Un ramillete de magníficas intervenciones de Lola Gallardo y un protestado penalti transformado por la noruega Vilde Boe Risa permitieron al Atlético de Madrid sacar un punto en el Alfredo di Stéfano ante el Real Madrid (1-1) en un vibrante derbi que demuestra la pretensión de los dos equipos de la capital que tratarán de seguir la estela del Barça, que con este resultado logra quedarse solo en la cima de la Liga F.
Real Madrid y Atlético de Madrid, que encaraban el duelo con pleno de victorias en la competición liguera, se alternaron los momentos de dominio en un intenso duelo en el que el cuadro blanco se adelantó primero por medio de la escocesa Caroline Weir, pero que luego le costó contener a un insistente rival en el que destacó, una vez más, una Lola Gallardo salvadora.
Aunque el Atlético tomó la primera iniciativa con dos acercamientos de Sheila Guijarro y de la brasileña Gio Queiroz, el Real Madrid se adelantó con una gran jugada fabricada y culminada por la escocesa Caroline Weir.
La centrocampista se asoció primero con la colombiana Linda Caicedo, que ganó terreno por la banda izquierda y devolvió la pelota a una Weir que ya dentro del área, se inventó una pared con la danesa Signe Bruun y pegó un zurdazo imparable para Lola.
Con el 1-0 en el marcador, el conjunto blanco se animó y trató de ampliar aún más la distancia, pero la defensa atlética, comandada por Silvia Lloris y la brasileña Lauren Leal, aguantó la oleada.
Pasada la media hora de juego, el equipo de Víctor Martín volvió a la carga y tras las llegadas de Sheila y de Vilde Boe Risa, se produjo una de la acciones polémicas del partido con la anulación de un tanto por falta de Leal sobre Misa Rodríguez.
Ya en la segunda mitad, el partido volvió al dominio madridista con dos ocasiones claras de Caicedo , desequilibrante por la banda izquierda, y de Tere Abelleira, a la que respondió con una espectacular parada Lola Gallardo.
No obstante, cuándo más claro parecía el segundo tanto de las locales, llegó una nueva reacción visitante. Primero, Rosa Otermín sorprendió a Misa con un centro-chut e, instantes después, fue la nigeriana Rashidaat Ajibade la que puso en apuros a la guardameta canaria.
Finalmente, en el minuto 77, la colegiada consideró penalti en un despeje de Tere Abelleira que rozó en el gesto a la venezolana Gaby García. Boe no falló y devolvió las tablas al marcador (1-1, m.78).
Los minutos finales fueron un no parar de ocasiones. La primera en insistir fue Ajibade, pero después fue el cuadro blanco el que más cerca estuvo con los lanzamientos de Alba Redondo y de Athenea del Castillo que interceptó una excepcional Lola Gallardo, providencial para mantener el empate hasta el final de la cita.
No ha sido la Eurocopa el gran escaparate de la compraventa de jugadores salvo en el caso de la selección española. Los campeones de Europa han sido los agitadores del mercado nacional con sus cambios de camisetas, su regreso al campeonato nacional y, en dos casos, ventas que han dejado cifras destacables en la tesorería de sus clubes.
Nico Williams parecía iba abrir el camino, pero seguirá al menos una temporada más en San Mamés y el camino lo abrió otra de las estrellas de Luis De la Fuente en Alemania, Dani Olmo. Ya habían anunciado su cambio de aires, a Arabia y Qatar, Nacho y Joselu con la carta de libertad, pero ya como campeón, Olmo llegó al Barça por 55 millones de euros. Lo siguió Robin Le Normand al salir de la Real Sociedad hacia el Atlético dejando 32 millones en Anoeta. El tercero en cambiar de aires fue el capitán Álvaro Morata cerrando su fichaje por el Milan por 13 millones. Ayoze Pérez también dejó el Betis para ponerse a las órdenes de Marcelino en Villarreal tras el pago de cuatro millones de euros. El último en unirse ha sido Mikel Merino, que partió como suplente en la Eurocopa pero acabó marcando el gol que clasificó a España para semifinales.
Su traspaso al Arsenal se cerró en 32 millones y ha sido el segundo más alto de LaLiga hacia otras competiciones. El primero fue la venta de Joao Félix al Chelsea por 52 millones y los terceros el de Mamardashvili y Dovbyk. El Liverpool ha abonado 30 millones al Valencia, más otros cinco que podrían llegar en variables, para llevarse a partir de junio de 2025 al guardameta georgiano que encandiló a media Europa. En el caso del delantero ucraniano, por el máximo goleador de la pasada Liga la Roma ha pagado 30,5 millones.
Los cuatro estuvieron en la Eurocopa con diferente brillo, pero de las ventas totales de LaLiga apenas un 21% ha sido de estos jugadores que enseñaron su talento en el campeonato de Europa y, de manera individual, el único traspaso que se cuela entre los 15 más altos es del portugués ex del Atlético.
En términos relativos, la liga portuguesa es la más beneficiada por el escaparate de la UEFA, con un movimiento de ventas que duplica al de fichajes (140 frente a 304 millones) y pone su balance en positivo. Uno de los traspasos más suculentos lo ha protagonizado el centrocampista internacional Joao Neves, que deja el Benfica por el PSG a cambio de 60 millones de euros.
Las marchas del defensa neerlandés Matthijs de Light del Bayern al United por 45 millones y la de Olmo del Leipzig han incrementado los ingresos de la Bundesliga, que ha comprado menos que hace un año (573 millones frente a los 864 de 2023) pero ha vendido más del doble. Aún así, sus cuentas globales siguen en rojo.
La Serie A italiana, lejos de la contención de años anteriores, se ha estimulado tanto que se coloca tras la Premier como segundo mercado más activo, con 917 millones de gasto. De la Eurocopa han salido sus dos ventas más potentes, ambas del Bolonia. El central Ricardo Calafiori vestirá la camiseta del Arsenal por 45 millones y se las verá en el área con su ex compañero Joshua Zirkzee. El neerlandés forma parte de la plantilla del Manchester United tras el pago de 42,5 millones. Al cierre de esta edición, Osimhen trataba de sellar su marcha del Nápoles al Chelsea o al Al Ahli saudí.
La Premier sigue siendo la gran animadora, especialmente en clave interna, con sus 2.222 millones invertidos. Reparte recursos en otras competiciones, pero en los traspasos entre sus clubes es donde las cifras engordan. Si bien es cierto que su venta más importante ha sido la de Julián Álvarez al Atlético por 75 millones, a la que se suma la de Douglas Luiz a la Juventus por 51,5, las siguientes en la lista son entre equipos ingleses. El Tottenham ha pagado al Bournemouth por el delantero Solanke 64,3 millones y el Chelsea al Wolverhampton por el portugués Pedro Neto. Esos dos movimientos están entre los 10 más altos de la ventana estival.
LaLiga, a la cola de la grandes competiciones en gasto (531 millones) y tercera en ventas (537), es la única equilibrada, y los flujos han sido llamativos, a diferencia de lo ocurrido otras temporadas. Y no sólo en traspasos y fichajes exteriores, entre las que destacan la de Julián Álvarez, Olmo o Endrick por el Madrid (47,5 millones) o Gallagher, sino también en compraventas internas. El Atlético ha sido el gran estimulador con las llegadas de Le Normand y Sorloth, que alimentaron las arcas de la Real Sociedad y el Villarreal y han provocado otros interesantes movimientos.
A la cabeza de los clubes que más han gastado está el Atlético y a la cola, el Valencia y el Rayo, que apenas han gastado para reforzarse acogiéndose a jugadores libres de contrato y cesiones.
Apenas el mercado semanal del parque de la Devesa agrieta la tranquilidad de Girona, donde poco, prácticamente nada, advierte que llega un gran día: el debut de la ciudad en la Champions, este miércoles en el campo del PSG (21.00 horas, Movistar). Sobre la arena de la Plaça de la Independència unos cartelones de Etihad Airways, patrocinador del equipo, dejan algo entrever -"Juntos hacia nuevas alturas" es el emblema- y para alivio del fotógrafo por allí aparece Javi, con una camiseta de Stuani y el logo de la competición. Pero poco más.
Si acaso hay más camiones que de costumbre descargando comida y cerveza en los bares de alrededor, como el Fock Viu, una hamburguesería y cocktelería muy 'street food' que se prepara a conciencia. Allí se reunirán hoy decenas de chavales convocados por el podcast 'Tribuneros de Montilivi' de Pol Mejias y Martí Pardo. "A Girona le falta un lugar de referencia donde ver los partidos de fuera. No hay un sitio donde se junte la afición, estamos desperdigados y, de hecho, igual vas a un bar de la Plaça de la Independència y no sabes muy bien a quien se anima. La gente no es muy enérgica y muchos no visten la camiseta del equipo", comenta Pardo, veinteañero que describe el carácter de sus vecinos.
"La gente tiene ganas de Champions, pero en Girona somos tranquilitos, no nos volvemos locos. Por ejemplo, las entradas para la afición visitante en el campo del PSG no se han acabado. Había como 2.000 e irán unos 1.000, la mitad. Entre semana la gente trabaja y lo primero es lo primero", expone Pardo sin acritud, consciente que tampoco se puede cambiar una ciudad tan burocrática, tan funcionarial, tan capital de provincias, en un visto y no visto. Además, hasta hace 20 años el Girona FC deambulaba entre Tercera y Regional Preferente y su masa social sigue en construcción. En 2011, ya en Segunda, Montilivi vivió el primer pleno de su historia -9.286 espectadores- y hubo que esperar a 2017 para el verdadero 'boom', con el ascenso a Primera y la compra del club por parte del City Group.
"Mi padre fue empleado del club y yo siempre fui del Girona, pero en el colegio se reían de mí por eso. Los que íbamos al campo nos conocíamos todos. Ahora hay niños del Girona, es bonito y vienen grupos de turistas, sobre todo holandeses, que van o vienen de la Costa Brava", expone Lluís Bosch, presidente de la Penya Gironina y autor de un Montilivi hecho con piezas de Playmobil -expuesto en el Centre Cultural La Mercè-, que también habla del talante propio: "Hay mucho alegría, más orgullo de ciudad que nunca, pero también hay temor. El 'tarannà gironí' es el que es: serios, reservados. Nos gusta estar en Champions, pero ya sufrimos por lo que pueda pasar con los aficionados de otros equipos".
Y es que la Champions ha obligado al Ayuntamiento a movilizarse, a visitar Villarreal este agosto para aprender de su ejemplo, a preparar dispositivos especiales junto a los Mossos y a coordinarse con la Universitat de Girona, cuyo campus está al lado de Montilivi, al sur de la ciudad. Las clases acabarán antes en los días que lleguen los aficionados del Feyenoord, del Slovan de Bratislava, del Liverpool y del Arsenal. "Es un reto para la ciudad y tenemos que aprender. Hay que saber disfrutar del momento y, a la vez, que no perjudique la convivencia", apunta Àdam Bertran, regidor de Deportes de la ciudad, que desvela que no habrá Fan Zone, pero sí se realizará un control de los fans visitantes, especialmente de los hooligans que lleguen sin entrada.
"Serán cuatro días en cinco meses, tampoco tanto", asume y como miembro de Esquerra confirma que la política se quedará a un lado. Aunque Girona está gobernada por las CUP con el apoyo de Junts y Esquerra, no se esperan actos reivindicativos antes o durante los partidos de Champions. De hecho, en Montilivi las esteladas sólo fueron mayoría entre el fervor de 2017. "El Girona es un club privado y desde el Ayuntamiento sólo podemos desear que la Champions permita que aumente la gente que practica deporte en la ciudad", finaliza Bertran.
Pocas esteladas, propiedad extranjera
"En Girona cuesta mantener el deporte al margen de la política, pero el club lo ha conseguido. Tiene un posicionamiento más cercano al Espanyol que al Barça porque entre las gradas hay gente diversa. Se ha mantenido al margen del independentismo y eso le ha ido muy bien", puntualiza Ángel Martínez, regidor del Ayuntamiento por el PSC y ex jugador de la entidad, cedido por el Espanyol al Girona para la temporada 2010-2011, que añade: "También los propietarios son extranjeros". El City Group del jeque Mansour de Abu Dhabi, el dueño del Manchester City, posee el 47% de las acciones mientras que el 35% es del magnate Marcelo Claure y el 17% restante es de Pere Guardiola, hermano de Pep.
Sin una Junta Directiva al uso, el Girona ha tenido que cambiar parte de su consejo de administración para evitar conflictos con la UEFA, pero igualmente muchas decisiones se toman lejos de la ciudad. "El otro día, un tertuliano de TV3 decía que el Girona ya no es un equipo humilde por los propietarios que tiene, pero no es verdad. En España no hay dinero y ésta es la única forma de crecer ahora. El City Group respeta la identidad del club, no le ha cambiado el nombre, por ejemplo, y mantiene la base de lo que fue", proclama Martínez, que recuerda cuando los jugadores compartían coche para ir a los partidos.
El entorno de un modesto
O cuando a Montilivi sólo iban 300 aficionados. O cuando el Palamós, el Figueres o el Vilobí se llevaban a los canteranos de la entidad. O cuando no había periodistas que cubrieran los partidos. Ahora los hay, claro, pero no hay día que la tribuna de prensa se acerque al número de profesionales que mueven Real Madrid, Barcelona o Atlético. "Como mucho somos 15, aunque lo normal es que estemos entre cinco y 10. Girona es una ciudad muy pequeña, de 105.000 habitantes, y el entorno del club es pequeño, de trato personal, con una relación con los jugadores más cercana", expone Alex Luna, periodista de Mundo Deportivo o DAZN e impulsor de otro podcast, Montiliving, también con tirón entre los jóvenes.
"Si dentro de unos años el Girona baja a Segunda su masa social bajará, pero quedará lo que estamos viviendo ahora, con la temporada pasada o con el debut en Champions. Ahora hay niños del Girona y eso no pasaba antes", subraya Luna, que en contraposición al tópico habla de una nueva Girona "abierta y divertida" gracias al deporte.
Paraíso para los expats
Porque no es sólo el fútbol. El súbito ascenso del Girona ha coincidido con el nuevo proyecto del Girona Bàsquet de la mano de Marc Gasol -en ACB desde 2022- y con la moda del ciclismo en la ciudad. Hace años, con Lance Armstrong como referente, muchos profesionales se instalaron en el centro y con el paso del tiempo llegaron los amateurs de todas partes del mundo, con sus eventos, sus tiendas de ropa ciclista y sus cafeterías de especialidad. Hoy Girona es un lugar 'cool' para 'expats' gracias a su oferta deportiva.
"Antes quizá se veía como un pueblo cerrado y ahora es una ciudad que atrae, con mucha calidad de vida. Muchos nos ven como el Silicon Valley del deporte, un ecosistema único. De hecho, hemos creado un movimiento, el Girona Play Together, para que haya más sinergias entre fútbol, baloncesto y ciclismo", expone Jordi Puyol, de Athletic Affair, una agencia de Girona vinculada a los deportes outdoor y a eventos como el Sea Otter, el festival ciclista que se celebra este fin de semana. Antes hoy, en el campo del PSG, Girona vivirá un gran día, el debut de su equipo en la Champions, aunque poco, prácticamente nada, advierta sobre ello en la ciudad.
Los Reyes Felipe VI y Letizia han entregado este jueves, 4 de abril, los Premios Nacionales del Deporte. Una cita que ha reunido a parte de los mejores deportistas españoles en el Palacio de El Pardo de Madrid.
Esta edición el premio Felipe VI ha recaído en el tenista Carlos Alcaraz, actual número 3 del mundo y ganador de dos Grand Slam, de hecho, Felipe VI presenció su victoria en Wimbledon en 2023. El premio Reina Letizia lo ha recibido la triatleta paralímpica Susana Rodríguez, que fue campeona paralímpica del Triatlón adaptado, cuatro veces campeona del mundo y tres de Europa en esa categoría. Rodríguez es, además, la primera deportista con discapacidad que gana en esta categoría.
Al acto de la entrega, concede el Gobierno desde 1982, también han asistido la ministra de Educación, Formación Profesional y Deportes, Pilar Alegría, y el presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), José Manuel Rodríguez Uribes. Estos galardones reconocen a las personas y entidades que más se han distinguido en la competición o en la promoción del deporte a lo largo del año. En esta edición, como novedad, se incorpora el Trofeo Unión Europea.
El Premio Princesa Leonor, que se concede al mejor deportista menor de 18 años, lo ha recogido el jugador de baloncesto Izan Almansa, campeón de Europa con la selección sub-18 y subcampeón del mundo sub-17 en 2022; mientras que la Fundación de Síndrome de Down Madrid, el Premio Infanta Sofía.
El saltador hispano-cubano Jordan Díaz ha sido distinguido con el Premio Rey Juan Carlos, que se otorga a la revelación del año; y los periodistas Paloma del Río y Antonio Pampliega han recogido el premio Reina Sofía por su implicación en la defensa de las mujeres bajo la amenaza talibán y la asistencia a inmigrantes.
La Copa Barón de Güell, que premia al equipo o selección nacional más destacada, ha sido para el equipo español de patinaje, que en los Juegos Mundiales de 2022 logró 40 medallas y subió al podio en todas las categorías en las que tuvo representación, mientras que el RC Mediterráneo de Málaga será reconocido con la Copa Stadium por su especial contribución a tareas de promoción, difusión y fomento del deporte, especialmente del deporte base. El exjugador de balonmano Raúl Entrerríos será distinguido con el Premio Nacional Francisco Fernández Ochoa por su trayectoria.
Además, la Confederación Panamericana de Ciclismo fue reconocida con el Trofeo Comunidad Iberoamericana, en homenaje al centenario de su fundación, y, como principal novedad y coincidiendo con la Presidencia española del Consejo de la Unión Europea, el Trofeo Unión Europea será para la esquiadora checa Ester Ledecka, actual campeona olímpica de eslalon gigante paralelo de snowboard.
El Premio Consejo Superior de Deportes, destinado a la entidad local española que más se haya destacado por sus iniciativas para el fomento del deporte, recayó en el Ayuntamiento de Getafe por el programa 'Getafe Ciudad Diversa', que persigue la integración y la igualdad y que tiene como objetivo la erradicación de la violencia y la discriminación, y la Universidad de Alicante ha sido premiada con el Trofeo Joaquín Blume por su compromiso con el deporte, ofreciendo instalaciones de alta calidad accesibles a la comunidad universitaria.
Finalmente, el Premio Nacional a las Artes y las Ciencias Aplicadas al Deporte ha sido para a Alberto Palomar, Magistrado de lo contencioso-administrativo, Doctor en Derecho y referente en derecho deportivo.