Aún no han perdido un torneo este año, siete de siete. Por no perder, no han perdido ni un partido (30 victorias). Eso les valió convertirse en la pareja más joven de la historia en ser número uno en el ranking del World Padel Tour (WPT) el lunes 15 de mayo. Sin embargo, una lesión de uno de ellos les arrebató este galardón en apenas una semana.
El número uno llevaba más de mil días (tres años) en manos de la tiranía de Juan Lebrón y Alejandro Galán. 52 torneos consecutivos siendo la mejor pareja de pádel del mundo. Hasta que dos chicos de 23 y 21 años se juntaron. «Tenemos un factor importante y es que nos llevamos bien, compartimos gustos y hablamos de las mismas cosas», explica Arturo Coello (Mojados, 2002) a EL MUNDO, binomio de la dupla que forma con el argentino Agustín Tapia (San Fernando del Valle de Catamarca, 1999).
Esa conexión comenzó como un tornado, precisamente, ante la pareja número uno. En Abu Dhabi, Coello y Tapia vencieron en dos sets (7-6/6-3) a Galán y Lebrón. Y, una vez superada esa barrera, despegó la nave. «Cuando nos unimos no era para desbancarles sino para crecer. Hemos congeniado mucho tanto dentro como fuera y se puede ver que nuestra compenetración es absoluta», cuenta Coello.
Desde entonces siete victorias de siete torneos en el WPT: La Rioja, Chile, Paraguay, Granada, Bruselas y Vigo, donde certificaron ese primer puesto con 16.250 y 16.045 puntos para Tapia y Coello, respectivamente. Además, como si el cierre de un círculo fuera, una final en la que también ganaron a Lebrón y Galán. Los reyes habían caído, vivan los reyes.
«Es un sueño ser jugador de pádel y más ser número uno, pero lo veía como algo muy lejano. Necesitaba mucho tiempo para que llegase. No imaginé que fuese ya con 20 años», contaba Arturo Coello a su vuelta del torneo de Vigo. Un torneo con una final muy exigente en la que vencieron en tres sets 6-3/6-7(5)/7-6(4) y en la que se vio a otro Coello, menos exuberante físicamente.
«Salimos mucho en los highlights, pero Agus es el más espectacular, yo sólo soy el que está al lado», contaba con sorna castellana mientras se dirigía al fisioterapeuta. Fuerte, rápido, contundente y con un físico imponente, Coello también notaba que en Vigo algo estaba fallando. Finalmente, y tras consultarlo con su equipo, decidió parar.
Coello y Tapia no se presentaron en el Torneo de Copenhagen del pasado fin de semana en el que defendían 1.170 puntos frente a los 340 de Galán y Lebrón. Así que el número 1 les duró, exactamente, y por desgracia para ellos, una semana. Galán y Lebrón, sólo con presentarse, sumaron lo necesario para retornar a lo alto del escalafón aunque finalmente acabaran por retirarse del torneo danés en octavos de final por una lesión en el codo del andaluz.
Invictos
Números uno o no, Coello y Tapia no han perdido este año. Ni un partido. «En mi caso no tengo miedo a perder porque va a venir en cualquier momento. Pero sí que es verdad que planteamos cada enfrentamiento de la misma forma, dándole una importancia muy grande», cuenta Coello y está convencido de que «no perder un partido en todo el año es imposible». «Más pronto que tarde lo haremos, pero será porque los otros nos jueguen mejor», revela el vallisoletano sobre el estudio de su juego que, en estos momentos, están haciendo las otras parejas del circuito.
De momento, resultados y récords aparte, esta dupla, efímera número uno, sólo quiere seguir mejorando. «Los dos solventamos lo que hace mal el otro. Nos imitamos lo bueno de cada uno. Estamos en pleno crecimiento. Si Agus hace un golpe raro intento copiarlo», apunta. Y Agus Tapia hace muchos golpes raros. Sólo hay que pasarse por redes sociales y ver que muchos de los mejores puntos de cada torneo, tienen su firma. Espectáculo sin corona, por ahora.