La Fiscalía recurre la sentencia de Rubiales y pide condenarle a dos años y medio de cárcel o repetir el juicio por el beso a Jenni Hermoso

La Fiscalía recurre la sentencia de Rubiales y pide condenarle a dos años y medio de cárcel o repetir el juicio por el beso a Jenni Hermoso

La Fiscalía de la Audiencia Nacional ha presentado este jueves un recurso de apelación contra la sentencia que condenó a Luis Rubiales a una multa de 10.800 euros por el beso a la jugadora Jenni Hermoso en la final del Mundial.

El Ministerio Público plantea tres opciones a la Sala de lo Penal de la Audiencia: que directamente eleve la pena hasta los dos años y medio de prisión, que acuerde la repetición del juicio con un nuevo juez y que ordene al mismo magistrado que dicte una nueva sentencia corrigiendo los errores que detecta.

El recurso de la teniente fiscal Marta Durántez considera que el juez Central de lo Penal no aplicó correctamente al caso los delitos de agresión sexual y de coacciones. Pide a la Sala que lo haga y dicte una sentencia que imponga al presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) un año de cárcel por el primero y año y medio por el segundo.

El mismo recurso plantea otra posibilidad al tribunal encargado de revisar la sentencia: que anule el juicio y ordene su repetición por parte de un nuevo magistrado. Alega para ello que hubo prueba "indebidamente denegada" por el juez. Y que, "indebidamente" también, el magistrado denegó muchas de las preguntas del Ministerio Público en la vista oral.

Otro motivo para anular el juicio es que la actuación del magistrado en la vista oral reflejó una falta de apariencia de imparcialidad. "Se utilizó de forma reiterada un tono irrespetuoso con las acusaciones y en concreto con la Fiscal ahora recurrente, haciendo imposible el desarrollo de su función", protesta Durántez.

Añade que tuvo que aguantar "estoicamente" insinuaciones ofensivas de los letrados de las defensas sobre su actuación, como la de aplicar el derecho penal de autor, propio de la Alemania nazi. Cierra este punto la fiscal diciendo que nunca antes había visto a los acusados despedirse dando la mano al juez.

La tercera posibilidad que plantea el Ministerio Público en su apelación es que la Sala estime que el magistrado dictó sentencia sin tener en cuenta algunas de las pruebas que esgrimía. Por ello, el mismo juez debería dictar otra sentencia en la que sí haga una valoración de todos esos elementos omitidos en la primera.

"El Juzgador no hace mención alguna en la sentencia a varias cuestiones fundamentales sobre las que se practicó prueba en el acto del juicio, como si tales pruebas no hubieran existido, pues no hace referencia alguna a ellas, no las valora, ni en un sentido ni en otro, porque ni las refiere", dice la teniente fiscal.

El pasado 20 de febrero, el magistrado José Manuel Clemente condenó a Rubiales a 18 meses de multay le absolvió de las coacciones posteriores a la jugadora de la selección de fútbol. Los otros tres acusados por las coacciones también fueron absueltos y para ellos pide igualmente la fiscal que se les condene a año y medio de prisión. Se trata del ex entrenador de la Selección femenina Jorge Vilda y los ex empleados Albert Luque y Rubén Rivera.

El juez condena a Luis Rubiales a una multa de 10.800 euros por el beso a Jenni Hermoso y le absuelve del delito de coacciones

El juez condena a Luis Rubiales a una multa de 10.800 euros por el beso a Jenni Hermoso y le absuelve del delito de coacciones

La Audiencia Nacional ha condenado a Luis Rubiales a una multa de 10.800 euros por un delito de agresión sexual al Jennifer Hermoso. El juez Central de lo Penal, por el contrario, ha absuelto al ex presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) del delito de coacciones a la jugadora.

La sentencia por el beso que Rubiales dio a la jugadora tras la victoria en el Mundial de Fútbol, el 20 de agosto de 2023 en Sídney (Australia) también le prohíbe acercarse a 200 metros de Hermoso y comunicarse con ella durante un año.

Del delito de coacciones también habían sido acusados el ex seleccionador femenino Jorge Vilda, el ex director de Fútbol de la sección masculina Albert Luque y el que fuera responsable de marketing de la Federación Rubén Rivera. Los tres han resultado absueltos. Se les acusaba de haber presionado a Hermoso para que restara públicamente importancia al beso y dijera que había sido consentido, algo que la jugadora negó rotundamente en el juicio.

La sentencia del magistrado José Manuel Clemente no es firme y puede ser recurrida tanto por la defensa de Rubiales como por las acusaciones ante la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional. Además de la Fiscalía, ejercía la acusación particular la propia jugadora y la acusación popular la Asociación Española de Futbolistas (AFE).

La condena por el delito de agresión sexual que se considera cometido es de 18 meses de multa con una cuota diaria de 20 euros, lo que se traduce en una cifra total de 10.800 euros. Eso supone que el magistrado ha optado por la posibilidad que prevé el Código Penal de que, teniendo en cuenta "la menor entidad del hecho", las penas de prisión inicialmente previstas (de uno a cuatro años) queden en multa de 18 a 24 meses. El juez ha impuesto la menor duración posible.

El Supremo anula la condena a Louzán, que podrá seguir como presidente de la Federación

El Supremo anula la condena a Louzán, que podrá seguir como presidente de la Federación

La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo, tras la vista celebrada en la mañana de ayer, ha anulado este jueves la condena a siete años de inhabilitación para cargo público contra el presidente de la Federación Española de Fútbol, Rafael Louzán, por un delito de prevaricación cometido cuando estaba el frente de la Diputación de Pontevedra.

Esta decisión, tomada por unanimidad por los cinco magistrados de la Sala, corrige la sentencia por la que Louzán fue condenado en 2022 por la Audiencia Provincial de Pontevedra a esos siete años de inhabilitación por unos hechos acaecidos en 2013. Louzán, presidente entonces de la Diputación de Pontevedra y del Partido Popular de esa provincia, votó a favor de conceder a una constructora una subvención de 86.311 euros para unas obras de mejora en el campo de fútbol de Moraña que, en su mayor parte, ya estaban ejecutadas.

El tribunal considera que los hechos probados "no constituyen delito de prevaricación". Dice la sentencia que las obras fueron lícitas y no producto de "la connivencia entre los involucrados". Señala también que este delito requiere "no sólo la existencia de una resolución arbitraria, sino emitida para producir un resultado materialmente injusto". Y este último requisito no se cumple porque en este caso "la Administración contratante estaba obligada a abonar las obras ya realizadas".

Añaden los magistrados que las obras se habían facturado "conforme a los precios de mercado" y que Louzán "supo de su existencia cuando ya estaban terminadas". "En tal coyuntura", prosiguen, "el presidente no podía ordenar la demolición de unas modificaciones al proyecto que estaban ya ejecutadas, pues hubiera supuesto, además de la pérdida del servicio que iban a prestar las obras no previstas, la obligación de pagar al contratista una indemnización por los trabajos desmantelados y por los gastos de derrumbe".

Por el contrario, sostienen que "la obligación impuesta por el ordenamiento jurídico" no era demoler nada, sino "el pago de las modificaciones desarrolladas".

El tribunal precisa que el hecho de descartar la relevancia penal de los hechos no impide que, debido al procedimiento empleado para el pago, se pueda indagar si hubo "responsabilidades administrativas o contables" si así se estima conveniente.

La decisión del Alto Tribunal supone un respiro para el gallego que, en el caso de haber visto ratificada la sentencia, estaba obligado a dimitir como presidente en virtud del artículo 60.6 de la Ley del Deporte, que dice así: "Cuando la persona titular de la presidencia o cualquier miembro de la junta directiva de una federación o liga profesional sean condenados por sentencia firme, deberán abandonar el cargo de forma inmediata, notificando tal circunstancia al Consejo Superior de Deportes".

También en virtud de los propios Estatutos de la Federación, que en su artículo 19, referido a los requisitos para ostentar la condición de miembro de los órganos de la RFEF, establece, en su punto cuarto, lo siguiente: «No estar inhabilitado para desempeñar cargos públicos».

La Ministra de Deportes, Pilar Alegría, dijo la semana pasada que, si el Supremo ratificaba la condena, debían producirse nuevas elecciones en la Federación. De momento, no tendrá que enfrentarse a esa situación y no tendrá que ser el cuarto presidente de la Federación que sale por la puerta de atrás, de forma abrupta, como hicieron Ángel María Villar, Luis Rubiales y Pedro Rocha.

El hermano de Jenni Hermoso sobre las coacciones: "Vilda me dijo que tuviéramos en cuenta las consecuencias tanto personales y como profesionales que todo esto pudiera tener"

El hermano de Jenni Hermoso sobre las coacciones: “Vilda me dijo que tuviéramos en cuenta las consecuencias tanto personales y como profesionales que todo esto pudiera tener”

El hermano de Jennifer Hermoso ha relatado este miércoles en el juicio por el beso de Luis Rubiales las presiones para que la jugadora restara importancia al incidente. Rafael Hermoso ha relatado un episodio en el avión de vuelta de Sídney en el que el seleccionador femenino, Jorge Vilda, se acercó a hablar con él.

Tras unos minutos con tono de "peloteo" sobre lo bien que había jugado su hermana, el hoy acusado abordó el tema del beso, que describió como algo "consentido" y "una nimiedad": Me dijo que están las hijas [de Rubiales] llorando y él está con una preocupación porque cree que su cargo puede estar en peligro. Palabra textuales".

El seleccionador le indicó que le mandaba el propio presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) para que convenciera a Jenni de hacer un vídeo conjunto

Me dijo que era lo mejor para todos. Le pregunté que para quién. Dijo que si esto sigue se va ase hace mas grande y va a perjudicar a todos. Dejó caer que [...] si colaboraba le iba a ir bien y tenía las puertas de la federación abiertas, pero que si no, no se sabía qué podía pasar". Esa fue una de las primeras "píldoras" que le soltó el seleccionador de su hermana.

La Fiscalía de la Audiencia Nacional, la propia jugadora y la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) acusan a Rubiales y a Vilda de un delito de coacciones y reclaman una año y medio de prisión (para Rubiales, otro año más por el beso).

La teniente fiscal, Marta Durántez, le ha pedido que volviera a indicar el mensaje que le trasladaba el seleccionador femenino. "Como que si se complicaba y caían cabezas las cosas no iban a ir bien para ella", ha indicado Rafael Hermoso.

"¿Le dijo que no iba a ir bien para ella?", ha insistido la fiscal. "Sí, claro", ha ratificado el testigo, antes de añadir cuál fue "la última frase" de Vilda en esa conversación del avión: "Que tuviéramos en cuenta las consecuencias tanto personales y como profesionales que todo esto pudiera tener para mi hermana".

Sobre sus declaraciones a los medios de comunicación restando importancia al beso y negando las presiones, el testigo ha afirmado que "mintió" para "proteger" en esos momentos a su hermana.

"Salió la palabra asco"

La defensa de Vilda le he exhibido imágenes de una entrevista a Antena3 que no se llegaron a emitir. "Se esta diciendo que los familiares recibimos también coacciones. Yo con Vilda hablé en cuatro ocasiones y en ningún momento él vino a decir nada de esto", dice el testigo en la grabación emitida en la sala del juicio.

Cuando el letrado Luis Jordana le ha pedido que aclarara la contradicción entre esas palabras y su declaración de hoy, responde: "Para proteger a mi hermana mentí. En la televisión mentí". Para protegerla, ha dicho, de lo que podía hacerle la federación, de la que tenía represalias.

El abogado ha subrayado la incoherencia de que en el vídeo defienda a Vilda por las posibles represalias, pero no a Rubiales, que era el máximo responsable de la RFEF. El testigo ha indicado que él a Vilda lo conocía y a Rubiales no.

El hermano ha relatado el momento en el que su hermana le contó el episodio del beso, cuando pudieron bajar al campo a felicitarlas. "Me dice ¿has visto que me ha dado un beso en la boca? [...] ¿Qué voy a hacer?, ha usado la fuerza, ha cogido la cara, la cabeza y me ha dado un beso [...]. Salió la palabra asco".

También ha descrito la siguiente vez que vio a su hermana, ya en el aeropuerto, después de que la llevaran a una sala para intentar resolver el asunto. "Ya viene con el morro un poco torcido. Medio llorando, nos dijo que la estaban presionando para salir y que le restara importancia al hecho del beso".

Presiones de Luque

También ha testificado en la tercera jornada de juicio la portera de la selección, María Isabel (Misa) Rodríguez, primera jugadora en hacerlo. Ha recordado que en el autobús al aeropuerto notó rara a su compañera. "La veo anímicamente mal, como dispersa. No estaba en la celebración. Jenni es una persona alegre, que disfruta el momento, y la noté que no estaba, que estaba pensando en otras cosas, cabizbaja".

El el vuelo a España la vieron "llorosa" tras una conversación con Rubiales. "Nos dijo que se sentía presionada porque le estaban diciendo que hiciera un vídeo que ella no quería".

La testigo ha mencionado a otro acusado por las coacciones, el entonces director deportivo de la selección masculina, Albert Luque. Fue en los días que pasaron en Ibiza como premio por el Mundial. "Ella sigue cabizbaja, la veía ida. Resultó que seguía recibiendo presiones, en este caso de Albert Luque, que insistía en hablar con ella. Nos lo cuenta en la hamaca".

El cuarto acusado es el ex responsable de Marketing Rubén Rivera, a quien la testigo también vio contactar con Hermoso en las vacaciones de Ibiza.

Luis de la Fuente niega haber participado en el gabinete de crisis de Rubiales tras el beso a Jenni Hermoso y la fiscal le acusa de "falso testimonio"

Luis de la Fuente niega haber participado en el gabinete de crisis de Rubiales tras el beso a Jenni Hermoso y la fiscal le acusa de “falso testimonio”

El seleccionador nacional de fútbol, Luis de la Fuente, se ha desmarcado este martes en la Audiencia Nacional de la reunión en la que Luis Rubiales abordó en su despacho la crisis tras el beso de Jennifer Hermoso.

"Yo únicamente fui a hablar de fútbol", ha dicho a preguntas de la Fiscalía en la segunda jornada de juicio por agresión sexual y coacciones contra el ex presidente de la Federación Española de Fútbol. De la Fuente ha asegurado que él estuvo todo el tiempo "en un despacho colindante más pequeño", no en el principal de Rubiales en el que se estaba tratando el contenido del informe de Integridad sobre el incidente en el podio de Sídney.

La teniente fiscal, Marta Durántez, ha cuestionado su versión y planteado un posible "falso testimonio", resaltando que otros testigos le han situado en esa reunión. De la Fuente se ha mantenido: "Yo estaba ahí [en el despacho anexo] para cuando el presidente podía atenderme. Él estaba con otros asuntos y cuando tenía tiempo venía, me dedicaba tiempo a mí. Hablamos de lo nuestro, de la convocatoria pendiente, viajes, de muchísimas cosas".

También negó haber coincidido en ese gabinete de crisis del 25 de agosto con la responsable de Comunicación de la selección femenina, Patricia Pérez, que testificó el lunes y dijo haber estado con él. De la Fuente ha repetido que no era así, el juez José Manuel Clemente ha resaltado que ya había contestado y la teniente fiscal ha cuestionado que el testigo estuviera diciendo la verdad.

Fiscal: "Señoría, existe también el falso testimonio...".

Juez: "No podemos poner un foco a este chico para que diga lo que queremos".

Fiscal: "La relevancia que tiene que los testigos en un juicio digan la verdad...".

Juez: "Queréllese contra este chico, pero continuemos el juicio".

Será el final del juicio cuando la teniente fiscal deberá decidir si pide formalmente al juez Central Penal de la Audiencia que en su sentencia remita las declaraciones de De la Fuente a los juzgados para investigar un falso testimonio.

El informe que se estaba abordando en la reunión en el despacho de Rubiales formaba parte, según las acusaciones, de los movimientos para desactivar la polémica y la posible denuncia de Hermoso. Y por tanto del delito de coacciones por el que acusan.

El seleccionador es uno de los cinco testigos citados hoy. Antes había declarado el entonces director de comunicación de la RFEF, Pablo García Cuervo, despedido dos meses después de los incidentes a petición de las jugadoras.

García Cuervo también ha mantenido un tenso interrogatorio con la teniente fiscal en torno al comunicado que preparó con declaraciones de Jennifer Hermoso para intentar frenar la polémica. El tono de las preguntas de la teniente fiscal ha llevado al juez a recordar al testigo que no estaba allí como acusado y que podía "estar tranquilo".

El testigo ha alegado que aunque no habló con la jugadora para elaborar el texto solo empleó frases suyas en una entrevista radiofónica. Y que, aunque "con desgana", ella "dio el ok" al texto. La fiscal ha cuestionado que preparara la nota sin haber hablado antes con la jugadora, pese a que tenía fácil acceso a ella.

Jenni Hermoso rebate la estrategia de Rubiales: "No tengo que estar llorando en la habitación ni tirarme al suelo para dar a entender que no me gustó"

Jenni Hermoso rebate la estrategia de Rubiales: “No tengo que estar llorando en la habitación ni tirarme al suelo para dar a entender que no me gustó”

El juicio por el beso mundial a Jennifer Hermoso comenzó ayer con la jugadora respondiendo preguntas durante más de dos horas. Tiempo de sobra para dejar claro a la fiscal que «en ningún momento» consintió el beso de Luis Rubiales y para responder a la estrategia con la que el ex presidente de la Federación Española de Fútbol quiere esquivar la condena por agresión sexual. «Sí que me gustaría decir si puedo», dijo interrumpiendo a la abogada del acusado, «que mi actitud de cómo esté no quita lo que yo siento. Y también que no tengo que estar llorando en una habitación ni haberme tirado al suelo cuando pasó el acto para dar a entender que eso no me gustó».

En sus respuestas a la abogada Olga Tubau, la futbolista casi miraba también a los ojos a Rubiales, porque el juez Central de lo Penal, José Manuel Clemente, había autorizado a los acusados sentarse en los estrados junto a sus letrados.

Para cuando la denunciante aclaró su comportamiento en las primeras horas tras los hechos, Hermoso había explicado ya cómo había vivido lo sucedido en el podio de Sídney el 20 de agosto de 2023: «Tocaba pasillo de saludar a las autoridades. Saludé a la Reina, saludé a la hija y lo siguiente fue encontrarme con Luis Rubiales. Nos abrazamos, yo le dije, 'la que hemos liado' y entonces él pegó el brinco y a la bajada me dijo 'hemos ganado este Mundial gracias a ti'. Y lo siguiente fueron sus manos en mis orejas y el siguiente el beso».

«No pude reaccionar en ningún momento», prosiguió. «Sentí que estaba fuera de contexto totalmente, sabía que me estaba besando mi jefe y esto no debe ocurrir en ningún ámbito social ni laboral».

La futbolista respondía así a las preguntas de la teniente fiscal de la Audiencia, Marta Durántez, que reclama para Rubiales un total de dos años y medio de prisión: uno por el beso a la jugadora (agresión sexual) y uno y medio por las presiones para que no denunciara (delito de coacciones). La propia Hermoso ejerce la acusación particular y pide la misma pena, al igual que la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE)

Sin influencias

Las primeras preguntas de la teniente fiscal han ido dirigidas a desactivar otra de las líneas de defensa: que Hermoso se decidió a denunciar por las presiones de la Fiscalía. La jugadora lo ha negado. Era su idea «desde el primer día». El delito de agresión sexual requiere la denuncia de la víctima para que se pueda seguir penalmente; si ella no denunciaba, la teniente fiscal no podía actuar.

En sus respuestas posteriores, la jugadora expresó sus sensaciones tras el beso. «Me sentí poco respetada. Fue un momento que manchó uno de los días más felices de mi vida y para mí es importante decir que en ningún momento busqué este acto ni mucho menos me lo esperé. Se me faltó al respeto», dijo a la pregunta de si se había sentido «violentada en su integridad sexual como mujer».

La fiscal ha hecho diversas preguntas en torno a la existencia o no de consentimiento. «¿Le dijo te puedo dar un beso, un piquito?». «En ese momento ni escuché ni entendí nada. [...] Ni sentí ni vi gestualizar con su boca ningún tipo de pregunta».

Más allá de ese beso, por el delito de coacciones también se sientan en el banquillo, con la misma petición de pena que para Rubiales, el ex seleccionador femenino, Jorge Vilda; el director deportivo de la selección, Albert Luque; y el que fuera responsable de Marketing, Rubén Rivera.

En el estadio

Ese episodio delictivo se desarrolló, según la Fiscalía y la propia Hermoso -que ejerce la acusación particular-, en Australia, en el avión de vuelta y en España, durante varios días. El primer episodio se produjo aún en el estadio. Le avisaron de que el presidente quería hablar con ella. «Me dijo que se estaba hablado mucho por redes sociales, que se estaba liando y que podíamos pararlo ya de alguna manera». Más adelante le dijo que lo hiciera por sus hijas -a las que Rubiales ha propuesto como testigos-, que a la novia de Rubiales «no le había molestado». «Y también me dijo una cosa, que sí que me dolió un poco: A ti y a mí nos gusta lo mismo».

En su turno de interrogatorio, la defensa de Rubiales se centró en que Hermoso no había aparecido afectada por los hechos. La respuesta fue que se había puesto «en modo campeona del mundo» y que no quería que el beso estropeara el triunfo.

Jenni Hermoso en el juicio por el beso de Rubiales: "No pude reaccionar. Me estaba besando mi jefe y esto no debe ocurrir. Me sentí poco respetada"

Jenni Hermoso en el juicio por el beso de Rubiales: “No pude reaccionar. Me estaba besando mi jefe y esto no debe ocurrir. Me sentí poco respetada”

Jenni Hermoso ha declarado este lunes en la Audiencia Nacional que el beso que le dio Luis Rubiales tras ganar el campeonato del mundo de fútbol en Australia no fue consentido y que no pudo reaccionar para evitarlo. "No pude reaccionar en ningún momento. Sentí que estaba fuera de contexto totalmente, sabía que me estaba besando mi jefe y esto no debe ocurrir en ningún ámbito social ni laboral".

El juez central de lo Penal José Manuel Clemente ha dado comienzo a un juicio en el que la Fiscalía reclama para el ex presidente de la Federación Española de Fútbol un total de dos años y medio de prisión: uno por el beso a la jugadora (como presunta agresión sexual) y uno y medio por las presiones para que no denunciara los hechos (delito de coacciones).

Tras algunas intervenciones de los abogados sobre la prueba que se va a practicar, el juez ha llamado a declarar a la denunciante. El interrogatorio lo ha iniciado la teniente fiscal de la Audiencia Nacional, Marta Durántez, que ha centrado sus primeras preguntas en reflejar que Hermoso denunció por voluntad propia y no por presiones de la Fiscalía. Su intención "desde el primer día" fue denunciar, ha dicho.

Jennifer Hermoso responde a las preguntas de la fiscal en el juicio de la Audiencia Nacional.

Jennifer Hermoso responde a las preguntas de la fiscal en el juicio de la Audiencia Nacional.E.M.

En sus respuestas posteriores, la jugadora expresó cómo se sintió cuando Rubiales le besó en el podio de Sídney el 20 de agosto de 2023. "Me sentí poco respetada. Creo que fue un momento que manchó uno de los días más felices de mi vida y para mí es importante decir que en ningún momento busqué este acto ni mucho menos me lo esperé. Se me faltó al respeto", ha declarado Hermoso a la pregunta de si se había sentido "violentada en su integridad sexual como mujer".

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? DIRECTO | Primer día del juicio a Rubiales

La fiscal ha hecho diversas preguntas en torno a la existencia o no de consentimiento. "¿Le dijo te puedo dar un beso, un piquito?". "En ese momento", responde Hermoso, "ni escuché ni entendí nada. Lo siguiente cuando él me pudo las manos en las orejas fue el acto de darme el beso en la boca. [...] Ni sentí ni vi gestualizar con su boca ningún tipo de pregunta".

-Si le hubiera hecho esa pregunta, ¿hubiera accedido?

-No.

Más allá de ese beso, por el delito de coacciones también se sientan en el banquillo, con la misma petición de pena que para Rubiales, el ex seleccionador femenino Jorge Vilda; el director deportivo de la selección Albert Luque; y el que fuera responsable de Marketing Rubén Rivera.

Ese episodio delictivo se desarrolló, según la Fiscalía y la propia Hermoso -que ejerce la acusación particular-, en Australia, en el avión de vuelta y en España, durante varios días.

El primer episodio abordado en el interrogatorio se produjo, según Hermoso, en uno de los pasillos del estadio. El presidente quería hablar con ella, le dijeron. "Me dijo que se estaba hablado mucho por redes sociales, que se estaba liando, que esto podíamos pararlo ya de alguna manera. Yo le dije 'te va a caer porque sabes que esto no está bien'. Me dijo 'sabes que lo hecho con efusividad, en el momento'".

Ha añadido que le había molestado uno de los comentarios con los que Rubiales intentó restar importancia al beso: "Me dijo 'a ti y a mí nos gusta lo mismo'".

Luis Rubiales junto a su abogada, Olga Tubau.

Luis Rubiales junto a su abogada, Olga Tubau.E.M.

Antes de llegar al aeropuerto, ha proseguido, pararon en autobús y le dijeron que bajara. Los responsables de prensa le enseñaron entonces un comunicado. "Me dicen que lo lea, que han escrito esto para poder mandarlo a las noticias y que el revuelo que se estaba armando se fuera calmando de alguna manera y que el fuego se fuera apagando. Yo no había escrito no una palabra de ese comunicado". Ella no quiso difundirlo.

Tras más de una hora de interrogatorio de la fiscal y algunas preguntas del abogado de Hermoso y de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), que ejerce la acusación, ha sido el turno de la abogada de Rubiales, Olga Tubau.

También ella ha arrancado con la actuación de la Fiscalía, dando a entender que la teniente fiscal había actuado de forma distinta a lo habitual en los delitos sexuales al dirigirse a la jugadora para que denunciara.

"En modo campeona"

Las siguientes preguntas han buscado que la jugadora indicara que siempre había tenido "una buena relación" con Rubiales. Y ha querido saber si alguna vez había terminado un cruce de mensajes escribiendo "un besote o con un emoticono de una figurita enviando un beso". La futbolista no lo recordaba.

También resaltó con las preguntas que "ese asco" que usted siente al recibir el beso "no le llevo a apartarse del señor Rubiales". A varias cuestiones recordando que en los días posteriores Hermoso quiso minimizar lo sucedido, la jugadora ha respondido que ella estaba "en modo campeona del mundo" y que no quería que el beso opacara el éxito deportivo.

Las preguntas seguían en esa línea cuando la jugadora interrumpió a la letrada. "Sí que me gustaría decir si puedo [se oye al juez decir que sí] que mi actitud de cómo esté no quita lo que yo siento. Y también que no tengo que estar llorando en una habitación ni haberme tirado al suelo cuando pasó el acto para dar a entender que eso no me gustó".

La Fiscalía pide para Rubiales dos años y medio de cárcel y 100.000 euros de indemnización por agresión sexual y coacciones a Jenni Hermoso

La Fiscalía pide para Rubiales dos años y medio de cárcel y 100.000 euros de indemnización por agresión sexual y coacciones a Jenni Hermoso

Actualizado Miércoles, 27 marzo 2024 - 14:58

La Fiscalía de la Audiencia Nacional ha pedido para el expresidente de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, en el caso del beso a la futbolista del combinado femenino, Jennifer Hermoso, dos años y medio de cárcel y una indemnización de 100.000 euros.

En el escrito, que corresponde a la fiscal de la Audiencia Nacional Marta Durántez, se solicita un año de prisión a Luis Rubiales por agresión sexual a Jenni Hermoso por el beso que le dio durante la entrega de medallas tras la consecución del Mundial por parte de la selección española.

Y, un año y medio por las coacciones que recibió la futbolista tras esa polémica acción y la repercusión mediática que tuvo en España. Este delito, tipificado en el artículo 172 del Código Penal, también se le ha impuesto al exseleccionador nacional, Jorge Vilda; al actual director deportivo de la selección, Albert Luque y al jefe de Marketing de la RFEF, Rubén Rivera.