El portero del PSG Sergio Rico expresó su deseo de regresar “antes de que acabe la temporada”, este sábado en un video difundido por el club, cuatro meses después de su grave accidente de caballo.
Tras ser dado de alta del hospital Virgen del Rocío de Sevilla, el español de 29 años recibió la visita del presidente del PSG Nasser Al-Khelaifi el viernes, y dio una entrevista a PSG TV.
“El próximo día 22 (de septiembre) me hacen una nueva prueba a ver qué tal sigue el aneurisma, y después esperemos que sean todo buenas noticias y que el médico me vaya dando un poco más de libertad para ir pudiendo hacer algo de deporte, que pueda ir preparándome para poner a tono mi cuerpo, para volver cuanto antes con el equipo, con el París”, declaró el antiguo meta del Sevilla.
“Al final es lo que quiero, lo que deseo, y mi objetivo final es ese, volver a estar con el equipo antes de que acabe la temporada”, añadió, a la vez que mostró su agradecimiento por todos los mensajes de apoyo procedentes del club y de sus compañeros.
El arquero, de 29 años, se encontraba ingresado en el hospital Virgen del Rocío desde el pasado 28 de mayo por un traumatismo craneoencefálico, tras sufrir un accidente con un caballo en la romería del Rocío.
Después de varios días en coma, el arquero salió de la unidad de cuidados intensivos del centro hospitalario el 5 de julio.
En los descansos entre juegos, Carlos Alcaraz observaba las repeticiones que ofrecía los videomarcadores de la Philippe Chartrier y analizaba las jugadas previas. No decía nada, claro, o no se le escuchaba, pero en su rostro se podía entender el golpe del que estaba orgulloso y el golpe que desaprobaba. En esos ratos lo habitual es que los tenistas observen el infinito, un punto inconcreto de la grada, y se tranquilicen, o se fustigan, o simplemente dejen la mente en blanco. Pero Alcaraz estaba estudiándolo todo, lo que había pasado y lo que iba a pasar. Estaba metido en el partido. Muy metido. Sumergido en él.
Y así le fue: en su mejor partido desde que se proclamara campeón en el Masters 1000 de Indian Wells en marzo, venció a Sebastian Korda por 6-4, 7-6(5) y 6-3 y se clasificó para octavos de final de Roland Garros. Allí se encontrará a un rival duro, tan joven como él, el vencedor del duelo entre Ben Shelton y Félix Auger-Aliassime -pospuesto por la lluvia, debe decidirse este sábado-, pero si mantiene la concentración será complicado pararle.
Durante las dos horas y 40 minutos que duró el duelo se mantuvo en él, robusto, siempre brillante. Si acaso se despistó a mediados del segundo set, entregó su saque una vez y lo pagó con un tie-break, el momento más tenso del encuentro. Ahí se lo notaban los nervios, las celebraciones eran tímidas, ni un grito, ni un puño al cielo. Pero lo resolvió con maestría. Un saque prodigioso a 217 km/h -su segundo más rápido esta temporada- le adelantó en la muerte súbita y resolvió con un derechazo potente que llevaba semanas guardando. Entonces sí llegó un festejo propio, el puño cerrado, el rugido al aire. En el tercer set, resuelto rápido, confirmó su predisposición en el Grand Slam parisino.
"He estoy muy contento con mi actuación durante todo el partido, creo que he estado muy sólido, que he subido el nivel. También he podido jugar sin miedo con la derecha, de hecho en el tie-break, con ese 'winner', he pensado: 'Lo echaba de menos'", confesaba Alcaraz al finalizar el encuentro.
El peligro de Korda
La propuesta de Korda realmente podría haberle causado muchos más problemas. El estadounidense es un especialista en el saque, un dinamitero, y en tierra batida se debilita, pero igualmente es peligroso. Aunque este viernes estaba desafinado con su derecha, exigía solidez. Ante la dificultad para romperle el servicio, un mal juego situaba a Alcaraz ante el abismo, como ocurrió en el segundo set. El ahora número tres del mundo respondió a toda esa fuerza con dos argumentos.
ANNE-CHRISTINE POUJOULATAFP
Para empezar, enfoque en el resto. Aunque algunas bombas de Korda eran imposibles de devolver, el español lo intentaba y, en ocasiones, lo conseguía. El estadounidense apenas pudo apuntarse puntos con su saque-volea. Ya unas horas antes, en el calentamiento, Alcaraz reclamaba a su hermano Álvaro más dureza en el servicio y practicaba y practicaba y practicaba para lo que le vendría en el encuentro. Su segundo argumento fue su creatividad. Al contrario de lo que le ocurrió ante De Jong, Korda no le arrebató la red, su red. Con dejadas y contradejadas, ofrecía intercambios chisporroteantes, esos 'highlights' de los que tanto goza.
El amor de París
El público de la Philippe Chatrier se lo agradeció con varias ovaciones, aunque también estuvo animando a Korda, especialmente en el tie-break, cuando los espectadores soñaban con un duelo épico. Alcaraz tiene ya muchos fans en París, más incluso que un Novak Djokovic todavía controvertido, pero todavía le queda mucho para alcanzar el ánimo unánime que recibió Rafa Nadal en sus últimas participaciones. Es el heredero, o así se lo considera, pero le faltan galones
De entrada necesita dominar por primera vez un torneo que a las puertas de la segunda semana sigue sin sorpresas, ni en el cuadro masculino ni en el cuadro femenino. Siguen adelante los cinco mejores hombres y las cinco mujeres, con la segunda, Alyna Sabalenka, enfrentándose este sábado (14.00 horas, Eurosport) a Paula Badosa en tercera ronda. Habrá un desenlace de altura. Más si Alcaraz continúa tan concentrado.
El proceso más duro para un deportista es el paso del amateurismo al mundo profesional. El salto al vacío que provoca competir por dinero ha terminado por arruinar muchas carreras. Pero todo es mucho más fácil cuando viajas o entrenas representando a una Federación. Por eso, la Real Federación Española de Golf, desde hace 15 años, ha implementado el programa Pro Spain Team, donde las rutilantes promesas del golf se convierten en profesionales con ayuda.
El programa ofrece unas cuantías económicas que les ayudan a sufragar los gastos de la competición, les facilita la opción de tener un caddie profesional y les permite seguir formándose con la estructura de la RFEG, un lujo que es envidia de muchos países y federaciones.
Azahara Muñoz, Carlota Ciganda, Belén Mozo, Jorge Campillo, Adrián Otaegui, Nacho Elvira, Adri Arnaus, Iván Cantero, Ángel Hidalgo, Álex del Rey o Ángel Ayora. son solo algunos nombres que han pasado por el programa desde sus inicios en el año 2010. Otros jugadores, con nombres importantes, renunciaron a participar porque su carrera ya estaba encauzada, un detalle que les honra. El programa contempla que, si un jugador sobrepasa una cierta cantidad económica en premios, devolvería el dinero de la beca al programa. Una iniciativa clave en los buenos resultados del golf español, que no tiene parangón en ninguna de las 66 federaciones regidas por el Consejo Superior de Deportes (CSD).
Este lunes se presentó la promoción de 2025, compuesta por 18 jugadores que completan Teresa Díez Moliner, Marina Escobar, Blanca Fernández, Fátima Fernández, Paz Marfá, Marta Martín, Ana Peláez, Carla Tejedo y Teresa Toscano entre las féminas.
El plantel masculino lo forman: Alejandro Aguilera, Javier Barcos, Albert Boneta, Joel Moscatel, Víctor Pastor, Eduard Rossaud, Joseba Torres, Lucas Vacarisas y Quim Vidal.
La guinda de este gran proyecto ha sido la incorporación de José María Olazábal al cuerpo técnico federativo, quien será el gurú deportivo y espiritual de todas las jóvenes promesas. De hecho, el doble ganador de la chaqueta verde, compitió esta misma semana tres días con todos los jóvenes valores, tres jornadas inolvidables, de las que se llevan su bolsa cargada de experiencias y enseñanzas. "José María Olazábal transmite sabiduría, experiencia, pasión por el golf. Son muchas cosas al tiempo lo que hace que sus palabras te inciten a mejorar", comentaba Marta Martín, una de las veteranas en el equipo que cumplirá su sexta y última temporada dentro del programa. Presidieron la presentación del equipo de 2025, Juan Guerrero-Burgos, flamante nuevo Presidente de la RFEG, y artífice del fichaje de Olazábal, Fernando Molinedo, Director General del CSD e Ignacio Gervás, director deportivo de la RFEG.