¿Por qué la selección gana y el balonmano no mejora “Las medallas no dan dinero”

¿Por qué la selección gana y el balonmano no mejora "Las medallas no dan dinero"

Mundial de balonmano

Actualizado

En la última década España ha subido ocho veces al podio, pero sus clubes no han recuperado el nivel de antes de la crisis inmobiliaria. “Yo ya no confío”, dice Joan Cañellas.

Los jugadores de España celebran su bronce.JONATHAN NACKSTRANDAFP

Qué semana, la última de enero, con medio millón de españoles frente a la televisión, radios narrando los partidos de la selección, un puñado de artículos como este, qué semana, la última de enero. Pero ya está. Si no ocurre nada raro, quizá exceptuando una Champions del Barça, en lo que queda de año no se volverá hablar de balonmano y tampoco pasa nada. Es lo habitual, ya es costumbre. Desde hace una década, el deporte sobrevive así: los Juegos, el Mundial o el Europeo llaman la atención de la mayoría de aficionados al deporte, la Liga Asobal apenas interesa a unos pocos.

Las razones ya se han explicado, el dinero se fue con la burbuja inmobiliaria, los clubes quebraron, los jugadores emigraron, pero… ¿Por qué nada mejora? Cabe recordar que, antes del bronce en el Mundial de este domingo, España ganó un Mundial en un Palau Sant Jordi abarrotado, que luego celebró dos Europeos seguidos y que en los Juegos Olímpicos se colgó otra medalla. Ahora mismo lleva cinco podios consecutivos.

«La selección y los clubes viven dos realidades separadas, muy distintas, no hay una unión. Por eso las medallas no dan dinero a los equipos, no atraen a patrocinadores. Cada año decidimos que el éxito de España ayudará al balonmano, pero no es así. Soy pesimista, la liga no es interesante, los equipos no tenemos poder económico e incluso nos cuesta mantener presupuestos», apunta Manolo Cadenas, ahora entrenador del Ademar de León, antes seleccionador nacional y antes, en los años felices, técnico de equipos que compitieron en Europa como el Teka, el Valladolid o el propio Ademar. En los últimos años ha visto cómo todos los jugador interesantes a sus órdenes se marchaban al extranjero sin remedio: el último Antonio Martínez, de sólo 19 años, rumbo al Oporto. Con una selección que nunca ha jugado unas semifinales, Portugal ya tiene mejor liga que España. La desigualdad de la Asobal, donde el Barcelona roza los 10 millones de presupuestos y el segundo equipo, el Bidasoa, ronda los 1,5 millones, es exagerada.

«Hace años vivimos una burbuja, con las inversiones inmobiliarias, luego hubo una crisis importante y ahora se ha conseguido cierta salud, ya no hay deudas, no hay problemas de impagos, pero faltan recursos. Está costando mucho», comenta José Javier Hombrados, portero del Teka, el Ademar, el Portland o el Ciudad Real, campeón del mundo con España en 2005 y ahora presidente de la Federación Madrileña de Balonmano.

“Ya no confío”

Su sentir es parecido al que comparten los jugadores de España, ya hastiados por la falsa responsabilidad. Hace un tiempo era una motivación, ganar para revivir el balonmano, menudo incentivo, pero ahora ya nadie piensa en eso. Para empezar, porque ya solo dos, Gonzalo Pérez de Vargas y Pol Valera, juegan en la Asobal. Y para acabar porque ya han visto que los éxitos se olvidan en 48 horas, quizá incluso en 24 horas.

«No cambiará nada. Hace unos años, tras el Mundial de 2013, fue desesperante. Creía que las audiencias atraerían a dos o tres patrocinadores, que algunos equipos mejorarían y que la Asobal volvería a crecer. Ahora ya no confío. Aunque nos vean millones de personas, la Asobal seguirá igual y seguirá faltando inversión por todos los lados», explicaba este domingo con el bronce al cuello Joan Cañellas, que se marchó de España hace una década y ahora, pese a los 36 años, ni se plantea regresar porque las ofertas que le llegan apenas superan los 1.000 euros. “No se puede vivir, es un deporte semiprofesional”, reclamaba.

Gracias a los éxitos, la Federación Española de Balonmano sí cuenta con un presupuesto generoso y sponsors de peso -Santander, Iberdrola, Sacyr, Helvetia, Renfe, Correos…- y la cantera mantiene su nivel -las selecciones juvenil y junior son campeonas de Europa-. No en vano, el número de licencias se mantiene alrededor de las 90.000 desde que empezó el milenio. Pero los clubes viven una realidad mucho menos exitosa. Ya pueden llegar medallas de la selección, como el bronce en el Mundial de este domingo, ya se puede mantener el país en la élite otros 10 años, que la Liga Asobal no saldrá de la sima. Qué semana, la última de enero, lástima que sea la única.

kpd