Un infarto de un aficionado, que terminó estabilizado y trasladado a un hospital, detiene el Atlético – Betis unos minutos

Un infarto de un aficionado, que terminó estabilizado y trasladado a un hospital, detiene el Atlético - Betis unos minutos

No habían transcurrido diez minutos de la segunda mitad cuando el árbitro del Atlético – Betis, Adrián Cordero Vega, detuvo el encuentro por protocolo sanitario. Fueron, inicialmente unos instantes, hasta que, pese a la protesta de la grada, el juego se volvió a reanudar.

No obstante, la situación del aficionado obligó al colegiado poco después y por segunda vez, a parar el partido. Al parecer, según fuentes policiales, se trató de un infarto de un varón de unos 50 años que fue tratado por los servicios de Emergencia en los vomitorios del fondo Sur del Metropolitano.

Tras unos angustiosos minutos, la megafonía del estadio anunció que la persona había conseguido ser estabilizada y trasladada a un hospital. El juego volvería a reanudarse tras diez minutos parado, pero los aficionados del Frente Atlético decidieron no volver a sus butacas.

El grupo radical rojiblanco se quejó en redes de que la Policía había aprovechado la asistencia sanitaria para requisar material que portaban aficionado de este fondo. Hablaron de un “atropello injustificado” al disponer las Fuerzas y Cuerpos del Estado a niños y personas mayores “retenidas contra la pared”, escribían en X.

kpd