Ambos acuerdos son “provisionales”, dice la RFEF, para las cuatro próximas temporadas.
ANDREU ESTEBANEFE
La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) anunció este miércoles que ha adjudicado provisionalmente el servicio de asistencia al arbitraje mediante vídeo (VAR) al grupo Mediapro y la tecnología de detección semiautomática del fuera de juego (SAOT) a Hawk-Eye Innovation.
Ambas adjudicaciones son provisionales y para las próximas cuatro temporadas, desde la 2024/25 hasta la 2027/28, indicó la RFEF.
La empresa Hawk-Eye Innovation ya fue elegida por la RFEF en 2019 como proveedora del VAR para la Primera y Segunda división en la temporada 2019-20, después de haber sido la elegida por la FIFA para el Mundial de Rusia 2018 y por la UEFA para la Liga de Campeones, así como para la tecnología en la línea de gol para la Supercopa de 2020.
Mediapro y la RFEF han mantenido un litigio en los últimos años, resuelto recientemente por la Audiencia Provincial de Madrid a favor del grupo audiovisual por la decisión federativa de excluirle de los concursos para la adjudicación de los servicios de VAR de LaLiga en 2019 y de la licitación para la comercialización de los derechos de la Copa del Rey de las temporadas 19/20, 20/21 y 21/22.
Son las 21.30 y los padres de Diogo José Teixeira da Silva, Diogo Jota, y André Silva abandonan el tanatorio de Puebla de Sanabria. La madre no puede contener el llanto, mientras que el padre aguanta serio la tragedia que ha sacudido a su familia hacía menos de 24 horas. Junto a ellos salen los coches fúnebres de dos jóvenes de apenas 28 y 26 años que jugaban al fútbol. A la comitiva la acompaña también el representante de Jota, Jorge Mendes, el único que brinda unas palabras a los medios allí apostados. "Todavía no me lo creo. Esro es muy, muy difícil", declara para, poco después, romper a llorar cuando sube a su vehículo.
Había sido una tarde dura en esta pequeña localidad zamorana de apenas 1.100 habitantes. Desde el tanatorio, situado al pie de las huertas medievales, se escuchan lamentos que quiebran el silencio cuando algún familiar de los fallecidos sale a hablar por teléfono o fumar un cigarro. En torno a cinco horas velaron a los dos jóvenes, mientras la burocracia seguía su lento curso para poder repatriar a los dos futbolistas, fallecidos en un terrible accidente en el fatídico punto kilométrico 63,300 de la A-52.
En el pequeño parking de tierra detrás del tanatorio se acumulan varios coches con matrícula de Portugal. Eran de los familiares que han venido a tomar conciencia de la tragedia. "Estamos esperando el permiso de repatriación, aún no sabemos donde será el funeral de los chicos", contaba uno de los trabajadores de la funeraria portuguesa a EL MUNDO, aunque ya se conoce que se celebrará en Gondomar, localidad en la que crecieron.
La instrucción la estaba llevando el Juzgado de Primera instancia de Puebla de Sanabria, cuya titular es Elena Rubio González. En la puerta del juzgado, mientras salía un trabajador de la funeraria con los papeles del deceso, estaban algunas señoras interesadas por lo ocurrido. Una de ellas contaba que era seguidora del Atlético de Madrid, club al que perteneció Diogo Jota durante dos años, aunque no pudo llegar a debutar oficialmente. "Qué pena que estos chicos hayan venido a morir aquí", lamenta.
Una pareja de la Guardia Civil, frente a los coches con los féretros de Diogo Jota y su hermano.CESAR MANSOAFP
Había sido un desafortunado accidente que está siendo investigado por la Brigada de Tráfico de la Guardia Civil, pero que llevará tiempo porque "la superficie quemada ha eliminado muchos de los indicios que podían indicar el motivo del siniestro", según confirmó el Instituto Armado. En el kilómetro 63,300 de la vía que une Pontevedra y Benavente se produjo, en sentido a la localidad zamorana, el trágico suceso.
A primera hora de la tarde aún quedaban los restos del siniestro. El frenazo en el carril derecho, una marca de unos 50 metros de largo, anunciaba la tragedia unos 100 metros después. En aquel punto de la mediana seguían los restos del Lamborgini Huracán esparcidos en un cerco de superficie quemada. Una aleta desprendida del coche que se salvó de las llamas dejaba el único resto que indicaba el color verde fluorescente de un coche que terminó reducido a cenizas, según la Guardia Civil. "Muy frustrante", expresaba un miembro del servicio de emergencias de la localidad sobre la asistencia que no pudieron brindar a los fallecidos.
Los restos mortales de los dos jóvenes fueron trasladados horas después del siniestro, tras confirmar su fallecimiento, al Instituto Anatómico Forense de Zamora para certificar su identificación y realizarle un análisis postmortem. El estado de los mismos obligó a realizar una prueba de ADN para confirmar sus identidades, aunque la matrícula del vehículo y los enseres personales que se pudieron salvar de las llamas ya apuntaban la identidad de las víctimas.
Mientras el mundo lloraba por la trágica pérdida del futbolista del Liverpool y su hermano, jugador del Pennafiel, de la Segunda División Portuguesa, los familiares esperaban impacientes el permiso que debía conceder la Delegación del Gobierno de Valladolid para repatriar los restos mortales de los jóvenes, que llegaría a última hora de la tarde.
Un viaje frustrado
Diogo Jota y su hermano se dirigían de vuelta a Inglaterra vía ferry desde Santander, según apunta la prensa portuguesa. El futbolista del Liverpool había asistido a la boda del compañero de selección José Sa y Raquel Jacob y al enlace de otro amigo en el norte de Portugal. Antes de partir hacia el ferry había almorzado con su mujer, Rute Cardoso, y sus tres hijos, de cinco y dos años y un bebé de meses, en Leça de Palmeira, cerca de la playa portuguesa de Matosinhos.
La idea era parar en Benavente a hacer noche y de ahí partir a la localidad cántabra a coger el ferry que les llevara a Inglaterra para conducir directos a Liverpool, donde el lunes el futbolista comenzaba la temporada con los reds. A Jota, que recientemente había sido operado de un problema pulmonar, le habían desaconsejado los médicos coger un avión por los problemas de la presurización de cabina. Al final, el drama le alcanzó a él y a su hermano en una carretera de la España despoblada.
La Serie A, la primera división del fútbol italiano, suspendió este lunes todos los partidos programados para la jornada, así como los encuentros de las divisiones inferiores, tras el anuncio del fallecimiento del Papa Francisco esta mañana a los 88 años.
"Tras el fallecimiento del Santo Padre, la Lega Nazionale Professionisti Serie A comunica que los partidos de hoy de la Serie A Enilive y del campeonato Primavera 1 quedan aplazados a una fecha por definir", indicó la liga en un comunicado oficial.
Este lunes estaban previstos cuatro partidos de la Serie A: Torino-Udinese, Cagliari-Fiorentina, Génova-Lazio y Parma-Juventus. También se pospusieron tres encuentros del campeonato Primavera, la liga juvenil, así como todos los partidos de las categorías menores.
Por su parte, la Federación Italiana de Fútbol (FIGC) emitió un comunicado en el que anunciaba la suspensión de todas las competiciones oficiales previstas para hoy, "desde la Serie A hasta los torneos amateurs", como muestra de respeto ante la noticia del fallecimiento del pontífice.