Al parecer, uno de los baúles donde va el material de la selección no salió de Barajas junto al resto de la expedición, que llegó el miércoles por la noche.
Justo al terminar la comparecencia de Rodrigo Hernández, Pablo García Cuervo, jefe de prensa de la selección, dijo a los periodistas españoles que quería comentarles una cosa. Rodeado de todos, explicó que, por un error, la selección está aquí en Tiflis sin las botas de los jugadores y los guantes de los porteros.
Al parecer, uno de los baúles donde va el material de la selección no salió del Aeropuerto Adolfo Suárez-Barajas junto al resto de la expedición, que llegó el miércoles por la noche. El resumen es que el entrenamiento del día previo al partido contra Georgia ha tenido que ser una sesión de activación sobre unas esterillas, y en zapatillas.
Está previsto que el famoso baúl llegue durante la próxima madrugada a Tiflis y la selección pueda entrenar, ligeramente, este viernes por la mañana, el mismo día del partido. Se trata de una anécdota que en otras circunstancias no tendría más importancia, pero que culmina unos días realmente difíciles de explicar en la Federación.
Mientras los jugadores hacían esos ejercicios a las órdenes del preparador físico en una imagen insólita, se pudo ver al actual presidente de la Federación, Pedro Rocha, por el estadio. Acompañado, eso sí, de un séquito muy inferior al que solía llevar Rubiales.
El próximo jueves es la fecha elegida por el Consejo Superior de Deportes (CSD) para estudiar la suspensión provisional de Pedro Rocha. Para ese día, por la mañana, está citada su Comisión Directiva, que estudiará la resolución del Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) en la que define como falta "muy grave" alguna de las conductas del candidato a presidente de la Federación Española de Fútbol.
Fuentes del propio CSD explican a este periódico que el jueves por la mañana se estudiará la resolución del TAD y también los informes de los servicios jurídicos del Consejo, que han emitido sus dictámenes estos días. Del mismo modo, y aunque no es obligatorio, la Comisión Directiva también estudiará la carta que nueve presidentes de Federaciones territoriales enviaron la semana pasada, poniéndose a disposición del Gobierno para solucionar el entuerto ético-jurídico que envuelve al proceso electoral en la Federación.
"No puede ser que un investigado sea la imagen del fútbol español en la Eurocopa y en los Juegos Olímpicos", dijo el viernes el presidente del CSD, José Manuel Rodríguez Uribes. Esto da una idea de cuál es la intención, obvia, del Gobierno. Ocurre que en estas horas hasta la reunión, el propio Ejecutivo va a tratar de tener encaminado un plan B para cuando se produzca esa inhabilitación.
El TAD investiga a Rocha por seis infracciones que considera "muy graves": la renovación hasta 2026 del seleccionador Luis de la Fuente, la adjudicación del VAR hasta la temporada 2027-28, la personación de la RFEF como acusación particular en el caso Brody, la retirada de la demanda contra LaLiga por el acuerdo con CVC, la destitución de Andreu Camps como secretario general y la rescisión del contrato con GC Legal.
Dani Olmo tiene cara de alemán. Hubiera pasado perfectamente desapercibido el viernes por la tarde en el aeropuerto de Stuttgart, donde cientos de chavales y chavalas de su edad, con una lata (grande) de cerveza en la mano esperaban la salida de sus vuelos hacia Palma de Mallorca. Dani Olmo tiene cara de alemán, de guiri, del mismo modo que Nico Williams y Lamine Yamal, de esto ya hemos hablado, podrían estar en cualquier parque de España charlando con los colegas después del instituto. Dani Olmo tiene cara de alemán, del mismo modo que nueve futbolistas juegan en equipos vascos y presumen de ello, y de jugar con España, con mayor o menor entusiasmo, pero sin complejos.
Dani Olmo tiene cara de alemán, del mismo modo que Laporte o Le Normand tienen cara de franceses, pero son españoles adoptados. Dani Olmo tiene cara de alemán, del mismo modo que De la Fuente tiene cara de que le gustan los toros y rezar. Dani Olmo tiene cara de alemán, del mismo modo que Carvajal, Nacho y Joselu representan al club más competitivo del mundo, el más representativo de lo español. Dani Olmo, en fin, tiene cara de alemán, pero es español, del mismo modo que lo son, cada uno a su manera, los otros 25. Y de esta mezcla confusa ha surgido una familia con mayúsculas que esta noche, en Berlín, podría devolver a España al trono europeo 12 años después, convertirla, en solitario, en la selección que más Eurocopas tiene en toda la historia.
Para saber más
"Más allá de cualquier ideología que pueda tener cada uno, lo que hay en el País Vasco es una pasión por el fútbol. Me parece lo normal. Estamos nueve jugadores vascos en la selección". Dani Vivian, futbolista del Athletic nacido en Vitoria, respondía así a la pregunta de por qué los partidos de España tienen más de un 62% de cuota de pantalla en el País Vasco. Ocurre que lo del País Vasco no es una excepción. Las audiencias, brutales, de los partidos de España en esta Eurocopa, la instalación de cientos de pantallas en todo el país esta noche (también en San Sebastián, que pondrá una pegada a Anoeta, con Dj y todo) y el consumo masivo de información de la selección en redes sociales, especialmente en Instagram y Tik-Tok, hacen de este equipo un fenómeno tan potente como inesperado.
Inesperado porque, hace apenas un mes, cuando jugó su primer partido contra Croacia en el mismo escenario de la final de esta noche, un gesto pasó desapercibido. En el tercer gol, el centro fue de Lamine y el remate de Carvajal. El madridista, y madrileño, de 32 años, se fue con una sonrisa de oreja a oreja hacia el del Barça, catalán de origen marroquí, 16 años (la mitad) y en el abrazo, Dani le dio un beso al chaval. Era el primer síntoma visible de que Luis de la Fuente se había salido con la suya y había creado una familia entre las grandes y lujosas paredes del hotel Der Öschberghof, de donde el equipo no se movió hasta ayer mismo. Han seguido la misma rutina en el partido contra Albania, donde no había nada en juego, que en la preparación para el partido definitivo de hoy. La convivencia ha sido la mejor desde hace décadas, mejor incluso que las de los títulos de 2010 y 2012, a juzgar por los testimonios, fuera de los focos, de quienes estaban en aquellos tiempos.
La selección, tan heterodoxa, tan mestiza, ha pasado por todos los estados en esta Eurocopa. Comenzó convenciendo, incluso con un punto de suerte, ante Croacia, y luego desarboló a Italia, a la que ganó, sin embargo, con un gol en propia puerta, se sobrepuso al gol de Georgia en octavos tras pasar su peor rato aquí, enfrió una prórroga que se preveía caliente ante la anfitriona, a la que le hizo un gol en el último suspiro, y en su casa, y después también se levantó del gol de Francia para después, simplemente, controlar el partido. "No tenemos que hacer nada diferente a lo que hemos hecho hasta ahora", recuerda Dani Olmo, el que tiene cara de alemán, pero que no lo es. Es uno de los tímidos de un grupo donde los capitanes dieron voz ayer a Navas a modo de homenaje, pues hoy será su último partido.
La selección, tan heterodoxa, tan mestiza, tiene delante a Inglaterra, un equipo, parecía, con más talento individual, o con jugadores más caros, quién sabe. Un equipo que ha ido salvándose de situaciones dificilísimas (empató, en octavos contra Eslovaquia, a falta de 30 segundos) y que afronta su segunda final consecutiva de Eurocopa. La primera la perdió, en su santuario de Wembley, ante Italia en 2021. Un equipo que ha jugado, atendiendo a su once tipo, muchos más minutos que el once tipo de España, la selección que mejor fútbol ha hecho, sí, pero que mejores piernas ha demostrado, también. Y eso, las piernas, en una cita como la de esta noche, van a ser fundamentales.
Si atendemos a eso de la experiencia, España juega su quinta final (tres victorias y una derrota) e Inglaterra apenas su segunda (esa derrota en 2021). Nacho, Joselu y Carvajal por España, Bellingham por Inglaterra, aspiran a sumar Champions y Eurocopa el mismo año. Se han enfrentado los equipos 27 veces (10 para España, 13 para Inglaterra, 4 empates), y así un montón de estadísticas que esta noche importarán nada. Es una final de Eurocopa. Y España, esta España de todos los diferentes, busca coronarse y unirse al mito en que se convirtió, con razón, el periodo 2008-2012.