En el mundo del alpinismo un pequeño error, un tropiezo o un equipo en mal estado puede costarte la vida. O por lo menos una situación traumática como la que vivieron dos escaladoras, que han sido rescatadas después de estar atrapadas durante tres días en una montaña en el norte del Himalaya de la India, informa AP.
Fay Jane Manners, del Reino Unido, y Michelle Theresa Dvorak, de Estados Unidos, estaban ascendiendo una sección rocosa del pico Chaukhamba-3 en el estado de Uttarakhand, en la India, cuando se quedaron atrapadas allí, según informó Sandeep Tiwari, un alto funcionario administrativo del distrito Chamoli de Uttarakhand. Las escaladoras fueron rescatadas finalmente este domingo.
Un desprendimiento de rocas cortó la cuerda de las dos montañeras, enviando al fondo de un desfiladero sus bolsas, que contenían suministros cruciales como comida, su tienda de campaña y equipo de escalada. Las escaladoras también perdieron la mayor parte de su equipo de comunicación, pero lograron enviar un mensaje de emergencia.
“Estábamos sacando mi bolsa y ella (Dvorak) tenía su bolsa encima. Y llegó el desprendimiento de rocas, cortó la cuerda con la otra bolsa, y simplemente se fue montaña abajo”, dijo Manners a los periodistas locales el domingo.
La operación de rescate tardó 80 horas en completarse e involucró a la fuerza aérea india y a la Autoridad de Gestión de Desastres del Estado de Uttarakhand.
Rajkumar Negi, portavoz de la agencia de gestión de desastres de la India, dijo que dos helicópteros de la Fuerza Aérea de la India enviados el viernes para ayudar con la búsqueda no pudieron localizar a las escaladoras. Pero el sábado, un equipo de montañismo francés, que también estaba intentando escalar el pico Chaukhamba-3, localizó a las escaladoras varadas y transmitió sus coordenadas a las autoridades de rescate.
La fuerza aérea india dijo en un comunicado en la plataforma social X que el domingo trasladó a los escaladores en avión “desde 17.400 pies, mostrando una notable coordinación en condiciones extremas” y consiguieron rescatarlas.
Hasta la cocinaOpinión
VICENTE SALANER
@vdelaserna
Actualizado Domingo,
17
diciembre
2023
-
19:40Mario Hezonja, durante el último partido del Real Madrid.ACB PHOTONo ha...
Pecco Bagnaia volvió a arrasar en Assen. El italiano logró un triunfo absolutamente incontestable en el Gran Premio de los Países Bajos que se sumó tanto a la sprint race lograda el sábado y supuso su segundo doblete consecutivo tras el logrado en Italia hace casi un mes. El piloto de Ducatti lideró la prueba de principio a fin e, incluso, fue capaz de sacarle más de tres segundos de ventaja a un Jorge Martín que fue el único capaz de aguantarle el ritmo y que sigue siendo el líder del Mundial, aunque únicamente con diez puntos de ventaja sobre su gran rival. Enea Bastianini, con una remontada espectacular desde el décimo puesto de la parrilla, se subió al tercer escalón del podio por delante de un Marc Márquez que le reemplazará el curso que viene y que apuró para ser finalmente cuarto tras su caída del sábado -finalmente ha sido décimo por una sanción por la presión de los neumáticos-.
"Estaba sufriendo un poco con el flanco derecho del neumático, pero he logrado mantenerme cerca del podio a pesar de todo y, al final, he podido conseguir alcanzarlo", resumió tras la carrera un exultante Enea Bastianini. "Ha sido un fin de semana verdaderamente difícil, pero hemos ido mejorando muchísimo del viernes al sábado y también del sábado al domingo y hemos podido acercarnos a Pecco, pero no me quedaba nada más en la carrera, he dado el máximo absoluto. A pesar de todo, estoy muy contento por haber conseguido mi primer podio en Assen y volveremos a intentarlo la temporada que viene", terció por su parte un Jorge Martín con cierto gesto de resignación. Diametralmente opuesto, desde luego, de la sonrisa de oreja a oreja que lucía el vencedor. "Lo he disfrutado muchísimo. Todo ha ido perfecto y quiero darle las gracias a esta gran afición. Hemos tenido la suerte de ser muy precisos, muy rápidos y el tiempo también nos ha acompañado. Todo ha salido a la perfección", sentenció Pecco Bagnaia.
La carrera, de la que Aleix Espargaró decidió finalmente retirarse para recuperarse mejor de las secuelas de las caídas sufridas tanto el viernes como el sábado, vio además cómo tres pilotos españoles acabaron por verse fuera de la pista. Álex Rins se cayó en el arranque, Joan Mir se salió en la vuelta siete y el rookie Pedro Acosta se fue al suelo justo en la última vuelta después de pasar mucho rato peleando por meterse en los puestos de cabeza. No fueron los únicos: Marco Bezzecchi también se salió de los límites y, pese a que trató inicialmente continuar en carrera, acabó tomando el camino de los boxes. En cuanto al resto de pilotos españoles que lograron terminar la prueba, Maverick Viñales, acabó finalmente en la quinta posición, Álex Márquez fue octavo, Raúl Fernández, noveno y Augusto Fernández, decimocuarto.
Sanción a Márquez por la presión
Marc Márquez, cuarto en el Gran Premio de los Países Bajos, ha sido sancionado con 16 segundos de penalización por no cumplir con los parámetros de presión de neumáticos en su moto a lo largo de la carrera, motivo por el que pasa de la cuarta a la décima posición.
Márquez ha sido sancionado por no cumplir con la media de presión de los neumáticos de su moto durante la carrera, motivo por el que el panel de comisario de Dirección de Carrera ha considerado que la sanción pertinente era sumar 16 segundos a su resultado deportivo, lo que le hace pasar del cuarto puesto al décimo, entre el italiano Franco Morbidelli y el australiano Jack Miller.
Con este cambio en la clasificación, Marc Márquez pasa de sumar los 13 puntos del cuarto puesto a 'sólo' seis del décimo.
Los errores son contagiosos en ajedrez. Después de un inicio muy prometedor, el Campeonato del Mundo que se disputa en Singapur ha caído por una pendiente peligrosa, una pequeña pandemia de juego que con suerte pasará pronto. En la quinta partida y con el marcador empatado a dos, los dos grandes maestros que luchan por el título colapsaron, cada uno a su modo. Las tablas con las que terminó su aventura no reflejan el drama que se vivió.
El aspirante, Gukesh Dommaraju, planteó de entrada una apertura muy pobre, como si sus entrenadores le hubieran querido amputar la agresividad para evitar posibles efectos secundarios, ya conocidos. En una nueva defensa francesa que le tra malos recuerdos, eligió la llamada variante del cambio, poco incisiva. Luego cambió damas a las primeras de cambio, con lo que se llegó a una posición en la que jugar a ganar parecía una quimera. En las dos partidas que había jugado con blancas hasta ahora, Ding Liren había sido sometido a grandes presiones, aunque el chino se las arregló para ganar la primera. En el tercer intento, Gukesh erró el tiro por completo. Luego reconoció que, aunque la apertura elegida le sigue pareciendo buena, «es verdad que no sirvió para crear demasiados problemas al campeón».
Hasta ahí, más allá de la pequeña decepción del público sediento de sangre, todo fue hasta ciento punto normal, pero ese primer error de estrategia desencadenó otros en cadena. Lo mejor es que el espectador cambió un espectáculo aburrido a un pequeño carrusel de emociones, aunque la mayoría fueran negativas.
El punto débil
El indio de 18 años es un tigre nacido para atacar y estaba incómodo por el guion que él mismo estaba escribiendo. En cuanto pudo, provocó un giro inesperado en busca de la adrenalina que parece necesitar en sus partidas. Lo encontró, hasta donde era posible, pero luego cometió un error y se quedó al borde del abismo. Esa impaciencia en algunos momentos o esa ambición no siempre bien medida es la que justifica la actitud de Ding, quien sin embargo debe estar más atento para aprovechar sus opciones, como ya le advirtió Magnus Carlsen.
Como mínimo, parecía que veríamos un largo final en el que el campeón trataría de hacer valer su ventaja, lo que tampoco era sencillo. Ding, sin embargo, se dejó igualar con una facilidad pasmosa, como si en su cabeza no cupiera otra posiblidad que lograr las tablas. Minutos después, cuando comprobó en plena rueda de prensa las opciones que había desperdiciado, se mostró arrepentido. «El resultado no es ideal porque tuve algunas oportunidades. Hoy tenía alguna ventaja y no la aproveché. Necesito mejorar», admitió poco después cuando le pidieron un balance de las cinco primeras partidas del Mundial. Tenía el aspecto de un escolar en un examen oral, inseguro e incluso asustado.
La pentacampeona mundial Susan Polgar resumió el sentir general durante la quinta partida: «Parecía que Ding estaba contento con un empate en lugar de presionar y hacer sufrir a Gukesh. Si Magnus jugara esa posición, torturaría a Gukesh durante varias horas».
FIDE
La actitud de Gukesh ofrecía otros matices. Con la voz casi ronca y menos firme de lo habitual, el indio admitió que se sintió aliviado, aunque cree que no llegó a estar perdido y que podía sostener su posición. Reconoció también que se dio cuenta muy rápido de su error, pero aseguró que nunca entró en pánico. No sabemos cómo están los dos ajedrecistas por dentro, si hay tanta diferencia entre los candidatos al título como aparentan en el exterior, pero en ese tablero el aspirante sigue siendo claro favorito.
Ambos han comprobado ya que en un Campeonato del Mundo es difícil dar lo mejor de uno mismo, que la tensión es tremenda y que en la posición más sencilla se puede colapsar. No es casualidad que Carlsen, que justo este sábado cumplía 34 años, decidiera alegarse de esta presión tóxica del ajedrez de primer nivel.
Quedan siete partidas y cada vez será más difícil recuperarse de un error, por lo que el sistema nervioso será el factor más importante, con clara ventaja sobre los conocimientos técnicos o la preparación de aperturas. Gukesh, de hecho, comentó en la rueda de prensa que lleva varios meses trabajando para mejorar su preparación mental y que para él esa faceta es «muy importante». Que no se confíe en exceso, porque Ding ya demostró que es capaz de ganar la corona con la casa de sus pensamientos en llamas.