El candidato ruso se repone de su derrota en la cuarta partida y gana la quinta con una gran demostración de autoridad
Mientras Magnus Carlsen pierde dinero en California jugando al póker y ajeno a lo que ocurre en Kazajistán, un ruso y un chino se pelean en la antigua república soviética por heredar la corona del noruego. Sin él, el Mundial de Ajedrez no es lo mismo, pero el espectáculo que ofrecen Ian Nepomniachtchi y Ding Liren está mereciendo la pena. Este sábado, el primero ha vuelto a ganar y se pone por delante de nuevo: 2-1 y dos tablas, con nueve partidas por jugar. El entierro del ajedrez por sobredosis de tablas tendrá que esperar.
Nepo fue muy criticado por su comportamiento en su única derrota. Jugó demasiado rápido cuando era necesario calcular con calma. En opinión del pentacampeón indio Vishy Anand, eso es un síntoma de nerviosismo, pese a que el lenguaje verbal del duelo en Astaná indica lo contrario. En efecto, sobre el escenario circular dispuesto por la FIDE pudimos ver a Ding concentrado sobre el tablero, ya no escondido en su sala privada, mientras Nepo daba vueltas a su alrededor, acechando como un tiburón.
El ruso contaría después que él no pasó tanto tiempo como otros días en su cubículo porque la temperatura era demasiado baja. Quizá fue una estratagema sibilida de la FIDE para evitar el espectáculo de la mesa de juego vacía.
De Nepo, por cierto, se ha escrito demasiadas veces que tiene mandíbula de cristal, pero con la ventaja de las piezas blancas, optó por plantar batalla con la apertura española, una forma inmortal de empezar las partidas. Es un planteamiento flexible para ambos bandos, que permite ricas partidas estratégicas. Seiscientos y pico años después, esa forma de empezar la partida sigue figurando entre las favoritas de los mejores jugadores.
Ding demostró que tenía la lección aprendida, pero Nepo hizo toda una demostración de seguridad. Si le habían criticado por mover rápido, aceleró aún más sus decisiones, apoyado por su perfecto conocimiento del esquema elegido y por los análisis proporcionados por el superordenador Zhores. El chino hizo su jugada número 40, justo antes del primer control de tiempo, con 40 segundos de reserva en su reloj. En ese momento, el ruso tenía una hora y 40 minutos.
Esa abrumadora diferencia de desgaste la pagó cara Ding Liren. Su primera imprecisión llegó en la jugada 27. Su rival no la castigó como habría podido, pero en cuanto el jugador nacido en Wenzhou volvió a titubear, ya no cedió el control de la partida. Nepomniachtchi remató la faena con un juego brillante y dejó claro que no es el mismo que se derrumbó en Dubai cuando Carlsen le ganó la primera partida.
La mejor noticia para el público es que, al contrario de lo que parecía después de la primera victoria de Nepo, con Ding Liren deprimido, esta vez no parece que el Mundial esté decidido. El último golpe ha sido duro, pero cada partida es una aventura y todavía puede ocurrir cualquier cosa.
Otro dato positivo es el nivel de juego. Como remarcó Anish Giri en sus comentarios, “Ding perdió sin cometer un solo error grave; simplemente acumuló unas pocas imprecisiones”. Que Nepo aprovechara la circunstancia con semejante autoridad dice mucho de lo bien preparado que ha llegado al Mundial.
Tampoco le ha afectado demasiado la respuesta de Carlsen a la pregunta de quién creía que ganaría el Mundial: “Literalmente, no me importa”, dijo el noruego. “Literalmente, no me importa”, repitió el ruso cuando le preguntaron tras su victoria por las palabras del todavía campeón.
Jennifer Shahade es una mujer sonriente. La gran maestra femenina es, de hecho, una de las ajedrecistas más alegres del circuito. Su simpatía es tan desbordante que sorprende incluso a quienes no conocen su historia personal. Nacida en Filadelfia el último día de 1980, no sólo es famosa por ser la primera mujer que ganó el Open de Estados Unidos y por haber logrado dos veces el campeonato de su país. Por desgracia para ella, también es conocida porque jugó un papel capital en la caída del capitán de la selección femenina, Alejandro Ramírez. Sahade sufrió dos ataques sexuales, pero no lo denunció hasta que varias mujeres más, algunas menores de edad, le contaron que también habían sufrido agresiones del gran maestro nacido en Costa Rica.
Abrir la puerta del infierno no acabó con el sufrimiento. El presidente de la Federación de Estados Unidos no sólo no ayudó a la víctima, sino que intentó desacreditarla cuando renunció como directora del programa de apoyo al ajedrez femenino. El depredador acabó perdiendo su empleo, el zorro ya no siguió a cargo del gallinero, pero Shahade tuvo que pagar un alto precio. La iniciadora del #MeToo del ajedrez perdió «incontables amigos y oportunidades».
La entrevista con Jennifer Shahade tiene lugar en Mónaco, donde participa en el European Poker Tour de Montecarlo. La cabeza pelirroja de la ajedrecista se ha convertido en una imagen habitual en los tapetes verdes: el contraste cromático ayuda a destacar su presencia. Unas horas antes de la conversación, Shahade participa en el torneo femenino del EPT, popularmente conocido como el ladies. Muchos se preguntan por qué existen los torneos femeninos, si mujeres y hombres pueden competir de igual a igual. "En primer lugar, son muy divertidos y es una forma excelente para que las mujeres, que tienen una presencia muy minoritaria en el póker, al igual que en el ajedrez, tengan la oportunidad de aficionarse y de aprender a ser más competitivas. También consiguen conocerse mejor unas a otras y, además, el precio de la inscripción suele ser más bajo, por lo que es una buena forma de conocer este mundo sin gastar demasiado".
Las heridas por el caso de Alejandro Ramírez están todavía abiertas, pero Jennifer Shahade accede a hablar de las enseñanzas extraídas de todo lo vivido. "Son muchas, pero sobre todo he aprendido la importancia de decir la verdad. Hay una cita famosa que dice que en el tablero no existen la mentira y la hipocresía, porque llevan a la derrota. Creo que es importante decir la verdad y escuchar a la gente que la dice. A veces es más fácil no escuchar, la gente quiere que todo sea maravilloso, pero a veces hay que enfrentarse a las cosas malas para mejorar el mundo. Esa es la primera conclusión. Luego, me hace sentir solidaridad con la gente del pasado y de la actualidad que ha hecho el esfuerzo de contar la verdad, porque muchas veces no se aprecia al mensajero".
P. ¿Quién le falló más cuando decidió contar la verdad?
R. "¡Ha sido tanta gente! Es difícil nombrar a una sola persona. Por supuesto, Alejandro es de quien más me puedo quejar, pero luego hay demasiadas personas que me dieron la espalda. Dado que estamos en el EPT de Montecarlo, te diré que esta comunidad me salvó. El póker me permitió refugiarme, porque la mayoría de la gente me ha apoyado. Es un buen ejemplo de cómo tienes más libertad en la vida si haces al menos un par de cosas diferentes y tienes más de un trabajo".
P. Igual que el ajedrez está cambiando, ¿también lo ha hecho el mundo del póker?
R. "Creo que sí. Todavía no hay muchas mujeres, pero en general la prensa está más centrada en cómo juegan y no en su aspecto. Creo que hemos mejorado de este error del pasado. Es parte de la naturaleza humana interesarnos más en las personas hermosas, ya sean hombres o mujeres, pero sobre todo es algo que ocurría con ellas".
P. ¿Y alguna vez conseguiremos que haya más mujeres en los tableros y en las mesas?
R. "Estoy convencida. Hay muchas oportunidades en ambos juegos, pero es difícil porque en los dos reciben a veces demasiada atención. Algunas personas simplemente quieren disfrutar, sin la presión añadida de estar en el centro del foco. Es complicado, porque gracias a eso surgen oportunidades, pero al mismo tiempo muchas quieren pasar inadvertidas y simplemente disfrutar. Tenemos que descubrir cómo conseguir que sea una buena experiencia para ambos tipos de personas".
Un guion sobre su vida
P. ¿No ha pensado en escribir un guion sobre su vida?
R. "Quizá no de mi vida, pero definitivamente pienso escribir un guion. Mi marido también trabaja en el mundo del cine y quiero hacer una película o una serie sobre algunos de los asuntos más interesantes que ocurren en el ajedrez".
Jennifer Shahade sigue hablando de sus sueños, de su fundación Nine Queens, que ayuda a convertirse en reinas a simples peones. "Es una utopía, pero quizá algún día se haga realidad". Entretanto, no ha dejado de trabajar en el ajedrez y en sus libros «para hacer que sea un mundo más seguro para las mujeres». ¿Siente que tiene una misión en la vida? «Definitivamente. Ahora creo que por fin he encontrado mi misión, eso seguro. Quiero que las partidas sean más inclusivas y seguras y acogedoras para todos, pero en estos dos años he pensado que hay que aún más allá y mostrar la verdad completa del ajedrez. Sí, siento que tengo esa misión."
P. Quizá eso le dé sentido a todo lo sufrido.
R. "Sí, pero quizá no todo, porque a veces ocurren tragedias sin sentido que no puedes explicar, a menos que creas en Dios. En mi caso, ahora siento que con suerte todo va a ser para bien y que todavía tengo una oportunidad. Así que voy a luchar por ello, para que al final todo tenga sentido y sea bueno".
Shahade viene de una familia de ajedrecistas. Su padre era maestro FIDE y su hermano mayor, Greg, es maestro internacional. Cuando este último empezó a jugar también al póker, ella decidió probar. "Después de escribir mi primer libro, Chess bitch, decidí darle una oportunidad y mi hermano me ayudó, pero al principio el juego no me sedujo. Sólo un poco más tarde, cuando me vi más involucrada con PokerStars y a acudir a eventos como este en Montecarlo, empecé a apreciar su cultura. No es sólo el juego, sino todo lo que lo rodea. Se parece mucho al ajedrez".
Escuelas
Graduada en Literatura Comparada, Shahade prepara ahora otro libro, Thinking Sideways, que trata "sobre algunas de las habilidades de la vida real que se pueden aprender con el ajedrez y el póker". "También de la forma de pensar de los jugadores, no sólo los mejores, y de qué podemos aprender de algunos incidentes recientes, como los casos de abusos y de trampas".
¿Podemos aprender más del ajedrez o del póker? "En términos económicos, el póker es un microcosmos financiero que te enseña que debes aceptar ciertos riesgos si no quieres perder tu dinero lentamente, aunque si te arriesgas demasiado lo perderás rápido. El póker es casi un curso de economía en miniatura. Las lecciones del ajedrez son más filosóficas, pero no menos importantes, sobre la importancia de estar concentrado, analizar tus opciones y ser flexible. Un problema habitual es que la gente tiene un plan y se aferra a él. Nadie quiere desviarse de su ruta, cuando necesitas reevaluar constantemente qué camino deberías tomar y por qué".
Sobre su amado ajedrez, Shahade tiene algunas quejas, no únicamente personales: "Los niños no pueden jugar al póker, pero a veces pienso que el ajedrez se concentra demasiado en ellos y deja un poco de lado a los adultos. Se fomenta la idea de que es un juego para los más jóvenes y olvidamos que se puede disfrutar a cualquier edad, aunque quienes lo practican no tengan opciones de convertirse en campeones del mundo. Si a cierta edad no tienes determinado nivel, se fomenta la idea de que ya no tiene sentido que sigas jugando. Sin embargo, hay grandes historias y oportunidades para el desarrollo y la cultura a cualquier edad".
Por otro lado, el ajedrez también puede ser un ecosistema peligroso para los más débiles. "Tenemos que hacer todavía un gran trabajo para asegurarnos de que aprovechamos todo lo bueno que tiene y apartamos las negativas. Queda muchísimo por hacer, pero al menos ahora la gente se ha dado cuenta de la entidad del problema. A partir de ahí, sólo tenemos que ir paso a paso", afirma la jugadora estadounidense.
Más deporte
FEDERICO MARÍN BELLÓN
Actualizado Miércoles,
13
diciembre
2023
-
18:16El Comité de Ética y Disciplina del organismo internacional sanciona al...
Son curiosos los nombres de las aperturas en ajedrez. Los primeros movimientos de una partida suelen bautizarse en honor a su creador o al lugar donde se hicieron populares, lo que permite un nacionalismo suave y sano. En la duodécima jornada del torneo de Candidatos, el único gran maestro francés jugó contra una defensa francesa, el italoamericano eligió la apertura italiana y uno de los indios optó por la defensa nimzoindia. El ruso esta vez jugaba con blancas, pero siempre que ha podido ha apostado por la defensa rusa, por supuesto. ¿Casualidad?
Lo que no es fruto del azar es lo apretada que está la cabeza del torneo, del que saldrá el próximo retador del campeón mundial. Ian Nepomniachtchi, líder en solitario, nunca pareció perseguir la victoria contra el indio de 18 años Praggnanandhaa Rameshbabu, quien demostró mucho más coraje y un nombre como mínimo igual de complicado de deletrear. Puede que fuera una estrategia premeditada del ruso, que la jornada anterior se encontró con un regalo de Vidit Gujrathi. Si fue así, no le salió bien porque Pragg no perdió la cabeza y las tablas permitieron a la jauría de perseguidores dar caza al gran oso ruso.
En las dos rondas que quedan, podría pasar de todo. Además de Nepo, ocupan la cabeza el estadounidense Hikaru Nakamura, que lleva tres victorias seguidas tras su debacle contra Vidit, y el indio Gukesh D, que está jugando el ajedrez más serio de todos los participantes. Tampoco debemos olvidar que el ruso es el único invicto hasta ahora y, sobre todo, que siempre ha ganado este torneo cuando lo ha jugado. Su calma es proverbial y su habilidad para defenderse en posiciones delicadas lo ha salvado ya varias veces. Judit Polgar, la mejor ajedrecista de la historia, destacaba ayer en la retransmisión la fuerza mental de Nepo, que curiosamente tiene fama, seguramente injusta, de venirse abajo en cuanto sufre alguna contrariedad. El problema para los demás es que casi nunca le ocurre.
Pasión contra frialdad
Como en una película de espías, el americano Hikaru Nakamura es todo lo contrario. Solo hay que ver su rostro para saber que donde el ruso pone frialdad él derrocha pasión. En contra de lo que enseñan a los principiantes, Naka no dudó en lanzar su dama al ataque en las primeras jugadas. Es algo que solo hacen los niños (véase 'En busca de Bobby Fischer'), las máquinas y los ajedrecistas suicidas. En la jugada número 18, Naka ya estaba bastante mejor y su rival, el francés Alireza Firouzja, exprimía su reloj en busca de soluciones.
Nakamura no supo rematar, sin embargo, y su oponente inició una defensa numantina. Los apuros de tiempo son algo curioso. Cuanto menos tiempo le quedaba a Firouzja, mejor se defendía, mientras el estadounidense iba perdiendo su ventaja. Cuando llegaron al control de la jugada 40 y Alireza pudo pensar, porque ahí los ajedrecistas reciben una inyección de 30 minutos, cometió el error decisivo, que le acabó costando la partida.
Gukesh lo tenía más difícil porque jugaba con las piezas negras, y más fácil porque su rival era Abasov, probablemente con el ánimo por los suelos. El indió arriesgó desde el principio y llegó a una posición dudosa, a juicio de Polgar, pero difícil de castigar por un humano. Las ventajas pragmáticas de la elección eran evidentes: jugar en territorio desconocido es muy complejo, incluso con ventaja, sobre todo si el enemigo se ha molestado en dibujar un mapa y conoce los sitios donde preparar las mejores emboscadas. La guerra de guerrillas del indio dio sus frutos y fue ganando posiciones como un tanque, lento pero seguro, hasta que las defensas enemigas se derrumbaron.
Fabiano Caruana, el cuarto beatle
El estilo de Fabiano Caruana no es tan agresivo, aunque preparó una idea con veneno en la apertura italiana, con ayuda de uno de sus segundos, el español Miguel Santos. La línea funcionó y Vidit se fue quedando cada vez más tieso.
El rey negro cruzó el tablero en busca de refugio, pero como en la vieja historia de la muerte en Samarra, esa huida le permitió a Caruana prepararle una encerrona justo en el flanco en el que pretendía contruir su barricada. Con sus vaivenes, la partida siempre estuvo más cerca de la victoria blanca, que al final llegó, que del empate que buscaba el indio.
Fabiano está a medio punto de los tres líderes y aún tiene opciones, si demuestra la misma eficacia que ayer en las dos partidas que quedan. Antes, este viernes viviremos una jornada de descanso.
Una china jugará el Mundial femenino
En el Candidatos femenino, harían falta varios milagros para que no ganara la actual líder, Tan Zhongi, o su compatriota Lei Tingjie, que está a medio punto. La primera se libró ayer de una derrota que parecía segura, pero en este torneo se están perdonando aún más vidas que en el absoluto.
Las dos rusas en liza, Kateryna Lagno y Aleksandra Goryachkina, están ya a dos puntos de la primera clasificada, al igual que la india Humpy Koneru. Todas parecen agotadas y solo Vaishali Rameshbabu, hermana de Pragg, le está dando vidilla a la última fase del torneo. Lleva tres victorias consecutivas, todas ellas trufadas de momentos en los que no es difícil echarse las manos a la cabeza.