El juez ha acordado esta diligencia una vez admitida la querella de la Fiscalía contra el ex presidente de la Federación Española de Fútbol por los delitos de agresión sexual y coacciones.
El titular del Juzgado Central de Instrucción 1 de la Audiencia Nacional, Francisco de Jorge, ha citado al ex presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) Luis Rubiales a declarar como investigado el próximo viernes a las 12 horas en el procedimiento abierto por su beso a Jenni Hermoso después de la final del pasado Mundial femenino.
El instructor ha acordado esta diligencia después de admitir a trámite este lunes la querella de la Fiscalía contra Rubiales por los delitos de agresión sexual y coacciones.
En el auto donde admitió la querella del Ministerio Fiscal, el magistrado acordó una primera batería de diligencias donde ordenó recabar de RTVE el vídeo o los vídeos que tuviera en sus archivos que recojan el momento desde todos los ángulos en el que el querellado besa a la denunciante, así como los minutos inmediatamente anteriores y posteriores al hecho relativos a la celebración del triunfo de la selección de fútbol femenino.
Además, el instructor requirió al periódico El País el vídeo de la celebración en el vestuario que tiene colgado en Internet y al diario AS el de los momentos del beso y cualesquiera otros relacionados con los hechos. Por su parte, al diario La Vanguardia el instructor solicita el vídeo de la celebración en el autobús de la selección española de fútbol femenino.
Por su parte, la Fiscalía interpuso la querella contra Rubiales tras haber recibido la denuncia de la jugadora Jenni Hermoso, quien en su declaración previa aseguró que su entorno más próximo sufrió una presión constante y reiterada por parte del ex presidente de la RFEF y el entorno profesional de este, para que justificara el beso no consentido que recibió el la celebración del Mundial de Fútbol el pasado 20 de agosto en Sidney (Australia).
Tanto el delito de agresión sexual como el de coacciones tienen aparejadas penas de prisión, aunque según la entidad de los hechos el Código Penal permite dejar las eventuales condenas en multas.
Todo en Inglaterra pasa y pasará por Wembley, 'La Casa del Fútbol'. El estadio británico acoge no sólo los partidos como local de la selección inglesa sino también las finales de los principales torneos de las islas: la FA Cup, la Copa de la Liga de Inglaterra y la Community Shield.
Este año, vuelve el último partido de la máxima competición continental al interior de sus más de cuatro millones de metros cúbicos, el equivalente a 25.000 autobuses de dos pisos típicos de la capital británica. Es la octava vez que Wembley acoge una final de Champions, el estadio que más lo ha hecho en la historia. En una de ellas, la de 1992, fue donde el Barcelona obtuvo su primer título gracias a aquel mítico gol de falta de Ronald Koeman ante la Sampdoria.
No obstante, esa Champions la celebró el viejo Wembley, la construcción que se inauguró en 1923 y que fue demolida en 2003. Este nuevo estadio, obra del estudio de Norman Foster, se construyó en 2007 y tuvo un coste de aproximadamente 1.260 millones de euros.
Más de 90.000 personas presenciarán este sábado el partido que enfrentará al Real Madrid y al Borussia Dortmund. Un acontecimiento planetario que se podrá ver desde todo el mundo y que contará al característico arco del diseño del arquitecto británico como testigo de excepción. Ese elemento de siete metros de diámetro y 133 de alto es visible desde todo Londres. No obstante, todos los ojos del mundo del fútbol estarán en lo que 22 personas hagan en el césped.
Nada más sentarse en la sala de prensa del Aufschalke Arena, el seleccionador italiano, Luciano Spalletti, tomó la palabra. «Ha habido demasiada diferencia con España en frescura y brillantez. Es la base. Si no tienes la forma física de los demás, no puedes tomar las decisiones con la misma velocidad y tiempo de reacción. Si tienes enfrente a un rival con esa calidad técnica, vas a perder lucidez y cualquier posibilidad de reaccionar. Ellos tenían rápidas las piernas más allá de la calidad técnica, con esa velocidad de Lamine Yamal. Los tiempos de reacción son diferentes y eso te lleva a equivocarte en pases fáciles. Pero la raíz es la forma física».
Las piernas de la selección española, el equipo que más ha corrido tras estas primeras dos jornadas, es una de las comidillas de la Eurocopa. Los jugadores de Luis de la Fuente han recorrido 235,03 kilómetros, seguidos muy de cerca precisamente por Italia (234) y lejísimos, por ejemplo, de Croacia, el otro equipo con el que ha jugado, que apenas suma 149,24 kilómetros. Entre los cinco jugadores que más han corrido hasta ahora hay dos españoles: Fabián Ruiz (23,7 km) y Rodrigo (23,4), tercero y cuarto respectivamente.
España es el conjunto que más balones recupera (82) y el que más faltas ha hecho (32). Y todos estos datos no van acompañados de la exuberancia ofensiva de antaño. Por ejemplo, suma apenas un 51,5% de media de posesión entre los dos partidos (es la 14ª del torneo) y ha realizado 89 ataques, por los 153 de Alemania, la otra selección que está recibiendo más elogios. Los jugadores presumen de estos datos. «Sabemos que con balón somos buenos, pero si apretamos y le ponemos ganas, si trabajamos como equipo sin balón, podemos recuperarlo pronto», decía Cucurella tras el segundo choque.
Así las cosas, las miradas se vuelven hacia Carlos Cruz (Móstoles, Madrid, 1986). Él es el preparador físico del equipo, y atiende a EL MUNDO con un punto de timidez: «Es que no me gusta hablar», se disculpa en las bambalinas de la zona de prensa que la Federación tiene en Donaueschingen. Trabajó en las categorías inferiores del Madrid y lleva muchos años con Luis de la Fuente. «Estamos en condiciones normales, no superlativas. Estamos bien», explica quitándose importancia, algo que ocurre durante toda la charla. Sonríe cuando se le recuerdan todos los datos que hablan de una locomotora.
«Tenemos 26 jugadores y 26 estados de forma diferentes», cuenta para explicar que, a la llegada a la concentración, a todos los futbolistas se les realizaron una serie de pruebas, entre ellas unos análisis de sangre. A partir de los resultados de esos análisis, «buscamos equilibrar, buscar los estados óptimos en la recuperación. La competición nos va a ir poniendo en forma. Lo importante es que recuperen bien y a partir de ahí, trabajar», cuenta en un tono didáctico. Hay una cosa muy importante. La selección, su staff, tiene a su disposición los últimos avances tecnológicos. Los sistemas de tracking (un software que detecta los movimientos del jugador, su intensidad, su relación con otros compañeros y con el balón), los chalecos GPS (para medir los esfuerzos y las distancias, el gasto calórico, etc...) y la Inteligencia Artificial. Pero...
«Pero la comunicación con el jugador es lo más importante. Es una comunicación subjetiva, no apoyada en datos, pero yo me fío más de lo que me dice un jugador sobre cómo se siente, si está fatigado o no, que de lo que me dicen las máquinas», sorprende Carlos, un chico delgado, inquieto, que estos días, junto a los médicos y a la nutricionista, Toscana Viar, tiene una obsesión: «Estamos haciéndoles tests de hidratación a los jugadores, para ver qué nivel de hidratación tienen, también antes y después de los partidos». De ahí sale una dieta y unos niveles de ingesta de líquidos mínimos para cada futbolista. Nada queda al azar en un equipo profesional. Y menos en este que aspira a ganar la Eurocopa.
De nuevo insiste Cruz en que no está España en un nivel superlativo. «Estamos bien. En virtud de nuestro modelo de juego, los jugadores, que son fantásticos, están haciendo lo que pedimos. El objetivo principal es el resultado, pero queremos conseguirlo a través del juego», cuenta. Y Laporte, que sabe de esto, lo corrobora. «Es nuestro ADN. Nosotros no somos un equipo que sepa esperar, somos un equipo de presionar, de correr mucho, de ser generosos en el esfuerzo. Es lo que nos pide el entrenador y lo hacemos», reflexiona.
Términos técnicos
Carlos, hacia el final de la conversación, descubre algunos de esos términos que para los profanos suenan a coreano. «Vamos recopilando datos de los jugadores todo el año y vemos el crónico agudo de ese estado físico del jugador». Eso, el crónico agudo, viene a ser... Es mejor no intentar explicarlo, porque el jardín es de los severos, y Carlos pone cara de que tampoco es fácil explicárselo a un profano.
«Tenemos jugadores con 5.500 minutos en la temporada y otros con 1.200. Por eso la comunicación con ellos es importantísima. Son muy buenos técnicamente, son muy buenos tácticamente y son muy buenos también físicamente», concluye, diciendo que no están pensando en los octavos, sino en llegar bien al partido ante Albania. Pero Luis, su jefe, es más explícito. «El próximo partido nos permite refrescar un poco al equipo».
Roland Garros
JAVIER MARTÍNEZ
Enviado especial
@JavierMartnez5
París
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2023
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