irving (19) consiguieron que los Mavericks llegaran al descanso con unos abrumadores 29 puntos arriba (40-69).

Los Mavericks inscribieron porcentajes de acierto por encima de 60 mientras que los Timberwolves registraron un triste 34,9 % de éxito con un lamentable 16,7 % (2 de 12 intentos) en triples.

Doncic sirvió un pase que Washington convirtió en 'alley oop' y la siguió metiendo para llegar a sus 29 puntos personales en el minuto y medio del tercer segmento.

El entusiasmo que los aficionados del Target Center de Minneapolis habían mostrado desde el comienzo del partido se apagó cuando Doncic llegó a sus 31 puntos para imponer una ventaja de 36 tantos (46-82).

Tres triples de Edwards en un par de minutos hicieron poca mella a los dominadores visitantes (60-87), pero fueron suficientes para que el entrenador de Dallas, Jason Kidd, llamara a capítulo a sus pupilos.

Towns acertó su primer triple de cinco intentos, Irving le contestó con su tercero de siete y Doncic llegó a sus 33 puntos para dejar el marcador en 73-97 a falta del último cuarto.

Los locales comenzaron el segmento definitivo con un 9-0 que interrumpió Irving con un palmeo (78-103).

El australiano americano clavó su cuarto triple y Doncic su sexto cuando a falta de medio parcial parecía que la final de la NBA de este año ya estaba definida (85-111).

Los Timberwolves se dieron por vencido y Finch sacó a jugar a los suplentes minutos antes de concluir un partido que le dio el pase a la final a los Mavericks (103-124).