De un tiempo a esta parte, un sector de los consumidores de prensa deportiva, poco dado a distinguir entre las diferentes opciones, ha decretado que todos son (somos) lo mismo, dejando detrás de ese decreto una clara desconfianza hacia todo lo que lee, escucha o ve. Una sensación de que todo lo que se escribe o se dice está mal, o es falso o, simplemente, viene predeterminado por algún extraño interés. Ese magma, generado por un sector, no pequeñ
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La noche en Tenerife concluyó con un poco de lluvia, con la sonrisa de los tres debutantes (Paredes, Samu y Pablo Barrios) y con un entrenador feliz. Primero dejó hablar a los chavales con los medios, y ahí se escucharon todos los lugares comunes que uno pueda imaginar. "Muy feliz", "lo importante era la victoria del equipo", "he tenido personalidad para tirar el penalti", etc... Esta última frase fue de Bryan Zaragoza, el más 'echao pa'lante' de todos.
Luego le llegó el turno a Luis de la Fuente, al que cada vez le da menos vergüenza decir lo que piensa, piensen lo que piense de él. "Estoy orgulloso de ser español, de ver cómo la afición vive esta selección y cómo esta selección no se cansa de ganar para dar alegrías a la gente", expresó en su primera respuesta ante los medios, después de saludar al seleccionador suizo, que andaba arrastrando un catarro desde el sábado.
Preso de su propio discurso, a De la Fuente le preguntaron qué hará ahora en este parón de cuatro meses, pues la selección no se vuelve a juntar hasta la segunda quincena de marzo para jugar los cuartos de final de la Liga de Naciones, donde se encontrará, lo sabrá el viernes, a Holanda, Croacia o Italia, con el partido de vuelta en casa. "No hay tiempo para descansar. Hay mucho trabajo por hacer. Necesitamos no bajar la guarda, ver partidos, hacer seguimiento de jugadores, para que, cuando vengan, los jugadores sepan que les daremos armas para ganar partidos. Eso genera confianza", explicó quien tiene algún que otro plan para estas primeras semanas.
El gesto de Morata
Al margen de los debutantes, hubo otros dos protagonistas. Uno que casi era también debutante, Casadó, y Morata. El mediocentro del Barça dio un puñetazo y anunció que ha venido para quedarse por si Zubimendi un día no puede. Completó un partido estupendo, "jugando como un veterano cuando apenas lleva un partido y medio", según De la Fuente.
Y luego está lo de Morata. El capitán, al que le hicieron el primer penalti, está a un gol de igualar a Fernando Torres como tercer máximo goleador de la selección. Ese era el momento de conseguirlo, pero el público empezó a corear el nombre de Pedri y el siete le entregó el balón al canario, que lo falló. "Otra grandeza del capitán, para que luego se diga", zanjó el técnico.
Llegados a este punto, en las puertas de, ni más ni menos, unas semifinales de Eurocopa, a España le sale todo, incluso la puntualidad. A las 19.45 de este lunes apareció Luis de la Fuente en la sala de prensa del Allianz Arena, un estadio brutal, probablemente el que más de esta Eurocopa. El seleccionador está tranquilo, igual que Rodrigo, que habló tras él. España lo tiene claro. Han llegado aquí, pero no basta.
"Pase lo que pase mañana, estaré feliz, porque he visto un crecimiento exponencial del equipo. Estamos bien aquí, en semifinales, pero tenemos un problema: queremos más. Y no nos vamos a conformar. Queremos jugar la final", pronunció, en un discurso ambicioso, lejos del conformismo. Lejísimos, de hecho. "Todos tratamos de plantear partidos para ganar. El espectáculo tiene que ver más con una idea, con un modelo, y el nuestro se acerca al espectáculo si lo hacemos bien. Somos un equipo muy vistoso, pero aquí se trata de ganar".
De la Fuente definió a Mbappé como "un genio", "alguien que no necesita aparecer en el partido para solventarlo en dos acciones", alguien que "con un 50% de su nivel puede dar el 100% de cualquier otro", pero insistió en los suyos. Es más, ¿quién es mejor, Mbappé o Nico Williams?. "Para mí, mis jugadores son siempre los mejores. Me quedo con Nico".
El "injusto tratamiento" a Morata
Dijo Deschamps que, si alguien se aburría viendo a Francia, que lo tenía muy fácil: podía cambiar de canal, y le fueron con el cuento a De la Fuente. "Cada uno se aburre o se divierte con lo que quiere y yo con el fútbol siempre me divierto", zanjó, antes de hablar alto y claro sobre Morata. "Es totalmente injusto el tratamiento que se le dispensa a una estrella, un referente como Álvaro. Es un referente para nosotros".
Por su parte, Rodri dijo que no se fía un pelo del estado físico de Mbappé y mostró la misma ambición que su entrenador. "La generación dorada de España lo es hoy, pero en su día, cuando empezaron, tuvieron que hacer su camino, y en eso estamos nosotros también. Ellos abrieron el camino para ser campeones". "No vamos con miedo, vamos con la seguridad de lo que estamos haciendo, de que podemos ganar a cualquiera", finalizó el mediocentro del City.
Una de las grandes noticias que dejó la tarde en Berlín fue la ruptura de una racha de 16 años. Una racha de 136 partidos. La ruptura, en fin, de un tema casi tabú en España desde que la gran España encontró un camino para ganar entre 2008 y 2012. Pareció durante muchos años una herejía pensar en otro modo de jugar, insinuar que no había que tener la pelota para ganar partidos... Pues bien, esta España no necesita el balón para ganar partidos y eso, que ya se intuía, se confirmó contra Croacia.
España dispuso del balón un 46% del tiempo, por el 54% de los croatas. Y España ganó 3-0. Hacía esos 16 años que algo así no ocurría. La última vez que el rival tuvo más tiempo el balón que España fue la final de la Eurocopa de 2008, aquel 29 de junio donde Torres inició una era ¿irrepetible? Desde entonces, la selección ha jugado 136 partidos y siempre ha ganado eso tan poco útil que es la posesión, escrito así de forma aséptica. Por el camino, sesiones tan inverosímiles como los octavos de final contra Marruecos, resuelto, en contra, en los penaltis.
"No tenía ni idea de lo de la posesión. A ver, aquí al final lo que cuenta es ganar los partidos, no la posesión, y nosotros estamos muy felices porque hemos ganado", resolvía ayer Fabián, uno de los jugadores que representan ese fútbol no tan ortodoxo que ha tenido atrapada a la selección desde 2014, año del cataclismo en el Mundial de Brasil, hasta la llegada de Luis de la Fuente, un tipo práctico.
Carvajal, de Wembley a Berlín
Hay pocos jugadores en el vestuario de la selección que entiendan tan bien eso de "lo que importa es ganar". Dani Carvajal, quizás, es el que ha vivido esa expresión más de cerca. No es fácil ganar seis Copas de Europa de la misma forma. En unas sufrió, en otras disfrutó, a veces dominó y en algunas sobrevivió como pudo, pero ganó. Eso es lo importante. Y quizás por eso, el de Leganés es un capitán sin brazalete en la concentración de España.
No acumula tantas internacionales como otros compañeros, pero tiene el peso de los títulos y la experiencia, algo que necesita De la Fuente, que le permitió hablar en el corrillo previo al partido. "He sido uno de los que ha hablado. Soy un jugador que siempre intenta alzar la voz y motivar a los más jóvenes", explicó el defensa en los pasillos del Estadio Olímpico.
Fue una tarde especial para Carvajal, una más en un mes de junio que no va a olvidar. Después de marcar el primer gol de la final de la Champions de Wembley, el canterano del Real Madrid disputó en Berlín su primer partido en una Eurocopa. Las lesiones no le habían dejado estar en las convocatorias hasta ahora.
Carvajal, en la acción del 3-0 ante Livakovic.AFP
Y claro, alguien que puso la primera piedra de Valdebebas y terminó con seis 'orejonas' no le hace ascos al destino. En su estreno continental, Carvajal repitió gol. Su primero con España 44 partidos después, insistiendo en eso del destino. Movimiento al primer palo y remate ante el portero.
"Es un gol de killer, ¡de killer absoluto!", bromeaba en zona mixta. "De momento soy Pichichi de la Eurocopa, porque nadie ha metido dos goles", añadió entre risas.
El cuerpo técnico de Luis de la Fuente ha copiado la idea del de Carlo Ancelotti. Carvajal no es el más alto, pero sí es inteligente a la hora de buscar el espacio en el área: "En el balón parado hay que estar listo, hay que tener determinación y hoy pues me he anticipado al primer palo y sólo la he tenido que empujar. Estoy muy contento de que confíen en mí para el balón parado", explicó.