Fueron tres minutos frenéticos en el campo y en Las Rozas. Tres minutos en los que el diálogo entre el colegiado de campo, Mateo Busquets Ferrer, y el de VAR, Javier Iglesias Villanueva, fue constante. Tres minutos en los que se llegaron a lanzar varios mecheros, una bolsa de comida y una botella de agua.
“Yo no puedo jugar así”, le dice Courtois al colegiado en medio de los incidentes. “¿No puedes jugar? Nos metemos dentro”, confirma entonces Busquets Ferrer al portero belga. Tan pronto el árbitro anuncia su decisión se va a comunicarla a los entrenadores.
– Diego (Simeone), vamos a parar el partido por lanzamientos.
– Me parece muy bien, muy bien.
– Nos metemos 10 minutos, Carlo (Ancelotti). Vamos a ver si se puede solucionar.
Tras comunicárselo a los entrenadores, el árbitro comienza a indicar a los jugadores que tomen el camino de los vestuarios. Hay algunos, como el madridista Luka Modric que le piden explicaciones:
– Vamos dentro 10 minutos, Luka.
– ¿10?
– Es protocolo Modric, protocolo por el lanzamiento de objetos. Luka, hay que entrar.
– Va a ser peor esto.
El colegiado también se ve obligado a darle explicaciones a Julián Álvarez, Militao y Carvajal, quien le indica que recogió cinco mecheros del campo. Al árbitro se le escucha también que había recogido tres mecheros de una vez.
Este es el extracto principal de los audios entre el VAR y el colegiado del derbi que la Real Federación Española de Fútbol ha hecho públicos de los incidentes en el Metropolitano. La pieza total tiene una duración de siete minutos, pero la mitad de ellos se componen de los diálogos durante el momento en que se decretó la suspensión provisional del partido.
Se escucha también al árbitro pedir al delegado que anuncie por megafonía que cese el lanzamiento de objetos para luego advertir que, de continuar, procedería a la suspensión del partido como finalmente ocurrió.
Pese al bochorno a nivel de imagen que supusieron estos incidentes para el fútbol español, la actuación del colegiado es modélica según se ha podido comprobar en los audios que ha hecho públicos la RFEF.
LaLiga EA Sports
LUIS NÚÑEZ-VILLAVEIRÁN
@LNvillaveiran
Actualizado Domingo,
10
diciembre
2023
-
23:44No existe un protocolo de actuación ante situaciones como la que...
Y vibró el Metropolitano con el cabezazo de Giménez. Y se heló el Parque de los Príncipes con el tanto de Correa. Y se tuvo que frotar los ojos el público rojiblanco en Madrid cuando Julián Álvarez ponía el segundo tanto en el marcador y culminaba la victoria rojiblanca ante un Bayer Leverkusen que sólo había perdido tres partidos en el último año y medio.
Hablamos de tres tantos en el minuto 90, 93 y 89 para dar la victoria a un conjunto, el de Simeone, que nunca deja de creer. "Cuando uno repite, se alimenta la sensación y el rival lo recibe. Se va generando lo que se ha generado en millones de equipos que tienen esa costumbre", comentó Simeone en la rueda de prensa posterior a la épica victoria ante el Leverkusen de Xabi Alonso de este martes.
Estos son los tres tantos que llegaron en la Champions, pero el equipo ha logrado 24 en lo que va de temporada en los últimos 15 minutos de encuentro. Una barbaridad que le ha fraguado esa fama este año de equipo peligroso en el tramo final y que en Copa lo sufrió el humilde Vic y en liga lo probó el Barcelona con el tanto de Sorloth en el descuento.
Ese gol supuso la remontada para el conjunto rojiblanco y no son pocas esta temporada. Se cuentan hasta ocho en las tres competiciones que ha jugado el club colchonero. "Ojalá no tengamos que atravesar siempre estos caminos. El equipo en el segundo tiempo fue emocionante, lindo de ver. Fue mucho más allá de solamente remontar el partido. Jugó con valentía y supo elegir sus momentos", pidió el argentino.
Esa característica, por cierto, también la exhibió el Bayer de Xabi Alonso la temporada pasada. Hasta 12 encuentros ganó sobre la bocina. Pero el Atlético le cambió el traje. "No sé si es mejor el equipo de Europa en lo emocional, ellos juegan mucho con esa manera de jugar y hacen que el rival no juegue tan bien. Tienen una buena conexión con el público, por eso han conseguido tantas remontadas", expresó el tolosarra, incrédulo al partido que había vivido.
Y es que pocas veces se puede ver un primer tiempo como el del Bayer en el Metropolitano, con un gol, una expulsión a favor y multitud de ocasiones marradas. Pero incapaz de doblegar la fe del Atlético y, sobre todo, de su nueva estrella. "Julián vino para darnos lo que nos está dando. Siempre pensamos en el presente, pero ojalá se pueda quedar muchos años porque lo disfrutaremos. Tiene humildad, trabajo, talento, gol, es un chico muy noble, se ha adaptado de menos a más y hoy es uno de esos partidos inolvidables para los deportistas", valoró el Cholo sobre su pupilo.
La estrella es Julián
Y tampoco escatimó elogios el entrenador rival. "Yo valoro mucho a Julián, es uno de los mejores del mundo y lo ha demostrado con su rol en el Atlético y también y con su traspaso. Ha hecho un gol de la nada, que solo los grandes jugadores pueden sacar en esas situaciones", detalló el tolosarra.
El propio delantero argentino estaba encantado tras una victoria que nunca vieron clara. "Muy contento por los tres puntos. No fue fácil. Por todo lo que pasó en el partido, quedar con uno menos, nos hacen un gol, lo veíamos un poco negro, pero haciendo nuestro juego, con humildad llegó el empata y luego 10 contra 10 vimos la chance de poder ganar", declaró en el postpartido.
El equipo fue inteligente en saber jugar su encuentro y en conseguir algo que se propusieron en el descanso. "El segundo tiempo estuvimos viendo quién tenía amarilla de ellos para encararlo e intentar igualar el partido. Con esa doble amarilla de Hincapié pudimos estar un poco mejor. Con la ayuda de toda la gente pudimos sacar el partido adelante que no fue nada fácil", reveló Giuliano.
Tácticas y estrategias aparte, lo del martes en el Metropolitano es un ejercicio de resiliencia y fe como se ve en pocos lugares. Un ejercicio de club, como dice el Cholo, porque todo el mundo sabe que el Atlético "nunca deja de creer".
Aquel portero de rodilleras y coderas cosidas por su madre de tanto tirarse a parar disparos de jugadores imaginarios por las calles de Cheste sueña hoy con volver a Wembley. Ya pisó el mítico escenario en 2022 defendiendo los colores del Huddersfield, pero la moneda salió cruz y los Terriers no pudieron ascender a la Premier ante el Nottingham Forest.
Aún así, aquel partido se imprimió en la memoria de Carlos Corberán (Cheste, 1983) como el del ascenso de los juveniles del Cheste a Segunda Regional. "Hay momentos que se te quedan en la retina y no tienen que ver con la envergadura del partido que uno juega", explica.
Pero, Corberán no pisó el césped de Wembley o de La Viña ataviado con manoplas y vestido de corto. Lo hizo con traje y desde el banquillo. "Una de las mejores decisiones que tomé fue colgar los guantes justo al acabar mi licenciatura", explica el hoy técnico del West Bromwich Albion, que el domingo jugará las semifinales de ascenso a la Premier League ante el Southampton. Tiene 41 años y comenzó en los banquillos con 23.
Huddersfield y Leeds
Ya son siete en tierras inglesas, con el paréntesis de su breve paso por el Olympiacos griego. Un lugar, Inglaterra, donde se "respira fútbol" y en el que, a nivel profesional, ya ha entrenado más tiempo que en su propio país. En Reino Unido, Corberán ha pasado por el Huddersfield y el Leeds, donde conoció a uno de sus entrenadores más admirados: Marcelo 'El Loco' Bielsa. "Nos desarrollamos producto de las interacciones que vamos teniendo con personas que te van marcando", apunta Corberán y añade que él se enriquece con cada profesional de su entorno y trata de crecer un poco cada día.
Otro de sus modelos es Pep Guardiola, a quien se enfrentó en LaLiga como segundo de Juan Carlos Garrido en el Villarreal durante la temporada 2010/11. "Yo sufrí el fútbol de Guardiola y digo sufrí porque aquel Barça era aplastante y te sometía hasta no poder más". Así, en busca de las ideas del de Santpedor, se fue hasta Arabia Saudí al equipo técnico de Raúl Caneda, que había trabajado con Lillo, segundo de Pep. "Siempre me he movido en búsqueda del conocimiento", apunta.
Era 2012 y la vida allí era muy diferente a la Arabia actual. "Era un país más cerrado", admite el protagonista, pero donde se vivía el fútbol de manera muy pasional, con estadios de 50.000 personas llenos y un arraigo deportivo muy grande. Como no tenía familia, su rutina era sólo fútbol y más fútbol y estuvo en los dos clubes más importantes como son el Al-Ittihad, hoy equipo de Karim Benzema y el Al Nasser donde juega actualmente Cristiano Ronaldo.
Carlos Corberán en un entrenamiento con el West Bromwich Albion.
Sin embargo, el trato con estrellas le vino en el Villarreal de la mano de Garrido, en su primera experiencia en el fútbol profesional. Apenas tenía 26 años y planificaba los entrenamientos de campeones del mundo como Marcos Senna o Joan Capdevila y a mitos del fútbol como Robert Pires o Ariel 'El Caño' Ibagaza. "Cada entrenamiento yo sólo podía aprender de lo bien que se jugaba al fútbol", cuenta Corberán.
Del Villarreal aprendió una cosa que siempre ha buscado en todos los equipos por los que ha pasado, que hubiera proyecto de juego en el club. Se entrenaba como se quería jugar y se buscaban futbolistas para ello, algo innovador en aquella época y que hoy es común en muchos clubes de fútbol.
De hecho, su primer proyecto como primer entrenador le llega en Chipre donde, en apenas una temporada, se sienta en el banquillo del Doxa Katokopias y del Ermis Aradippou. "En la vida uno va tomando decisiones según los sentimientos que va teniendo y siempre me he preocupado de poder garantizar mi libertad en esos momentos de riesgo", explica el técnico.
Éxito profesional y personal
Pero, en aras a esa filosofía de proyectos largos, Carlos dejó Chipre, con opciones para continuar allí o en otros equipos europeos, y dio un paso diferente en su carrera para aterrizar en el citado Leeds, donde entrenaría al sub 23 y le llegaría el éxito deportivo y personal. En la ciudad del Yorkshire conoció a su mujer, profesora de inglés, y tuvo a su primer hijo de los dos que tiene hoy.
Padre de dos vástagos de tres meses y dos años, aunque ha cambiado pocos pañales, Carlos admite que le gusta estar al 100% en el lugar en el que está, sea con su familia o en su despacho preparando un partido. "Cuando llego a casa sí me gusta saber que ya no es hora de trabajar porque ya he estirado el chicle, que hemos hecho todas las horas que teníamos que hacer", confiesa.
Le quedan horas que invertir en, mínimo, dos partidos. Ante un rival que le ganó ambos encuentros ligueros y que cuenta con mucho más presupuesto. Así, Carlos recurre a los tópicos: "Siendo conscientes de la dificultad, de la envergadura del rival, de la plantilla, del presupuesto, de todo... el fútbol es fútbol y trataremos de controlar todo aquello que podamos controlar para ir a Wembley". Palabra de entrenador.