Un acuerdo pone fin a la demanda que tramitaba el juzgado mercantil 2 de Madrid en la que el club reclamaba daños y perjuicios por su bajo caché.
El Valencia ha retirado la demanda que presentó contra la Federación Española de Fútbol en el juzgado de lo Mercantil número 2 de Madrid por el “injusto y arbitrario” reparto económico de la Supercopa de España desde que en 2020 cambió para celebrarse bajo un nuevo formato en Arabia Saudí.
El club de Mestalla ha alcanzado un acuerdo extrajudicial después de meses de negociaciones por el que percibirá alrededor de tres millones de euros en lugar de los 1,7 que estipuló la Federación como caché que debía cobrar en la edición de 2020, la primera organizada por Kosmos, la empresa de Gerard Piqué, en Arabia y que el propio organismo que preside Luis Rubiales anunció que le reportaba 40 millones.
De esos ingresos, los participantes recibían un ingreso fijo de algo más de seis millones de euros en el caso de Real Madrid y FC Barcelona, 3,2 millones el Atlético y el Valencia 1,7 millones pese a acudir como campeón de la Copa del Rey. La denuncia de ese contrato provocó no solo que las relaciones entre el club de Mestalla y la RFEF se tensaran y que ese ingreso no llegará a la arcas del Valencia.
CONDENA A COSTAS POR “DILACIÓN”
De hecho, el equipo volvió a disputar la Supercopa en enero en Riad, esta vez como finalista de Copa, sin haber cobrado la de 2020 y firmando el contrato añadiendo una cláusula por la que se reservaba acudir a la justicia por el agravio que volvía a generarse. En esta ocasión, el Valencia no era el equipo peor parado económicamente, ya que el Betis, campeón de Copa, solo recibió 750.000 euros.
“La RFEF y el Valencia CF han alcanzado un acuerdo sobre sus antiguas diferencias al respecto del reparto económico de la Supercopa de España. Después de varios meses de conversaciones, y mediante la buena voluntad de las partes, se ha llegado a un acuerdo beneficioso del que ambas instituciones salen satisfechas”, reza el comunicado de la Federación, que este miércoles daba por zanjada una polémica que llegó a provocar un primera condena a costas para el organismo que preside Rubiales.
La batalla judicial entre el Valencia y la RFEF se inició en junio de 2020, cuando el club solicitó todos los contratos federativos relacionados con la Supercopa, desde los televisivos hasta los comerciales, para armar su demanda. La pandemia retrasó estos trámites, pero también la postura de la RFEF, reacia a entregar los documentos, más aún después del estallido del caso Supercopa que desveló la relación comercial con la empresa de Piqué.
“Reparto desigual y arbitrario”
Esta actitud llevó al Juzgado Mercantil 2 de Madrid a imponer una condena a costas “por la actuación dilatoria mantenida” de la Federación. Fue el pasado octubre cuando el ValencIa presentó su demanda en la que reclamaba daños y perjuicios por el “reparto económico desigual y arbitrario” y que, en diciembre, fue admitida a trámite.
Para el Valencia, este acuerdo que pone fin a tres años y medio de conflicto en los que se ha sentido “muy solo” es “muy beneficioso” y destensa las frías relaciones con la Federación. Porque desde el club se considera que todo pasó factura en la sanción a José Luis Gayà, con cuatro partidos de suspensión por unas declaraciones sobre un arbitraje, y en el cierre cinco partidos de la grada de animación de Mestalla por los insultos racistas a Vinicius.
Fuentes consultadas por este diario indican que el acuerdo alcanzado con el Valencia no conlleva una modificación de las condiciones económicas para los participantes en la Supercopa de España, que se fijan cada año en función de los parámetros comerciales que fija en los contrato de participación la RFEF.