Primera reacción de Jenni Hermoso, tras la condena a Luis Rubiales: "Y ahora sí, se acabó"

Primera reacción de Jenni Hermoso, tras la condena a Luis Rubiales: “Y ahora sí, se acabó”

Actualizado Sábado, 22 febrero 2025 - 21:52

Dos días después de la condena impuesta al expresidente de la RFEF Luis Rubiales por un delito de agresión sexual por el beso en la boca a Jennifer Hermoso, la jugadora ha reaccionado en las redes sociales, en laque afirma "y ahora sí, se acabó".

"Después de todo, esto creará un precedente importante en un entorno social en el cual aún queda mucho por hacer. Tengo el corazón lleno de cada una de las personas que han estado, están y seguirán conmigo en esta lucha. Y ahora si, se acabó", escribe Hermoso en su cuenta de Instagram.

El juez de lo Penal de la Audiencia Nacional, José Manuel Fernández-Prieto, condenó a Luis Rubiales a 18 meses de multa con una cuota diaria de 20 euros (unos 10.800 euros) por un delito de agresión sexual por el beso en la boca a Jennifer Hermoso tras ganar el Mundial en Sídney (Australia) el 20 de agosto de 2023.

El fallo prohíbe además a Rubiales acercarse a Hermoso en un radio de 200 metros y comunicarse con ella durante un año.

Tanto Rubiales como el exentrenador de la selección femenina Jorge Vilda, el exdirector de fútbol masculina Albert Luque y el exdirector de marketing de la Federación Rubén Rivera han sido absueltos del delito de coacciones a Hermoso del que estaban acusados.

La Fiscalía había solicitado un total de 2 años y medio de cárcel para Rubiales, un año por agresión sexual y año y medio por las coacciones, y por este último delito 1 año y 6 meses para los otros tres acusados.

Otro varapalo judicial para Rubiales: el TAS confirma la inhabilitación de tres años para cualquier cargo deportivo decretada por la FIFA

Otro varapalo judicial para Rubiales: el TAS confirma la inhabilitación de tres años para cualquier cargo deportivo decretada por la FIFA

Actualizado Viernes, 21 febrero 2025 - 17:26

Al día siguiente de ser condenado a pagar una multa de 10.800 euros por agresión sexual a Jenni Hermoso, Luis Rubiales ha conocido que el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) ha rechazado la apelación que presentó a los tres años de inhabilitación con que fue sancionado por la FIFA tras el episodio de la final del Mundial.

El máximo organismo del fútbol mundial le había castigado con esa suspensión de tres años para realizar "cualquier actividad relacionada con el fútbol" por haberse comportado de manera contraria a los principios del Código Disciplinario de la FIFA.

"La Formación Arbitral del TAS determinó que la sanción impuesta al Sr. Rubiales por la FIFA es razonable y proporcional", explica el tribunal internacional en una nota de prensa hecha pública este viernes. "El Sr. Rubiales apeló contra la decisión dictada el 16 de enero de 2024 por la Comisión de Apelación de la FIFA ("Decisión Apelada"), que confirmó la sanción de tres años de suspensión impuesta por un comportamiento contrario al Código Disciplinario de la FIFA (art.13) durante la final de la Copa Mundial Femenina de la FIFA Australia y Nueva Zelanda 2023".

La apelación perseguía anular la sanción o, subsidiariamente, anularla parcialmente. Sin embargo, el Tribunal ha dictaminado que el comportamiento de Rubiales durante la final dejó "múltiples y graves infracciones al Código Disciplinario de la FIFA (art.13) y consideró que no existía motivo alguno para considerar la sanción desproporcional. Por lo tanto, se rechaza la apelación del Sr. Rubiales y se confirma la Decisión Apelada".

Jenni Hermoso también recurrirá la sentencia por el beso no consentido de Luis Rubiales

Jenni Hermoso también recurrirá la sentencia por el beso no consentido de Luis Rubiales

Actualizado Viernes, 21 febrero 2025 - 11:59

Jenni Hermoso recurrirá la sentencia que condenó a una multa al ex presidente de la RFEF Luis Rubiales por el beso en la boca no consentido que le dio a la jugadora durante la celebración del Mundial que consiguió la selección española en Sidney agosto de 2023, según ha anunciado su abogado este viernes a la agencia AFP.

"Es su intención" recurrir la sentencia que se conoció el jueves, indicó el abogado Ángel Chavarría.

La defensa de Rubiales ya había dicho el jueves que también recurriría la decisión, que declaró al ex presidente de la Federación de Fútbol culpable de agresión sexual, pero lo absolvió del delito de coacciones.

El juez Central de lo Penal de la Audiencia Nacional condenó a Rubiales a una multa de 10.800 euros por un delito de agresión sexual al Jenni Hermoso, así como a indemnizar a la jugadora con 3.000 euros por daños morales por el beso. Además, decretó la prohibición de comunicarse o acercarse a ella a menos de 200 metros durante un año.

La decisión se basa en que, aunque la agresión sexual siempre es "reprochable", en este caso se encuadra en las de "menor intensidad" al no mediar violencia ni intimidación, ni tener "la víctima anulada su voluntad".

El magistrado no ha visto probado, sin embargo, el delito de coacciones por el que también se acusaba a Rubiales y a tres ex altos cargos federativos, incluido Jorge Vilda, ex seleccionador femenino, que han sido absueltos.

Considerar el beso a Jenni Hermoso como acto erótico requeriría una mejor motivación

Considerar el beso a Jenni Hermoso como acto erótico requeriría una mejor motivación

Actualizado Jueves, 20 febrero 2025 - 22:50

Hemos conocido la sentencia que condena a Luis Rubiales como autor de un delito de agresión sexual por besar en los labios a la futbolista canterana del Atlético de Madrid, Jenni Hermoso, y absuelve a todos los acusados del delito de coacciones que se les atribuía.

Se pueden destacar cuatro claves de esta sentencia.

Primera clave: la connotación sexual del beso

La primera clave, y la más interesante jurídicamente, consiste en responder a la siguiente pregunta: ¿un beso en los labios atenta contra la libertad sexual de otra persona?

Como escribí en otro artículo cuando surgió este caso, la respuesta que ha venido dando la jurisprudencia a este problema no ha sido siempre la misma, y depende de cada caso concreto. Fundamentalmente, se debe diferenciar si estamos ante un beso de carácter erótico o ante una mera manifestación de afecto.

Por ejemplo, la sentencia 165/2022 del Tribunal Supremo condenó a un acusado que había intentado besar en la boca a una menor mientras la atraía contra su cuerpo, aprovechando un encuentro en una escalera, porque en ese caso concreto era evidente el contenido erótico de la acción. Sin embargo, el Tribunal Supremo también ha señalado que «un beso en los labios es en algunos contextos una forma normalizada de exteriorizar afectos sin tintes eróticos». Por ese motivo, la sentencia 490/2015 del Tribunal Supremo confirmaba la absolución del acusado que había besado a su nieta en los labios, por considerar que esa relación abuelo-nieta, junto al desarrollo de los hechos, hacía pensar más en una manifestación de afecto que en un acto erótico.

La sentencia que condena a Rubiales aborda esta cuestión en primer lugar, y concluye que «esta acción de dar un beso en la boca a la mujer tiene una clara connotación sexual, y no es la forma normal de saludar a las personas

con quienes no se tiene una relación de afectividad». Creo que esta argumentación de la sentencia es insatisfactoria, porque se refiere a la connotación que generalmente conlleva un beso en los labios, sin detenerse a analizar, con la suficiente profundidad, en la concreta connotación sexual del concreto beso que está juzgando. En mi opinión, no se trataba de analizar la connotación habitual, en general, de los besos en la boca, sino la connotación particular de este beso en concreto.

El contexto en el que ocurrieron los hechos —euforia por la celebración del histórico campeonato mundial ganado por la selección española— plantea dudas sobre la connotación —erótica o simplemente afectiva— de aquella acción, y su consideración como un acto erótico requeriría una mejor motivación. No tengo espacio aquí para extenderme sobre esta cuestión, pero con toda seguridad la defensa profundizará en esta cuestión en su recurso de apelación.

Segunda clave: el consentimiento

Analiza también la sentencia la ausencia de consentimiento, como requisito esencial de este delito. Para ello, explica que «a Jenny Hermoso este juzgador le atribuye plena credibilidad», al concurrir los tres elementos que permiten considerar la declaración de la denunciante como prueba de cargo: credibilidad objetiva (que sus manifestaciones no sean inverosímiles, y sean compatibles con el resto de la prueba), credibilidad subjetiva (ausencia de razones de resentimiento, venganza, o similares que permitan dudar de su sinceridad) y persistencia en la incriminación (ausencia de contradicciones en sus declaraciones).

El debate, en realidad, más que en la ausencia o no de consentimiento, se centra en su posible exteriorización, ya que la defensa mantiene que el acusado pidió permiso para besarla y ella se lo otorgó, lo que la ariete de la selección niega. Sobre esta cuestión, la sentencia desacredita el informe pericial de lectura de labios que, analizando un vídeo de TikTok, concluye que Rubiales pregunta "¿te puedo dar un besito?". El problema es que se desconoce la respuesta de la veterana delantera, que se encontraba de espaldas en el vídeo.

Tercera clave: las coacciones

En cuanto al delito de coacciones, por el que se acusaba tanto a Rubiales como a los demás acusados, el juez no se resiste a propinar un pequeño tirón de orejas a Fiscalía y demás acusaciones.

Recuerda la sentencia que el delito de coacciones requiere la existencia de violencia o intimidación al impedir a otro hacer lo que la ley no prohíbe, o efectuar lo que no quiere. Sin embargo, en el relato de hechos contenido en los escritos de acusación ni la Fiscalía ni las acusaciones particular ni popular describieron ningún acto de violencia ni de intimidación sobre Jenny Hermoso, y el derecho de defensa impide condenar por unos hechos que no han sido incluidos en los escritos de acusación. Además, la sentencia analiza las declaraciones de los distintos testigos, y constata que ninguno describió actos de violencia o intimidación.

Cuarta clave: la pena

El artículo 178.4 del Código Penal, introducido por la reforma conocida como Ley del Sí es Sí, contempla la posibilidad de imponer tan solo una pena de multa por el delito de agresión sexual, en atención a la menor entidad del hecho y a las circunstancias personales del autor.

El juez considera que los hechos enjuiciados pueden considerarse como de menor intensidad, al tratarse de un beso robado dentro de la euforia de la celebración del título mundial. Señala con acierto la sentencia que si este hecho no fuese encuadrable entre los de menor intensidad a los que se refiere el artículo 178.4, este artículo no tendría sentido y no se podría aplicar nunca, porque es difícil imaginar una agresión sexual de menor intensidad que esta. Así, se aplica el 178.4 y se impone una pena de multa de 18 meses (la extensión mínima que contempla ese artículo, que establece una horquilla de entre 18 y 24 meses) a razón de 20 euros diarios, lo que supone un total de 10.800 euros.

*José María de Pablo Hermida es abogado penalista, socio del Bufete Mas y Calvet, y profesor en la Universidad de Navarra.

Luis Rubiales anuncia que apelará la sentencia de agresión sexual por el beso a Jenni Hermoso

Luis Rubiales anuncia que apelará la sentencia de agresión sexual por el beso a Jenni Hermoso

Actualizado Jueves, 20 febrero 2025 - 18:00

El ex presidente de la RFEF Luis Rubiales ha anunciado este jueves que apelará la sentencia que lo ha condenado a una multa de 10.800 euros por agresión sexual por el beso en la boca a la jugadora Jenni Hermoso tras ganar en Mundial.

En declaraciones a EFE, Rubiales ha dicho que seguirá peleando y que recurrirá la sentencia ante la Sala de lo penal de la Audiencia Nacional.

El juez dio "plena credibilidad" a Jenni Hermoso al concluir que el beso que le dio Rubiales tras la final del Mundial de 2023 fue sorpresivo y sin consentimiento, y ha aludido a la "connotación sexual" de esta actuación, por la que ha sido condenado por agresión sexual.

Una condena que se ha traducido en una multa de 10.800 euros, una indemnización de 3.000 euros por daños morales a la jugadora y la prohibición de acercarse a ella a menos de 200 metros, frente al año y medio de prisión que pedía la Fiscalía por este delito.

La decisión del Juzgado Central de lo Penal de la Audiencia Nacional se basa en que, aunque la agresión sexual siempre es "reprochable", en este caso se encuadra en las de "menor intensidad" al no mediar violencia ni intimidación, ni tener "la víctima anulada su voluntad".

El magistrado ha declarado probados los hechos por los que acusaba la Fiscalía, en los que no ha visto, sin embargo, el delito de coacciones por el que también se acusaba a Rubiales y a tres ex altos cargos federativos, incluido Jorge Vilda, ex seleccionador femenino, que han sido absueltos.

Los nueve días en los que se analizaron "seis segundos que cambiaron la vida de Jenni Hermoso": "Con esto, aunque parezca mentira, hemos acabado"

Los nueve días en los que se analizaron “seis segundos que cambiaron la vida de Jenni Hermoso”: “Con esto, aunque parezca mentira, hemos acabado”

"Con esto, aunque parezca mentira, hemos acabado. Visto para senten...". El juez del caso del beso de Luis Rubiales, Jose Manuel Clemente Fernández- Prieto, no se dio ni tiempo para terminar su propia frase y apagó el micrófono tras nueve largas sesiones de juicio en la sala de lo Penal de la Audiencia Nacional. Por las instalaciones judiciales de San Fernando de Henares pasaron la víctima, los cuatro acusados, 20 testigos (los dos seleccionadores nacionales), dos peritos...

En total, 2.090 acontecimientos que el magistrado deberá tener en cuenta para dictar su sentencia sobre si supuso una agresión sexual el beso que propinó el ex dirigente a Jenni Hermoso y si las presiones posteriores a la jugadora conforman el tipo penal correspondiente a las coacciones. Por el primero la Fiscalía y las acusaciones particulares solicitan un año de prisión a Rubiales y por el segundo, año y medio al ex dirigente y al resto de acusados:el ex seleccionador, Jorge Vilda; el ex director de la masculina, Albert Luque, y el ex director de marketing, Rubén Rivera.

Ninguno de los acusados quiso usar el derecho a decir una última palabra, decidieron los cuatro confiar en los alegatos finales de sus defensas. Algunos, especialmente brillantes como el de la letrada de Rubiales, Olga Tubau, que, probablemente, habrá sido la que ha aconsejado a su defendido no sólo no utilizar ese derecho sino que tampoco realizara declaraciones en los exteriores de los juzgados. Sólo Jorge Vilda rompió ese silencio en alguna ocasión para decir, para sorpresa de los presentes, que había recibido el apoyo de "jugadoras y técnicos".

"Más de 100 periodistas"

"Esta causa, en algunos aspectos, ha sido un disparate", lanzó en su informe final el abogado de Rivera, Joaquín Jiménez. Hacía referencia el letrado a los recursos judiciales que se han empleado durante las casi dos semanas que ha durado el juicio por "los seis segundos que cambiaron la vida de la señora Jennifer Hermoso". Destacaba el abogado defensor que había "valido la pena contratar abogados caros", en una causa que ha copado todos los medios de comunicación durante este periodo.

El primer día del juicio, en el que había más de 100 periodistas acreditados, compareció la víctima, Jenni Hermoso, que había tenido que volar de México, a donde fue tras el escándalo ocurrido en la entrega de medallas del Mundial de Australia en la que resultó campeona junto a sus compañeras. "No pude reaccionar. Me estaba besando mi jefe y esto no debe ocurrir. Me sentí poco respetada", valoró una acción de la que Rubiales, días después, diría: "Estoy totalmente seguro de que Jenni me dio su aprobación".

Informes finales

Pero la propia defensa del ex dirigente no consideró crucial el consentimiento en el "piquito" o "besito", sinónimos según el propio Rubiales, aquel 20 de agosto de 2023, sino que puso en tela de juicio si esa acción atentaba realmente contra la libertad sexual de Hermoso. "¿Estamos ante una conducta inadecuada? Sí. Delictiva, no", expuso Tubau en su informe final de hora y media, el más largo de las defensas.

Las acusaciones evidenciaron que en la sociedad en la que vivimos ya no es necesario estar "llorando por las esquinas" tras ser objeto de una agresión sexual y lamentaron que la Real Federación Española de Fútbol, "una estructura vertical, manipuladora y servilista", no hubiera intentado proteger a la futbolista. "¿Les preocupaba mucho esta señora? Les preocupaba su chiringuito", recalcó la fiscal ante un juez que, con su vehemencia, se convirtió en otro de los protagonistas de una causa que, en unas semanas, tendrá su sentencia.

Nueve sesiones después, el final del juicio del beso de Rubiales con citas a Kafka, a McCarthy o al comunicado del Madrid: "Ha valido la pena contratar abogados caros"

Nueve sesiones después, el final del juicio del beso de Rubiales con citas a Kafka, a McCarthy o al comunicado del Madrid: “Ha valido la pena contratar abogados caros”

Nunca seis segundos fueron tan analizados. Seis segundos que cambiaron la vida de Jenni Hermoso. En los que el foco de los medios se trasladaron de la victoria de 23 mujeres en un Mundial de fútbol al beso que recibió una de ellas. Nueve sesiones ha necesitado la sala de lo Penal de la Audiencia Nacional para conocer los hechos presuntamente delictivos que se produjeron en Australia un 20 de agosto de 2023 y los días posteriores. El famoso juicio del beso, que ha contado con la presencia de más de 100 periodistas, ha quedado visto para sentencia.

Abrió el testimonio de Jenni Hermoso una causa que ha contado con la declaración de una víctima, cuatro acusados, 20 testigos, dos peritos y 2.090 acontecimientos. Doce días después, el juez José Manuel Clemente Fernández- Prieto ya tiene todo lo necesario para dictar sentencia sobre las acusaciones de agresión sexual y coacciones a la futbolista, que no ha vuelto a la selección y que ha emigrado a México para seguir con su carrera. Se solicita un año de prisión por el primero de los delitos a Luis Rubiales y un año y medio para el ex dirigente y para el resto de acusados por el segundo.

En la última sesión del juicio, debían realizar los informes de conclusiones los abogados del resto de los acusados ya que la letrada de Rubiales, Olga Tubau, lo había realizado el día anterior. Así, por orden de importancia en la causa, comenzó el defensor de Jorge Vilda, Luis Jordana de Pozas, su alegato final en el que analizó la charla que el ex seleccionador nacional femenino tuvo con el hermano de Jenni, Rafael Hermoso.

La abogada de Rubiales sostiene que Hermoso dijo "pues vale" al beso y eso es consentir

Durante toda su alocución, el letrado llamó de manera despectiva "el veraz" al familiar de la futbolista para cuestionar su testimonio con respecto a lo hablado con Vilda en el vuelo a Doha y recordó que él mismo admitió que había mentido a la prensa en sus entrevistas posteriores a los hechos. "Anécdota sin importancia", ha dicho Jordana de Pozas que repitió el hermano sobre el beso que recibió Jenni en la entrega de medallas. Ha asegurado que Vilda se preocupa de la selección y de una jugadora que conoce hace 17 años y "por la que tiene afecto". "No puede hablarse de coacción, la alteración de un estado de ánimo", ha mantenido.

El ex seleccionador español, hoy entrenador del combinado marroquí, mantenía la mirada perdida mientras su letrado seguía cuestionando los testimonios de las personas, Rafa Hermoso, y el amigo de Jenni, Victoriano Martín, sobre los que se sustentaban las presuntas presiones que recibió la futbolista. "Sostener que esto es una coacción es una osadía", ha apuntado.

Contra el mismo delito debía defender a Albert Luque el abogado Jorge Navarro. Un letrado que ha comenzado apelando a la obra de Kafka, El Proceso, en el que el protagonista está siendo acusado por unos supuestos delitos que no conoce y de los que no sabe cómo defenderse. "Cuando va el señor Luque a intentar mediar entre dos amigos, coacciones", ha ironizado Navarro.

El propio letrado ha empleado parte de su media hora de informe final en criticar la parte acusatoria. "Las acusaciones no han destacado por su rigor jurídico", ha manifestado el defensor de Luque y ha enumerado también las llamadas de atención del juez, especialmente a la fiscal, por sus "preguntas capciosas" y otras prácticas que, dice, se podrán estudiar en las facultades de Derecho.

Citas célebres

Citó el abogado la época McCarthiana, en la que se castigaba y ejercía la censura contra la libertad de expresión y también recurrió a un hecho reciente como fue el comunicado que el Real Madrid realizó contra el estamento arbitral. "¿Cuando un club de fútbol emite un comunicado diciendo que hay una actuación arbitral manipulada, eso es coactivo para los árbitros?", se ha preguntado.

Cuarenta y cinco minutos después, entraba en acción el abogado defensor de Rubén Rivera, Joaquín Jiménez, el último de la causa, y que tras adherirse a los informes finales de sus compañeros, felicitó a la parte defensora: "Ha valido la pena contratar abogados caros". Y, al igual que su predecesor, emprendió una gran ofensiva contra la acusación. "Solo lo del beso no era suficiente, era tan pequeño, tan corto, tan nimio, que no daba para esta exhibición del ministerio Público y que por eso había que vestir al muñeco", ha esbozado.

Y ha continuado el letrado con un gran ataque a la propia fiscal diciendo que este tipo de acusaciones "pierden credibilidad" y que la funcionaria había dicho en la causa en dos ocasiones que "no todos somos iguales". "Una frase que me ha puesto los pelos de punta", ha calificado un Jiménez que ha considerado: "Esta causa, en algunos aspectos, ha sido un disparate".

Ninguno de los acusados ha querido ejercer su derecho a la última palabra y el juicio ha concluido a las 12 del mediodía con una última e irónica frase de Fernández- Prieto: "Con esto aunque parezca mentira hemos acabado y queda visto para sentencia".

Olga Tubau, la 'Messi' de la abogacía que intentará exculpar a Rubiales como hizo con Trapero: "No podemos confundir el pecado con el delito"

Olga Tubau, la ‘Messi’ de la abogacía que intentará exculpar a Rubiales como hizo con Trapero: “No podemos confundir el pecado con el delito”

Como el entrenador que se la juega a llegar a los penaltis cuando su equipo está en inferioridad, así ha sido la estrategia de Olga Tubau para intentar exculpar a su cliente, Luis Rubiales, de los cargos de agresión sexual y coacciones. La prestigiosa penalista mostró en su informe final una estrategia agresiva y, quizás, innovadora, contraria al perfil bajo que venía mostrando en el juicio por el beso del ex presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) a Jenni Hermoso.

La alocución de conclusiones de la abogada de Rubiales, que se extendió durante hora y media, comenzó con un artificio legal interesante. Tubau no quería centrarse en si hubo o no consentimiento sino si el hecho en sí, ese beso en la boca, suponía o no un delito tipificado en el Código Penal español. "No estamos ante un acto que atente contra la libertad sexual de Jenni Hermoso", manifestó la abogada. Lo hizo tras explicar que intentaría basarse en una hipótesis de que, como dice la acusación, no se hubiera producido el consentimiento explícito que pide la ley para desacreditar el tipo penal de agresión sexual.

Así, tras asegurar que la jurisprudencia mencionada por las acusaciones no era aplicable al caso, continuó la letrada intentando desmontar el agravio que dijo haber sufrido la propia Hermoso en su testimonio en esta sala de la Audiencia Nacional de San Fernando de Henares hace ya ocho sesiones. "¿Estamos ante una conducta inadecuada? Sí. Delictiva, no", mantuvo ante el magistrado José Manuel Clemente Fernández- Prieto y añadió poco después:"Este beso, ni se vivió ni se interpretó como una agresión sexual por Jennifer Hermoso".

Así, la letrada se enfocó en las reacciones posteriores de la futbolista a ese beso que robó el foco al Mundial que acababan de obtener las jugadoras de la selección. "¿Te dan un beso que te da asco y te despides con una sonrisa?", apuntó Tubau y remató que las reacciones a un delito de agresión sexual no se pueden dominar ni necesitan la aprobación de terceros, como dice que buscó la futbolista en los momentos posteriores al beso con sus compañeras en el vestuario. "Claro que ella estaba destrozada por esto, se hablaba del beso en lugar de que habían sido campeonas del mundo", detalló.

Prestigiosa penalista

Luis Rubiales, sonreía ufano ante la exhibición de su abogada e incluso la asistía cuando se le traspapelaba alguna sentencia. Eligió con precisión el ex dirigente a la persona que quería que le defendiese: la penalista que exculpó al ex jefe de los Mossos d'Esquadra, José Luis Trapero, por su actuación en el procés o la que consiguió la encarcelación de José Barrionuevo por el secuestro de un civil en la época de los GAL. "Incluso a las que no nos gusta el fútbol tenemos que admitir que fue un momento de emoción", personalizó la abogada en mitad de su discurso.

Nacida en París en 1961 en el seno de una familia humilde que tuvo que huir de España por miedo a la represión franquista, Tubau es la primera universitaria de su núcleo familiar. Es de ideas progresistas y feministas, por eso sorprende que haya aceptado, pese a tener una de las minutas más altas de la abogacía, la defensa de Rubiales. O quizás sea ese contraste, como se pudo ver en su discurso, un punto a favor del ex dirigente. "No podemos confundir el pecado con el delito", explicó la letrada.

Relación jerárquica

No lo confundieron las acusaciones particulares que antes de Tubau habían intentado apoyar sus tesis en la falta de consentimiento y en la relación jerárquica que ejercía Rubiales sobre la futbolista. "No estamos ante un consentimiento, sino ante un sometimiento", inició su informe Ángel Chavarría, abogado de Jenni Hermoso. Chavarría se refirió a los "seis segundos que cambiaron la vida de Jenni" y quiso recordar las consecuencias para su cliente. "Esto ha marcado, señalado y estigmatizado a la víctima no sólo en España sino a nivel internacional", señaló el letrado y añadió que Hermoso ya no es "Jenni, la campeona del mundo" sino "Jenni, la del beso".

Chavarría recordó además que hubo 12 acciones para compeler a Hermoso a minimizar el beso recibido por su presidente y relacionó a los otros acusados menos a Jorge Vilda con la causa que está enjuiciándose en el juzgado número 4 de Majadahonda por las comisiones de la Supercopa. "El crimen no tiene causalidad", dijo.

La abogada de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) apuntó también al sistema de Rubiales más que al personaje en sí. Habló de la RFEFcomo una estructura "vertical, manipuladora y servilista". "Las presiones tenían un objetivo, que la jugadora manifestase que el beso había sido consentido". Las dos acusaciones particulares se han adherido a las penas solicitadas por fiscalía de un año para Rubiales por agresión sexual y año y medio para el ex dirigente y resto de acusados por el delito de coacciones.

La defensa de Rubiales sobre el beso a Jenni Hermoso: "¿Estamos ante una conducta inadecuada? Sí, delictiva, no"

La defensa de Rubiales sobre el beso a Jenni Hermoso: “¿Estamos ante una conducta inadecuada? Sí, delictiva, no”

"No estamos ante un consentimiento, sino ante un sometimiento", "¿estamos ante una conducta inadecuada? Sí, delictiva, no". Así calificó Ángel Chavarría, el abogado de Jenni Hermoso, el beso que le propinó Luis Rubiales a su cliente y así respondió Olga Tubau, la defensora del ex mandatario. Se trata del hecho que está siendo juzgado en la Audiencia Nacional desde hace ocho sesiones y que este jueves entraba en su recta final con los informes finales de las acusaciones particulares y de las defensas de los cuatro acusados.

Tras el alegato final de la fiscal Marta Durántez, con el que se cerró la sesión del miércoles, y que se extendió en torno a las dos horas, era el turno para la acusación particular de Hermoso, cuyas primeras manifestaciones han sido para adherirse a las penas solicitadas por el ministerio público. Se trata de un año al propio Rubiales por la agresión sexual y un año y medio para el ex dirigente de la Real Federación Española y el resto de acusados por las coacciones posteriores. Algo más de una hora ha empleado Chavarría en su exposición.

El pilar del alegato del letrado fueron los "seis segundos que cambiaron la vida de la señora Jennifer Hermoso". Ese momento en que el presidente se subió a horcajadas sobre la futbolista y que luego, siempre según la acusación, realizó un acto "que sobrepasa los límites legales" y "sin tiempo para Hermoso de percibir las intenciones del señor Rubiales". "Poco le importaba el consentimiento, iba a consumarlo y no había posibilidad de zafarse", ha apuntado Chavarría.

El "beso robado" del presidente de la RFEF a una subordinada es un acto punible en el Código Penal español y nunca debió hacerlo según el protocolo antiacoso aprobado por La Junta Directiva del propio imputado un año antes, ha detallado el abogado de Hermoso. "El señor Rubiales, a la vista de este protocolo, nunca se le debería haber pasado por la cabeza pedir un beso a una persona que está por debajo de él", ha afirmado.

Esta jerarquía se extendió, según la acusación, a "12 acciones posteriores a modo de compeler". Así se han enumerado las presuntas presiones que recibió la futbolista desde que entra en el vestuario tras proclamarse campeona del mundo hasta su traslado en autobús al aeropuerto, el avión a Doha o el viaje de celebración a Ibiza.

El abogado de Jenni recordó las relaciones empresariales que tienen el ex director de marketing, Rubén Rivera, y el ex director de la selección masculina, Albert Luque, con Rubiales y que están siendo investigadas en el juzgado número 4 de Majadahonda en el caso Supercopa. "El crimen no tiene casualidad", ha lanzado para justificar la participación en las coacciones de estas dos personas acusadas también en la causa.

Esta acción, según Chavarría, "le causa un shock, un enfrentamiento de reacciones encontradas entre ser campeona del mundo y recibir una agresión sexual". Pero, para la acusación, las consecuencias de un beso no consentido no quedan allí. "Esto ha marcado, señalado y estigmatizado a la víctima no sólo en España sino a nivel internacional", ha manifestado y ha añadido que la propia jugadora ya no es "Jenni, la campeona del mundo" sino "Jenni, la del beso".

Críticas a la RFEF de Rubiales

También la letrada de la Asociación de Futbolistas Españoles, Maria José López, quiso adherirse a las penas solicitadas por los acusados y empleó su hora de informe final para recalcar que la prueba de que no hubo consentimiento no corresponde a Jenni Hermoso, que la futbolista era "subordinada" de Rubiales y que la jugadora se sintió "desprotegida" durante todo el proceso.

"Las presiones tenían un objetivo, que la jugadora manifestase que el beso había sido consentido", expuso la abogada sobre las coacciones que sufrió Hermoso desde que se bajó del estrado en Australia hasta Ibiza. Y, a juicio de López, fueron "ordenadas por el señor Rubiales".

En la parte final de su discurso, la representante de AFE ha aprovechado para criticar la estructura de la RFEF bajo el mandato de Rubiales, que la ha calificado de "vertical, manipuladora y servilista" y que "no ha sabido ni querido protegerla". Por último ha concluido con una cita de la escritora Carmen Martín Gaite: "Soy lo que soñé", para expresar que a Hermoso no se la permitió soñar con su título como campeona del mundo.

Inadecuado, no delito

Olga Tubau comenzó su informe no buscando probar el consentimiento de Hermoso al beso de Rubiales, sino poniendo en duda que el mismo pueda ser considerado una conducta delictiva. "Este beso ni se vivió ni se interpretó como una agresión sexual por Jennifer Hermoso", ha apuntado la letrada que opinaba que gran parte de la jurisprudencia mencionada por las acusaciones no es aplicable al caso.

Tubau ha valorado las reacciones de la jugadora posteriores a la acción y cree que no era posible "dominarlas". "¿Te dan un beso que te da asco y te despides con una sonrisa?", se preguntó la letrada sobre los gestos entre ambos en la ceremonia y luego también cuestionó su actitud posterior en el vestuario con sus compañeras. "Quien ha sufrido una agresión sexual no necesita la validación de terceros", ha añadido la letrada.

La defensa de Rubiales ha quitado peso a la importancia de la palabra exacta que dijo el ex dirigente a Hermoso para, presuntamente, pedir permiso a la futbolista. Ha cuestionado que las acusaciones no tuvieran periciales propias queriendo sembrar la duda sobre si el resultado de las suyas podría coincidir con el que adjuntó la defensa y que manifestó que el ex dirigente le preguntó: "¿Te puedo dar un besito?.

En su intervención, de aproximadamente hora y media, la propia Tubau ha querido centrarse principalmente en la acción del beso e incluso avisó que cedería a sus compañeros la responsabilidad de responder ante la acusación de coacciones. No obstante, se preguntó: "Cuando le dice que entre a hacer un vídeo y le dice que no, ¿el insiste? ¿Qué coacción es ésta?". Añadió además que el resto de acusados han corroborado en sus testimonios que nunca actuaron en nombre de Rubiales.

La abogada ha finalizado su informe exponiendo lo que considera una desmesurada cantidad como indemnización por responsabilidad civil y ha pedido la absolución de su defendido invocando la teología. "No podemos confundir el pecado con el delito".

Las incómodas preguntas de la fiscal en el caso Rubiales: "¿Les preocupaba mucho esta señora? Les preocupaba su chiringuito"

Las incómodas preguntas de la fiscal en el caso Rubiales: “¿Les preocupaba mucho esta señora? Les preocupaba su chiringuito”

"¿Se pretendía que le insultara y le agrediera en una retransmisión que estaba viendo el mundo entero?". Marta Durántez, la fiscal del caso del beso de Luis Rubiales a Jenni Hermoso que estos días está siendo juzgado en la Audiencia Nacional se hacía esa pregunta acerca de la pretendida respuesta que la futbolista debía haber tenido, según sus críticos, tras ser presuntamente violentada por el ex presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). También se cuestionaba la representante del Ministerio Público lo que pasaba por la cabeza del propio Rubiales a la hora de realizar el gesto que fue visto por televisión a nivel global. "Pobrecita, ha fallado un penalti, la voy a consolar, la voy a agredir sexualmente", ironizó en su alegato de conclusiones finales sobre la causa.

Para la fiscal resulta claro y notorio que no hubo consentimiento y que la Federación "puso toda su maquinaria en marcha" para llamar "mentirosa" a Hermoso. "No hubo consentimiento, no hubo pregunta, no hubo respuesta", manifestó en su alegato final y añadió "¿Tiene que estar llorando por las esquinas?".

Por todo ello, Durántez cree que se produjeron unas coacciones que pueden ser "sibilinas", pero que siguen siendo coacciones y piensa que lo importante para los miembros de la federación, acusados por las presiones realizadas a Jenni Hermoso y a los que se solicita un año y medio de prisión, "era conseguir lo que querían a toda costa". A su juicio, que la futbolista restara importancia a lo ocurrido y que, por supuesto, no denunciase los hechos.

Lo hizo 10 días después de que se produjera aquella ya célebre entrega de medallas en la que España fue galardonada con la copa de campeona del mundo de fútbol femenino. "¿Les preocupaba mucho esta señora? Les preocupaba su chiringuito", se respondía la propia Durántez a la duda que se le planteaba sobre los motivos que llevaron a los acusados a comportarse como lo hicieron los días posteriores al beso de Rubiales.

La fiscal ratificó la petición de pena para el propio Rubiales de un año por la agresión sexual y 18 meses por las coacciones posteriores. Se extendió en su alegato casi dos horas para construir un relato de los hechos favorable a la versión de Jenni Hermoso. Una futbolista, según explicó la representante del ministerio Público, que ha sufrido las consecuencias tanto personales como económicas de unos hechos protagonizados por "una persona que está por encima suyo". "Estamos con una jugadora enfrentada a toda una federación de fútbol con un poder, que ya hemos visto, con un presidente, que no es que mandara mucho, mandaba todo", lanzó Durántez. La propia fiscal quiso terminar su alocución con una cita de Joan Manuel Serrat acerca de la verdad material que es la que, presuntamente, se debe encontrar en un juicio: "Nunca es triste la verdad lo que no tiene es remedio".

Otros testimonios

Antes de las preguntas que se hacía la fiscal pasaron por su propio interrogatorio todos los acusados por las coacciones. Comenzó el ex seleccionador, Jorge Vilda, y luego respondieron cuestiones sólo a sus defensas el ex director de la selección absoluta masculina Albert Luque y el ex director de marketing de la RFEF Rubén Rivera.

Vilda se presentó como amigo de Jenni desde hace 17 años y aseguró que que "jamás" habló con ella tras lo ocurrido en la celebración de las medallas. "Después del mundial no hemos vuelto a hablar y escuché que ella se sentía dolida porque no le había preguntado, igual le tenía que haber preguntado", lamentó el entrenador que, en esos momentos, estuvo más preocupado por el estado de salud de su hija, afectada de un problema médico en Australia. "No presencié ni nadie me dijo, nadie del staff, que se estaba sintiendo presionada", expresó el ex técnico.

Tanto Luque como Rivera negaron su participación en las coacciones esgrimiendo que el primero era amigo de la futbolista y que se presentó en el hotel de Ibiza "preocupado por ella", mientras que el segundo mantuvo que estuvo en todo momento realizando su trabajo sin órdenes de nadie. "No fui enviado, era mi trabajo estar allí", declaró.