El español ya es oficialmente jugador de una de las franquicias más atractivas de la NBA, aunque su contrato es dual y partirá desde el equipo afiliado.
“Con todos los respetos, en ningún momento me planteé regresar”, dejó dicho. Y se cumplieron sus deseos. Usman Garuba ficha por los Warriors y no hay más llamativo titular. Este martes aún mandaba la oficialidad de la noticia en la web de la franquicia que ganó cuatro de los últimos nueve anillos (además de dos subcampeonatos), que cuenta en su plantilla con Steph Curry o Klay Thompson y que se ha reforzado con Chris Paul. Que gasta más que nadie en salarios (más de 209 millones de dólares), que tiene a Steve Kerr en el banquillo y el baloncesto más atractivo de toda la NBA. Ahí acude por primera vez un español (José Calderón llegó a firmar por el equipo de San Francisco, aunque nunca llegó a debutar), aunque con asterisco.
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Porque Garuba, 21 años, ha firmado por los Warriors sí, con los Golden State y con los Santa Cruz. Un contrato dual (two way), compartido con el equipo afiliado que disputa la G-League y que también entrena Kerr, pero su hijo Nick. Su salario de 508.891 dólares no computa en la franquicia NBA y tiene algunas limitaciones: no puede disputar más de 50 partidos en el ‘primer equipo’ y no le permite jugar los playoffs.
Hasta aquí las malas noticias. Porque el panorama no deja de ser esperanzador para el internacional español. En primer lugar, porque se cumple su prioridad de seguir explorando la vía NBA, la competición a la que llegó hace tres temporadas y en la que no llegó a tener las oportunidades suficientes en los Rockets. Tras un verano de hasta tres traspasos para finalmente ser cortado por los Thunder (le abonaron los más de dos millones de dólares que iba a percibir este curso), quedó libre, ningún equipo NBA le reclamó para sus plantillas y se dispararon los rumores sobre el retorno a un Real Madrid que mantiene sus derechos en Europa.
Finalmente, tal y como informó EL MUNDO, Garuba aceptó una de las varias propuestas two way que tenía sobre la mesa y que valoró durante la disputa del Mundial. Se mantuvo firme en sus intenciones, anunciadas sin rubor en las redes sociales: «Demostraré a todos que se equivocan. Recordad estas palabras». Y ha acabado nada menos que en los Warriors, un equipo que le tenía bajo su radar desde hace tiempo y en el que el panorama, por muchas razones, puede ser muy favorable para sus características.
Como bien destaca en la propia web de la franquicia californiana, el espejo de Usman desde hace tiempo en Draymond Green. Un tipo fiero, versátil, no demasiado alto, decisivo defensivamente, con enorme capacidad de pase y velocidad para adaptarse al juego frenético que propone que Steve Kerr y ejecuta Curry. “Me gusta mucho ver a Draymond. Hay toneladas de clips de él en mi iPad. Aprendo mucho de él: cómo juega defensivamente. También la forma en que se comunica con sus compañeros y su liderazgo en la cancha. Hace que todo sea más fácil para los Warriors”, dijo el español hace tiempo en Hooshype.
Porque los Warriors, que declinaron finalmente reforzarse con el veteranísimo Dwigt Howard, no son de pívots gigantes y ahí Usman puede encontrar un enorme resquicio. A las órdenes de Kerr parten apenas tres jugadores interiores, el propio Green, el titular Kevon Looney y el rookie Trayce Jackson-Davis. El jugador más alto de la plantilla es Dario Saric (2,08), un ala-pívot con clara tendencia al perímetro. “Tenemos varios jugadores que pueden jugar de ‘5’ y queremos que Garuba juegue. Queremos que los jugadores tengan minutos y partidos para poder evaluar el talento”, ha avisado el nuevo General Manager, Mike Dunleavy.
En The Athletic también valoran con optimismo la llegada de un Garuba que, tras el Mundial no ha parado de prepararse, con agotadoras sesiones individuales en su Azuqueca de Henares natal. “Una pieza de profundidad y gran potencial”, advierten.