Montse Tomé, ante las semifinales de la Eurocopa frente a Alemania: “Es el torneo en el que más a gusto nos estamos sintiendo y en el ambiente más profesional”

Actualizado Martes, 22 julio 2025 - 19:17

Nunca ha ganado España a Alemania ni en partido oficial ni amistoso. Cinco veces con Montse Tomé en el banquillo, aunque fuera como segunda. Pero, en estas semifinales de la Eurocopa, la asturiana siente que es un momento especial. "Cada vez hemos estado más cerca de lograrlo y este es el torneo donde más a gusto nos estamos sintiendo, en el ambiente más profesional", aseguró la seleccionadora. "El equipo está maduro. Siento que somos fuertes y estamos ilusionadas", explicó ante la prensa en las entrañas del estadio Letzigrund de Zúrich.

"Hay una progresión en todo lo que rodea al equipo. Las jugadoras saben cuándo focalizar y desconectar, saben lo que les pedimos a cada una y son capaces de asumir el rol que sea. La gestión del grupo es el éxito que nos hace ser como somos. Hemos contado siempre con talento, pero ahora hemos creado un equipo", destacó la seleccionadora.

El plan para ganar a Alemania pasa por "tener el balón". "Solo podemos variar en cómo hacerlo. Tenemos claro por dónde puede dejar espacios, algo que va a cambiar a lo largo del partido, y cómo atacarlos. Es un equipo que ha defendido de manera diferente incluso en el mismo campeonato. Vamos a tener el balón y luego vemos", advirtió.

Lo que España ha preparado son los penaltis. No dejan nada al azar: "Hemos hablado con todas, incluso las que no lanzan en sus clubes, y hemos testeado. Luego dependerá de la sensación que cada una tenga en el partido, que es la que manda".

Para lanzar ya se ha postulado Cata Coll. "Cata se apunta a un bombardeo si la dejas. Es una de las jugadoras con una gran personalidad. Además, ahora he visto otra parte de Cata. Ella lucha para estar al 100% pero, cuando está al 70, me dice que cuente con otra, que es mejor para el equipo", destacó.

Alexia: "No es una revancha"

La última vez que España y Alemania se cruzaron fue en los Juegos, y fue para las germanas. Alexia Putellas, además, falló un penalti. Aunque jugadoras como Vicky o Athenea quieren revancha, ella no. "Lo veo más como una oportunidad, creo que los Juegos son muy diferentes, es otro contexto, otra manera de competir, creo que no va a tener nada que ver con el partido de mañana. Fue un rival contra el que perdimos y mañana tenemos la oportunidad de ganarles por primera vez", aseguró.

"A ver qué partido plantean, pero estamos preparadas para todo y tenemos la confianza al 100%. Tenemos que tener el control del partido, el balón la mayoría del tiempo, será una disputa bonita, porque son peligrosas tengan o no el balón. Es una de las mejores selecciones del mundo y nunca la hemos ganado", recordó.

Para lograrlo, "hay que acercarse a la excelencia, y ni eso te garantiza ganar. Esa es la magia de este deporte. Pero si minimizamos errores confiamos en que podamos avanzar a la final. Mis sensaciones son buenas, la confianza es plena en lo que estamos creando, aunque será duro, como cualquier semifinal de un torneo grande, pero estamos ilusionadas por seguir haciendo historia", sentenció.

Del supermercado a la Eurocopa, la historia de Cristina Martín-Prieto con la selección: “Yo vengo del barro”

Actualizado Lunes, 21 julio 2025 - 23:04

Hay al menos dos imágenes de Cristina Martín-Prieto (Sevilla, 1993) que quedarán en la memoria de la Eurocopa de España. La primera, su salto para conectar un testarazo perfecto a un centro de Salma Paralluelo que fue el quinto gol ante Portugal. El otro, su baile de la Macarena antes del duelo ante Bélgica en el césped del estadio de Thun que la UEFA viralizó. La delantera de mayor envergadura de España, una 9 pura que se fijó siempre en el instinto en el área de Raúl González, es la sonrisa perpetua de esta selección.

«Mi hermano dice que soy la Pepe Reina, porque decir Joaquín siendo bético...», bromea ella, de corazón sevillista. A los 32 años está viviendo su momento más dulce desde que Montse Tomé, en noviembre, la llamó por primera vez. Ahora se prepara para el duelo ante Alemania donde Esther González, la goleadora a la que conoce desde niña porque han compartido categorías inferiores y la selección andaluza, ya les da «datos» sobre la portera Ann-Katrin Berger, con quien juega en el Gotham.

Martín-Prieto trata de estar lista para cuando le toque jugar, porque vive un sueño en Suiza. «Es un privilegio estar aquí. A día de hoy me sigo pellizcando porque no me lo creo», confiesa. Y es que su historia es pura superación. «Yo vengo del barro, como se suele decir, y me pongo a imaginar si me hubiera cogido esto con cuatro añitos menos...», cuenta. «Esto» no es la selección ni la Eurocopa, es el fútbol profesional: «Veo a compañeras como Vicky López, con 18 años, disfrutar y vivir del fútbol, y me alegro, porque es brutal». Su camino ha tenido más curvas.

«Sacaba fuerzas de donde no las tenía»

En 2017 se marchó a jugar al Granadilla Tenerife, donde con el fútbol no le bastaba para mantenerse en la isla. Le ofrecieron tres trabajos: en un supermercado, en el aeropuerto o como camarera de hotel. Eligió el supermercado, pero fue duro. «Ninguno era muy compatible para una deportista. Para trabajar y jugar sacaba fuerzas de donde no las tenía», confiesa. Cuando se firma el convenio entre la Liga F y las jugadoras para que todas cobren el salario mínimo, se volcó en el fútbol. «No daba más que para sobrevivir, pero ya era algo», cuenta, orgullosa de su historia, «que ha sido bonita». «He pasado de un supermercado a jugar y marcar en una Eurocopa. Bienvenido sea», insiste con una sonrisa que contagia a quien la mira.

Lo suyo con el fútbol le viene por vía materna. Empezó jugando con sus hermanos en equipos mixtos -«con el pequeño llegué a jugar en el mismo», recuerda- y ya destacaba por su envergadura: 1,73 metros y corpulencia para el choque en el área. «Desayunábamos mucho petit-suisse», bromea. De familia sevillista, «aunque hay algún lunar de los otros», dice con sorna, a su padre no le gustaba nada el fútbol. «Cuando empecé a jugar hizo por enterarse de lo que era un fuera de juego. Ahora hasta dice que no le gusta el VAR y lo discute», cuenta la jugadora, que hoy tiene en él a su mejor fan. «Vimos la convocatoria juntos y fue muy especial vernos las caras. La camiseta del debut y el primer gol ha sido para él», desvela. De momento, no han podido viajar a Suiza. Lo harán si llegan a la final, y para eso ella se esforzará. Todo el vestuario está conjurado para vencer a Alemania.

Pegada a Aitana

En el grupo ha encajado a la perfección, pese a ser de las últimas. Primero, por edad y madurez, «pero también porque no tengo vergüenza», reconoce. Uno de los apoyos ha sido Aitana Bonmatí, a la que cuidó mucho tras la meningitis. «Nos conocíamos de la Liga y teníamos un respeto mutuo. En la concentración de octubre se me acercó y me abrió camino, me tendió la mano. Ahora ha sido jodido que le pasara [la meningitis] y qué menos que estar a su lado para apoyarla en todo eso», asegura.

Pasado el susto, el fútbol se abre camino y Martín-Prieto quiere coronar una temporada soñada. En su primer año en el Benfica, ha sido elegida la mejor jugadora de la Liga. «Pensaba que iba a ser un poco menos competitiva y que iba a relajarme, pero al final ha tocado pelear», vuelve a bromear. Además, esta jugadora, que se define como «casada con el área», ha roto su techo, por ejemplo, en goles de cabeza como el que le hizo a Portugal: «A veces me faltaba potencia, porque la gastaba en el salto, o al revés. Ya no diré más que es mi hándicap». Lo que espera es poder volver a mostrarlo, si hace falta, ante las alemanas.

Sin bebés a bordo: sólo una de las 92 jugadoras semifinalistas de la Eurocopa es madre

Actualizado Domingo, 20 julio 2025 - 22:12

Mateo y Jara también ganaron el Mundial de Australia y Nueva Zelanda, aunque no aparecieran en las fotos oficiales con el trofeo. Fueron el primer gran triunfo de las jugadoras de España, que lograron algo inédito hasta entonces: poder estar acompañadas por sus hijos en las largas concentraciones de estos torneos. En Suiza no está Jara -porque no está su mamá, Ivana Andrés- pero sí Mateo. Su madre, Irene Paredes, capitaneará a España en la semifinal ante Alemania y él será el único hijo de una futbolista. Entre las 92 jugadoras -españolas, inglesas, alemanas e italianas- no hay ninguna madre que pueda beneficiarse de una lucha que ha sido global.

En el hotel Royal Savoy de Lausana él es la alegría de la concentración. La RFEF acordó en mayo de 2023 crear un fondo económico para el desplazamiento de familiares directos a los torneos y, en especial, para que las jugadoras con hijos menores de tres años pudieran compartir tiempo diario de calidad con ellos durante las concentraciones. Mateo está con su otra mamá, Lucía Ybarra, ex jugadora de hockey internacional, en otra zona del hotel, pero tienen un espacio para encontrarse con Irene con comodidad, con juegos, pequeños cochecitos azules y dibujos para colorear, entre ellos el de un león que ya han acabado. «Nos hemos preocupado mucho por que sea un espacio muy accesible para las jugadoras, en este caso para Irene. Que lo tenga cerca y que no tenga que perder tiempo en ir a otro hotel, porque eso no es conciliación», explica a ELMUNDO Reyes Bellver, la directora de Fútbol Femenino.

Es un logro que ya disfrutaron las alemanas durante la Eurocopa 2022, cuando la actual guardameta del Wolfsburgo, Almuth Schult, estuvo acompañada por sus gemelos. Ella, junto a la ex madridista Melanie Leupolz y Tabea Sellner fueron las tres futbolistas que apostaron por la maternidad gestante. Las tres están ahora retiradas y nadie en la selección germana les ha tomado el relevo.

¿Por qué se aplaza la maternidad?

La razón de por qué las jugadoras no tienen hijos hay que buscarla en una combinación de factores. El primero, la edad. En la Unión Europea, la media de edad a la que las mujeres deciden vivir su primer embarazo estaba en 2023, según el Instituto de la Mujer, en 31 años. Cada vez se retrasa más la maternidad. En Alemania se acercan a esa cifra e Inglaterra la tiene en 30 años, pero en España e Italia aún se eleva más: 32 años y medio. Cuando el promedio de las jugadoras de estas cuatro selecciones no alcanza ni los 28 años de las italianas y se rebaja a menos de 26 en las alemanas, no es extraño concluir que no sienten que ha llegado su momento para tener hijos.

Irene Paredes, con su hijo Mateo en el Mundial de 2023.

Irene Paredes, con su hijo Mateo en el Mundial de 2023.I. PAREDES

La élite lo complica todo. La exigencia física, anímica y el saturado calendario de competiciones, que obliga a continuos viajes, hace que muchas esperen al final de sus carreras. «Será otro capítulo emocionante de mi vida», reconocía la británica Alessia Russo en declaraciones a la BBC. «Hay quien espera a terminar su carrera para quedarse embarazada. Y a mí me parece una pena, porque en otro trabajo te quedarías embarazada antes. Pero ves la hostilidad de la situación... El embarazo se asocia a tener una lesión o peor, porque lo estás eligiendo. Si te rompes el cruzado es qué pena, y si te quedas embarazada, te juzgan», decía Irene Paredes en Mother&Footballer, un podcast realizado por el FC Barcelona.

«Debería tener un hijo y volver a jugar?»

La inglesa Ella Toone, que tiene un novio con un hijo, puso sobre la mesa ese debate antes de esta Eurocopa. «¿Debería tener un hijo y volver a jugar? ¿Podré volver? ¿Y si trato de tener éxito y luego dejo el fútbol?», se preguntaba en voz alta por cuestiones que rondan la cabeza de las jugadoras. No siempre es fácil volver de la maternidad si está en la élite.

«Se confía más en una jugadora lesionada que en una que regresa de una baja por maternidad», reflexionaba la alemana Almuth Schult, que en 2024 tuvo su cuarto hijo y sigue en activo. No siempre es así de fácil. El ejemplo español es Marta Corredera, que tuvo un embarazo complicado cuando era jugadora del Real Madrid y ha confesado muchas veces que se sintió «abandonada».

Y es que el trabajo para facilitar que las jugadoras puedan tomar una elección personal está en los clubes. Las selecciones visibilizan, aunque cueste cada vez más que haya madres en activo.

¿Qué pasa con los penaltis en la Eurocopa de Suiza? Uno de cada tres lanzados no ha sido gol

Actualizado Sábado, 19 julio 2025 - 21:06

¿Qué pasa en la Eurocopa de Suiza con los penaltis? El máximo castigo, o ventaja, que hay en las reglas del fútbol ha cambiado su sentido en este torneo. Once veces, algunas VAR mediante, las colegiadas han pitado falta en el área y han señalado los 11 metros pero solo siete lanzamientos han acabado en gol. Ni siquiera la efectividad subió en tanda de penaltis en la que se dirimió el pase a semifinales de Inglaterra: de los siete disparos, las británicas marcaron tres y las suecas se quedaron en dos. El esperpento se reflejó en que, de 14 lanzamientos, nueve los fallaron sin que las guardametas tuvieran que hacer espectaculares paradas.

En total ha sido 25 penaltis de los que 12 han acabado en gol, lo que arroja un porcentaje de error del 52%, algo que no se veía en una Eurocopa desde la masculina en Francia 2016 donde, sin contar las tandas, hubo un acierto de ligeramente superior al 63%. A puertas de las semifinales, ese mismo porcentaje es el que se está dando en Suiza: 11 penaltis y siete aciertos.

En esta estadística pesan los cuatro fallos de Noruega y España, absolutamente inesperados. La capitana de las nórdicas, Ada Hegerberg, delantera del Olympique de Lyon y primera mujer en recibir un Balón de Oro, erró los dos lanzamientos que ha tenido en esta Euro pese a que su efectividad en toda su carrera roza la perfección. El primero no falló en el partido inaugural ante Suiza y el segundo en los cuartos de final ante Italia. Hubiera supuesto el empate en el minuto 60, pero ella misma lo arregló culminando una jugada de ataque en el 66. De nada sirvió porque Girelli marcó en el 90 y las envió a casa.

La sueca Holmberg, en el último lanzamiento de la tanda ante Inglaterra.

La sueca Holmberg, en el último lanzamiento de la tanda ante Inglaterra.Michael BuholzerAP

Si sorprendente fue ver fallar a Hegerberg, también lo fue a Mariona y Alexia. La jugadora del Arsenal es la designada por Montse Tomé y su efectividad supera el 85% de acierto. Su último lanzamiento fue en un amistoso en diciembre contra Francia en Niza. Más doloroso es el recuerdo para Alexia, que es efectiva al 80%. Es la siguiente en la lista pero, pese a que ha tirado cinco con el Barça esta temporada y solo ha fallado uno, con España no se colocaba a once metros de la portería desde los Juegos de París, donde falló la posibilidad de que España llevara a Alemania a la prórroga en busca de la medalla de bronce.

En el Wankdorf de Berna, sin Mariona ya en el campo, no dudó en asumir la responsabilidad, pero apareció Peng para atajarlo. «Solo los falla quien los tira. Es verdad que los practicamos, pero tenemos grandes lanzadoras y no pasa nada si fallan. No hay que cambiar porque confiamos en ellas», aseguró Vicky López. Ella está en la lista de tiene clara Montse Tomé. «Mariona es la lanzadora y luego Alexia, Aitana, Vicky o Athenea, por lo que hemos visualizado en los entrenamientos, donde todas han practicado pero, las especialistas, más», confesó la seleccionadora.

Sin chuleta ni 'madrinas'

Si es difícil fallar dos penaltis en un gran torneo o dos en el mismo partido, poco habitual es ver una tanda donde los lanzamientos puedan ser peores que en la protagonizada por Suecia e Inglaterra. «Al menos tres veces pensé que estábamos eliminadas», confesaba Sarina Wiegman. Aunque marcaron tres, solo un lanzamiento rozó la perfección: el de Lucy Bronze a 102 km/h. Antes lanzó un mensaje a la guardameta Hannah Hampton, que se mantuvo bajo palos sangrando por la nariz: «Le dije: 'yo meto este, tú paras el siguiente y partido acabado'». Pero no ocurrió. Hubo que esperar a que Holmberg enviara a la grada el último disparo.

No se pareció esta tanda a la meticulosa que preparó Southgate para dejar fuera a Suiza de las semifinales en la Eurocopa de Alemania. No había chuleta a lo Pickford en la botella de Hampton ni Wiegman manejó los cambios en la prórroga para llevar al campo a las mejores especialistas. Tampoco ha copiado de su ex colega el protocolo ritual de buscar 'madrinas' para las designadas. En el caso de los chicos, se trata de un compañero encargado de animar a cada lanzador. Todo para evitar que una tanda esperpéntica, aunque tenga final feliz.

El ‘cañonazo’ de Clàudia Pina, la fiesta en el bus a Lausana y el disfraz de espía de Montse Tomé en el Francia-Alemania

Actualizado Sábado, 19 julio 2025 - 10:28

España masticó el partido ante Suiza que ha vuelto a escribir el nombre de estas jugadoras en la historia de la selección por alcanzar la segunda semifinal de una Eurocopa. Mostró personalidad para bregar hasta tumbar el muro helvético, que agrietó Athenea del Castillo con una asistencia de tacón de Aitana, que consigue su primer MVP, y mandó al suelo Clàudia Pina con un cañonazo. Los galones de la Balón de Oro pensaron en la decisión de quién había sido la mejor jugadora del partido, pero bien podrían haber elegido a la joven extremo del Barça.

Si ante Bélgica sacó un tiro a 89 km/h a la escuadra, Peng sufrió algo parecido: un disparo patentado que practica desde niña. "Ponía un peto en una esquina de mi balcón y chutaba a poner la pelota allí", confesaba tras su primer tanto en la Eurocopa. Ayer, probó dos veces en la primera parte, pero fue en la segunda, con el marcador ya a favor, cuando se vio con hueco para entrar en el área y soltar el latigazo. "Cuando hace ese gesto, pienso que va a ir a gol. Cuando coge balón, conduce, se prepara... en el momento en que apoya la pierna izquierda, sabemos que va a ir dentro", confesó Montse Tomé. Pina le confesó hace unos días a Alexia que está intentando variarlo para que las porteras no acaben volando a la escuadra, como si eso fuera fácil ante su potencia de disparo.

Pina, a sus 23 años, está viviendo su mejor temporada. En el Barça ha sido brillante y con la selección, el gol ante Suiza es el noveno que marca en 19 partidos. Desde noviembre de 2024, es una de las cuatro jugadoras europeas con más goles con su selección en todas las competiciones junto a la belga Tessa Wullaert, la sueca Stina Blackstenius y la alemana Lea Schüller.

Pina, tras colocar un disparo en la escuadra en el segundo gol de España.

Pina, tras colocar un disparo en la escuadra en el segundo gol de España.AP

La fiesta en el autobús

No fue fácil acabar con las suecas. Al descanso, con el 0-0, España se conjuró en el vestuario para ser paciente y buscar los huecos que acabarían apareciendo, como la suerte, que se les negó en el penalti fallado por Mariona o el testarazo al palo de Irene Paredes. Hasta tuvieron la mala fortuna de que Laia Aleixandri viera una tarjeta amarilla que, al llevar otra a cuestas, le impedirá jugar el partido de la semifinal. "Se me saltaban las lágrimas porque una semifinal a todo el mundo le gusta jugarla, pero esto es así. Hay equipo y salga quien salga lo hará bien. Ahora vamos a celebrar, que esto es histórico", recordaba la central.

De maestra de ceremonias actuó Cata Coll, que volvía a la portería. Tuvo poco trabajo pero hizo un paradón a Pilgrim. "Pero era fuera de juego, no vale", recordaba en zona mixta. Apelaba a la madurez del equipo para esperar su momento y advertía de la fiesta que, pocos minutos después, montarían en el autobús, con música y coros camino de Lausana.

La vista ya la tienen en la semifinal y un rival que será Francia o Alemania. Athenea quería a las germanas, como venganza por dejarlas sin medalla de bronce en los Juegos de París. Tomé prefería ser prudente, pero esta noche estará de espía en Basilea para ver el partido en directo. "Hemos tenido un analista viendo todos los partidos, pero en este estaré yo en directo", explicó la entrenadora, que ha acuñado una frase que lleva camino de ser una letanía: "Estas jugadoras están llamadas a hacer historia". Grandeza en el campo, en la competición, y fuera, porque de ellas nació el detalle de hacerle un pasillo a las jugadoras suizas cuando se marchaba del campo para honrar su torneo.

España suda para hacer historia en semifinales: Athenea y Clàudia Pina sepultan a una intensa Suiza

Actualizado Viernes, 18 julio 2025 - 23:17

España no encuentra quien dome su sueño, por mucho que se esfuerce. Pueden las rivales afinar la teoría, incluso ejecutarla a la perfección durante muchos minutos, pero esta selección vive empeñada en ser campeona de Europa y tiene recursos para activarse y sobrevivir en el peor escenario, que fue el vivido en Berna. Se atascó España y solo la pudo sacudir Athenea del Castillo mediada la segunda parte. Un despeje de Suiza lo cazó Aitana en el corazón del área y, con un taconazo, le dejó el remate franco a la extremo. Era el primer balón de tocaba y sirvió para sepultar a las helvéticas bajo su propio muro, que cimentó poco después la descarada Clàudia Pina, tras mil intentos, con derechazo desde la frontal que colocaba a España en semifinales 28 años después.

Resopló España frustrada durante los muchos minutos que estuvo en el alambre. No encontraba cómo golpear a un rival agarrado a una disciplina militar de supervivencia. Suiza, en el campo y en la grada, sabía que su única oportunidad era resistir y desesperar a las españolas, jugar con sus nervios. Lo tuvieron más fácil de lo que hubiera esperado porque el equipo de Montse Tomé se contagio de la efervescencia que se generó en el Wankdorf. Ansioso, acelerado, irreconocible.

España tenía el balón pero no gobernaba el partido por primera vez en el torneo. Y eso las inquieta. Los grilletes que Wälti le puso a Alexia, las vigilancias perfectas sobre una Aitana sin chispa y la imposibilidad de Patri Guijarro de poner pausa, engrandecieron a las suizas, aunque ni siquiera probaran a Cata Coll en su debut.

La suerte, ésa a la que aludía Pia Sundhage, no estaba del lado español. El penalti que Riesen le hizo a Mariona en el minuto 7, lo quiso ajustar tanto al palo la jugadora del Arsenal que lo mandó fuera. Ese varapalo desquició más a España, que intentó enmendarlo a arreones. No era efectiva la presión de Esther, no llegaban los centros y la única sensación de peligro la generaba Clàudia Pina. Los dos tiros a puerta a las manos de Peng fueron de la extremo del Barça.

Claro reflejo de la ansiedad fue la amarilla que vio Laia Aleixandri en el centro del campo que la deja fuera de las semifinales. No había manera de coordinar a un equipo que, en la fase previa, había sido una orquesta perfecta. Pero en Berna, en 30 minutos no había sacado un córner, incapaz de generar vértigo por las orillas, el único pasillo que dejaban las suizas. Aún así, Irene Paredes estrelló un testarazo en el poste al filo de descanso. Iba a tocar remangarse y remar mucho para sentenciar a las anfitrionas.

Activación en el minuto 60

Necesitaba España afinar su plan en el descanso, pero se pareció mucho al inicial. Volvió a probar Pina, la única sin miedo a armar la pierna, pero hacía falta algo más. Se acercaban al área con cierta comodidad, pero sin acierto.

Otra vez el palo en un saque de córners impidió que el cabezazo de Patri Guijarro abriera el marcador. Para colmo, las suizas explotaron, ahora sí, las contras a la espalda de la defensa española. Emergió entonces Cata Coll para evitar cualquier susto que complicara más la situación. En el minuto 60 se decidió Montse Tomé a revolucionar el once con el mejor arma que tiene: el desequilibrio de Athenea de Castillo. Apareció ante Italia y lo volvió a hacer en el momento más importante. Esta vez auxiliada por Aitana que, como si fuera diesel, fue creciendo con los minutos. Pese al impulso de una grada entregada a la Nati, Clàudia Pina acabó con cualquier opción. Y el resultado pudo ser mayor porque Beney derribó a Athenea en el área y la colegiada italiana no dudó en señalar el punto de penalti.

Sin Mariona en el campo, fue Alexia quien tomó la pelota. No era su noche y, pese a haber borrado de su mente el recuerdo del fallo en los Juegos, Peng volvió a adivinar su tiro. Un instante de amargura que compensó con la ovación que se llevó cuando fue sustituida por Lucía García. El sueño de todas sigue vivo.

España estará en la semifinal y peleará por el título. Todo lo que pase entre tanto, será una anécdota que jalonará la historia de una selección que parece imparable. Puro genio y también tesón.

Delphine Cascarino, la “bólido” acelerada en Estados Unidos que amenaza a Alemania: “Si las francesas jugáramos en una liga más dura, seríamos mejores”

Actualizado Viernes, 18 julio 2025 - 23:15

«Tenemos muy buenas jugadoras pero nunca hemos ganado un torneo». Es la confesión de Delphine Cascarino (Saint-Priest, 1997), la jugadora que se ha desatado en esta Eurocopa para elevar, aún más, la condición de favorita de Francia. No tenía un camino fácil emparejada con dos campeonas como Inglaterra y Países Bajos en la fase de grupos, pero su rendimiento fue incontestable: tres victorias y dos goleadas. Once goles marcados por nueva jugadoras diferentes. En cuartos, esta noche, le toca otro hueso: la imprevisible Alemania.

El seleccionador francés, Laurent Bonadei, espera que aparezca no solo la eterna Marie-Antoinette Katoto, líder y referente, sino también Cascarino, que despertó en el duelo ante Países Bajos. En dos años y 23 partidos con la camiseta de Francia no había marcado, pero en tres minutos ante las neerlandesas, entre el 64 y el 67, con un 2-1 en contra, fue capaz de desatar la remontada gala logrando dos en tres minutos. Y eso que en la primera parte el balón no pasó por sus botas. Bonadei, le pidió más en el descanso y ella se lo dio: una asistencia para que Katoto empatara y dos golazos. El primero, con un control a 40 metros de área y sucesivos recortes para acabar armando un derechazo imparable. El segundo, empujando a la red una balón de Katoto que había golpeado en los ambos palos. Eso no fue todo. Sumó seis disparos y seis balones tocados en el área. Cascarino, que llevaba a Suiza «con la rabia de querer hacer algo en esta Euro», lo había conseguido.

«Es un bólido. Solo hay que activar un poco su fuego», reconocía el entrenador francés. Eso lo han logrado en San Diego. Cascarino, que se perdió en Mundial de Australia al romperse el cruzado, buscó nuevos retos. De padre italiano y madre de Martinica, se crió en la cantera del todopoderoso Olympique de Lyon pero, después de 12 temporadas, optó por, a sus 27 años, perseguir un sueño: jugar en San Diego Waves, el equipo de la National Women's Soccer League que capitaneaba su ídolo: la estrella estadounidense Alex Morgan. «Solo pude jugar con ella dos semanas porque anunció que estaba embarazada», confesa Cascarino hace unos meses. Hoy Morgan, retirada, es una de las accionistas minoritarias del equipo.

El salto físico y competitivo

El aterrizaje en Estados Unidos ha supuesto un salto. «Soy más rápida, corro más. En Lyon, teníamos seis partidos duros en toda la temporada. Aquí, todas las semanas. Si todas las francesas estuviéramos en una liga más dura, seríamos mejores», aseguraba poco antes de aterrizar en la concentración francesa donde, por veteranía -debutó en 2016 y acumula 80 partidos- debería ser una líder. Sin embargo, rehuye ese papel. «Técnicamente podría serlo, pero soy callada y no hablo mucho, solo me gusta hacerlo en el campo», asegura la jugadora que, en este campeonato, siente que juega por dos.

Delphine tiene una hermana gemela con la que ha crecido en el fútbol y con la que llegó a vestir la 'bleu' en categorías inferiores, Estelle es defensa central y juega en la Juventus, aunque el pasado mes de diciembre se rompió el ligamento cruzado y está en plena recuperación.

Francia necesita esta versión mejorada de Cascarino para dejar en el camino a Alemania, una selección en pleno relevo generacional que despierta dudas pero siempre es eficaz. No solo ha ganado ocho veces la Eurocopa, sino que sus eliminaciones han sido tres: en semifinales en 1993, en cuartos, ya con el actual formato, en 2017 y perdió la final de 2022 ante Inglaterra.

Es cierto que la goleada que le endosó Suecia (4-1) dañó a las germanas y las condenó a un duelo más duro en cuartos, a lo que se sumó el impacto de la grave lesión de su capitana, la centrocampista del Bayern Giulia Gwinn, en el primer partido ante Polonia. Al frente de la nueva Alemania, que ha perdido a referentes como Alexandra Popp, emerge Jule Brand a sus 22 años para coger las riendas después de haber marcado dos goles y haber dado dos asistencias en la fase de grupos en la que las germanas acabaron segundas. Poderosa, rápida y técnica, acaba de firmar por el Olympique de Lyon y esta noche tendrá que amargar a la lateral de Francia, Selma Bach, «pero no hablo con rivales», zanja la alemana.

La hora de Aitana Bonmatí, del hospital a los cuartos ante Suiza en 28 días: “He salido más fuerte”

Actualizado Jueves, 17 julio 2025 - 22:54

No quiere acordarse Suiza de que Aitana Bonmatí comandó una goleada germen del triunfo en el Mundial hace apenas dos años, de su MVP como mejor jugadora del torneo y de su primer Balón de Oro. Suiza como punto de origen, también en esta Eurocopa. Una meningitis vírica la sujetó demasiado al banquillo en la primera fase. Han pasado 28 días «de progresión eterna», como ella misma confiesa, y ahora siente que llega su hora. España, comandada por una espectacular Alexia Putellas, no notó su ausencia, pero necesita todo el talento ahora que llega la fase decisiva del torneo. Es la hora de Aitana.

Se vio fuera de un torneo en el que no ha dejado su sello. «Nunca pensé que no podría estar, pero faltaban cinco días y me veía un poco lejos. Conocéis mi mentalidad. Hablar de emociones es sano. Los malos momentos sirven para sacar lo mejor y he sacado una Aitana más fuerte», reconocía horas antes del duelo ante Suiza. Esa jugadora aún no aparece en las estadísticas de un torneo en el que estaba llamada a brillar. Necesita remontar sus números. Ha jugado 144 minutos, solo un partido de titular y completo, ante Italia, y su bagaje es impropio: solo dos disparos a puerta. «Mis últimos 90 minutos fueron los de la final de la Copa de la Reina el 8 de junio. Estar en una cama de hospital cuatro o cinco días parada me afectó y la vuelta ha sido como de una lesión. Pero se ha hecho lo mejor para mi salud», admitía.

Su vuelta a un centro del campo donde brillan Alexia y Patri Guijarro, las dos únicas MVP de España hasta el momento, quiere que sea electrizante. «Quiero disfrutar, y lo espero todo de este equipo. No sé si se ha visto a la mejor España, pero vienen partidos más competidos: o ganas o te vas. Ahora viene lo mejor», presagió.

«Un desafío defenderla»

España busca volver a hacer historia alcanzando unas semifinales 28 años después en un estado volcado en contra, lo que para Aitana significa «presión para ellas». Y es que Suiza persigue un reto aún más grande. «Es el partido en mayúsculas», subrayaba la veterana Pia Sundhage , que apuesta por arroparse frente a lo que puede ser un vendaval. «Debemos tener paciencia y estar juntas. Tenemos que estar conectadas», advertía. Un ojo lo tendrán en el regreso de la doble Balón de Oro: «Es un desafío defenderla», reconocía la central Noelle Maritz.

Aitana, durante un entrenamiento en Lausana.

Aitana, durante un entrenamiento en Lausana.EFE

Más allá de eso, apenas han pensado en fútbol. Su preparación se ha enfocado en lo emocional. Es el gran momento de Suiza, que tiene detrás a todo un país. Por eso, jugadoras y cuerpo técnico se han refugiado en la épica. «Hemos compartido historias, y eso es bueno», decía la entrenadora. Una de ellas la victoria de la selección masculina a España en el Mundial 2010 en Sudáfrica. Un gol de Gelson Fernandes, aprovechando los rebotes y la falta de entendimiento entre Iker Casillas y Gerard Piqué, le dio una victoria ante los que sería después campeones del mundo. «Esas historias nos dan energía», añadía Sundhage. El eterno relato de David contra Goliat.

No es el único recuerdo motivador que ha encontrado la sueca para agigantar a sus jugadoras. En el Stadion Wankdorf, en el Mundial de 1952, ocurrió el llamado 'Milagro de Berna'. Alemania, una selección de un país devastado tras la II Guerra Mundial, se proclamó campeón remontando dos goles a Hungría. Otra vez el pequeño que se impone al grande, que llega en plenitud. Y no solo por el regreso de Aitana. También debutará Cata Coll bajo palos y Esther, recuperada, buscará abrir hueco como 'pichichi'.

Una espía española en el fútbol suizo: “Tienen pocas opciones y pasan por retrasar el gol de España lo más posible”

Actualizado Jueves, 17 julio 2025 - 22:48

Marta Peiró salió de Valencia en el verano de 2020 camino del Servette para jugar la Champions y hoy, como directora deportiva del club, con tan sólo 26 años, es la mejor espía que puede tener España para analizar a la selección de Suiza y cómo empieza a crecer el fútbol en este país. Ella, de momento, ya ha fichado talento nacional para pelear por la liga, que el año pasado se llevó el Young Boys: Christian Toro como entrenador y Enith Salón, la portera campeona del mundo en 2023.

Esta clasificación a cuartos de Suiza es histórica...
Sin duda. Me encantaría que tuviera impacto en la sociedad, en la Superliga y en los clubes, que sea un empujoncito para unificar. Suiza es un país con influencias alemana, francesa e italiana, que a veces generan un roce cultural y un distanciamiento que ojalá derribe el fútbol. No tienen mucha cultura futbolística y ahora escuchas a la gente que habla de ello en sus conversaciones diarias, que empieza a querer informarse de fútbol femenino y eso es bueno.
La gran mayoría de jugadoras están fuera de la Superliga...
Ocurre lo mismo con la selección masculina. Es una nación muy particular, fuera de la Unión Europea y siempre bajo la influencia de Italia, Francia, Alemania o Austria. Es un país de inmigración y los jóvenes talentos los detectan rápido los scoutings de ligas más desarrolladas. Eso está empezando a cambiar y las jugadoras se quedan más, pero todavía sigue siendo un campeonato trampolín. Quieren exhibirse y tienen muy cerca tres de las cinco mejores ligas de Europa. Cuando llegan las ofertas, normalmente se van.
¿Tiene opciones Suiza de tumbar a España?
Esto es fútbol pero... pocas, muy pocas. Debería tener un planteamiento muy defensivo y retrasar el gol de España lo más posible para aprovechar alguna contra con Reuteler, que con tres MVP la veo muy enchufada. Pero el porcentaje de que puedan hacer algo histórico es bajo. Hay una diferencia gigante todavía.
España las goleó hace un año en la Nations, pero ahora tienen nueva entrenadora, la veterana Pía Sundhage...
Es verdad que la selección ha cambiado, no sólo por la llegada de Pía, también ha habido un cambio generacional. Las jugadoras han ido a clubes muy importantes y han crecido mucho. La influencia de Pía es indiscutible, pero se han juntado varios factores positivos.
¿A qué tendría que prestar más atención España?
Sin duda a Reuteler, porque es una jugadora libre en el campo que es imprevisible, no sabes qué va a hacer cuando coge el balón. Pero deben tener cuidado también con los espacios que dejan a la espalda. A mí me está sorprendiendo mucho Riola Xhemajli, y no sólo porque marcó el gol que las llevó a cuartos. Está siendo determinante.
¿Y cómo ve a España?
Intratable. Cuando estás en el campo y las ves, hay una diferencia abismal. Son muy técnicas, pero también fuertes, están súper bien entrenadas y tienen muchas variantes. Ya no sólo hay un plan A, sino un plan B, C y D. La veo muy superior al resto, aunque también me ha sorprendido Francia, que siempre es la que promete y no llega. Las veo por encima del resto, pero a España, aún más.
¿Va a poder seguir fichando jugadoras españolas?
Por suerte hay muchísimas muy buenas. Siempre hemos sido técnicas, se notaba que jugábamos desde niñas, pero ahora se suma el físico. En eso han superado a las rivales. Ahora mismo, las españolas son las más completas y las más caras. De las que rozan la selección, en mi presupuesto anual solo me podría permitir una.

Montse Tomé saca pecho por sus jugadoras: “¿Debilidad defensiva? Somos el equipo de los menos goleados y el más goleador”

Actualizado Jueves, 17 julio 2025 - 21:10

Montse Tomé aún no había sacado las uñas desde que es seleccionadora y, en la previa de los cuartos de final ante Suiza, salió en defensa de sus jugadoras al más puro estilo Luis Enrique cuando estaba al frente de la Roja. La asturiana, con tono pausado, sacó la cara en un debate que ella misma esbozó tras el partido ante Bélgica: la debilidad defensiva. En dos ocasiones, las belgas logaron coger a España en una contra y una jugada a balón parado. "No sé qué significa para vosotros tener debilidades en defensa, somos uno de los equipos menos goleadores y el más goleador. En todas las facetas queremos mejorar, no es una única cosa de la defensa, tenemos defensas de gran nivel. No es una debilidad", aseguró.

"Los profesionales somos nosotros y siempre hemos creído que la defensa y el ataque es conjunto. La guardameta tiene que iniciar la jugada y las delanteras ya veis como presionan. Defiendo a las jugadoras porque se dejan la vida", agregó.

Lo hace justo cuando el torneo se empina y deja un poco de lado la prudencia que las ha guiado en las semanas previas. "Este equipo está llamado a hacer historia y vamos competir para hacerla. Es un reto precioso", advirtió. Para lograrlo, tendrán que abstraerse de un estadio en su contra. "Lo hemos comentado. Una de las cosas que tenemos que conseguir es evadirnos de ese ruido, nos va a exigir a lo máximo a nivel mental. Cuando haya mucho ruido tenemos que ser capaces de concentrarnos en el plan y disfrutar del fútbol", advirtió.