París ha despedido este domingo al futbolista que más ha marcado la historia de la liga francesa. El Parque de los Príncipes ha dicho adiós al suyo, Kylian Mbappé (Bondy, Seine Saint Denis, 1998), que ha jugado este domingo su último partido con la camiseta del PSG antes de fichar por el Real Madrid. Lo ha hecho frente al Toulouse y el adiós de niño prodigio ha sido entre silbidos y algunos aplausos, un gol y con una derrota de su equipo.
A Mbappé le quedan aún tres encuentros con el PSG, pero éste era el último en el Parque de los Príncipes. El viernes comunicó en redes sociales, de manera oficial, su marcha del club. Su contrato acaba del 30 de junio, podría haber renovado una temporada más, pero decidió no hacerlo. Se lo comunicó al presidente del club, Nassrr Al Khelaïfi, el pasado febrero.
“Quería decirles a todos que este es mi último año en el PSG. No voy a renovar. Terminaré mi aventura dentro de unas semanas. Jugaré mi último partido en el Parque de los Príncipes el domingo”, dijo en un vídeo el pasado viernes, pocos días después de que el PSG fuera eliminado de la Champions y a dos días de su último encuentro en el Parque de los Príncipes.
Antes de comenzar el partido, los aficionados radicales del fondo Auteuil desplegaron una imagen con Mbappé de medio cuerpo rodeado de unos laureles y encendieron bengalas rojas. El jugador fue a saludarles y agradecerles el gesto.
Presiones de Macron
Como señala la prensa francesa, muy medida, “con toda probabilidad” integrará la plantilla del Real Madrid. Hasta la final de la Champions no se hará oficial. El PSG ha tratado de retener al futbolista. Lo ha hecho incluso el presidente francés, Emmanuel Macron, que ya presionó a Mbappé hace dos temporadas, cuando se especulaba con su marcha al Real Madrid.
El jueves, Macron dijo que había “presionado a tope” a su nuevo club (sin mencionarlo) para que le permita jugar con la selección francesa durante los Juegos Olímpicos de París este verano. “Cuento con el Real Madrid para liberar a Kylian para los Juegos Olímpicos y que pueda venir a jugar con la selección francesa”, dijo Macron en X (antes Twitter), en respuesta a la pregunta de un periodista que le interrogó sobre la marcha de Mbappé.
Niño prodigio del fútbol francés, Mbappé ha sido el más precoz de todos los deportistas. Entró en el Mónaco en 2013 y rápidamente despertó el interés de los grandes clubes. Ganó su primera liga con el Mónaco, es el que más veces ha sido reconocido con el premio al mejor jugador de la liga, el goleador más joven de la primera división y el más joven en ganar una competición. Mbappé llegó al PSG a cambio de 180 millones de euros, en el segundo fichaje más elevado de la historia del fútbol.
El más precoz, sin Champions
De padre camerunés, se crió y aprendió a jugar al fútbol en Bondy, barrio de la periferia parisina. Su marcha duele. Porque Mbappé en Francia es mucho más que un futbolista. Es un símbolo y una guía para muchos jóvenes de barrio que ven en él un ejemplo. Tras siete años en el PSG, se ha hecho con cinco títulos de liga, más de 300 partidos y ha sido el máximo goleador de la liga francesa cinco temporadas seguidas.
Su despedida, a pesar de todo que ha representado para la liga francesa y el club parisino, ha sido agridulce. Sin fiesta ni despedida por parte del club. Su espina clavada: no haber logrado ganar una Champions con el PSG. El equipo quedó eliminado el pasado martes frente al Borusia, que es el club al que se enfrentará al Real Madrid, su nuevo equipo, en la final el próximo 1 de junio. Mbappé ya ganó un mundial con Francia en 2018 y se quedó a las puertas de repetir en 2022.
“Juego para hacer historia y siempre dije que quería hacer historia en Francia, en la capital de mi país, en mi ciudad”, dijo cuando fue nombrado mejor jugador de la historia del PSG. Para Luis Enrique, entrenador del PSG: “Es una leyenda del club, un jugador que lo ha dado todo”.