Fútbol femenino
Todas las jugadoras ya están en Oliva, con la excepción de Esther González que es baja por lesión. Mapi León ha sido de las únicas en hablar afirmando que han sido “obligadas” a ir y que su postura no ha cambiado
Improvisación y sensación de descontrol. La selección femenina arrancó este martes la concentración de cara al debut en la Nations League ante Suecia sumida en el esperpento. Sin saber todavía si todas las jugadores convocadas por Montse Tomé acudirían, la propia citación es un caos. La mayoría de las futbolistas, que no tenían aún decidido si acudirían a la llamada de la RFEF, recibieron a última hora del lunes el mensaje para viajar a Las Rozas, pero se levantaron con cambio de planes. La concentración ya no iba a ser en las instalaciones de la Federación sino en el complejo deportivo Oliva Nova Beach & Golf Resort, a una hora aproximadamente de Valencia.
Eso provocó que a primera hora de este martes, las jugadoras del Atlético y del Real Madrid que habían sido convocadas acudieran al Hotel Tryp de Barajas, donde esperaba ya el cuerpo técnico con Montse Tomé al frente. Las primeras en llegar fueron Athenea del Castillo, que no firmó el comunicado, y también cinco de las campeonas del Mundo firmantes: Misa Rodríguez,Olga Carmona, Oihane Hernández, Eva Navarro y Teresa Abelleira.
Para saber más
“Todas las cosas que tengo que decir ya las he dicho en mi comunicado. Creo que fui clara, ¿no? Dije que iba a estar aquí”, comentó Del Castillo mientras el resto de jugadoras no hicieron comentarios a su llegada. Sólo Rodríguez contestó con un rotundo “No” cuando le preguntaron si estaba conforme con la convocatoria. Después, parte del personal de la RFEF hizo en taxi el trayecto de Madrid a Valencia para evitar el contacto con las futbolistas que pidieron la “reestructuración” de sus departamentos. Quien tampoco viajó en el autobús con las jugadoras, pero sí se encuentra en la capital valenciana, es Rafa del Amo, presidente del Comité Nacional de Fútbol Femenino. El dirigente llegó hasta el hotel de concentración en un vehículo aparte.
Sin acceso a la prensa
En Valencia esperaban órdenes la guardameta valencianista Enith Salón y la jugadora del Levante María Méndez. A las que se unió la expedición procedente de Madrid, la futbolista del Manchester City, Lucía García y Laia Alexandri, jugadora del United, a media tarde, y tiempo después María Pérez, Inma Gabarro, Rosa Márquez, además de Amaiur Sarriegi.
Las últimas en llegar fueron las futbolistas del FC Barcelona, por problemas con el avión en el que debían desplazarse. Alexia Putellas, Cata Coll, Mariona Caldentey, Irene Paredes y Ona Batlle fueron las primeras en llegar al aeropuerto del Prat, y luego se incorporaron Aitana Bonmatí, Mapi León y Patri Guijarro. La única que quiso hacer alguna declaración fue Alexia. Al preguntarle sobre si entendía la no convocatoria de Jenni Hermoso, para proteger a la jugadora, la catalana respondió: “¿De qué? Si está todo bien, ¿no?”. También hizo referencia a cómo se sienten sus compañeras después de entrar en la lista de Montse Tomé. “Pues mal…”, dijo la futbolista del Barça ante los medios.
En la llegada de las jugadoras del club catalán al aeropuerto de Valencia, la que habló fue Mapi León. “¿Arropadas por la gente? Sí, pero igual no por quien deberíamos. Tendríamos que hablar largo y tendido de si es un lugar seguro o no“, dijo la central. La zaragozana, que siempre se ha mantenido firme en su postura, añadió: “En ningún momento he cambiado de opinión. He renunciado a mucho. Hemos sido obligadas“.
Sólo una ausencia en la convocatoria: la de Esther Gónzalez, que no se ha unido a sus compañeras por lesión, ya que la jugadora tiene molestias en su rodilla izquierda.
Conversaciones con Víctor Francos
Durante todos estos traslados, fuentes del Consejo Superior de Deportes confirmaron que el presidente, Víctor Francos, está “manteniendo conversaciones” con la intención de garantizar que los cambios que han pedido en la RFEF serán vigilados por el CSD.
Francos llegó al hotel de concentración a última hora de la tarde, y antes de reunirse con las jugadoras contestó a algunas de las preguntas de los medios allí congregados. “Lo que pasó ayer es inaceptable. Así se lo hemos transmitido a la Federación. Así se lo comuniqué al presidente de la federación, que no podía ser lo que estaba pasando. Sentía que mi obligación era estar al lado de las jugadoras como mínimo, escucharlas y ver las soluciones que propone”, explicó el mandatario del CSD.
El dirigente también explico que desde la federación no le habían puesto ningún inconveniente en que se pudiera citar con las jugadoras y la entrenadora.
Por su parte, Isabel Rodríguez, portavoz del Gobierno, también ha hablado sobre la polémica: “El Gobierno tiene interés en que la selección española pueda jugar sus partidos. Nosotros queremos que haya cambios, que sean rápidos, que se restablezca la confianza de las jugadoras y, lo más importante, lo que querremos es verlas jugar y verlas ganar. El Gobierno lo que apoya es a las campeonas y las quiere ver jugar y ganar”
El traslado de la concentración a Valencia, improvisado, responde a la intención de ofrecerles a las jugadoras el “entorno seguro” que demandaban, de manera que no haya posibilidad de cruzarse en el complejo de Las Rozas con aquellas personas con las que mantienen un conflicto. Además, el complejo valenciano de Oliva Nova permite aislarlas de la presión mediática que van a vivir.
Según ha podido saber El Mundo, las jugadoras estarán ‘bunkerizadas’, con máximas medidas de seguridad para que la concentración, que apenas durará un día porque el jueves ya viajarán a Gotemburgo, se realice con tranquilidad. Ha pesado más eso en la decisión de la Federación que el hecho de que el complejo, a pesar de acoger stages de clubes españoles y europeos con asiduidad, no tenga luz artificial en sus campos. No sería un detalle relevante de no ser porque sólo permite a Tomé hacer una sesión de entrenamiento antes de viajar a Suecia para el partido del viernes. Un encuentro del que la federación sueca ha dicho que “supone” que se disputará en el día acordado.
