Los colegiados desmienten que hayan sido cesados tras el Valencia-Real Madrid de Liga pero reconocen que tras el encuentro ninguno ha sido designado para ejercer de VAR
Iglesias Villanueva arbitrando un partido entre el Real Madrid y el Rayo Vallecano en el Santiago BernabéuPablo García
En un comunicado firmado por David Medié Jiménez, José Luis González González,Ignacio Iglesias Villanueva, David Pérez Pallas, Daniel Ocón Arraiz y Víctor Areces Franco, los asistentes desmintieron que hayan sido cesados tras el Valencia-Real Madrid de Liga del pasado día 21, pero denunciaron que la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) no los designa desde entonces “como represalia” por interponer una papeleta de conciliación contra la entidad, tras reclamar determinados derechos laborales.
Los colegiados reconocen que tras el citado partido ninguno ha sido designado para ejercer de VAR, “en una decisión sin precedentes desde que se implantó” el sistema en el fútbol español”. Los asistentes mantienen que eliminarlos “conjunta y unánimemente de las designaciones no responde a errores técnicos durante la temporada”, “ni a cualquier tipo de incidente ocurrido en el mencionado partido”.
El pasado 23 de mayo y tras el encuentro en Mestalla, de la jornada 35, el Comité Técnico de Árbitros (CTA) reemplazó a Ignacio Iglesias Villanueva como VAR del partido Betis-Getafe y como asistente de VAR (AVAR) del Osasuna-Athletic Club de la jornada siguiente.
La RFEF informó de la decisión de la Comisión Técnica del CTA de cambiar la designación del gallego después de lo ocurrido en Valencia, cuando desde el VAR solamente se mostró al colegiado, Ricardo De Burgos Bengoechea, el golpe de Vinicius Junior a Hugo Duro, por el que fue expulsado, y no el agarrón previo del cuello al brasileño.
El Comité de Competición dejó sin efectos la expulsión del jugador del Real Madrid al entender que las imágenes de vídeo desvirtuaban la presunción de veracidad del acta arbitral.
Además, Competición señaló que “la actuación del árbitro del VAR no sería enmarcable en un “error humano”, ya que la imagen que se remitió al colegiado del encuentro para valorar la acción producida fue totalmente parcial, sesgada y determinante del error del colegiado en la valoración de los acaecido y, con ello, de la injusta expulsión del jugador, convirtiendo al agredido en agresor”.
"¡Sólo mide 14 centímetros, sólo pesa ocho libras, pero significa que somos campeones del mundo!", clamaba el célebre locutor de la BBC Kenneth Wolstenholme mientras un muchacho rubio elevaba al cielo la copa Jules Rimet. Inglaterra había ganado por fin la Copa del Mundo en su deporte más popular y querido. El muchacho que elevaba el trofeo, una victoria alada, se llamaba Robert Frederick Chelsea Moore, Bobby Moore para el fútbol. Había nacido 25 años atrás en Barking, un suburbio del este de Londres muy cerca del estadio del West Ham. Su madre dio a luz en la estación de metro, bajo los bombardeos de los Heinkel He-111 alemanes. Al levantar esa Copa, ganada en final contra Alemania, cumplía una curiosa justicia poética.
Para saber más
Aquel muchacho fue portada el 31 de julio de 1966 en la mayoría de los periódicos mundiales. Ufano, sonriente, la copa en alto, la reina Isabel II orgullosa detrás. Volvería a copar portadas el 25 de mayo de 1970, pero en una circunstancia muy distinta: circunspecto, declarando en una comisaría de Bogotá, acusado de haber sustraído un valioso brazalete de oro, esmeraldas y diamantes en la joyería del hotel donde se había alojado el equipo inglés camino del Mundial de México. El escándalo fue mayúsculo. ¿Cómo había sido posible? Moore era un tipo ejemplar, defensa de guante blanco, limpio, de gran manejo del balón en corto y en largo, correcto con los árbitros, medido en sus declaraciones. Era Caballero de la Orden del Imperio Británico, con tratamiento de Sir, amigo de la familia real, de los Beatles, orgullo del fútbol y de Inglaterra. Un perfecto gentleman convertido en alguien capaz de robar una joya en un descuido de la encargada de la tienda. No cuadraba.
La selección de los Three Lions estaba en Bogotá como parte de su plan de preparación para el Mundial inminente, al que acudía como campeona. Adelantaré aquí que su título de 1966 fue visto con reparos fuera de la isla, por los arbitrajes de que gozó y por su gol fantasma en la final. Y sobre todo en Sudamérica. El Mundial en tierras británicas produjo un distanciamiento serio en materia de fútbol entre aquella parte del mundo e Inglaterra. Brasil volvió humillada, con Pelé maltrecho por culpa de la indulgencia arbitral para con sus marcadores de Bulgaria y Portugal; Uruguay, que empezó con un empate ante Inglaterra, cayó en cuartos ante Alemania con dos expulsados después de que el árbitro se hiciera el loco cuando con 0-0 el defensa Schnellinger repelió con el puño (la foto no ofrece dudas) un balón que se colaba en el marco alemán; Argentina sufrió el mismo día la célebre expulsión de Rattín. La lectura fue: un árbitro inglés fundió a los uruguayos ante Alemania, y un alemán hizo lo propio con Argentina ante Inglaterra. De todo aquello quedó un resquemor colectivo contra Europa y sus manejos en la FIFA, contra Stanley Rous, inglés y presidente de la misma, y contra Inglaterra toda y su orgullo imperial.
Ahora la selección inglesa cruzaba el océano llevando en el equipaje la vieja Jules Rimet, que iba a ser puesta en juego en México. En el grupo repetían muchos de los campeones. El seleccionador, Alf Ramsey, era el mismo, y también estaban los señoriales Bobby Charlton y Bobby Moore. El 18 de julio aterrizaron en Bogotá, pues Ramsey había decidido completar la preparación con dos partidos ya en América, ambos en altitud, como habría que jugar en México. Primero el 20, en Bogotá, después el 24, en Quito. Y de ahí, previa nueva escala en la capital de Colombia, el viaje definitivo a México.
El grupo se hospeda en el hotel Tequendama, el mejor de la ciudad, destacado por sus comodidades, hospedaje obligado de los turistas adinerados, desconocedores de inquietantes hablillas extendidas por la ciudad, según las cuales lo habitaban las almas de los muchos suicidas que elegían el barranco sobre el que estaba construido para suicidarse. Los jugadores se ducharon y bajaron a curiosear, aburridos, por el hall del hotel. Las instalaciones incluían una joyería cuyo nombre, Fuego Verde, aludía al color y brillo de la esmeralda, riqueza nacional del país.
Charlton entró en busca de un regalo para su esposa. Le llamó la atención un brazalete de oro que llevaba engastadas esmeraldas y lágrimas de diamante. La encargada, Clara Padilla, la sacó de la vitrina, se la mostró, pero no se decidió y la muchacha la guardó. Junto a él estaba Moore y dentro de la tienda también el seleccionador, Ramsey, y Peter Thompson, uno de los suplentes. Luego salen de nuevo a pasear su ocio por el hall hasta que de repente aparece la empleada dando gritos: "¡Robo, robo!". El dueño de la tienda, Danilo Rojas, le había ordenado dar la voz de alarma, porque afirmaba haber visto desde su despacho a Bobby Moore hurtando el brazalete. Padilla le acusa y el barullo en el hall, en el que hay muchos periodistas, es tremendo. Aparece la policía, Moore se deja registrar pacíficamente y no tiene nada. También es registrado Bobby Charlton, por si habían hecho una acción combinada y se lo había pasado, pero tampoco en su chándal había nada.
Moore levanta la Copa Jules Rimet en Wembley en 1966.GETTY
Tras 15 minutos de revuelo, los curiosos se fueron desperdigando y la policía inició sus pesquisas. Ramsey y el director del hotel rogaron a los periodistas ingleses y locales que obviaran el incidente. Cumplieron todos menos un joven reportero colombiano, Germán Castro Caycedo, que publicó en El Tiempo un pequeño suelto iniciado con la posterior pérdida (o sustracción) de la cartera sufrida por Bobby Charlton, tras lo que añadía incidente en torno a Bobby Moore, narrado de forma sucinta. Castro Caycedo sería más adelante una celebridad como periodista y escritor.
Sin más problemas, Inglaterra juega el día 20 en el Campín, estadio del Millonarios, ante Colombia, y gana 0-4. El 21 vuela a Quito, donde el 24 repite victoria, ahora ante Ecuador, por 0-2.
El regreso estaba programado con escala en Bogotá, donde habrían de pasar ocho horas antes de volar a México. Alguien sugirió cambiar el plan y hacer la escala en Panamá, por si había alguna mala sorpresa en Bogotá, pero se descartó. "Quien nada debe, nada teme", vino a decir Moore, al que se consultó. Así que hicieron lo previsto y a media mañana ya estaban en el Tequendama, pasando el rato antes de ir al aeropuerto. Para matar el rato entraron en el cine del propio hotel, donde se proyectaba Shenandoah (El valle de la violencia, en español), protagonizada por James Stewart y ambientada en la Guerra de Secesión.
Moore está tan tranquilo, metido en la película, cuando alguien le toca el hombro y se encuentra con dos agentes que le sacan fuera y le enseñan un mandato de arresto por el robo del brazalete. Se arma un revuelo, se acaba la proyección. Ramsey, nervioso, comete la imprudencia de decir que Moore tiene dinero para comprarse el hotel si quiere, lo que herirá el orgullo local. Pero no hay remedio, queda detenido y es llevado a comisaría a declarar.
Faltan seis días para el Mundial, ocho para el primer partido de Inglaterra, contra Rumanía. Los compañeros quieren quedarse, pero al final se decide que la expedición ha de seguir, dejando, eso sí, a dos federativos, Denis Follows y Andrew Stephen, a los que enseguida se une el embajador, Sir Thomas Edward Rogers. Moore hace su primera declaración y le anuncian que deberá dormir en el calabozo para comparecer la mañana siguiente ante el juez. Aparece entonces Alfonso Senior, presidente del Millonarios (el que traspasó a Di Stéfano al Madrid) y de la Federación Colombiana, hombre fuerte en la FIFA. Consigue del comisario, gracias a su influencia, que el jugador pase el arresto en casa del propio Senior, admitiendo en ella la presencia de policías para su vigilancia. Al tiempo contrata para la defensa a una eminencia, Vicente Laverde Aponte, ex ministro, un abogado duro, ganador de causas difíciles. Entre tanto en Inglaterra ya es de madrugada. Las rotativas han parado tras su arranque para meter la sensacional noticia, con alguna foto del interrogatorio. Inglaterra se despierta con ese sobresalto, que durante todo el día será el tema estrella de la BBC.
Una imagen de la película 'Evasión o victoria'.E. M.
A todo esto, el juez, Pedro Mayo, era uno de los pocos ciudadanos colombianos sin menor noción del fútbol. Desconocía quién era Moore ni qué cosa era la Copa del Mundo y a preguntas de los reporteros hizo el cálculo de que el caso llevaría tres meses. Harold Wilson, el premier británico, trató el tema en el consejo de ministros y estableció desde el 10 de Downing Street una línea directa con la embajada. En México, Charlton solicita regresar para ayudar a Moore con su testimonio, pero no se le permite.
El 26 el juez hace una reconstrucción de los hechos. Ahí se enteran de por qué se ha reabierto el caso: el encargado de la tienda, Danilo Rojas, había encontrado un transeúnte llamado Álvaro Suárez que a través del cristal del escaparate habría visto a Moore sustraer el brazalete por la abertura de la vitrina. Pero ni el ángulo de visión del testigo (que resultó ser un golfante, con un historial de detenciones) permitía ver la vitrina ni los dedos de Moore, como se comprobó, podían penetrar por la ranura.
El 27, el juez toma declaración a Danilo Rojas, Álvaro Suárez y Clara Padilla delante de Laverde Aponte, al que no le cuesta mucho desmontar sus contradicciones, desde el valor de la joya, que fueron haciendo ascender de 500 dólares a 1.400 y finalmente a 4.000, a la descripción de la escena. Las presiones diplomáticas y los apremios del abogado hicieron que el juez levantara ese mismo día el arresto previo depósito por parte de la embajada del de la joya. El 28, Moore embarcó hacia México. En el amplio jardín de Senior se había podido ejercitar y hasta jugar al fútbol con los policías de custodia. Estaba en forma, aunque perdió tres kilos, por los nervios.
Moore jugó los cuatro partidos de Inglaterra, incluido el primero, ganado 1-0 ante Rumanía. La segunda jornada fue contra Brasil, que ganó 1-0 con gol de Jairzinho; al final Pelé ofrece su camiseta a Moore en lo que parece un desagravio por la escena de Bogotá. Luego se vuelca en elogios: "Es el jugador que mejor me ha marcado en mi vida, y el más deportivo". Inglaterra ganará 1-0 el tercer partido del grupo, ante Checoslovaquia, para luego caer ante Alemania 3-2, en la prórroga.
Semanas después, el juez sobreseería el caso por falta de pruebas.
Moore extenderá su carrera internacional hasta los 105 partidos, con 90 capitanías, empatando en esto con el mítico Billy Wright. En 1981 rodaría con Pelé Evasión o Victoria, de John Huston. Falleció muy joven, con 51 años, víctima de un cáncer de colon. Para entonces se había reabierto y resuelto el caso, resultando ser un autorrobo fingido por Danilo Rojas. Fue a la cárcel, pero aquello apenas trascendió. Yo lo supe allí, ya en este por un colega colombiano. Apenas se difundió, pues se consideraba vergonzoso. Clara Padilla vivía ilocalizable en Nueva York cuando se celebró el nuevo juicio.
A 12 minutos del final del segundo periodo, con los Capitals de Washigton 2-1 abajo en el marcador, el puck llegó al flanco izquierdo, los dominios históricos de Alex Ovechkin. No estaba cerca, no tenía una línea despejada, pero el ruso no dudó, y su disparo paró el tiempo y la historia.
Un tiro limpio, un gol para la posteridad, con el pase de su amigo Tom Wilson para batir, por primera vez en todos sus duelos, a su compatriota Ilya Sorokin, guardameta de los Islanders de Nueva York.
El tanto 885 en una trayectoria legendaria a lo largo de 20 temporadas, después de ser número 1 del draft en 2005 , y frente a 183 porteros diferentes. El gol que rompe todos los récords y destrona, 26 años después, a Wayne Gretzky como el máximo anotador de la NHL y, caprichos del destino, en exactamente el mismo número de partidos: 1487.
"Qué momento para el hockey", dijo al acabar "Qué momento para mi familia, para mí, para mis compañeros, para esta organización. Sinceramente, esto es enorme", añadió dando las gracias a sus compañeros.
En cuanto el disco tocó la red, el equipo entero saltó al hielo y abrazó a la estrella rusa, que cumplidos los 39 logre una proeza, un sueño y deja un símbolo político y geopolítico nada despreciable.
Ovechkin, Ovi, pudo lograr el récord en casa hace unos días, pero prefirió dar una asistencia a un compañero para que lograra un hat trick por primera vez. Pudo batirlo al final del partido en el que empató la marca a 884, con Gretzky en el palco de honor aplaudiendo, pero se negó a hacerlo con atajos.
Su equipo iba arriba en el marcador, y como en el fútbol sala o el balonmano, los rivales se quedaron sin portero buscando la remontada. El ala izquierdo podía haberse quedado en el hielo, podía haber conseguido la proeza en casa ante sus fans, pero negando con la cabeza le dijo al entrenador que así no, que prefería esperar. Unos días después, aunque fuera lejos de casa, el Dios del hockey le recompensó la constancia, tras 14 temporadas marcando 40 o más goles, tres de ellas con más de 35 años cumplidos, y la resistencia, después de volver en plena forma, tras haberse roto una pierna el pasado noviembre.
"Wayne, siempre serás el 'Grande' y tuviste un récord que nadie pensó que se rompería", celebro el comisionado de la NHL, Gary Bettman. "Pero Alex, lo lograste. Ha sido increíble" añadió al poner un vídeo tributo con cameos de figuras como LeBron James, Michael Phelps y Simone Biles.
El ruso ya tenía varios récords de todos los tiempos, como el de la persona que más veces ha tirado a puerta. O la barbaridad de 700 goles y más de 700 asistentes. Conseguido además en una época completamente diferente a la del héroe canadiense, que aprovechó el siglo pasado donde los promedios anotadores y el juego ofensivo eran diferentes.
Ovi ha marcado 65 goles en su mejor temporada, mientras que Gretzky llegó a 87 e incluso 92 en una. Ovechkin sólo tuvo una temporada por debajo de los 30 goles, mientras que el GOST sumó seis en sus últimos siete años.
Y ahora ya tiene todos los alicientes para algo que siempre ha dicho barajar: volver a su Rusia natal para retirarse allí, conseguido ya este este record imposible. La importancia geopolítica de esta proeza deportiva no puede minusvalorase.
Rusia y todo su gobierno llevan mucho tiempo aprovechando el tirón del jugador, simpatizante del presidente Putin y nacionalista. Durante años, su foto de perfil en Instagram fue una en la que parecía abrazado al dictador. Ha hecho campaña por él y cuando le preguntaron, después de la invasión de Ucrania, si seguía respaldándolo, se limitó a decir : "es mi presidente".
Se ha convertido en uno de los héroes de la patria y uno de los mejores instrumentos del poder blando del régimen. La ironía quiso además que haya batido el récord de Gretzky, que a pesar de ser canadiense está provocando otro enorme cisma, ahora que su país natal y Estados Unidos atraviesan su peor fase.
Gretzky es simpatizante de Trump, y está considerado como defensor de esta administración, e incluso visto como traidor por los suyos. Le da igual, hasta el punto de que hace unos días, cuando el ruso empató su récord, apareció en el estadio de los Capitals, acompañado con el director del FBI en el palco de honor
De origen humilde, su padre es vendedor ambulante de hortalizas, Antonio Blanco (Montalbán, 2000), Nono para su familia cordobesa, dejó el Real Madrid por la Segunda previo paso por el Cádiz. No hubo miedo en su decisión, sino amor por el fútbol y por jugar.
¿Parece que lleva jugando una vida y solo tiene 24 años ?
Para lo poco que llevo de carrera, es verdad que he vivido bastante y muy bueno casi todo.
¿Si echara la vista atrás, a Montalbán, lo habría imaginado?
Nunca. Te lo imaginas, lo sueñas, pero hasta que se cumple no eres consciente. Estás en tu pueblo jugando con tus amigos en la calle y tu ilusión es jugar al fútbol en Primera y vas dando pasos, debutas con el primer equipo... y ahí ves que el sueño se va cumpliendo.
¿Cuándo ve que puede ser real?
Cuando llegas al Real Madrid ya eres más consciente de que puedes cumplir el sueño. Es verdad que yo fui muy joven, con 13 años, y tienes mucho camino, pero pasan los años, y eres importante en todas las categorías.
¿Dudó alguna vez?
Hay un verano que vengo del pueblo, en juveniles, y la pretemporada ya se me hizo dura, luego la temporada tampoco fue bien y recuerdo llamar a mi padre llorando y decirle: "Dejo esto, quiero estar en el pueblo con mis amigos que es donde soy feliz". Me respondió que no iba a ser fácil, pero que si estaba aquí era porque tenía cualidades y tenía que trabajar duro para lograrlo y si no que me volvía y listo. A los dos días se me pasó, pero gracias a su consejo estoy donde estoy.
Cualquiera le dice que no a su padre, con la vida que lleva él.
Con lo que cuesta todo para llegar donde estás... No puedes echarlo a perder por un pensamiento o un mal día, en el fútbol o en la vida. Como para decirle a él que se levanta todos los días a las 6am, que lo voy a dejar.
¿El 18 de abril de 2021 cumplió un sueño o culminó un trabajo?
Fue un sueño y el mérito de todo el trabajo desde que empecé en el pueblo a jugar a lo que me enseñaron en la Fábrica. No lo esperaba. Un día muy especial el de mi debut, porque hacerlo con Zidane y con los jugadores que hay en el Real Madrid, es muy complicado, así que fue un día muy bonito.
El futbolista en un entrenamiento.Alavés
¿Hay diferencias entre el vestuario del Alavés y del Madrid?
Lo único que cambian son los nombres, salvando las distancias. Quiero decir que son grupos humanos muy buenos. Casemiro, por ejemplo, al día siguiente a debuta me daba consejos sobre que había jugado bien, pero que esto no acaba aquí y que tenía que seguir demostrando que podía jugar en el Madrid, que debía mantener la humildad. Que te lo diga un jugador como Casemiro, siempre me ha marcado. Me ha cuidado mucho y me he sentido muy protegido con él. Ahora en el Alavés, que también es un grupo humano muy bueno, está Kike con una gran trayectoria y es un tío espectacular. Son grupos humanos parecidos porque te aconsejan mucho.
¿Y se entrena igual?
Con el Madrid veías que el balón volaba, que no te podías despistar un segundo y una vez te meten en esa dinámica te acostumbras a ese ritmo, a mirar antes de recibir la pelota, a girarte, a jugar rápido y el filial, en cambio, iba a otra velocidad. Gente como Kroos, Luca o Casemiro saben lo que es el fútbol y tienen una intensidad que aprendes muchísimo.
¿Piensa qué sería de usted si hubiera seguido en el Real Madrid? Ahora que están sin 5.
Cuando firman a Tchouameni yo sabía que era el momento de salir porque estar ahí con los mejores jugadores es complicado y yo quería tener minutos y quién sabe si volver algún día. Ellos ahora tienen jugadores muy buenos, pero la verdad que la salida de Toni se nota porque era muy bueno y le daba mucho sentido al juego.
Sale al Cádiz, no va bien, y apuesta por un Alavés en Segunda, ¿le dio miedo?
No, cuando hablo con el director deportivo y con Luis [Gª Plaza], que también recibí su llamada, ni me lo pensé. Alguno me decía que era un paso atrás pero no pensaba eso. Sabía que para seguir creciendo, si tenía que jugar en Segunda, lo hacía. Me quedé el primer año de Ancelotti, pero no estaba teniendo la oportunidad que me gustaría.
¿Reprocha a Ancelotti su salida del Madrid?
No, Ancelotti también me dio muchos consejos y aprendí de él, pero si tú ves que no tienes esa oportunidad, lo mejor es salir y seguir creciendo. Al final no te puedes quedar ahí estancado.
¿Cómo ve a Luis? ¿Es muy diferente a Zidane o Ancelotti?
Cada uno tiene su estilo y siempre ha sido muy cercano al jugador. Nos trata muy bien y da oportunidades. Es su tercera temporada y creo que está siendo buena, estamos contentos. Ha conseguido hacer un gran equipo, sobre todo a nivel de vestuario, que es lo importante, porque esto lo sacamos juntos.
Blanco, en el posado de inicio de temporada.Alavés
Llega Simeone, ¿le gusta su estilo?
Lleva ya muchos años en el Atleti y tiene un estilo diferente... (se calla para pensar)
O sea, que no
No, no (risas) este año también está teniendo el balón. Tiene jugadores para manejar diferentes tipos de partidos, tanto haciendo un bloque bajo como manteniendo el balón.Tiene un mediocampo muy bueno y con grandes jugadores arriba para crear peligro al rival. Va a ser un partido muy complicado.
Tienen a Giuliano de espía
Está demostrando cómo es como jugador, no da un balón por perdido, lucha todo. Creo que va mucho con la identidad de lo que es el Atlético.
¿Debe ser duro entrenar a tu hijo?
No sé qué es más difícil si entrenar a tu hijo o que te entrene tu padre.
¿Se imaginas a las órdenes de su padre?
No, no (risas) él a lo suyo y yo a lo mío.
¿Qué le debe a sus padres?
Darles las gracias por ser la persona y el jugador que soy. El trabajo, la humildad, el no rendirte, pues son valores que de pequeño siempre me han inculcado. También mi padre es muy futbolero y en verano me iba con él y me enseñaba los controles, pases, tiros... si estoy donde estoy es gracias a ellos.
Se planteado ser padre
Lo hemos pensado muchas veces, pero somos jóvenes. Aunque llevemos ya muchos años, seguro que se acabará dando la oportunidad, pero todo tiene su momento y ahora estamos muy bien así. No hay que correr tampoco.
Normalmente, los futbolistas lo hacen todo antes
Nadie está preparado para ser padre hasta que se da. Yo miro a mis amigos y no me imagino a ninguno. Pero es verdad que la vida del futbolista nos lleva a ser más maduros. Y a algunos jugadores les lleva a ser padres y es bonito, pero también tiene que ser difícil.