Duelo real en el palco de Suiza entre la Princesa Leonor y la Infanta Sofía y el príncipe Guillermo, quien se hace perdonar su monumental error de hace dos años

Duelo real en el palco de Suiza entre la Princesa Leonor y la Infanta Sofía y el príncipe Guillermo, quien se hace perdonar su monumental error de hace dos años

Mientras el balón ha echado a rodar en el césped del St.Jakob-Park de Basilea, donde se celebra este domingo la final de la Eurocopa femenina entre Inglaterra y España, en el palco de autoridades se libra un auténtico duelo real que tiene como protagonistas por parte española a la Princesa de Asturias, Leonor de Borbón, y su hermana, la Infanta Sofía, y del lado británico al príncipe Guillermo, el primogénito del rey Carlos III. La sintonía entre nuestra familia real y los Windsor, más allá de sus lazos de parentesco, es excelente, y seguro que la cordialidad va a dominar sobre la tensión durante el encuentro, por más que cada parte anime y cruce los dedos para que ganen las suyas, como es lógico.

A su llegada al palco de Suiza, en declaraciones a RTVE, las hijas de los Reyes de España compartieron su ilusión y orgullo por el equipo de fútbol femenino, en un gesto que refuerza el vínculo de la Corona y las nuevas generaciones del deporte. "Muy contentas de estar aquí. Es una suerte ver a nuestra selección de fútbol. El equipo está concentrado, con energía y confianza. Y ojalá volvamos a ganar y coronar esa triple victoria después del Mundial y la Liga de Naciones", ha dicho la Princesa Leonor. Por su parte, su hermana, más desenvuelta que otras veces, ha afirmado ante los micrófonos de la televisión pública: "Ojalá repetir lo que viví hace casi dos años con mi madre en la final del Mundial. Eso sería increíble.Es una generación impresionante de futbolistas"

Nada más conocerse que las dos selecciones iban a disputar la gran final, el Palacio de Buckingham se apresuró a confirmar que el príncipe de Gales sería quien representara a la Corona británica en esta final en Suiza. Gran apasionado del fútbol, es todo un forofo del Aston Villa. El futuro rey es presidente de la asociación de Fútbol de Inglaterra, cargo honorífico que ejerce con auténtica devoción, por lo que normalmente es él quien se desplaza a animar a su selección a encuentros del máximo nivel en el extranjero. Pero, en este caso, al hijo de Carlos III y la difunta Diana de Gales no le quedaba otra que enmendar el monumental error que cometió en agosto de 2023, cuando le cayeron críticas para aburrir por no asistir a la final de las selecciones de fútbol femenino entre España e Inglaterra del Mundial femenino en Australia/Nueva Zelanda.

El príncipe Guillermo y su hija, junto a la Princesa y la Infanta, en su encuentro antes del partido.

El príncipe Guillermo y su hija, junto a la Princesa y la Infanta, en su encuentro antes del partido.Efe

Entonces, Guillermo grabó un vídeo junto a su única hija, la pequeña princesa Charlotte, que sostenía un balón de fútbol entre sus manos y miraba a cámara muy sonriente. Su padre se dirigió a cámara para decir a las jugadoras de la selección inglesa. "Quiero enviaros mucha suerte para mañana. Lamentamos no poder estar allí en persona, pero estamos muy orgullosos de todo lo que habéis logrado y a los millones de personas que habéis inspirado aquí y alrededor del mundo". Un día después el príncipe tuvo que pedir disculpas por no haber viajado a apoyarlas, escudándose en problemas de agenda. A nadie se le escapó que en pleno mes de agosto resultaba un auténtico engorro realizar un viaje hasta las antípodas para ver un partido de fútbol. Pero, ya se sabe, los cargos con sus cargas... Y, además, el asunto se le puso muy feo al hijo del monarca porque en el debate público se calificó su ausencia de postura de sexista, ya que nadie dudaba de que si hubiera sido una final masculina, el esposo de Kate Middleton sí habría hecho lo imposible por asistir al encuentro. Por cierto, nadie contaba con que fuera la princesa de Gales quien asistiera a Suiza, tanto porque prácticamente nunca se la ha visto ir de forofa a partido de fútbol alguno, como porque su agenda sigue bastante reducida mientras se recupera de los estragos por el tratamiento de cáncer.

En fin. Mucho más lista estuvo entonces la Reina Letizia, quien sí se desplazó hasta Sídney para animar a la selección española, en aquella ocasión junto a su hija la Infanta Sofía. Aquel fue un día extraordinario para el deporte español, y se vio a la Consorte disfrutar como nunca con el triunfo de La Roja, pero la cosa acabó empañada por el beso sin consentimiento de Rubiales a Jenni Hermoso ante los ojos de millones de telespectadores en todo el mundo.

Leonor y Sofía animan a las jugadoras españolas.

Leonor y Sofía animan a las jugadoras españolas.Efe

La Infanta Sofía es una gran apasionada del fútbol. Lo practicó durante un tiempo en España antes de irse a estudiar Bachillerato a Gales. Además de a la mencionada final, vibró acompañando a su padre, el Rey Felipe, el año pasado a la final en Berlín en la que la selección española de fútbol masculino escribió su nombre con letras de oro en la historia del deporte rey al alzarse con su cuarta Eurocopa.

No es la primera vez que Leonor y Sofía comparten palco para animar a la Selección. En julio de 2022, las hijas de los Reyes viajaron al Reino Unido, en la que fue la primera cita oficial de ambas en solitario en el extranjero, para asistir al partido que disputaron las selecciones femeninas de España y Dinamarca dentro de la fase clasificatoria de los partidos de la Eurocopa.

A Doña Letizia se la ha visto de forma intermitente asistir a las finales de la Copa de la Reina. Y, volviendo a aquella histórica finalísima de 2023, todo fueron elogios cuando se chupó un porrón de horas para viajar hasta la ciudad australiana con motivo de la final. Claro que antes le habían caído también a ella algunas críticas por no asistir a ningún partido previo del campeonato, cuando difícilmente sucedería que nadie de la Casa Real animara un partido de la Selección masculina de un Mundial en alguna de las fases previas. Lo mismo hubiera ocurrido esta vez si La Roja femenina no hubiera alcanzado esta final. Mucho se han vuelto a arriesgar en Zarzuela. La ausencia de la Familia Real en el Europeo les habría valido un buen palito. El sexismo en la percepción y consideración que se da a las distintas modalidades del mismo deporte tiene estas cosas.

De Sídney a Basilea, España busca con la Eurocopa sellar su legado más allá del fútbol: "Llevan luchando con mucha energía en muchos lugares. Se lo merecen"

De Sídney a Basilea, España busca con la Eurocopa sellar su legado más allá del fútbol: “Llevan luchando con mucha energía en muchos lugares. Se lo merecen”

Cuando Olga Carmona soltó un zurdazo en el minuto 29 de la final del Mundial que sorprendió a la portera inglesa Mary Earps, España volvía a hacer historia. Eran campeonas del mundo contra viento y marea, gracias al talento de sus jugadoras, que ya acumulaban tres Balones de Oro, y su capacidad de guardar bajo la alfombra los desprecios. Muy poco había cambiado desde que, un año antes, un grupo de ellas levantara la voz contra unas condiciones de trabajo inmerecidas. Algunas estaban en Sídney, en un ejercicio de resiliencia y olvido forzado; otras estaban en casa. Pero aquello que apartaron para jugar al fútbol lo sacudió un beso, una agresión sexual de Rubiales a Jenni Hermoso que escandalizó al mundo. «Se acabó». Una frase de Alexia Putellas que fue principio y final de todo.

En Sídney nació la España campeona que hoy volverá a pelear por un título que no tiene, la Eurocopa, de nuevo ante Inglaterra, dejando un reguero de elogios por su fútbol y su talento. Pero el legado supera al hecho histórico. «Sabéis todo lo que hemos pasado, todo lo que hemos luchado, siempre manteniendo el foco en el fútbol. Y eso es muy complicado. Esta Eurocopa ha sido muy tranquila, cosa que agradecemos, y creo que eso también ha ayudado a sacar nuestra mejor versión. Siempre es más difícil jugar cuando tienes cosas externas», reflexiona Aitana. Esa resiliencia, que por momentos no fue eso sino un amargo trágala, les hizo más fuertes. «Este equipo es mucho más maduro, tiene mucha más experiencia y sabe competir en los partidos», añade la jugadora.

Montse Tomé tiene claro por qué España merece ganar la Eurocopa, y va más allá del fútbol. «Somos un equipo, una selección, unas jugadoras, que llevan luchando, trabajando y esforzándose con mucha energía en muchos lugares. Y ahora hemos sido capaces de que la tuvieran en lo importante, que es el fútbol», sentenció la seleccionadora.

Una reconstrucción difícil

«Esto ha hecho tener un bagaje increíble de todas y que todos los que acompañamos a la selección podamos disfrutar de la profesión pura. Que pueda sentarme aquí y que todas las preguntas sean de fútbol es de las cosas más grandes que habla del cambio que estamos consiguiendo. Por todo el esfuerzo, el equipo se lo merece», añadió.

El camino de reconstrucción no ha sido fácil. El despido de Jorge Vilda y la inhabilitación de Luis Rubiales -en medio de un clamor político y social sin precedentes que terminó también en una condena judicial-, no cerraron las heridas. Con un presidente interino, Pedro Rocha, sin demasiada capacidad de maniobra y con desconfianza absoluta en Montse Tomé, segunda de Vilda, la selección echó a andar tras una larga noche de reproches y compromisos en el salón de un hotel de Oliva. Todo era tóxico menos el fútbol de España, que dos días después ganó a Suecia y goleó a Suiza en la Nations League.

La campeona se exhibió en la nueva competición, la ganó y, por primera vez, se plantó en unos Juegos Olímpicos. Tomé resistía la pregunta constante sobre las convocatorias de Jenni Hermoso, las que iba y las que no, y fue trabajando un equipo que necesitaba muchos cambios en el staff y algunos en el terreno de juego.

Aitana, Martin-Prieto y Esther, durante el último entrenamiento en Basilea.

Aitana, Martin-Prieto y Esther, durante el último entrenamiento en Basilea.AFP

La RFEF, inmersa en una crisis de imagen, se vio abocada a un camino que imponía la igualdad, el respeto y la atención a sus jugadoras, a las que debía dotar de todos los medios posibles para seguir haciendo su trabajo. El modelo lo tenían en Inglaterra y, más cerca, en el Barcelona. Media docena de jugadoras pasaba de un club hiper profesionalizado, entre los mejores de Europa, a una selección precaria. El fichaje de Markel Zubizarreta empezó a poner en marcha un cambio que, ya sin él, aceleró la llegada a la presidencia de Rafael Louzán. Sólo había que acompañar.

A Montse Tomé, cuyo contrato acaba el 30 de agosto, le han permitido dotarse de un cuerpo técnico amplio y preparado, capaz de analizar rivales y transmitir a las jugadoras dónde están sus puntos débiles, como que Berger se adelanta. Luego Aitana, pura inteligencia en el campo, lo interpreta y lleva a España a una final. Porque en la élite, los detalles marcan diferencias.

a golpe de meritocracia

Tomé ha sabido manejarse con un grupo de jugadoras que desconfiaban de ella, pero a las que ha ido convenciendo. En tres años ha ido moldeando al equipo, primero con las convocatorias, renovando el grupo a golpe de meritocracia sin subvertir el orden natural del vestuario. Dejó en sus manos las capitanías, que volvieron a Irene Paredes y Alexia, y ha ido sumando al centro de mando a nuevas jugadoras que garantizan la cohesión. El bloque no ha cambiado demasiado, salvo la irrupción de jóvenes como Vicky López y Jana y el premio a veteranas como Martín-Prieto.

El legado en el campo es tan fuerte que puede servir para conquistar un título que completaría una triple corona inédita: España sería la primera vigente campeona del mundo que también gana la Euro, pero, además, suma una Nations que puede revalidar en noviembre. En el campo siempre quieren más. «Hemos hecho historia, pero somos ambiciosas, queremos ganar y competir al máximo», recuerda Alexia, brillante de nuevo en este campeonato.

Lejos del césped la huella es casi igual de profunda. Igualdad, respeto, audiencias millonarias... el fútbol femenino ha ganado visibilidad en el deporte y seguimiento. Aunque el impulso a la Liga F ha sido limitado, estas jugadoras son iconos nacionales y mundiales. Empezando por Alexia y Aitana, las dos balones de Oro, y siguiendo por aquellas que han dado el salto a otras competiciones, como Esther o Mariona, cuyas experiencias enriquecen la selección. Es el círculo virtuoso de un éxito que se labró en Sídney con un gol y muchas lágrimas.

Inglaterra y España, dos imperios construidos a distinta velocidad: “Tenemos más experiencia. Ahora los partidos no se nos escapan”

Actualizado Sábado, 26 julio 2025 - 01:40

La final de la Eurocopa enfrentará mañana en Basilea a dos naciones que respiran fútbol, dos imperios que han evolucionado a diferente ritmo pero que, en los últimos tres grandes torneos, se han peleado por los títulos. Da igual hombres que mujeres: España e Inglaterra se han convertido en enemigos íntimos en la última década futbolística desplazando incluso a las potencias nórdicas.

Ambas selecciones se cruzaron por primera vez buscando un título en la final del Mundial de Australia y Nueva Zelanda en 2023, y el gol de Olga Carmona hizo campeona a la selección. España ganaba un título histórico para su fútbol femenino y dejaba a Inglaterra sin el doblete, porque solo hacía 12 meses que, tras dejar en el camino precisamente a las españolas en semifinales, las británicas se habían proclamado campeonas de Europa en Wembley.

Dos años después se reedita la final en la Eurocopa de Suiza, donde las inglesas, como sus compañeros, han llegado con un pelín de suerte -«momentos que han llegado por fe, determinación y confianza», prefiere decir Keira Walhs- , mientras que las españolas han hecho una exhibición en juego y goles, cerrando una trayectoria hasta la final repleta de victorias y certificada con el gol «de magia», reconoce la centrocampista inglesa, de Aitana Bonmatí. Han matado sus monstruos.

El crecimiento de la selección española ha sido meteórico. En los Mundiales, mientras las inglesas buscaron estar en la final desde 2015 en Canadá, solo lo lograron en 2023, y salieron derrotadas por una España que jugó su primer campeonato del Mundo precisamente en 2015, y no pasó la primera fase. Su techo estaba en los octavos de final de Francia 2019.

Ha sido en las Eurocopas donde el salto se ha evidenciado. En 2013, en Suecia, Inglaterra se fue a casa en la fase de grupos y España en cuartos. En Países Bajos, cuatro años después, las británicas perdieron el título ante la anfitriona, dirigida por Sarina Wiegman, y ganaron el título en casa. Mientras, España, con una generación de futbolistas que ya había incorporado a actuales referentes como Alexia Putellas, Irene Paredes, Mariona, Esther o Jenni Hermoso encontraba un muro en los cuartos de final que cada vez se hacía más visible que se podía saltar. No lo lograron ante Noruega ni ante Austria, por penaltis, y tampoco frente a Inglaterra hace tres años.

Experiencia, físico y buen fútbol

Ellas habían dado un paso al frente mucho antes que ahora España ha podido igualar a ritmo récord. Las razones las tienen claras. «Tenemos más experiencia y hemos jugado muchísimo a nivel internacional. Un partido que antes se escapaba, ahora no. Lo vivido te hace saber cómo reaccionar, cuándo arriesgar y cuándo no», reflexiona Alexia.

El paso al frente fue la apuesta de la FA de colocar en 2019 en el puesto de presidenta a una mujer, Debbie Hewitt, que se volcó en respaldar a la selección femenina para brillar el campeonato que organizarían tres años después. Y lo logró. La profesionalización de las inglesas, en igualdad de condiciones con la selección masculina, fue decisiva, y arrastró a su propio campeonato.

Eso se tradujo en medios para mejorar, algo que España ha empezado a disfrutar en esta Euro. «Siempre hemos tenido talento, pero físicamente no estábamos a la altura de las grandes y hoy podemos competir contra cualquiera 120 minutos si hace falta», destaca Aitana, consciente de que esta selección, «desde hace tres años, es la mejor en la que he jugado».

Las futbolistas españolas abrieron los ojos en aquella Eurocopa y después de comprobar cómo dar ese paso -que el Barça había interiorizado ya- las hacía brillar. Pero tuvo que ser un plante de 15 futbolistas y una agresión sexual la que provocara el cataclismo del 'Se acabó' que, de verdad, la impulsado a España. El Mundial lo ganaron solas, obviando condiciones inapropiadas para el máximo rendimiento; hoy tiene a toda la RFEF creando un entorno profesional que acompaña su crecimiento. La diferencia ya solo se marca en el césped. «Esta rivalidad que ha surgido significa que se está haciendo bien», advierte Patri.

Con las inglesas han vuelto a cruzarse tras la final de Sidney en dos ocasiones, esta misma temporada: una victoria para cada una. El duelo será duro pero Esther avisa: «Nadie nos quiere enfrente porque nos tienen muchísima admiración».

¿Por qué España es finalista de la Eurocopa? Los números que explican la selección de Tomé

¿Por qué España es finalista de la Eurocopa? Los números que explican la selección de Tomé

España jugará este domingo su primera final de la Eurocopa ante Inglaterra con la sensación de ser el equipo que mejor fútbol ha jugado en el torneo. No es subjetiva. La selección ha domado la estadística que, casi siempre, suele estar detrás de los éxitos. Todos los indicios que se perfilaron en la fase de grupos se han ido confirmando en los dos complicados cruces. El de cuartos, ante la anfitriona y voluntariosa Suiza, y el de semifinales ante el muro que siempre es Alemania.

Este equipo que dirige Montse Tomé ha acelerado todas las estadísticas del fútbol femenino español a velocidad de vértigo. Con la victoria ante Alemania, España suma nueve partidos consecutivos sin perder en un gran torneo. La última derrota fue en el Mundial de Australia y Nueva Zelanda ante Japón (4-0) el 31 de julio de 2o23. Han pasado 724 días en los que las jugadoras han ganado todos los partidos que han disputado. En aquel Mundial, para ser campeonas, lo hicieron ante Suiza, Países Bajos, Suecia e Inglaterra. En esta Eurocopa, a Portugal, Bélgica, Italia, Suiza y Alemania. Eso supone sumar nueve victorias consecutivas. Un total de 26 partidos le había costado a la selección ganar ocho, y no seguidos, en grandes torneos.

Vendaval goleador

Si en el Mundial, con una ronda más (octavos), marcaron 18 goles y encajaron 7, en Suiza son el equipo que lidera la tabla goleadora: 17 en cinco partidos, y sólo tres encajados. Sólo Inglaterra, finalista que también logró dos goleadas en la primera fase ante Países Bajos y Gales, le pisa los talones con 15 aciertos. Los 14 que las españolas firmaron en la primera fase son un récord de la competición.

Aunque la Bota de Oro del campeonato es Esther González con cuatro goles, el peligro de España llega por muchos frentes. Hasta 10 jugadoras distintas han marcado (y cinco diferentes en un mismo partido), lo que las acerca a un récord que tienen en su poder las inglesas desde 2022: once goleadoras diferentes en el torneo y hasta seis celebrando en un encuentro.

El 16,34% de los 104 goles que se han visto hasta el momento en los estadios suizos, récord anotador en la Euro, los ha marcado España, que es también la selección que más tira a puerta, con 123 lanzamientos. A la cabeza Clàudia Pina, que lo ha intentado diez veces, ha lanzado 27 saques de esquina (la que más) y ha hecho un gol.

De esa vocación ofensiva que logró acorralar durante muchos momentos a Alemania nació el tanto de Aitana Bonmatí en el minuto 113 de la prórroga, que se convirtió en el gol más tardío de España en un gran torneo y llevó a la doble Balón de Oro a igualarse con Jenni Hermoso como máxima anotadora en una fase eliminatoria, con tres tantos.

La incorporación de Aitana, que ha sido progresiva tras la meningitis, ha hecho que el protagonismo de creación cerca del área esté más repartido con Alexia, que con cuatro asistencias lidera el ranking del torneo. En el duelo de cuartos de final ante Suiza, sólo ella generó 18 ocasiones de gol, la cifra más alta en un Mundial o una Eurocopa desde que cambiaron y ampliaron sus formatos en 2011. Su juego y sus estadísticas vuelven a ser brillantes y en ellas destacan, además de las asistencias, los tres goles y dos elecciones como mejor jugadora del partido. En la carrera por el Balón de Oro parecía haber sacado una ventaja que ahora Aitana, también con dos MVP, empieza a recortar.

Posesión, pases... y Patri Guijarro

Pero el torrente de juego de España nace de la posesión. No hay selección que toque tanto la pelota como la española (67%), que da una media de 620 pases por partido, el 89,2% de ellos, acertados. En esa tarea emerge con una brillantez extraordinaria la mallorquina Patri Guijarro. Sólo por su botas han pasado 416 pases en esta Euro. Ante Alemania, en la tensión de una semifinal, 143 al primer toque y nueve de 13 en largo para aprovechar los espacios de las germanas. «Patri ve pases y huecos donde las demás no», decía hace unos días Vicky López. Volvió al equipo nacional para los Juegos de París y le costó acoplarse. Un año después, es una futbolista imprescindible para Montse Tomé.

Ante Alemania se convirtió en una de las dos únicas jugadoras que ha dado 100 pases y ha ganado la posesión más de diez veces en un partido de la fase eliminatoria en un Mundial o una Eurocopa. La otra fue la danesa Katrine Pedersen en la Euro de 2013.

Patri Guijarro es, además, puro equilibrio. España es la tercera selección, tras Alemania e Inglaterra, que más balones ha recuperado: 211. Sólo en la semifinal, ella hizo 12 robos. «Este equipo ha madurado», decía Tomé antes del duelo del pasado miércoles en Zúrich. Eso se refleja en que también es el tercer equipo que más faltas hace, con 58, solo por detrás de Inglaterra (64) y Alemania (65).

Además, en los últimos partidos, y pese a que le han creado ocasiones, el regreso de Cata Coll, con paradas de mucho mérito, ha servido para que España sume dos porterías a cero, un dato que siempre es clave cuando los torneos entran en fase eliminatoria. De hecho, la selección es la menos goleada de esta Eurocopa, con tres tantos encajados.

El bombo de Martín-Prieto, la cerveza de Cata Coll y, cómo no, ‘La morocha’: tres horas de larga fiesta en el autobús de España

Actualizado Jueves, 24 julio 2025 - 12:02

Alguien gritó al pie del autobús, "¡Esa no, esa no, la otra. Patri, la otra!". Mientras Cristina Martín-Prieto no soltaba el bombo que animaba la fiesta, los fisios, megáfono en mano que a saber de dónde salió, comenzaron a cantar 'La morocha', la canción de la temporada en todos los vestuarios. Del autobús donde se refugiaban de la lluvia que caía en la noche de Zúrich bajaron todas las jugadoras a cantar y festejar.

Pero alguien pensó que no, que la noche en que España hacía historia derribando dos muros, el de Alemania, a quien nunca había vencido, y el de alcanzar una final de la Eurocopa, merecía otra banda sonora. Bajó Patri Guijarro, tan dueña de la playlist del vestuario como del equilibrio de esta selección, y con un altavoz que sujetaba Adriana Nanclares, pinchó El principio de todo. La La Love You y Samuraï pusieron a bailar a un equipo que vuelve a ser el principio de todo.

"Hemos vuelto a hacer historia. Estamos en la final ganando a Alemania. Es un orgullo pertenecer a esta generación de futbolistas que estamos viviendo tantos logros", decía Aitana con el MVP, el segundo consecutivo, en la mano. A ella y a Cata Coll les tocó ser protagonistas en este partido y al inicio de la concentración. Meningitis y amigdalitis se colaron en el equipo, pero no impidieron que las dos buscaran su momento.

Olga Carmona y Cata Coll, ayer.

Olga Carmona y Cata Coll, ayer.AFP

"A veces la vida da la vuelta y te da una alegría", recordaba la Balón de Oro. "Así lo ha querido el destino. Y me alegro porque las dos se lo merecen", decía Irene Paredes, que tampoco dudó en unirse a una fiesta que se prometía larga. "En el vestuario la están rompiendo. Nos queda un trayecto largo de bus hasta Lausana y espero que no haya silencio, porque la ocasión lo merece", reclamaba Aitana en las entrañas del Letzigrund. Martín-Prieto le tomó la palabra y, pese a que rompió la cinta del bombo que le prestaron los aficionados, siguió aporreándolo sin descanso mientras Cata le acompaña a las palmas.

"¿Dónde está la cerveza?", se preguntaba la guardameta, que disfruto del gol de Aitana y de su parada en el minuto 90. A por ella fueron a la carrera Nanclares, que sabe lo que eso significa, y Vicky López. No fue la capitana, pero se lo reconoció. "Fueron dos paradas de valor gol", decía Irene. Así que la cerveza se la tenía bien ganada.

Del "momento delicado" al trabajo de Tomé

Junto a las jugadoras, sin mirar demasiado pero con una sonrisa, pasó Montse Tomé camino de la parte delantera del autobús. Fue una noche en la que, por primera vez, la entrenadora contenida dio muestras de emoción. "Me siento realizada, feliz, siento que el trabajo ha dado su fruto. Hemos hecho un grupo muy bueno. Entramos en un momento delicado y, con trabajo y con tiempo, le hemos dado la vuelta. Hemos dedicado muchísimo tiempo para ver qué tecla tocar y poder acompañar a las futbolistas como se merecen", destacó.

Tomé, celebra el gol en el banquillo.

Tomé, celebra el gol en el banquillo.AP

"Hemos dado un salto a todos los niveles. Las jugadoras son cada vez más competitivas y más fuertes mentalmente. Hoy hemos sufrido, pero ellas han sabido jugar y siempre he sentido confianza absoluta en este equipo", destacó la seleccionadora, que por si acaso tenía apuntados los penaltis.

"La hoja de cinco nombres la teníamos antes del partido. Teníamos una lista para los 90 minutos y otra para la tanda. Pero no ha hecho falta. Alemania no nos lo ha puesto fácil, pero hemos visto la foto que queríamos: todas en bloque bajo defendiendo [el gol de Aitana] porque teníamos que estar ahí", relató. Esa hoja con los nombres espera romperla tras ganar la final a Inglaterra.

España, patas arriba: “El entrenador de porteras me lo había dicho, lo teníamos estudiado. ¡Vamos!”

Actualizado Jueves, 24 julio 2025 - 00:09

Sufrió España. Sufrió mucho y por eso, seguramente por eso, la explosión de alegría en cuanto pitó la colegiada brasileña, Edina Alves, fue inolvidable. La mayoría de las jugadoras se abrazaron a la primera persona que tenían al lado (alguna incluso casi se agarra a una alemana). Vicky López y Sullastres fueron a buscar a Cata Coll, heroína antes del gol con una parada sublime en el minuto noventa y muchos. Montse Tomé saltaba junto a sus ayudantes, Alexia se llevaba las manos a la cabeza, Aitana...

Aitana sonreía. Después de superar una meningitis que la mandó al hospital y que le hizo dudar incluso si podría jugar esta Eurocopa, este miércoles fue su día. En el minuto 113, plena prórroga, hizo una de esas cosas que tardarán en olvidarse. Cuando todo el mundo esperaba un centro, ella tiró a portería. ¿Por qué? Lo explicó después.

"Lo habíamos estudiado. El entrenador de porteras me lo había dicho, que su portera a veces salía a tapar el centro y se quedaba su palo libre. Así que nada, un pase a la red", le dijo al periodista de la televisión pública, al que le costaba incluso engarzar preguntas. La euforia podía con la española.

Tres días de recuperación

"No creo en el destino, creo en el trabajo", explicó la jugadora del Barça, con una sonrisa de oreja a oreja. ¿Inglaterra? "Los últimos partidos que no sirven de nada. Primero, vamos a celebrarlo, y a partir de mañana pensaremos en ella. Gracias, ¡vamos!", se despidió la centrocampista.

Tardó bastante el equipo en entrar al vestuario, donde hubo fiesta y música. De él salió Cata Coll, la otra protagonista. "Confío en mi equipo al 100%, y sabía que íbamos a ganar antes de los penaltis. Este grupo es muy fiestero", decía.

El equipo, que derrotó a Alemania después de ocho enfrentamientos, tiene ahora tres días para recuperarse y disputar con garantías la final del próximo domingo (18.00 horas) frente a Inglaterra. Si gana, España será la vigente campeona del mundo, campeona de la Liga de Naciones y campeona de la Eurocopa. No parece poca cosa.

Una genialidad de Aitana Bonmatí deja a España a un paso de la gloria

Actualizado Miércoles, 23 julio 2025 - 23:50

De la cama de un hospital con meningitis a golpear una pelota, casi desde la línea de fondo, para encontrar el único hueco posible. Aitana Bonmatí, la genio que nadie podía atar a un banquillo hace una semana, apareció en la prórroga para tumbar el muro de Alemania y conducir a España a la gloria de su primera final de Eurocopa. El abrazo de todo un equipo encerraba sueños compartidos y lágrimas bajo el cielo lluvioso de Zúrich. España luchó para ser campeona del mundo y, aún con más fuerza, buscará serlo del continente. Siempre dejando los cristales de los techos a su paso. Queda el de Inglaterra en Basilea para abrazarse a la historia.

No fue nada fácil para España ir desajustando a una selección que funciona como una perfecta cadena de montaje. Las jugadoras de Christian Wück saben con los ojos cerrados dónde se sitúa cada compañera para encontrarla siempre en ventaja. Vigilancias sobre Patri, Alexia y Aitana para asfixiar el juego de España, llevando el partido a jugarse en 20 metros del centro del campo, donde cualquier error o falta de presión servía para correr hacia Cata Coll. Eso quiso Bühl por la orilla izquierda nada más arrancar el partido, pero apareció Ona Batlle para exhibir por qué es la más rápida del torneo. Tuvo otra la alemana que le regaló Berger con un saque larguísimo que saltó todas las líneas para dejarla ante un remate franco que cruzó en exceso.

Le estaba saliendo el plan a las germanas mientras España no encontraba las herramientas con las que desmontar su estructura. Lo intentaba Clàudia Pina, cosida a golpes por Wamser, pero Montse Tomé veía desde el banquillo cómo a sus jugadoras les costaba. Tanto que mandó a calentar a Salma Paralluelo y a Athenea. Tardaron en salir, pero se demostró que eran la chispa.

Poco a poco, Alemania perdió algo de gas y echó mano de Berger, dispuesta a volver a ser una heroína. A prueba la puso Esther, primero armando la pierna ante un centro de Olga Carmona. Después, intentando cazar un balón filtrado al área tras un córner. Venía encontrando la granadina algunas vías y sólo Hoffmann consiguió frenar ese empuje con una carrera en fuera de juego. La selección, acercándose el final de la primera parte, se instaló cerquita del área. De los saques de esquina de Pina, envenenados, nacieron las mejores oportunidades, los cuerpeos de Esther con las centrales y un testarazo de Irene Paredes a la cepa del poste en el minuto 41. En la frontal empezaron a aparecer Alexia, Aitana y Mariona, que sacó un disparo rozando también el palo. Ante el vendaval, emergió Berger para hacerle un paradón de nuevo a Esther, con un control maravilloso a un balón largo de Patri Guijarro, y hacer la portería pequeña para el latigazo de Pina, que trató de esquivar su cuerpo.

Poco cambió tras el descanso. Intensa Alemania para maniatar el talento y castigar el más mínimo error. Volvieron a ser las primeras en pisar el área, pero volvieron a sostenerse en su guardameta, que intuyó cómo lo intentaría la incombustible Ona Batlle. El paso adelante se notó y dejó algunos huecos que no habían aparecido en la primera mitad. Se aprovechó de uno de ellos Aitana, a quien Mariona encontró en el área y se acomodó un tiro que, cuando parecía burlar a Berger, salvó Kleinherne. Eso sí, Cata Coll también apareció para, de rodillas, salvar un envenenado remate de Bühl.

Agitación y dominio

España volvía a crecer y Tomé buscó más desconcierto mandando al campo a Salma Paralluelo. Velocidad y colmillo. Aunque la más clara se le escapó a Aitana, quien no pudo empujar un centro raso de Pina que se paseó por el área pequeña. Crecían las campeonas del mundo, aprovechando que las piernas ya les pesaban a las alemanas y dejaban espacios. Para eso, Athenea del Castillo. Justo cuando España agobiaba triangulando y encontrándose fácil en el área, Berger tiró de veteranía. Se fue al suelo, con la mano en la rodilla y la colegiada brasileña Edina Alves paró el partido. Alemania cogía aire y volvía a ser protagonista con una falta directa al borde del área que Bühl enviaría ajustada al palo izquierdo de Cata.

Fue Salma la que primero pudo evitar la prórroga, primero con un taconazo para habilitar un remate a bocajarro que nadie buscó y después en un centro de Athenea que no cazó por milímetros. Sin embargo, en el último segundo, España respiró cuando Cata Coll sacó un cañonazo de Senb que, tras tocar en María Méndez, se colaba y también el rechazo que, con el alma, enganchó Wamser.

La prórroga la encendieron entre Salma y Athenea, pero la portería germana tenía un cerrojo... hasta que encontró Aitana la llave y Cata Coll puso el candado.

Málaga dedica una calle a Nita Carmona, la pionera que se tuvo que disfrazar de hombre para jugar al fútbol

Málaga dedica una calle a Nita Carmona, la pionera que se tuvo que disfrazar de hombre para jugar al fútbol

Actualizado Miércoles, 23 julio 2025 - 13:18

La ciudad de Málaga ha inaugurado una calle dedicada a Ana Carmona 'Nita', considerada la primera futbolista profesional en España. Este reconocimiento póstumo honra la memoria de una mujer que, a principios del siglo XX, se disfrazaba de hombre para poder jugar al fútbol, desafiando las convenciones de su época. La calle se encuentra en el entorno del cementerio de San Miguel, cerca del barrio malagueño de Capuchinos, donde Nita nació en 1908.

La decisión de asignar esta calle a Ana Carmona Ruiz fue aprobada por el Área de Cultura del Ayuntamiento de Málaga en agosto de 2023. Ahora, una placa conmemorativa rotula oficialmente este espacio, consolidando su legado en la historia de la ciudad y del deporte español.

Este no es el único homenaje que el Ayuntamiento de Málaga ha dedicado a esta pionera del deporte. Su figura ha sido objeto de estudio en uno de los talleres del Área de Juventud, 'Formarte', donde se abordó la relevancia de Nita Carmona en el contexto de la cultura local y la lucha por los derechos de la mujer, destacando su valentía y el impacto de su historia.

¿Quién fue Nita Carmona?

Nita Carmona creció en Málaga observando cómo los marinos ingleses jugaban al fútbol en las explanadas del puerto, donde su padre trabajaba como estibador. Esta temprana exposición al deporte encendió su pasión, tal y como apunta el periodista deportivo Jesús Hurtado en su libro '75 Años de Fútbol en Vélez',

Nita disputó varios partidos con el Sporting Club de Málaga, fundado por el padre salesiano Francisco Míguez. Posteriormente, se trasladó a Vélez Málaga para vivir con unos familiares, donde se unió al Vélez Club de Fútbol. Fue en este equipo donde recibió el apodo de 'Veleta', un reflejo de su agilidad y determinación en el campo.

El ‘método Tomé’ que ha cosido la selección española: exigencia, mano izquierda y meritocracia

Actualizado Miércoles, 23 julio 2025 - 00:37

España va escribiendo líneas en su historia en esta Eurocopa de Suiza. Fase de grupos invictas, goleadas cómodas, derribada la barrera de cuartos por primera vez en 28 años y la posibilidad de llegar a la final tumbando a Alemania, algo inédito. Todas las miradas se han dirigido al césped, a la mejor versión de Alexia Putellas, la incombustible Patri Guijarro, el gol de Esther, el desparpajo de Vicky López o el regreso de Aitana Bonmatí. La clave de eso está en el banquillo. Montse Tomé ha conseguido que España mire al campo y quite el foco de otros asuntos que, si bien no han afectado al rendimiento, han enturbiado.

La seleccionadora tiene ante sí su propio reto, del que no habla, pero que es el elefante en la habitación. Quiere un título enorme, más que una Nations League, que ponga en valor su trabajo y le abra las puertas de su continuidad en la RFEF. El 30 de agosto finaliza el contrato que, en plena tormenta, le firmó Pedro Rocha. Se lo ganó con la Liga de Naciones, la clasificación para los Juegos de París y para la Eurocopa. La estructura federativa era tan inestable que nadie quería sacudirla con cambios en el banquillo. Ahora es distinto. Rafael Louzán está al mando y, junto a las directivas María Suárez y Ruth García, la directora de Fútbol Femenino, Reyes Bellver, y la directora deportiva, María Pry, -que no ha pisado Suiza hasta ahora- tendrán que tomar una decisión sobre el futuro de la seleccionadora que, a día de hoy, aseguran fuentes federativas que está por definir. Nadie desvía el foco del objetivo.

En el análisis, Montse Tomé está más fuerte que hace un año, cuando renovó, y lejos de aquel septiembre de 2023 cuando cogió el relevo de Jorge Vilda y se enfrentó a aquella madrugada en Oliva. Allí pareció que sus días estaban contados. Sin sacudirse nunca las preguntas sobre Jenni Hermoso, ha ido moldeando con mucha mano izquierda un grupo que hoy es una piña y tiene una relación sana con el cuerpo técnico. Devolvió orden natural a la capitanía, con Irene Paredes y Alexia, sumó a quienes empujan, como Aitana, Mariona y Olga Carmona, y ha abierto las puertas a la nueva generación que encabeza Vicky López sin dejar a un lado la meritocracia que ejemplifica la llamada de Martín-Prieto o las guardametas Nanclares y Sullastres. Ha puesto en marcha el relevo generacional, no sin críticas externas pero apoyándose siempre en los resultados, que son incontestables salvo el lunar de los Juegos de París. De eso también aprendió.

Tomé con su segundo, Nacho Fernández.

Tomé con su segundo, Nacho Fernández.ANA ESCOBAREFE

Tomé, que heredó buena parte del cuerpo técnico de Jorge Vilda, ha ido fortaleciendo su propio equipo. En octubre incorporó a Nacho Fernández como segundo entrenador, un hombre sin experiencia en el fútbol femenino pero que durante años ha arropado a José Bordalás o Marcelino en sus cuerpos técnicos.

Exigencia constante

Analiza y perfila con ella los partidos -juntos viajaron a Basilea a ver el Francia-Alemania en directo-, y se encarga de diseñar las jugadas a balón parado. Junto a ellos Irene del Río, Carlos Sánchez con las porteras y Víctor Cervera, que ha cogido el mando de la preparación física.

Si hay un detalle que destaca todo el entorno de trabajo de Tomé es su exigencia constante. La seleccionadora es consciente de que tiene a las mejores jugadoras del mundo y quiere que su equipo de trabajo responda a ese nivel. En esta Euro, se ha reforzado con un analista más, todos los entrenamientos son grabados desde las alturas del Juan Antonio Samarach de Lausana y todos los rivales han sido seguidos en directo. No hay detalle que se deje al azar, como ha ocurrido en otros momentos de su etapa en el banquillo.

Esta Eurocopa ha puesto a la asturiana en un grupo de élite. De las siete mujeres que empezaron en los banquillos, solo ella y la doble campeona Sarina Wiegman al frente de Inglaterra, han peleado por llegar a la final. En el caso de la neerlandesa, su nombre llegó a estar en la lista de sustitutos de Gareth Southgate, lo que hubiera supuesto recorrer el camino inverso al que han hecho los dos hombres que aparecen junto a ellas. El italiano Andrea Soncin, que llegó al fútbol femenino sin experiencia, y Christian Wück, que creció en las categorías inferiores de Alemania con éxitos como el Mundial sub'17 masculino, y a quien pusieron al frente de la Mannschaft tras los Juegos.

Berger, la guardameta heroína de Alemania: un cáncer de tiroides y los email de análisis de su abuelo

Actualizado Miércoles, 23 julio 2025 - 00:34

«Sé tu propio héroe». Con ese lema tiene una sudadera la guardameta de Alemania Ann-Katrin Berger, y no es porque fuera decisiva en la clasificación para semifinales por haber hecho un paradón en la prórroga ante Francia, atajado dos penaltis en la tanda y marcado el primero de su carrera. Es la reflexión que le envió su compañera, la delantera (y diseñadora) Linda Dallman, tras superar Berger un cáncer de tiroides que le detectaron en 2017, y volvió en 2022, en plena Eurocopa de Inglaterra.

Berger se lo calló hasta que cayeron derrotadas en la final ante las inglesas. «No quería sentir lástima de mí misma», explicaba entonces la guardameta. «Traté el cáncer como un partido que había que ganar». Y lo ganó, en una eliminatoria de ida y vuelta. El primero se lo detectaron cuando jugaba en el Birmingham City, y volvió al césped apenas tres meses después. El segundo, tras cinco años, cuando defendía la camiseta del Chelsea, no le privó de estar en el Mundial un año después, aunque no jugara. De ellos solo queda un tatuaje en el cuello, bajo la oreja derecha, que disimula una cicatriz. Salió más fuerte. Ganó cinco Super Ligas consecutivas, se hizo con la titularidad en la selección alemana y se marchó al Gotham norteamericano.

Para España fue el coco que paró el penalti a Alexia Putellas y las dejó sin la medalla de bronce en los Juegos de París, el torneo que coronó a Berger como cancerbera titular en Alemania a sus 33 años. Christian Wück le ha dado tanta confianza que ante Dinamarca, en la fase de grupos, se atrevió a regatear varias veces en el área. «Así no voy a envejecer», decía el seleccionador. Le gustó más el protagonismo de Berger en cuartos, cuando en el minuto 103 salvó un remate de su compañera Minge y, en la tanda, atajó dos lanzamientos sin ni siquiera mirar la chuleta de su botella. Fue MVP y tuvo que aguantar elogios, algo que no le gusta demasiado. Prefiere un perfil discreto, pero su rendimiento en el campo se lo impide. Ha sido nombrada portera del año en la National Women's Soccer League (NWSL) y mejor jugadora en Alemania.

La influencia de 'Opa' Herbert

Las felicitaciones, tampoco las críticas, no la despistan. No atiende a las redes sociales y solo hay una opinión que quiere: la de su abuelo, su Opa (en alemán). «Prefiero escucharlo a él», asegura. A los 92 años, Herbert envía a su nieta un email después de cada partido con comentarios que ella lee a la mañana siguiente. «No sabe mucho de fútbol, pero yo creo que me adelanto un poco en los penaltis y seguro que él me dirá lo mismo», confesaba la portera en zona mixta. Su abuelo le dijo que solo iría a un partido: la final. «Así que esto va por ti, Opa», le dijo. La tarea de España será impedirlo.

El único lunar en esta Eurocopa, hasta el momento, para Ann-Katrin Berger es la denuncia pública de su prometida, la defensa inglesa Jess Carter, de haber sido víctima de insultos racistas en esta Eurocopa. La británica, con la que también comparte vestuario en el Gotham, hizo un comunicado en el que asumía las críticas por su juego, pero no por su raza o su aspecto. Pidió respeto y su gesto ha sido compartido en las redes sociales por su pareja.