Sergio García reconoce sentirse “emocionado” con su vuelta al DP World Tour, tres años después. El español tomó la decisión a principio de temporada de volver a adquirir la membresía del antiguo Circuito Europeo, con un objetivo en mente: la Ryder Cup. Pese a que la temporada empezó muy bien con una victoria en Hong Kong en el LIV Golf, el Masters de Augusta supuso un punto de inflexión negativo en los resultados de Sergio, que lucha contrarreloj por darle buenos motivos al capitán Luke Donald para que lo incluya en el equipo. “He estado trabajando bastante duro durante el último mes, todavía me quedan cosas por mejorar, pero me encuentro más cómodo, trabajando un par de cosas que tengo que hacer en mi swing y hablando con mi padre”. Se refiere a un par de matices técnicos: “Sí, es un tema técnico, pero eso te ayuda a ver las cosas más claras y tener la confianza. Esa confianza te hace un movimiento más fluido”.
Se tratan de unos días muy especiales para el ganador del Masters de Augusta de 2017, ya que justo después de Alemania, la siguiente cita será en su campo favorito en el mundo. “Valderrama siempre es especial, estamos con muchísimas ganas de defender nuestro título individual y colectivo. El año pasado fue espectacular con todo lo que ocurrió ese domingo”.
El LIV Golf Andalucía será la única parada del Circuito saudita y, al igual que ocurriera el año pasado, será la más importante que se dispute en nuestra geografía. Junto a Sergio, Jon Rahm, estarán Bryson DeChambeau, Brooks Koepka, Dustin Johnson, Joaquín Niemann, entre otras muchas estrellas del golf. También David Puig y debutará como profesional en España el flamante nuevo fichaje de los Fireballs, Josele Ballester, de quien Sergio habla con especial cariño. “Estoy encantado de que esté con nosotros, no solo por lo que significa como jugador, sino como persona. Además, es amigo mío y tiene muy buena relación con el resto del equipo. Lleva solo tres torneos como profesional y las cosas no han salido como hubiera querido, pero le digo que esté tranquilo, que tenga confianza, el empezar de cero es duro, pero tiene que tener confianza y dejar que las cosas fluyan, y saldrá todo como tiene que salir”.
El capitán de los Fireballs reconoce que, a veces, siendo tan joven, es difícil lidiar con la presión fuera de las cuerdas. “Sí, sin ninguna duda, ha hecho cosas muy buenas de amateur, pero al ser profesional, la prensa te da mucha atención, es todo más intenso y hay que acostumbrarse. Nosotros estamos aquí para ayudarle”.
Valderrama
Sergio reconoce que Valderrama será muy especial porque prácticamente su familia al completo estará allí. “La competición es lo que más me motiva, pero es un sitio muy bonito para disfrutar con toda la familia. Vendrán casi todos y será bonito disfrutar de ellos”. Y estará encargado de ser el cicerone de algunos de sus compañeros. “Me siento un poco como anfitrión allí, te preguntan cosas e intento ayudarles en todo lo que pueda”.
Justo después del LIV, el español volverá a disputar el Open Championship en Royal Portrush, tras haberse clasificado por su posición e la orden de mérito del LIV. “Es mi torneo favorito, estoy deseando volver”, contesta emocionado como un resorte.
Aunque si hay una cita en el calendario de 2025 que motiva al de Castellón, esa es la Ryder Cup. Sergio acaparó todos los titulares cuando, en el PGA Championship, dijo que si Donald le llamaba, se autodescartaría para el equipo debido a su juego, pero dos meses después, García, en estas declaraciones exclusivas para El Mundo, quiere matizar sus palabras. “Quiero que entienda la gente, hago la entrevista allí e intento ser sincero y digo varias cosas, pero solo ponen lo que quieren poner. Yo dije que, como me encontraba en esos momentos, no era una buena opción para el equipo, pero dije que lo bueno es que me quedaban tres meses para trabajar y volver a las buenas sensaciones y eso es lo que voy a hacer. Estoy trabajando muy duro para, cuando llegue el momento, estar al 100%”.
García admite que la comunicación con Donald es fluida, pero prefiere no desvelar sus conversaciones con el capitán. Estar en la Ryder Cup será una consecuencia de que el rendimiento en el campo mejore en estas semanas. Lo que sí tiene claro García es que el capitán americano Keegan Bradley, pese a su reciente victoria, no podría ejercer las funciones de jugador y capitán con las suficientes garantías. “Sinceramente he estado en 11 Ryder Cups, ser capitán jugador es imposible en una Ryder Cup. Si Keegan Bradley decide jugar, tendrá un vicecapitán que será en realidad el capitán, el que lleve el equipo”.
Cuando el golf mundial parece más desunido que nunca y sin opciones cercanas de acuerdo, García ve en el LIV un producto cada vez más consolidado, pero no excluyente de otras opciones tradicionales de golf. “Yo creo que lo más bonito es tener opciones. El que le guste el golf clásico y de siempre, tiene sus opciones con el PGA Tour y DP World Tour, y al que le guste un golpe más dinámico, más rápido, con un poco más de diversión alrededor del evento, puede venir a apoyar al LIV, que ahí estamos. Intentamos ser la Fórmula 1 del golf, es más dinámico, más joven, la edad media del público que viene a ver el LIV es mucho más joven que el PGA Tour”.