El maratón que esta vez no ganó Sara Sorribes: “¡Ostras, si son tres horas y media!”

El maratón que esta vez no ganó Sara Sorribes: "¡Ostras, si son tres horas y media!"

Roland Garros

Actualizado

La española, que ha disputado tres de los 10 partidos más largos de la historia, cayó ante Haddad Maia en tres horas y 51 minutos, el tercero de mayor duración en Roland Garros

Sara Sorribes, en su partido de octavosEMMANUEL DUNANDAFP

Consumada especialista en las largas distancias, Sara Sorribes Tormo no encontró esta vez el final feliz acostumbrado. «Hubo un momento en el que mire el reloj de la pista y me dije: “¡Ostras, si son tres horas y media! No sabía que llevábamos tanto», comentó la española en conferencia de prensa después de perder en octavos de Roland Garros ante Beatriz Haddad Maria, en un partido que se fue hasta las tres horas y 51 minutos, el tercero más largo en el cuadro femenino en la historia del torneo. «Después hice lo mismo que cualquier otro día: bicicleta, baño de hielo, comer para poder recuperar y hablar con mi equipo para analizar lo que había sucedido».

Tenaz competidora, con una carrera repleta de contratiempos, la jugadora nacida hace 26 años en Vall d’Uixó tuvo el triunfo cerca, cuando dominaba por 3-0 en el segundo set y contó con cuatro pelotas para ampliar una ventaja con visos de haber sido definitiva. «Cuando me tumbe en la cama, seguramente me dolerá mucho y quizás algún día más, pero en ese momento sólo me estaba diciendo que igual que íbamos 3-0 para mí, podíamos ir 2-2».

Sorribes ha disputado tres de los 10 partidos más largos de la historia del tenis femenino en la era profesional y éste es el primero que se le escapa. El pasado año ganó a Camila Osorio, en Cleveland, en tres horas y 54 minutos. Hace dos, en Roma, superó a Camila Giorgi exactamente en el mismo tiempo en el que ayer salió derrotada.

«Sé que esta fuerte, sé lo que trabaja, sé cómo entrena. Trato de estar muy concentrada en lo mío en aprovechar mis opciones, pero sabía que físicamente estábamos de igual a igual», respondió a la pregunta sobre si se sintió con ventaja cuando se dilató el partido ante una situación en la que suele manejarse bastante bien.

La última española

Era la única superviviente de las cinco españolas que empezaron el torneo: Cristina Bucsa, 70ª, Rebeka Masarova, 71º, Nuria Párrizas, 95ª y Aliona Bolsova, 131ª. También la que arrancó con peor cualificación, 132ª, después de superar numerosos problemas físicos que la hicieron precipitarse en el ránking. En 2022 sufrió una fractura de costilla en Roma y en la vuelta a la competición, al final del verano, en Cincinnati, se rompió el escafoides de un pie. Anduvo con muletas y una bota ortopédica durante tres meses. «Termino con gran satisfacción esta semana y media, feliz de volver a sentirme capaz de disputar este tipo de partidos», valoró.

Alcanzó su mejor rango, 32ª,en marzo de 2021 al ganar en Guadalajara (México) el hasta ahora único título de su carrera. Después de vencer en segunda ronda a Petra Martic y de la retirada de Elena Rybakina, vigente campeona de Wimbledon, que no pudo disputar su partido por una indisposición, se encontró con una buena oportunidad de situarse por primera vez en cuartos de un torneo del Grand Slam. Haddad Maia tenía mucho más estatus, sí, pero había sido capaz de vencerla en sus dos últimos cruces, el más próximo en 2022, a principios de temporada en ATP 250 de Melbourne, tras otra pelea que se fue a las tres horas y seis minutos. «Estoy sorprendida de la forma en la que he conseguido competir durante todo el tiempo. Mantener el nivel durante casi cuatro horas es algo muy positivo».

Sorribes sigue en el cuadro de dobles junto a la checa Marie Bouzkova, tras su controvertida victoria frente a Miyu Kato y Aldila Sutjiati. Cuando dominaban po 7-6 (1) y 1-3, un resto de Kato impactó violentamente en una recogepelotas, que lloró como consecuencia del dolor del impacto. El juez de silla, aplicando el reglamento, descalificó al tándem japonés-indonesio, tras consultar con el supervisor ante las quejas de la pareja española. «No hemos hecho nada malo. La regla es la regla», arguyó este lunes Sorribes.

kpd