Con ‘solo’ 1,88 metros de altura, Mac McClung, que solamente ha jugado dos partidos en la NBA en toda su carrera, arrasó este sábado en el concurso de mates del All Star, que se celebra este fin de semana en Salt Lake City (Utah).
McClung firmó una actuación espectacular y asombrosa: hizo sus cuatro mates en el primer intento, logró la máxima puntuación en tres de ellos (50 puntos) y se quedó muy cerca de una actuación perfecta si no hubiera sido porque uno de sus mates se quedó en ‘solo’ 49.8 puntos.
“Es genial. Me siento verdaderamente bendecido y agradecido a la NBA por darme esta oportunidad”, dijo McClung, que se había convertido en el primer jugador de la liga de desarrollo G-League en disputar el concurso de mates.
Además se comprometió a regresar el año que viene a un concurso de mates que en los últimos años ha perdido mucho tirón entre los aficionados a la NBA. “Si me invitáis, estaré de vuelta”, aseguró.
El base jugaba en el Delaware Blue Coats cuando fue escogido para este concurso, pero esta misma semana consiguió un contrato de los Philadelphia 76ers.
De 24 años, McClung hasta el momento solo ha jugado dos partidos en la NBA: uno con Los Angeles Lakers y otro con los Chicago Bulls (ambos la temporada pasada).
McClung se impuso en la final a Trey Murphy III (New Orleans Pelicans), quien también se quedó sin palabras ante las diabluras de este ‘bajito’ rubio prácticamente desconocido para el gran público. En la primera ronda fueron eliminados Jericho Sims (New York Knicks) y Kenyon Martin Jr. (Houston Rockets).
El jurado del concurso estuvo compuesto por Jamal Crawford, Lisa Leslie, Karl Malone, Dominique Wilkins y Harold Miner.
Murphy III arrancó el concurso recurriendo a su compañero puertorriqueño José Alvarado, especialista en robos y que le quitó la cartera antes de asistir contra el tablero para un mate de 360 grados (46,6 puntos).
Por su parte, Sims, que presumió de unas capacidades atléticas extraordinarias, se colgó en su primer mate hasta meter los codos en el aro (47,6 puntos).
Martin Jr. comenzó con dudas (falló sus dos primeros intentos) y, con una asistencia de Jae’Sean Tate, hizo un mate remontando la línea de fondo y a aro pasado (46 puntos). Entonces comenzó el deslumbrante show de McClung.
Para su primer e impresionante mate, colocó a dos personas una encima de otra con un balón, saltó por encima de ellos agarrando la pelota, tocó el tablero y machacó de espaldas.
McClung dejó con la boca abierta a estrellas como Giannis Antetokounmpo, Shaquille O’Neal o Donovan Mitchell y se ganó su primer 50 de la noche.
Ya en la segunda ronda, Martin Jr. recurrió a su padre, el exjugador Kenyon Martin, quien le cedió un balón impreso en 3D para cerrar su actuación con un mate de 47,2 puntos (93,2 puntos en total).
A continuación, Murphy III preguntó a los fans del Vivint Arena si querían un mate ‘tomahawk’ o uno ‘windmill’ (molinillo) y acabó haciendo una vistosa mezcla de los dos (49,4 puntos, 96 en total).
Luego le llegó el turno a Sims, que puso un sobre colgado de la red, volvió a meter los brazos muy dentro del aro y sacó de esa especie de carta una hoja que decía “50 puntos” pero se quedó con 47,8 y 95,4 en total.
El público ya se relamía ante la aparición de McClung y no decepcionó en absoluto: usó solo dos segundos de su tiempo para clavar un mate de 360 grados con el balón de arriba a abajo y acabando a dos manos (49,8 puntos, 99,8 en total). “Tengo algunos mates más”, prometió McClung ya con todos los fans de Salt Lake City de su lado.
Murphy III empezó la final con un autopase por debajo de las piernas desde la línea de triple para culminar sin que cayera el balón y consiguió 48,8 puntos. Pero McClung seguía sin fallar: saltó por encima de una persona recorriendo la línea de fondo, hizo una finta en el aire y a la segunda remató de espaldas (50 puntos).
A Murphy ya no le quedaba mucho por hacer y selló un mate de 360 grados a aro pasado (49,2 puntos, 98 puntos en total) antes de que McClung cerrara su gran noche por todo lo alto.
Con camiseta de su instituto, Gate City, McClung bordó su impresionante actuación con un mate de 50 puntos que se quedó no muy lejos del giro de 720 grados y que, recordando al inolvidable Vince Carter, completó con un claro: “It’s over” (se acabó).
Damian Lillard se corona como el rey de los triples
Damian Lillard, la estrella de los Portland Trail Blazers, se coronó como el rey de los triples en el concurso del All-Star de la NBA. Considerado como uno de los mejores anotadores de la NBA en la última década, Lillard ganó así su primer concurso de triples y le dio asimismo el primer título de este certamen a los Blazers.
Lillard apareció en el Vivint Arena de Salt Lake City con una camiseta de Weber State, la universidad de Utah en la que estudió antes de dar el salto a la NBA. Por ello, el base de Portland, que había competido en otras dos ocasiones sin éxito, dijo que su victoria este sábado fue “aún más especial” por haber sucedido en Utah.
“Es una situación perfecta. Estoy feliz de que pude hacerlo de vuelta en mi casa en Utah”, dijo. “Lo quería ganar (el concurso de triples) al menos una vez. Así que estoy feliz de que lo conseguí y ahora ya me puedo retirar de ello”, bromeó.
Lillard se impuso en la final a dos jugadores de los Indiana Pacers: Buddy Hield y Tyrese Haliburton. Haliburton empezó la noche a tope de revoluciones y empató el récord de este concurso del All-Star en la primera ronda con 31 puntos. Junto a él se clasificaron Lillard con 26 puntos y Hield con 23.
Por el camino se quedaron Jayson Tatum (20 puntos), Tyler Herro (18), Julius Randle (13), Kevin Huerter (8) y el héroe local de los Utah Jazz, Lauri Markkanen (20).
Ya en la final, Hield, campeón del concurso de triples de 2020, brilló con 25 puntos incluyendo 4 de 5 aciertos en el carro con balones de dos puntos. Lillard respondió a continuación: metió los dos triples de tres puntos y, sobre la bocina, conectó uno de dos puntos que le situó con 26 tantos justo por delante de Hield.
Finalmente, Haliburton no pudo repetir su buena actuación de la primera ronda y se quedó con solo 13 puntos en la final por lo que la victoria fue para Lillard.
El concurso de triples del All-Star contaba con cinco posiciones en la línea de triple con cinco balones para tirar en cada una de ellas. En cuatro de los carros había cuatro balones normales (un punto) y un quinto con valor extra (dos puntos).
Además, uno de esos cinco carros, que cada jugador podía colocar donde quisiera más allá del arco, tenía cinco balones con valor extra (dos puntos cada uno).
Por otro lado, los concursantes, que tenían 70 segundos cada uno, también tenían que tirar dos triples desde posiciones lejanas a la línea a derecha y izquierda del carro frontal que suponían tres puntos.