Usyk, el burro Igor y el sable del general cosaco en la pelea de los 190 millones de dólares: "Fury es mi mejor amigo"

Usyk, el burro Igor y el sable del general cosaco en la pelea de los 190 millones de dólares: “Fury es mi mejor amigo”

Terminó la guerra de 36 minutos, acabó el segundo duelo de los Titanes y Oleksandr Usyk se arrodilló para agradecer a Dios y a su padre, que le observaba desde el cielo, por una nueva pelea en su cartilla. En medio del rezo, Tyson Fury se acercó al ucraniano y le besó en la cabeza. Un gesto de respeto entre ambos dioses de los pesados. "Es mi mejor amigo", bromeaba el de Simferopol en la rueda de prensa posterior a la pelea para luego admitir que el británico le hace más fuerte y que es "un gran boxeador".

Se retiró Fury del cuadrilátero tras escuchar las cartillas de los jueces, unánimes, crueles. Quizás, también, un poco polémicas. Triple 116 a 112 para el ucraniano que se sumaría la del cuarto y novedoso juez, un ordenador que analizó la pelea por inteligencia artificial y que decretó que la victoria de Usyk fue incluso superior, 118-112. "Que le den a los ordenadores, que sigan los humanos, más trabajo para ello y menos para las máquinas", expresó el británico en rueda de prensa que añade una segunda derrota a su palmarés (34-2-1).

Las máquinas fueron las que dieron el espectáculo de salida en el Kingdom Arena de Riad. Una tormenta eléctrica simulada y dos esculturas de arena gigantes proyectadas a través de un holograma anunciaban el segundo y, probablemente, último duelo de titanes. Un duelo en el que Fury se presentaba guasón, vestido de Papá Noel y bajo el éxito navideño de Mariah Carey a todo trapo. Usyk lo hacía con un atuendo tradicional, estilo un poco Aladin, y, en su cuello, su gran cruz. De la que no se separa, la que su equipo le colgó tras la victoria ante Fury.

Abrazo de los contendientes de Riad.

Abrazo de los contendientes de Riad.AFP

Es Usyk un hombre tradicional y profundamente religioso, pero también muy dado a los símbolos. El sábado lució dos además de la cruz. Uno, tras alzarse de nuevo con la corona de los pesados, la que le sitúa entre los grandes de la historia aún sin derrotas (23-0-0). El único boxeador que ha unido los cinturones de las cuatro asociaciones y el primero indiscutido tras Lennox Lewis, una hazaña con más de 20 años de diferencia.

El símbolo que alzó desde el mismo cuadrilátero fue un sable de Ivan Mazepa, un general cosaco que luchó por restablecer la independencia de Ucrania frente al dominio ruso en el siglo XVII, historia que tristemente se repite actualmente y que Usyk sufre personalmente con su familia sufriendo las bombas del régimen de Putin en Kiev.

Usyk junto a Igor en rueda de prensa.

Usyk junto a Igor en rueda de prensa.Frank AugsteinAP

El segundo lo sacó en rueda de prensa. Era un peluche de Igor, un burro de los dibujos de Winnie de Pooh, que su hija le regaló para que le diera suerte en la revancha contra Antony Joshua justo cuando estalló el conflicto en su país y tuvieron que huir corriendo de las bombas rusas. "Siempre tiene que estar cerca de ti", le dijo Yelizaveta cuando le brindó el muñeco que compraron en un viaje familiar a Eurodisney. Y Usyk, que adora a su familia, especialmente a su mujer, Yekaterina, para la que pidió los principales aplausos en el Kingdom Arena de Riad, cumple puntualmente con la palabra que le dio a la pequeña.

Abrazado a él esquivó los golpes que la prensa le lanzó a través de las palabras de Frank Warren, promotor de Fury, que ponía en duda la victoria del ucraniano. "¿Cómo es que Tyson sólo tuvo cuatro asaltos en la pelea? Todos diferentes. Creo que ganamos la pelea", dijo sobre el cuadrilátero el empresario en representación de su pupilo. Palabras vacías después de que se revelaran las tarjetas de puntuación de los jueces en las que le dieron ganador al ucraniano en cinco rounds de manera unánime y luego con ligeras discrepancias en los otros siete.

Usyk conecta un directo de izquierdas.

Usyk conecta un directo de izquierdas.Frank AugsteinAP

Futuro

Terminado el reto, Usyk dijo que quería "descansar de boxeo" y no queda claro cuales son sus planes de futuro, aunque hay rumores de que podría volver al peso crucero para recuperar el cetro que dejó desierto, tras ser también campeón unificado en ese peso. Lo cierto es que la bolsa de la pelea 190 millones de dólares, esta vez un 55/45 en favor del campeón, le permitirá tomarse el siguiente reto con mucha más calma y retrasar su vuelta a Gandía, su refugio o guarida para preparar las peleas, lo máximo posible.

En la visita que El Mundo hizo a ese santuario, Usyk estaba acompañado de unos 12 miembros de su equipo entre preparadores, entrenadores, médicos y encargados de seguridad. Entre todos, había un amigo del campeón, cosaco, cuya ocupación era la música. Mientras el ucraniano ultimaba su último entrenamiento de cara a la pelea, el amigo bailaba por el gimnasio como una abeja. Precisamente, el símbolo del campeón. ¿Recuerdan quién flotaba como una mariposa picaba como ese insecto?

Usyk vence a Fury de manera unánime y se mantiene como rey de los pesados: "He ganado, soy atleta, no juez"

Usyk vence a Fury de manera unánime y se mantiene como rey de los pesados: “He ganado, soy atleta, no juez”

Dos Titanes se escaparon del Olimpo para aterrizar en Riad y reclamar su época en el mundo del boxeo. Dos furias históricas, campeones del mundo, que se volvían a encontrar bajo los rayos ficticios del Kingdom Arena, el espacio de los reyes. Solo uno podía reinar en la tierra y fue el indiscutido e imbatido campeón de los pesos pesados.

Oleksander Usyk es un Dios del boxeo (23-0-0). Así lo estimaron los jueces de la contienda de manera unánime por 116-112. Una decisión quizás sorprendente. Al menos para Tyson Fury (34-2-1), que no quiso comparecer tras ver como el árbitro levantaba el brazo del ucraniano tras escuchar el veredicto. "He ganado, soy atleta, no juez", respondió Usyk a la pregunta del presentador sobre la decisión.

Lo cierto es que fue una pelea igualadísima. En la que los boxeadores llevaron hasta el límite sus estrategias para ganar el combate. Usyk exhibió una gran movilidad y entradas rápidas al pocket con salidas igual de veloces. Golpes al cuerpo para abrir la guardia del británico y conectar luego, generalmente, con su poderosa izquierda.

Fury quiso siempre mantener la distancia con rápidos jabs y luego buscando su poderoso uppercut, a veces al cuerpo, a veces al mentón. Pero lo cierto es que le costaba conectar más puñetazos que al ucraniano. A mitad de la contienda iban 60/49 golpes acertados para Usyk.

Usyk rezando tras finalizar la pelea.

Usyk rezando tras finalizar la pelea.Frank AugsteinAP

Sorprendió el desarrollo de la misma. Comenzó como se esperaba, con algo más de dominio del púgil británico y luego con el ucraniano recuperando terreno a medida que pasaban los asaltos. Sin embargo, Fury se guardó energía para discutir el final de Usyk, con un vigor inusitado para un hombre de casi 130 kilos en la báscula.

Quizás la pelea se le escapó en la efectividad y en los asaltos centrales. No llegó ninguna caída, pero fue Usyk quien más veces conectó con el mentón y con el ojo derecho de Fury, que acabó muy hinchado al finalizar el combate. El ucraniano movió sus poco más de 100 kilos hasta el último asalto, en el que el británico le buscó desesperadamente, pero no le encontró.

Cabreo de Fury

El combate terminó para Usyk como empezó, arrodillado y rezando. Muy devoto el púgil ucraniano, pero este combate no se lo dedicó a su difunto padre sino que fue a su madre. "Le dedico la victoria a mi madre que se preocupa mucho por mi y me lo dio todo", comentó en el micrófono del presentador de la velada.

En mitad de su entrevista se coló Daniel Dubois, el contendiente con el que rechazó pelear por el cinturón de la FBI, para permitir la revancha de Fury. Revancha que no se llegó a dar por, según el ucraniano, su preparación y su familia. "Me he preparado muy bien, Mi mujer me ha ayudado, mi hijo me ha ayudado, que justo hoy ha ganado un cinturón de judo y me ha dicho después: "Papá, tu eres el siguiente".

Dubois pidió pelear contra Usyk, que retiene los cinturones de la CMB, AMB, OMB, y parece que el ucraniano, ahora sí, va a conceder el deseo al púgil británico. Se diría que todo queda, de nuevo, entre Ucrania y Reino Unido. O entre la Tierra y el Olimpo. Pero Usyk, el Rey de los Titanes, reina en ambos lugares.

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Cuando Amber Fury entró en el hospital de Wythenshawe un 12 de agosto de 1988, cerca de Manchester, aún le quedaban tres meses para dar a luz. Pero Tyson Luke Fury no quiso esperar. Pese a su peso, apenas medio kilo, sus padres decidieron llamarle en honor al gran Mike Tyson. Su futuro, desde la cuna, estaba escrito.

Sólo 14 años después, ese mismo niño entraba con casi dos metros en el gimnasio de Jimmy Egan cerca de Manchester. Allí estaba Steve Egan junto a su padre: "Papá, ahí está el futuro campeón de los pesados", le dijo un joven Steve. "Si logra entrar por la jodida puerta", respondió su progenitor. Pero el que fuera el primer entrenador de Fury lo supo desde el primer momento.

Sólo debía moldear a un diamante en bruto. Un calificativo que le viene al pelo a un joven perteneciente a una familia de viajantes de origen irlandés cuyo padre, John, había sido un pésimo boxeador, pero un gran luchador callejero. Dicen que participó en cientos de peleas y que se caracterizaba por finalizarlas en segundos. El padre, por primera vez, no estará en su esquina ante Oleksandr Usyk, al considerar el equipo de Fury que puede distraerle en el combate de este sábado en Riad.

La victoria ante Klitschko

Su personalidad de joven muy modosito mutó con su crecimiento físico. Y su ego se acrecentó pese a la decepción de no entrar en el equipo olímpico británico para Pekín 2008. Ese punto de inflexión le empujó al profesionalismo, donde pronto destacaría hasta enfrentarse a uno de los boxeadores del momento: Vladimir Klitschko, amigo de Usyk, su rival en Riad este sábado, y campeón de los pesados durante 10 años. Su victoria ante el ucraniano en noviembre de 2015, en cambio, le llevó a la mayor espiral de autodestrucción de un deportista.

"He tomado mucha cocaína en mi vida", contó Fury en una entrevista a Rolling Stone, donde desnudó su alma relatando sus problemas de salud mental que le llevaron a la obesidad y a las drogas, aunque nunca confesó el uso de esteroides por el que sería suspendido por la Comisión de Boxeo del Reino Unido y por el que le retirarían sus cinturones. Fue una época oscura en la que también llegó a pensar en el suicidio, pero de la que consiguió salir aún más fuerte.

Fue el boxeo el que vino en su ayuda y su mujer, Paris, con la que tiene siete hijos, los cuatro varones con Prince en el nombre porque, como dice el propio Fury: "Si yo soy el Rey Gitano, ellos tienen que ser los príncipes". La saga ante Deontay Wilder por el título de los pesados y una dieta keto le ayudaron a volver a convertirse en el luchador que "cumplió un sueño" cuando venció a Klitschko. Tras un empate en 2018 y dos victorias, 2019 y 2020, ante el Bombardero de Bronce, Fury, de nuevo campeón de los pesados, ya se convirtió en leyenda.

Careo entre Usyk (izq) y Fury (dcha).

Careo entre Usyk (izq) y Fury (dcha).AFP

Resiliencia es la palabra que más puede describir no solo la vida, también el boxeo de Fury. El británico (34-1-1) nunca ha sido noqueado pese a haber recibido severos correctivos que le llevaron varias veces al suelo. El bamboleo del noveno asalto en su derrota ante Usyk, ya forma parte de la historia del boxeo. "Lanzó sus mejores golpes. Dio 10 en el blanco, nunca me derribó. Así que si no pudo derribarme cuando estaba sobre las piernas de Bambi, que Dios esté con él esta vez", declaró Fury en la previa a la revancha de este sábado.

"Voy a causarle mucho dolor"

El equipo del británico, además de un entrenamiento más exigente, ha atacado la principal debilidad de Fury: el peso. Así, de comer mal dos veces al día ha pasado a hacerlo bien seis, según contó su nutricionista Greg Marriot, en las que consume entre 4.500 y 6.000 calorías diarias cuando entrena y 3.000, cuando descansa.

Tiene el físico, tiene la mentalidad y mantiene la arrogancia que le ha hecho ser quien es. Diez minutos duró el careo entre Fury y Usyk, el más largo de la historia, con ambos contendientes manteniendo la pose casi sin pestañear. Hasta que ya les separaron y volvió la boca del irlandés: "Voy a causarle mucho dolor. Lo voy a mandar a la habitación de los heridos, eso seguro. No tengo nada que decir, excepto que habrá mucho dolor en esta pelea".

El británico, sin embargo, no podrá ostentar el título de campeón indiscutido de los pesados que consiguió Usyk tras vencerle en la primera contienda. El título de la IBF ha quedado desierto al rechazar el ucraniano la pelea con Daniel Dubois, el legítimo contendiente a esa escarapela, por priorizar la revancha ante el Rey Gitano. Aunque sólo opte a los cinturones de WBA, WBC, WBO, este combate no trata de cinturones, sino del trono del boxeo mundial y de entrar en el salón de las leyendas como representante de esta generación.

Oleksandr Usyk, soldado de Dios y campeón indiscutido de los pesados: "He empuñado armas en Ucrania"

Oleksandr Usyk, soldado de Dios y campeón indiscutido de los pesados: “He empuñado armas en Ucrania”

Dos niñas de cuatro y cinco años se lanzan por los toboganes del Parque Baladre de Gandía. Corre el aire y hace frío en esta ciudad vacía en diciembre. Las calles están desiertas y apenas circulan coches. Debajo del parque, literalmente, hay un espacio municipal en el que resuenan voces y gritos en ucraniano. Fuera hay aparcados varios vehículos y una furgoneta que pone "Undisputed" (indiscutido). Dentro, hay varias personas preparando un entrenamiento físico mientras otras cuatro juegan un partido de pickleball con una pelota de gomaespuma. "Davai" (Vamos), se escucha entre risas.

El que grita es Oleksandr Usyk (Simferopol, 1987), el primer campeón de los pesos pesados en la historia que ostenta los cinturones de los cuatro organismos reguladores principales (CMB, AMB, OMB y FIB) y el primero unificado desde Lennox Lewis, que le visitó en su refugio valenciano hace tan solo unas semanas. "Elegimos Gandía porque nos pareció bonita", ríe Usyk hasta que detalla, ya más serio: "Me recuerda donde nací, en Simferopol, las montañas, sol, playa... y la gente, muy buena".

El MUNDO asiste en exclusiva al último día del training camp del ucraniano en Gandía. Tres meses de duros entrenamientos para ponerse en forma para la revancha contra Tyson Fury, el próximo 21 de diciembre. Será, de nuevo, el Kindom Arena de Riad, donde el campeón voló el pasado jueves, el que acoja el enfrentamiento de los dos máximos exponentes mundiales de los pesos pesados. Ha dicho Fury que la única manera que tiene de vencer a Usyk es "noqueándolo". "Tendrá que intentarlo", bromea el ucraniano.

El boxeador, al fondo del gimnasio.

El boxeador, al fondo del gimnasio.David GonzálezAraba

Han sido 100 días con tres entrenamientos diarios, a las 6 de la mañana, a las 12 del mediodía y a las 6 de la tarde, hasta la reducción a dos sesiones en las últimas dos semanas. "Es increíblemente disciplinado", cuentan desde su equipo sobre la mentalidad de un campeón a quien nunca le ha dado pereza una sesión. Ya se trate de boxeo, de trabajo físico o de agilidad mental. Esta última la realizan gracias a una máquina que utilizan para entrenar la cabeza y la memoria, con ocho sensores que proyectan figuras que hay que memorizar, pulsando la respuesta lo más rápido posible.

Esa personalidad es la que le ha llevado a ser considerado uno de los mejores boxeadores de la historia. "Ocho horas en la sala entrenando todos los días, así se consigue. ¿Cómo crees que un futbolista del Real Madrid llega a jugar así? Lo mismo que yo con el boxeo, sin parar. Es la única manera, entrenar sin parar", cuenta a este periódico, sentado en el ring que su equipo dispuso en la sala de entrenamiento. Además de un ring, hay espalderas, una canasta de baloncesto, todo tipo de sacos, tanto para entrenar la fuerza como la velocidad, y pesas de variedades infinitas, así como un equipamiento de boxeo para surtir una velada entera. Lo más importante del espacio no es lo deportivo, sino dos estampas y una cruz, bajo las que Usyk reza cada día, antes y después de entrenarse.

¿Qué es para usted la religión?
Es mi vida.
El ucraniano rezando después de entrenar.

El ucraniano rezando después de entrenar.David GonzálezAraba

Religión y boxeo. Un deporte que descubrió después de dejar el fútbol a los 15 años y por el que no pudo cumplir uno de sus sueños: ser actor. "Siempre quise apuntarme a una escuela de arte dramático hasta que gané el campeonato de Ucrania de boxeo y me orienté al deporte", revela el campeón.


Fue su padre quien le introdujo en el boxeo. Fue su padre el que le levantaba cuando era pequeño para ver los combates de Vitali Klitschko, hoy alcalde de Kiev y amigo personal de Oleksander. Y fue su padre el primero que creyó en lo que es hoy. Por eso, cuando derrotó a Fury en Riad, por decisión dividida, sus primeras palabras fueron para él: "Papá, ¿me oyes? Lo hemos conseguido". "Fue un momento inolvidable donde me sentí feliz y triste al mismo tiempo, porque no estaba mi padre. Estaba con mis hijos, mi mujer, pero no tenía al lado a la persona que me quería ver ganando, que siempre creyó en mí", cuenta.

Momentos estelares en la carerra de Usyk.

Momentos estelares en la carerra de Usyk.David GonzálezAraba

La guerra


La mente de Usyk siempre está con su familia, su pilar, y con Ucrania, su patria. El boxeador, que pasa desapercibido pese a su gran tamaño cuando pasea por la playa de Gandía junto a sus hijos, es un ídolo en su país. Múltiples banderas y mensajes cuelgan en su lugar de entrenamiento. Aunque esté en España, no se siente lejos de su patria. "Allí viven mis hijas y mi mujer, mi pensamiento y mis sentimientos están siempre allí. No puedo decir que esté lejos. En mi patio, en Kiev, han caído muchas veces trozos de escombros y metralla de la guerra", apunta el púgil.

Usyk, a través de su fundación, ha proporcionado multitud de ayuda, no sólo económica. Ha convencido a Fury para donar un millón de dólares de la bolsa de su primera pelea (el pasado mayo) para sus compatriotas, envueltos en una cruenta guerra desde hace más de dos años. Un conflicto en el que él, aunque lo admite de manera lacónica, también ha participado.

¿Has luchado en Ucrania?
Sí, he empuñado armas en la guerra.

Su guerra está ahora en Riad, donde deberá defender su corona y sus cuatro cinturones ante un gran boxeador que buscará borrar el cero de su casilla de derrotas. Tampoco tiene derrotas Ilia Topuria, vecino de entrenamientos en la costa levantina, y al que Usyk le tiene admiración. "Me gusta su apariencia, su forma de pelear, su técnica y me gusta como persona. Creo que si se lo plantea, él podría dedicarse al boxeo, porque tiene mucha técnica de manos", concede el campeón de los pesados.

Las manos de Usyk.

Las manos de Usyk.David GonzálezAraba


Usyk bromeó en una entrevista al apuntar que cuando se retire del boxeo podría pelear en la modalidad de bareknuckle, pero hoy lo descarta por completo. "Yo ya tengo un estatus en el boxeo, es como si después de conducir un Ferrari me bajara a un cuatro latas", desliza de manera metafórica. "Antes, ahora y siempre, el número 1 de los deportes de contacto es el boxeo", recalca.

Tampoco se prestará a un espectáculo como el que ofrecieron recientemente Mike Tyson y Jake Paul, aunque valora su parte positiva. "Fueron felices con su show. Yo disfruto viendo las actuaciones en estas peleas. El tiempo pasa y eso sirve para que las nuevas generaciones se enganchen al boxeo y crezca el deporte", señala sobre el reto entre el ex campeón y el youtuber.

Sudado y tras hora y media de entrenamiento, toca recoger camino a una nueva cita histórica. Una cita que le puede reafirmar como leyenda del boxeo. "Al mejor rival aún no me he enfrentado", apunta con una sonrisa irónica para dejar claro que no hay otro como él. Ocurra lo que ocurra, Usyk sabe que le debe todo a un deporte que le da "paz, tranquilidad y amabilidad". "Es lo que me hace ser quien soy", incide.

¿Ha pensado cuándo quiere dejar el boxeo?
Lo pienso a diario.
Muere el mexicano Israel Vázquez, ex campeón mundial de peso supergallo, a los 46 años

Muere el mexicano Israel Vázquez, ex campeón mundial de peso supergallo, a los 46 años

Actualizado Miércoles, 4 diciembre 2024 - 11:57

El mexicano Israel 'Magnífico' Vázquez, triple campeón del mundo de peso supergallo, ha muerto a los 46 años debido a un cáncer, informó este martes el Consejo Mundial de Boxeo (CMB).

"Israel por fin descansa en paz. Que Dios dé fuerza y apoyo a su esposa Laura, a sus hijos, familiares y amigos en estos difíciles momentos", escribió el presidente del CMB, Mauricio Sulaimán, en redes sociales.

"Gracias campeón por dejar una huella tan especial. Siempre serás 'El Magnífico", le reconoció el dirigente.

Vázquez, que poseía una temible combinación de velocidad de manos y potencia de pegada, comenzó en 1995 una carrera profesional cuya cumbre fueron los cuatro combates que protagonizó frente a su compatriota Rafael Márquez, en la que ambos se repartieron triunfos.

Los duelos que protagonizaron en 2007 y 2008 fueron reconocidos como las peleas del año.

En 2008, tras una de sus victorias frente a Márquez, Vázquez fue diagnosticado con un desprendimiento de retina que le mantuvo alejado de los cuadriláteros durante más de un año.

La victoria por nocaut de Márquez en su cuarta pelea en 2010 fue el último combate de Vázquez.

El púgil, que reveló el mes pasado que estaba luchando contra un sarcoma, terminó su carrera con un récord de 44 triunfos, 32 de ellos por nocaut, y cinco derrotas.

"Por siempre un campeón mundial y leyenda del boxeo", escribió el reputado entrenador Freddie Roach en una publicación de Instagram en la que lamentaba la muerte de Vázquez. "Uno de los mejores boxeadores con los que he tenido el privilegio de trabajar".

Jake Paul, la gallina de los huevos de oro que venció a Mike Tyson y al que reta medio mundo a pelear: "Cuatro años en esto y ya controlo el deporte"

Jake Paul, la gallina de los huevos de oro que venció a Mike Tyson y al que reta medio mundo a pelear: “Cuatro años en esto y ya controlo el deporte”

No habían pasado ni 24 horas de la golpiza que Jake Paul le propinó a Mike Tyson en el AT&T Stadium de Arlington cuando reapareció por redes sociales el vídeo del reto que el youtuber lanzó al ex campeón de los pesos pesados. Si pasaba del cuarto asalto, Tyson recibiría cinco millones extra a los 40 que se llevó de la pelea. Cosa que ocurrió.

Así, mientras el mundo del boxeo recuerda el bochornoso espectáculo que se vivió en Texas, Tyson puede ponerse a contar los numerosos fajos de billetes, como los que mostraba Paul en el vídeo del reto, que se llevó por sumar una nueva derrota a su cartilla y dejar su récord en 50 victorias y 7 combates perdidos.

El boxeador, ajeno a la controversia, explicó en redes sociales que el combate fue una de las situaciones en las que pierdes, pero aún así ganas. "Estoy agradecido por lo de anoche. No me arrepiento de haber subido al ring una última vez", comenzó para luego recordar que su vida corrió peligro por la úlcera que sufrió y que, además de retrasar la pelea, le obligó a recibir ocho transfusiones de sangre. "Que mis hijos me vean enfrentarme cara a cara y terminar ocho asaltos con un boxeador talentoso con la mitad de mi edad frente a un estadio lleno de los Dallas Cowboys es una experiencia que ningún hombre tiene derecho a pedir. Gracias", concluyó.

Apelación a Canelo

Pese a las críticas por un evento que congregó a más de 60 millones de hogares a través de Netflix y 72.300 en el estadio, la figura de Paul ha ganado relevancia en el mundo del boxeo tanto como promotor como púgil. El youtuber dispone de un récord de 11 victorias y una derrota. Esta última ante el boxeador Tommy Fury, hermano del ex campeón mundial de los pesados Tyson Fury, que cuenta sus combates por victorias, 10, y también tiene fama de mezclar deporte y espectáculo habiéndose enfrentado recientemente a otro youtuber, KSI.

Paul deja, tras el evento del pasado viernes, unas ganancias por su combate de 80 millones de dólares, 40 para él y otros tantos para Tyson, la mayor bolsa en boxeo femenino de la historia con 12 millones a repartir entre Katie Taylor y Amanda Serrano y una recaudación de 18 millones de dólares en ticketing (el doble de lo recaudado en la velada de boxeo más lucrativa de Texas), con entradas VIP de hasta dos millones.

La anterior velada con mayor recaudación en el estado americano fue la que reunió a Canelo Álvarez contra Billie Joe Saunders. Precisamente, el nombre del mexicano salió justo después de la pelea. Fue Paul el que le retó a un combate con una frase tan pomposa como real: "Canelo me necesita más de lo que yo lo necesito a él. Él quiere el dinero, así que sabe dónde encontrarlo". Para posteriormente asegurar que "sería la pelea más grande" incluso que la que realizó contra Tyson.

Momento de la pelea entre Tyson y Paul.

Momento de la pelea entre Tyson y Paul.Julio CortezAP

No obstante, el mexicano ha rechazado el reto de Paul argumentando que "no le interesa" porque es más un espectáculo que un verdadero combate. "Es bueno que Netflix esté involucrado, pero no en ese tipo de peleas. Creo que es más un espectáculo que una pelea. Eso es lo que pienso", expresó el boxeador.

Retos a Paul

Sin embargo, no todo el mundo del boxeo piensa igual y más tras observar las astronómicas cantidades que se han manejado en el Tyson vs Paul. Otro púgil mexicano afeó al youtuber su duelo con el ex campeón de pesos pesados de 58 años y le retó a subirse al ring con él. "Dices que puedes pelear con quien quieras, lo cual probablemente sea cierto por el dinero. Pero no lo haces con alguien que sí sepa cómo pelear, como Julio César Chávez Jr. Ya es hora, Jake", escribió el hijo de la leyenda del boxeo mexicano.

Otro que le retó fue el campeón indiscutido de peso semipesado, Artur Beterbiev. "Jake Paul, ¿qué puedes hacer en el ring contra el actual campeón indiscutido? Sólo quería hacerte saber que estoy abierto a cualquier sugerencia", escribió en redes el púgil ruso. El youtuber respondió con evasivas, pero con una realidad que quizás el mundo del boxeo actual no quiera ver. "Acabo de ver esto, un peleador que es Top 5 mundial libra por libra, retándome para pelear. Jajaja. Cuatro años en esto y ya controlo este deporte", escribió.

Paul es, sin duda, la gallina de los huevos de oro del boxeo actual. Boxeo o espectáculo, según los estándares de quien lo califique. No obstante, sus cifras aún no alcanzan las de Floyd Mayweather, Óscar de la Hoya, ya retirados, o el propio Canelo Álvarez. Money (dinero) Mayweather está en las cuatro peleas con mayor recaudación de la historia siendo su duelo contra Manny Pacquiao el más lucrativo. Ese combate en 2015 en el MGM Grand Garden Arena de Las Vegas, La Pelea del Siglo, tuvo unos ingresos totales de 814 millones de dólares, con una bolsa de más de 400 millones y una recaudación de más de 70 millones.

Una paloma de amuleto, Phil Collins y 'otro' mordisco: así fue "la pantomima" entre Mike Tyson y Jake Paul

Una paloma de amuleto, Phil Collins y ‘otro’ mordisco: así fue “la pantomima” entre Mike Tyson y Jake Paul

Cuesta mucho, tras digerir el combate entre Mike Tyson y Jake Paul, hablar de boxeo. No porque el primero no fuera uno de los mejores púgiles de la historia, ni tampoco porque el segundo no empiece a labrarse una imagen de algo más que un youtuber metido a combatir. Sino porque lo que se vio en el ring fue una "pantomima" a juicio de Jero García, entrenador y ex boxeador.

La pantomima empezó con Jake Paul entrando en el AT&T Stadium de Texas en un Chevy customizado junto a su hermano y la paloma del sudeste asiático, que regaló a Mike Tyson y este despreció, como mascota. Dijo el de Ohio que le costó "miles de dólares". Una cantidad irrisoria teniendo en cuenta los 40 millones que se llevó la madrugada del viernes al sábado tras vencer al de Brooklyn por decisión unánime. Solo en taquilla se recaudaron casi 18 millones de dólares, una de las mayores para una velada de boxeo de la historia. Entró al ring, además, bajo los acordes de la canción de Phil CollinsIn the air tonight que suena en el cameo del ex campeón mundial en la comedia Resacón en las Vegas. Paul se permitió, incluso, imitar los movimientos de Tyson en la película.

Entrada de Paul en el AT&T Stadium.

Entrada de Paul en el AT&T Stadium.CARLOS RAMIREZEFE

Luego resultó triste ver a "la persona más mala del planeta" aparecer solo hacia el ring, medio cojeando, con una rodillera en su pierna derecha tras haber mostrado el trasero en la entrevista previa al combate. Esa falta de movilidad le lastró durante toda la pelea, si es que se puede hablar de pelea. "Roza la indecencia que dejen boxear a alguien con 58 años de edad", explica Jaime Ugarte, periodista especializado en boxeo.

"Salieron a pegarse" cuenta García, aunque el propio Ugarte cree que había un pacto tácito de no agresión por "dejar un poco de dignidad al campeón". Las cifras no mienten: Paul tiró el triple de puñetazos de Tyson 278 frente a 97 de los que conectó 78 contra los 18 del de Brooklyn. En el porcentaje de acierto también vence el youtuber por 10 puntos, 28% vs 18%. La visión de Tyson, viendo pasar los asaltos sin intentar cerrar la distancia con el de Ohio fue una triste imagen para el que se hace llamar un "asesino nato". Tampoco ayudaba su constante mordida de la manopla que él justificó: "Tengo la costumbre de morderme los guantes, tengo una fijación con las mordeduras", dijo tras el duelo, con la media sonrisa que recuerda al incidente con Holyfield el año, precisamente, en que nació Jake Paul, 1997.

Clemencia con Tyson

Las esperanzas de contienda tras los dos primeros asaltos, pronto se desvanecieron, y la sensación al finalizar el combate es que Jake Paul "tuvo clemencia" con Tyson, según los expertos. "Al final, Jake Paul quiso cuidar a la leyenda", explica Jero. No hay más que ir a los 10 segundos finales del combate, que el youtuber empleó en hacer una reverencia a Tyson y éste, desconcertado, sin saber muy bien si saludarle o seguir bailando hasta el final de los 16 minutos acordados.

"Sólo intenté herirlo un poco, pero tenía miedo de hacerle daño. Sí, bajé el ritmo en los últimos asaltos porque quería darle espectáculo a los espectadores y no quería hacerle daño a alguien que no necesitaba ser herido", admitió el propio Paul tras la pelea pese a que, sobre la lona, dijera que intentó hacerle daño pero que tenía miedo que se lo hicieran a él.

La indignación creció tras el combate especialmente en redes sociales donde varios famosos como Earvin Magic Johnson criticaron el bochornoso espectáculo. "Qué triste. Apagué la televisión porque ya no podía verlo más. Es triste ver a Mike Tyson así porque fui a todas sus peleas. Esta pelea de esta noche no fue muy buena para el boxeo", expresó el ex jugador de Los Lakers.

El 'verdadero' combate

"Las comparaciones son odiosas", expresa Jero García sobre lo ocurrido en la velada del Tyson vs Paul. Para los expertos, el verdadero combate fue el que protagonizaron previamente Katie Taylor y Amanda Serrano, en el que se pusieron en liza los cinturones de superligero. "Lo bueno de ese circo es que permitió a las chicas conseguir la bolsa más grande de la historia", añade García. Se dice que ambas ganaron seis millones por una contienda que se llevó la irlandesa a los puntos pese al polémico cabezazo con el que abrió la ceja a la puertorriqueña.

De una verdadera contienda a un show. Un show que Tyson amenazó con repetir pese a haber sumado la séptima derrota en su tarjeta, además, contra el propio hermano de Jake, Logan. El de Ohio, en cambio, quiere ahora desafiar a Canelo Álvarez. "Rompimos Netflix, la mayor pelea en EEUU, 20 millones de dólares. Todo el mundo está en la lista, no voy a dar nombres concretos... Canelo, me necesita, más de lo que yo lo necesito a él. Él quiere el dinero, así que él sabe dónde encontrarlo", se la tiró Paul al boxeador mexicano tras su undécima victoria.

Un viejo Mike Tyson recibe una paliza del respetuoso Jake Paul, aunque consigue aguantar de pie: "Estoy contento"

Un viejo Mike Tyson recibe una paliza del respetuoso Jake Paul, aunque consigue aguantar de pie: “Estoy contento”

Fue un triste espectáculo acrecentado más por el nombre que por la persona, por las palabras que por los hechos. No hubo pelea. Mike Tyson no quiso o no pudo y Jake Paul decidió respetar a la leyenda. No quiso humillarla. Tyson ya no es la persona más mala del planeta, no se le acerca porque la edad, como muchos intuían, no perdona. Pese a que Paul hablara del miedo que le tenía y fuera haciendo rodar la bola de nieve, ésta se derritió en el contacto con los focos del AT&T Stadium de Texas.

Sobre el papel hacían falta agallas para subirse a un ring ante un "asesino nato", como el propio Tyson se califica. Había que ser muy osado para desafiar al que fuera el campeón de boxeo más joven de la historia con tan solo 20 años y cuatro meses y había debutado como profesional con apenas 18 años. Pero, cuando Mike Tyson subió poco después de las 6 de la mañana españolas al cuadrilátero ya habían pasado casi 40 años de aquello y otros 20 desde su último combate.

Jake Paul nació el año en que Tyson arrancaba un trozo de oreja a Evander Holyfield en su revancha del MGM Grand de Las Vegas. Iron Mike no era ya el boxeador que llegó a encadenar 19 victorias seguidas por ko y, desde luego, no lo era esta madrugada del viernes al sábado en que por 80 millones de dólares decidió volver al ring en una pelea profesional, 7.097 días después, retado y finalmente apalizado por el youtuber.

A las 6.03 de la mañana en España volvían los pies de Mike Tyson a pisar un ring. Esos que pisó Paul en el careo de la pelea y que le costó al youtuber un bofetón que dio la vuelta al mundo. Ya no había espacio para bofetones, serían los guantes de 14 onzas, 4 más de los habituales, los que marcarían la contienda de ocho asaltos de dos minutos, que fue calificada de "circo" por muchos expertos y para la que Tyson debió de pasar unas pruebas especiales de la Comisión de Texas para poder pelear. Los expertos no se equivocaban.

Paul eleva el brazo en señal de victoria.

Paul eleva el brazo en señal de victoria.DUSTIN SAFRANEKEFE

Ambos en poco más de 103 kilos, Paul contaba con un mayor alcance que Tyson, unos 12 centímetros, además de mayor altura cosa que aprovechó en los 16 minutos de combate. Ventajas nada desdeñables si se suman a la edad de ambos, 58 contra 27 años, lo que hacía presagiar que el de Brooklyn buscaría finalizar al chico problemático en los primeros asaltos frente a las 80.000 gargantas que jaleaban en el AT&T Stadium.

Así, empezó Paul el primer round precavido, especialmente después de recibir el primer jab de Tyson, como sorprendido por la potencia del neoyorquino. El youtuber combinó huidas con abrazos hasta que pudo soltar su primer crochet de derechas, que sintió el ex campeón. Después, fueron más los golpes al cuerpo que los que buscaron la cabeza del oponente. Se querían quitar el aire mutuamente.

Las fuerzas de Tyson tanto físicas como psicológicas no pasaron del segundo asalto. Tampoco su coordinación, propia de un señor de 60 años. Una vez Paul perdió el miedo a la leyenda, comenzó a bailar a su alrededor y a golpearle sin oposición. Combinaciones sin respuesta, ganchos y jabs sin defensa pese a que Tyson se mantenía mordiendo el guante para, probablemente, recordar el mantener la guardia alta y evitar ser noqueado.

Ese y no otro pareció el objetivo de Tyson en la pelea. Si no, no tiene explicación que, en ocho asaltos, apenas conectase 18 golpes y lanzase 97, por los 78 de 278 de su rival. Era una auténtica paliza, pero con el respeto del niño a la leyenda, de la persona el mito. Eso fue lo único que evitó que el de Brooklyn besara la lona, aunque se tambaleó en un par de crochets de derecha de Paul.

"Estoy contento" decía Tyson tras ver como el árbitro de la contienda, Mark Calo Oy, elevaba el brazo de Paul por decisión unánime de los jueces. "No tengo que probar nada ante nadie, solo a mi", expresaba el ex campeón. Desde luego no lo hizo, hasta el punto de que el propio Paul continuó con su respeto a Iron Mike diciendo que seguía siendo "la persona más mala del planeta". "Intenté hacerle daño, pero tenía miedo de que me lo hiciera a mi", concedía el youtuber ante un atónito público.

Gran combate femenino

Venía el show del verdadero gran combate de boxeo de la noche, la revancha entre Katie Taylor y Amanda Serrano por el título indiscutido de los pesos superligeros. Dos peleadoras muy duras con cartillas casi inmaculadas. Un combate que fue marcado por una terrible brecha en la ceja de la puertorriqueña, que el equipo médico decidió ignorar. La irlandesa, que fue la responsable del corte tras uno de los múltiples cabezazos, perdió un punto por seguir usando la misma táctica durante los 10 asaltos. Pero le sirvió, porque Taylor mantuvo sus tres cinturones ante una atónita Serrano por decisión unánime pese a que la puertorriqueña conectó 100 golpes más.

La velada, segundo gran evento retransmitido por Netflix en abierto para sus suscriptores, tuvo muchos problemas de emisión. Hubo varios cortes, probablemente debido a la expectación que generó esta velada entre los más de 282 millones de abonados que cuenta la plataforma en todo el mundo. No todos los días se podía presenciar la vuelta de un mito al cuadrilátero y otras leyendas como Shaquille O'Neal o Robert Gronkowski, tetracampeones de la NBA y NFL respectivamente, así como multitud de actores y personalidades quisieron verlo en directo.

Disfrutaron poco. Aquello, como se presagiaba, no fue un combate de boxeo pese a que contara como tal. De hecho, Paul eleva a 11 sus triunfos y Tyson suma 7 derrotas de manera oficial. "No creo que sea mi última vez", sorprendía Tyson al finalizar el combate y retaba al hermano de Paul. "Te mato", respondía Logan. Visto lo visto, hay que creer más al youtuber que a aquel boxeador que lleva desde 2011 en el salón de la fama.

Casi 60 años, 80 millones de dólares y la amenaza del 'youtuber' Jake Paul: la vuelta de Mike Tyson al cuadrilátero

Casi 60 años, 80 millones de dólares y la amenaza del ‘youtuber’ Jake Paul: la vuelta de Mike Tyson al cuadrilátero

Hace 20 años, Mike Tyson (Nueva York, 1966) rechazó volver al ring porque "no tenía agallas para luchar". Todo el mundo esperaba su venganza ante el irlandés Kevin McBride, pero Iron Mike decidió que no podía seguir compitiendo: "No puedo seguir mintiéndome", declaró. 24 horas de cárcel (ya había estado tres años previamente), múltiples viajes y apariciones en programas de baile después, Tyson volverá a calzarse los guantes ante un rival que estaba en primaria cuando el hombre más malo del planeta cayó noqueado en el sexto asalto de su última pelea oficial.

El combate ante el youtuber Jake Paul será la madrugada del viernes al sábado en el AT&T Stadium de Arlington, Texas, tras un aplazamiento porque el que fuera campeón de los pesos pesados sufrió una úlcera intestinal que le tuvo vomitando sangre unos días y que le obligó a recibir hasta ocho transfusiones. La enfermedad le hizo perder 11 kilos en 11 días y, con ellos, todo el entrenamiento que había realizado para la fecha inicialmente prevista, el 20 de junio.

Así, el neoyorquino volvió al gimnasio de los Raiders (franquicia de la NFL) en Las Vegas cedido por su amigo y máximo accionista del equipo, Mark Davis, dispuesto a volver a ponerse en forma para una pelea que estará inscrita en el registro profesional, así que contará para su récord que se sitúa en 50 victorias, 44 de ellas por KO, y seis derrotas. El combate será a ocho asaltos de dos minutos y se producirá con guantes de 14 onzas, 4 más de las que se usan en los pesados.

Preparación seria

"Mike es una obra maestra", dice Rafael Cordeiro, uno de sus entrenadores, a una publicación americana respecto a un boxeador que, aseguran, se está tomando el entrenamiento más seriamente que en su época como profesional. Cada día, el ex campeón de los pesados corre seis kilómetros, hace 7.000 tracciones de remo y realiza sparring para recordar algo que tiene marcado a fuego en su cerebro: boxear.

En más de una ocasión, el propio Tyson ha dicho que peleaba contra sus demonios mientras que en su vuelta contra Paul asegura que lo hace por su autoestima. Esa que siempre ha tenido por las nubes desde que salió de Brooklyn. "A veces siento que no soy nada, así que dejadme hacer esto", explicó en una entrevista previa al combate.

Entrenamiento de Tyson antes de la pelea ante Paul.

Entrenamiento de Tyson antes de la pelea ante Paul.Julio CortezAP

No obstante, romanticismos aparte, la bolsa de la pelea es una razón poderosa para que vuelva al ring. Pese a haber estado arruinado en varias ocasiones, en parte por excentricidades como regalar anillos de 60.000 euros a la que hoy es su mujer, Kiki, o tener tigres de Bengala en su mansión de Las Vegas, Tyson ha afirmado que no retoma los guantes por dinero.

Sin embargo, se rumorea que cada contendiente recibirá en torno a 40 millones de dólares en una pelea que se retransmitirá en directo por Netflix sin ningún tipo de pay per view, algo bastante extraño en el mundo del boxeo. Además, se habla de un evento en el que habrá localidades VIP de hasta dos millones de dólares. Todo esto ha hecho que muchos expertos califiquen a esta pelea como "el mayor espectáculo circense del boxeo".

El niño problemático

Esto y la personalidad del rival. El niño problemático, Jake Paul, de 27 años, es un youtuber, actor y cantante que ha derivado su carrera hacia diversas peleas de boxeo, primero ante personalidades diversas y, últimamente, ante peleadores de artes marciales mixtas y boxeadores profesionales. Resulta curioso que Paul fue telonero de Tyson en un combate de exhibición que el ex campeón de los pesados realizó ante Roy Jones Jr en 2020 y se enfrenten juntos este sábado pese a sus 31 años de diferencia de edad. El récord del púgil de Cleveland es de 10 victorias y solo una derrota.

Jake Paul guantea en la previa de la velada ante Tyson.

Jake Paul guantea en la previa de la velada ante Tyson.Julio CortezAP

"Tengo que estar alerta. Este es un hombre aterrador. Es un asesino y todavía tiene todo su poder", expresó Paul sobre su rival días antes del combate tras ver los vídeos de los entrenamientos de Tyson. También reveló que su madre dice sentirse "preocupada" por lo que pueda ocurrir sobre el cuadrilátero del AT&T Stadium. No obstante, las apuestas dan favorito al 'niño problemático' frente al Terror del Garden.

Los antecedentes de retornos a esas edades no son buenos para Tyson. Evander Holyfield, rival al que arrancó un trozo de oreja en el combate entre ambos, apenas duró dos minutos sobre el tapete cuando volvió a la misma edad que el de Brooklyn en 2021. No obstante, Iron Mike lo tiene claro: "Es lo que quiero hacer; es parte de quién soy. Busco mi gloria... Va a ser increíble". Palabra de campeón.

El hombre que evitó la ruina y el suicidio promocionando el deporte más sangriento: "Recibir el primer golpe es como ser apuñalado con 1.000 cuchillos"

El hombre que evitó la ruina y el suicidio promocionando el deporte más sangriento: “Recibir el primer golpe es como ser apuñalado con 1.000 cuchillos”

Estamos en 2016, David Feldman se siente atrapado en un enorme sufrimiento que le lleva incluso a planear su muerte . Hay 282 dólares en su cuenta corriente y le habían diagnosticado un cáncer hace unos meses. Entonces, el joven luchador y promotor se acuerda de cómo su madre, pese a estar tetrapléjica anclada en una silla de ruedas, seguía luchando.

Así que Feldman, tras abandonar la idea del suicidio se pone a perseguir el sueño que le inspiró el púgil canadiense de boxeo sin guantes Bobby Gunn, con el impresionante récord de 73-0. No se trata sólo de promocionar peleas, algo que ya hacía y que le había llevado a la ruina, se trataba de crear algo nuevo. Algo violento y, a la vez, muy atractivo. Nacía Bare Knuckle Fighting Championship, el deporte de combate con el crecimiento más rápido del mundo, según su propio slogan.

La empresa creada por David Feldman y a la que se ha sumado recientemente Connor McGregor tenía unos 500.000 euros de beneficio en 2018, año de su fundación, hoy está valorada en más de 400 millones de euros. De los tres eventos que celebró aquel año, se han pasado a los 42 previstos en ocho países alrededor del mundo. Este sábado llega a España. "Bare Knuckle es la forma más pura de pelea. No solo respaldo el producto, también a la gente que está detrás. Es un deporte que está creciendo y con mi ayuda subirá como un cohete a la luna", contó McGregor en la presentación de la velada en nuestro país.

David Feldman (izq.) en la plaza de toros de Marbella.

David Feldman (izq.) en la plaza de toros de Marbella.Instagram

El Bare Knuckle, nudillos desnudos en castellano, es un tipo de boxeo en el que los púgiles se enfrentan durante 5 asaltos de dos minutos en un ring circular de cuatro cuerdas. Lo hacen, claro, con las manos descubiertas o, como mucho, con un mínimo vendaje. Y el tiempo de recuperación tras besar la lona es de 10 segundos como en el boxeo tradicional. "Recibir el primer golpe es como ser apuñalado con 1.000 cuchillos", decía Shaun Smith, uno de los promotores de este deporte en Reino Unido.

Son, precisamente, las islas británicas las originarias de este boxeo a finales del siglo XVII y el primer campeón de la modalidad fue James Figg en 1711. Lo que pasa es que el deporte desapareció a finales del XIX hasta que volvió, de manera oficial, al Reino Unido en 2015 y lo popularizó Feldman a partir de 2018.

Fue un proceso muy difícil el que siguió Feldman para convertir este deporte en lo que es hoy en día. En sus inicios en Estados Unidos estaba terminantemente prohibido, por lo que muchos inversores no confiaron en la idea del otrora púgil. Entonces, Feldman encontró un resquicio en el estado de Wyoming y el resto es historia.

"No conseguirás sacarlo adelante", asegura que le dijo Dana White, promotor de la UFC, sobre esa modalidad tras la primera pelea que promocionó Feldman. "No es lo mismo que te dijeron a ti", dice el actual magnate del Bare Knuckle que le respondió sobre el nacimiento de la la liga de MMA que hoy disputa el campeón hispanogeorgiano Ilia Topuria.

Franco Tenaglia, campeón europeo de peso ligero.

Franco Tenaglia, campeón europeo de peso ligero.Bare Knuckle

En Bare Knuckle Boxing tienen contrato más de 350 luchadores contando todas las categorías. En la cita española de esta noche, destaca el enfrentamiento entre el argentino, español de adopción, Franco Tenaglia, campeón europeo con un récord de 3-0, y el estadounidense Tony Loco Soto, con 6-0. Ambos se disputan el cinturón del peso ligero. Tenaglia, por cierto, comparte gimnasio, el de los hermanos Climent, con Topuria en Alicante. "Yo vengo de las calles. Represento a España y Argentina. Le voy a hacer sufrir", explicó el luchador en la presentación del combate.

Este evento en Marbella es solo el primer paso que David Feldman y Connor McGregor quieren dar en España. El siguiente, y no pequeño, es aterrizar en la capital y se especula el Santiago Bernabéu en 2025. "Estamos buscando algo grande para junio del año que viene en Madrid. Pensamos que tendremos 50-60.000 espectadores", apuntó Feldman previo a la velada.

Desde las 19.00 de la tarde la sangre volverá a la plaza de toros de Marbella, pero no será la de un astado sino la de los púgiles que se pegarán durante 10 minutos con las manos descubiertas. Tenaglia y Soto es la contienda principal, pero habrá hasta 11 peleas en las que habrá seis luchadores representando a nuestro país.