Así logró la ajedrecista iraní Sara Khadem la nacionalidad española

Así logró la ajedrecista iraní Sara Khadem la nacionalidad española

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La Federación Internacional eximió a España del pago por el transfer de la número 15 del mundo, que llegó a conocer a Pedro Sánchez

Khadem, en una fotografía de archivo.CRISTINA QUICLERAFP

Sara Khadem es ajedrecista, tiene 26 años y es la número 15 de la clasificación internacional. El domingo debutará como española en la Copa del Mundo, en Bakú (Azerbaiyán). Era un paso natural, después de que se instalara en Andalucía hace meses. Khadem había huido de Irán junto con su hijo y su marido, el director de cine Ardeshir Ahmadi. El régimen no perdonaba a la jugadora que se negara a ponerse el velo en el campeonato del Mundo de ajedrez rápido celebrado en Kazajistán.

Sarasadat Khademalsharieh inició pronto los trámites para convertirse en ciudadana española. En la entrevista concedida a el EL MUNDO durante el Festival de Salamanca, en abril, la gran maestro femenina confirmó que estaba en conversaciones para el cambio de nacionalidad, pero pidió que no se publicara nada todavía porque temía que pudiera interferir en las gestiones.

La ajedrecista, que llegó a tener un encuentro con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, vio cómo su expediente quedaba resuelto en el Consejo de Ministros del pasado martes. Khadem, campeona del mundo sub 12 y sub 16, recibió la nacionalidad española por carta de naturaleza, “en atención a las circunstancias excepcionales” que reunía su petición.

Esta vez había razones políticas de peso, al contrario que en otros casos recientes de nacionalizaciones exprés, como la del jugador de baloncesto Lorenzo Brown justo antes del Eurobasket. Por otro lado, Khadem se guardaba un as en la manga, el llamado ‘visado de oro’ que logran los ciudadanos extracomunitarios que invierten en una propiedad inmobiliaria de más de medio millón de euros.

La Federación Española de Ajedrez ayudó a Khadem a orientarse en el proceso legal y burocrático. La FIDE, por su parte, la invitó a la Copa del Mundo y eximió a la FEDA de las costas del ‘transfer’. Por su Elo, 2488 puntos, el cambio suponía pagar 2.000 euros a la FIDE y otros 6.000 a Irán como compensación. Para ajedrecistas con más de 2700 puntos, el coste alcanza los 50.000 euros.

Un mes de competición

Sara Khadem es la gran esperanza española en Bakú, aunque en el último año su preparación se ha visto alterada por razones evidentes. La competición durará casi un mes, hasta el 25 de agosto. Precisamente otro ajedrecista nacionalizado, Alexei Shirov, es el único español que ha logrado medalla en la prueba. En 2007, perdió la final contra Gata Kamsky, estadounidense de origen ruso.

Los otros españoles presentes en Bakú son Paco Vallejo, David Antón, Jaime Santos y Eduardo Iturrizaga. El malagueño Lance Henderson de la Fuente, joven promesa, jugará con otra bandera, dado que el año pasado se fue a vivir a Andorra con su familia.

El drama de Ivanchuk

En Azerbaiyán también podrá jugar finalmente Vasyl Ivanchuk, una leyenda de los tableros que estuvo a punto de quedarse fuera de la Copa del Mundo, dado que como menor de 60 años necesitaba un permiso especial que su Gobierno se resistía a conceder, en parte porque temía que la FIDE, dirigida por el ruso Arkady Dvorkovich, utilizara su presencia con fines propagandísticos.

El ex campeón mundial de partidas rápidas tiene 54 años. En abril pudo ir a Salamanca, donde coincidió y jugó contra Khadem, pero esta vez las gestiones parecían atascadas. Finalmente, el miércoles voló a Azerbaiyán después de que varios grandes maestros, entre los que destacan Carlsen, Anand, Nakamura y Caruana, escribieran al ministro de Juventud y Deporte de Ucrania para pedirle que permitiera salir a Ivanchuk de Leópolis.

El propio Ivanchuk ha confirmado que jugará la Copa del Mundo, pero no sabe qué ocurrirá si le toca enfrentarse a algún jugador ruso. Según le dijo un directivo de su federación “si surge esa situación, se tomará una decisión”.

La Copa del Mundo no solo es importante en sí misma y por sus premios, una bolsa 2,3 millones de euros. También porque sirve como pasaporte para participar en los próximos torneos de Candidatos, femenino y absoluto, de los que saldrán los aspirantes al Campeonato del Mundo. Los tres primeros clasificados de cada categoría conseguirán una plaza directa en el próximo Candidatos.

kpd