No hubo sorpresa ni tensión porque Aitana Bonmatí ya llegó a la gala del Balón de Oro como ganadora. Nadie tenía dudas de que la jugadora del FC Barcelona y la Selección Española iba a ser la elegida por sus méritos, su palmarés y, sobre todo, su fútbol. Talentosa, competitiva, diferente, la centrocampista es la segunda española en lograr el máximo reconocimiento individual que puede tener un futbolista.
Esta joven futbolista de San Pere de Ribas no ha dejado de crecer desde que en agosto de 2018 recibió el primer varapalo de su carrera. En la semifinal del Mundial Sub-20 fue expulsada por doble amarilla y no pudo disputar el partido que haría campeona a España. No pudo jugar “con las botas” pero lo hizo” con el ama”, como ella reconocía entre lágrimas sobre el césped. Si su fútbol creció, su mentalidad también. Se preparó físicamente, trabajó el guante de su derecha pero también la zurda para convertirse en una perfecta ambidiestra al tiempo que seguía demostrando un control visual y una inteligencia para anticiparse que llegó a maravillas a Pep Guardiola. “Es una jugadora de la que estoy completamente enamorado por la forma en la que juega. Aitana Bonmatí es como la Iniesta del fútbol femenino“, aseguró el entrenador del City.
Cuando Alexia Putellas se rompió el cruzado en víspera de la Eurocopa de Inglaterra, a Aitana le tocó asumir galones en la selección y en el FC Barcelona. Y no sólo en el césped. Su liderazgo fue más allá. Fue una de las ’15 rebeldes’ que pidió cambios en el fútbol femenino español tras el fiasco en aquella competición y se declaró no seleccionable hasta que el Mundial se vio en el horizonte y la RFEF empezó a visualizar cambios.
En el Mundial, Aitana brilló con luz propia después de un año extraordinario en que lo ha ganado todo. Con su club ha sido campeona de la Champions League, que la eligió mejor jugadora y parte del once ideal, de la Liga F y de la Supercopa de España. Sólo se le escapó la Copa del Reina. La UEFA la reconoció como mejor jugadora europea. Con la selección fue una de las jugadoras determinantes para que España se proclamara campeona del Mundo y, por eso, se alzó con el trofeo a la mejor jugadora.
Aitana Bonmatí sucede Alexia en el palmarés de este Balón de Oro y se dibuja como el futuro perfecto en un club como el FC Barcelona, que también fue galardonado como el mejor club femenino del año, trofeo que recogieron Joan Laporta, Jonathan Giráldez y Patricia Guijarro.
Haaland, mejor delantero
No hubo dudas de quién iba a ser elegido mejor delantero de la temporada. Imposible que Erling Haaland no fuera el ganador del premio Müller después de haber marcado 56 goles, ser el máximo goleador y ganador la Champions y la Premier, y la FA Cup, y sólo tener el lunar de no haber estado en Qatar. “Gracias a todo el club, al staff, a Pep, por ayudarme”, aseguró el noruego.
Su secreto es “tener hambre y estar siempre listo en el área en el momento oportuno”, pero reconoció que está muy buen acompañado por “compañeros que me dan grandes pases”. Por eso, el Manchester City, con siete nominados al Balón de Oro, fue elegido como mejor equipo masculino.
“Estamos muy orgullosos por esta temporada, que es el trabajo de toda una década. Es un honor recibirlo por segundo año consecutivo”, aseguró el director general, Ferran Soriano.
Emiliano Martínez, guardameta del Aston Villa y de la selección argentina, recibió el premio Yachine al mejor portero de la temporada de manos de su padre después de haber sido elegido como mejor arquero en el Mundial de Qatar. De hecho, al recordar sus paradas en la final ante Francia recibió algunos silbidos de los asistentes a la gala. El Dibu fue el primer reconocimiento que recibió un internacional argentino de los muchos que estuvieron nominados al Balón de Oro.
El mejor joven: Bellingham
El trofeo Kopa tampoco fue una sorpresa. El más votado fue Jude Bellingham, que se impuso al jugador del Bayern Jamal Musiala y a Pedri. Al jugador del Real Madrid le ha impulsado su extraordinario arranque de temporada en el equipo blanco. “Agradezco toda la confianza y me ayudan mucho a expresarme así en el campo”, aseguró el inglés, que reconoció hacer escogido el dorsal 5 “porque no quedaban muchos libres y por homenajear a Zidane”. Pero más la mente de Bellingham está focalizada: “Ganar este trofeo significa mucho, pero lo más importante para mí son los trofeos de equipo, por eso intento ayudar al Real Madrid y a la selección inglesa”, advirtió.
Vinicius Jr., contra el racismo
El brasileño del Real Madrid fue reconocido con el premio Sócrates que alaba la labor social realizada por los futbolistas. Vinicius Jr. lo recibió por su impulso al Instituto Vini Jr en Brasil. “Estoy feliz por ayudar a tantos niños que salen de la favela. Yo tenía pocas posibilidades de llegar a donde he llegado, por eso es un placer ayudarlos”, aseguró el futbolista, que no pudo dejar de hablar del racismo. Lo puso sobre la mesa el presentador de la gala, el exdelantero francés Didier Drogba. “Es aburrido que haya que hablar sobre el racismo, pero estoy preparado cuando sea necesario. Espero que todos los jugadores puedan ayudarnos en esto. Porque es triste. Les pido fuerza para seguir”, resumió Vinicius. El alegato le tocó a hacerlo a Drogba: “Pido a las autoridades del fútbol y a los gobiernos que actúen contra el racismo”.