«¡Mammmmma mía!». La expresión de un periodista italiano, cerca de la una de la madrugada del viernes, en los alrededores del inhóspito Aufschalke Arena, venía a resumir, y no mal, lo que se pudo ver en el España-Italia que, desde este momento, pasa a formar parte del altar de los mejores partidos de la historia de la selección. El contundente «Piccola Italia» de la Gazzetta dello Sport era lo menos contundente de una prensa europea que ayer se r
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España se medirá a los Países Bajos en la eliminatoria de cuartos de final de la Liga de Naciones que se disputará el próximo mes de marzo tras el sorteo realizado en la mañana de este viernes en la sede de la UEFA en Nyon. El primer partido para el equipo de Luis de la Fuente será a domicilio, el día 20, mientras la vuelta será en España, previsiblemente en Mestalla, el día 23, para realizar un homenaje a las víctimas de la DANA.
Las otras eliminatorias que ha deparado el sorteo son: Dinamarca-Portugal Alemania-Italia y Croacia-Francia. Los cuatro vencedores jugarán la Final Four del torneo, en una sede por determinar, del 4 al 8 de junio. De hecho, ya se conoce el orden de las semifinales y, si España elimina al equipo de Ronald Koeman, se enfrentará en esa penúltima ronda al vencedor de la eliminatoria entre Croacia y Francia. En el otro lado del cuadro, la semifinal saldría de los enfrentamientos entre Dinamarca y Portugal y Alemania e Italia.
El rival de España fue segundo en su grupo de clasificación tras Alemania, con un balance de dos victorias (ante Bosnia y Hungría), tres empates (Alemania, Bosnia y Hungría) y una derrota, por la mínima ante Alemania como visitante. Semifinalista de la última Eurocopa, donde cayó ante Inglaterra con un gol en el minuto 90. El grupo de Ronald Koeman fue uno de los que mejor fútbol desplegó, junto a España, en el torneo del pasado verano.
La última vez que España y Países Bajos se enfrentaron fue en 2020, con el estadio cerrado por la pandemia y con un empate (1-1) en un momento extraño. "Va a ser muy difícil, aunque en realidad todos los rivales eran tremendamente difíciles. El objetivo es revalidar el título de una competición que es importantísima", afirmó Luis de la Fuente en declaraciones a los medios oficiales de la Federación.
Luis Enrique tenía (tiene) muchos defectos, pero los empleados de la Federación, la inmensa mayoría, siempre tenían buenas palabras para él. También los trabajadores del Departamento de Comunicación, que le pedían innovadoras formas de dar las listas de convocados y siempre encontraban una respuesta afirmativa. En marzo de 2022, el vídeo enseñaba al entonces seleccionador en el estadio de Montjuïc, en Barcelona, porque el equipo nacional regresaba a esa ciudad tras 18 años de ausencia. "Y desde aquí, desde esta línea de meta donde vimos ganar el oro a Fermín Cacho en los 1.500 metros, empezamos con los porteros: Unai Simón, Robert Sánchez y David Raya".
¿David Raya? ¿Quién es David Raya? En ese momento, la inmensa mayoría de los aficionados, y de los periodistas, teclearon en Google el nombre de este chico (Barcelona, 29 años, 27 entonces), que por aquellos días defendía la portería del Brentford, modesto equipo inglés. Era la primera vez que David de Gea se quedaba fuera de una lista, pero el tema era el nuevo. "Seguramente es una sorpresa para mucha gente, pero no para nosotros. Quiero verlo en el contexto de la selección, porque es un portero de futuro para este equipo", explicó Luis Enrique, y ese fue el debut (lo haría el día 26 en ese amistoso jugado en Cornellá ante Albania) de quien hoy es uno de los porteros más cotizados del mundo.
"Básicamente sigo siendo el mismo que cuando tenía 16 años. Lo que mantengo es la ilusión, de hecho creo que tengo más ilusión si cabe para ir a entrenar y a jugar cada partido. Yo estoy aquí y en mi club para ayudar al equipo a ganar partidos", se quita importancia él. Siendo adolescente, en etapa juvenil, se marchó del club donde jugaba, el Cornellá, al Blackburn Rovers, aquel equipo famoso en su día por ganar una Premier a mediados de los 90 con Alan Shearer a la cabeza. Con mucha paciencia, fue trabajando y llegó la cesión a un modestísimo equipo, el Southport, algo así como un Preferente en España, donde hizo un partido memorable contra el Derby County (de Segunda División) en la FA Cup. Volvió al Blackburn, debutó en el primer equipo y en 2020 fichó por el Brentford, con el que logró el ascenso a la Premier (2021). Salvaron la categoría 2022 y quedaron en mitad de la tabla en 2023. El curso pasado, Arteta le reclamó para el Arsenal que, tras un año cedido, pagó 32 millones el pasado verano para hacerse con él.
David Raya, en el entrenamiento de este lunes.EFE
Casi todos los analistas de porteros coinciden en que su juego con los pies es uno de los mejores del mundo. Es tal la técnica, que en los entrenamientos no es infrecuente verle marcar golazos en las pachangas, o en los lanzamientos de falta al final de las sesiones. Amable, cuenta, David proviene de una familia de joyeros y por eso él ha sido el encargado de diseñar, y la empresa familiar de fabricar, unos anillos conmemorativos del título de la Eurocopa, un poco al estilo de los anillos que se ponen los ganadores de la NBA. Más allá de la estética, discutible, del anillo, es un recuerdo para toda la vida que unos cuantos de los que compartieron verano han querido guardar (que no ponerse, de momento). A David quien le llevaba a entrenar era su abuelo, para el que siempre tiene palabras de agradecimiento.
Otro de los rasgos que le definen es su fuerte sentimiento español. De origen catalán, nacido en Barcelona, proclama ese sentimiento sin ningún complejo, igual que enseña las decenas de tatuajes que ocultan un porcentaje alto de su piel. Pokémon, Dragon Ball, varias fechas importantes de su vida y, en los dedos de la mano derecha, la O de Óscar, un puño, una pelota y un corazón. «Son los emoticonos que me manda siempre mi hermano antes de los partidos», explicaba en una entrevista con este periódico durante el Mundial de Qatar. La confianza que depositó en él Luis Enrique la ha renovado Luis de la Fuente, y pensando en el largo plazo, mes de marzo, cuando vuelva Unai Simón, sus actuaciones estos días darán para un debate que, si nada cambia, será puramente periodístico y de aficionados. De la Fuente seguirá confiando en Unai.
Se trata de un futbolista discreto, que asume con naturalidad que casi nadie en España le conociera antes de venir a la selección, pues al fin y al cabo ha hecho toda su carrera en Inglaterra. De hecho, cuentan quienes conviven con él estos días en la selección que él piensa en inglés y que, a veces, le cuesta traducir ese pensamiento inicial a su verbalización en castellano.
En el mundo del fútbol hay egos desmedidos, y la industria, en general, tiende a alejarse del aficionado en virtud de un ridículo elitismo. Es algo así como decirle al hincha no voy a explicarte el fútbol porque no lo entenderías, así que los protagonistas, cada vez más escasos, tiran de inanes lugares comunes. Por eso sentarse con dos miembros de un cuerpo técnico de élite y que hablen con naturalidad de su trabajo es algo excepcional. Pablo Amo, segundo entrenador de la selección, y Carlos Cruz, preparador físico, charlan con EL MUNDO sobre cómo es el día a día, el trabajo, del staff que ha puesto a España en la primera fila de los favoritos para ganar la Eurocopa. "Somos un cuerpo técnico democrático, porque Luis es el más democrático", avanza Pablo Amo.
El grupo de trabajo de Luis de la Fuente, compuesto por siete personas, es el siguiente: Carlos Cruz, preparador físico; Pablo Peña, analista y técnico audiovisual; Luis de la Fuente, claro, el seleccionador; Miguel Ángel España, entrenador de porteros; Antonio Gómez, readaptador físico; Javier López Vallejo, psicólogo; Pablo Amo, segundo entrenador; Juanjo González, técnico auxiliar.
Hechas las presentaciones, es momento de contar cómo trabajan. Todos viven en Madrid menos López «Yaviejo», como llaman cariñosamente al psicólogo, que vive en Pamplona, y Juanjo González, en Asturias. «Tenemos semanas que programamos para vernos todos en persona, pero durante el año, si no hay concentración cerca, nos juntamos por videoconferencia», explica Pablo Amo a este periódico. Según se acercan las convocatorias, el contacto ya es físico, se ven todos juntos en Las Rozas, donde trabajan en el despacho de Luis de la Fuente durante muchas horas. Comen habitualmente en el restaurante de la Ciudad del Fútbol, aunque tienen un lugar «secreto», allí muy cerca, donde se escapan a comer de vez en cuando. «Pero queremos que siga siendo secreto», bromea Amo.
Conectados siempre en el chat de Whatsapp, se reúnen todos los lunes o martes, tras cada jornada de fútbol, para poner en común sus conclusiones sobre los jugadores a los que sigue cada uno. «Nos dividimos los futbolistas para organizar mejor el trabajo», dice Amo, que se ha trasladado a vivir a Las Rozas. «Lo nuestro es mucho análisis, muchas horas, muchos vídeos... La comunicación con los jugadores no es mucha, es más observación que otra cosa. El que habla con los jugadores, sobre todo si están lesionados, es el míster», explica Carlos Cruz, el preparador físico.
Ambos, Amo y Cruz, hablan de un cuerpo técnico «cómplice» y «democrático». «Cómplice porque somos todos amigos, podemos hablar de cualquier cosa, argumentar lo que queramos. Tenemos un líder que nos guía y que nos tiene en cuenta, aunque luego las decisiones últimas son suyas, claro», dice Cruz, y confirma el segundo entrenador: «El cuerpo técnico está jerarquizado. La opinión más preponderante es la del responsable del área concreta sobre la que hablemos. Luis muestra mucha seguridad en sí mismo admitiendo las opiniones ajenas». Miguel Ángel España 'manda' al hablar de porteros, Cruz si hablamos del estado físico... "Juanjo, por ejemplo, es nuestro especialista en ABP", dijo ayer De la Fuente. ABP son las siglas de a balón parado, es decir, que Juanjo es quien trabaja las jugadas de estrategia. De la Fuente, por cierto, habla siempre con un extremo cariño, y en plural, de sus ayudantes.
De izquierda a derecha, y de arriba abajo, Carlos Cruz, preparador físico; Pablo Peña, analista y técnico audiovisual; Luis de la Fuente, claro, el seleccionador; Miguel Ángel España, entrenador de porteros; Antonio Gómez, readaptador físico; Javier López Vallejo, psicólogo; Pablo Amo, segundo entrenador; Juanjo González, técnico auxiliar.P. G.RFEF
Las listas de convocados, también la de esta Eurocopa, terminan de confeccionarse en las horas previas. Siempre hay alguna duda de última hora que termina resolviendo el seleccionador. «Nos movemos mucho también por estados de forma de los jugadores. Mira el caso de Ayoze esta vez», explica Pablo Amo. Y una vez concentrados, dentro de un gran campeonato como este, el primero a nivel absoluto para casi todos, pero no atendiendo a las categorías inferiores, hay mucho trabajo hecho. Por ejemplo, el análisis previo de los rivales. «Primero Juanjo [González] me pasa unos análisis previos, yo veo uno de los partidos importantes del rival, y Luis los ve todos. Nos juntamos para unificar criterios y dónde vamos a poner el énfasis a los jugadores, por ejemplo en cómo hay que jugarle a Albania. Luego tenemos a Spielberg [Pablo Peña, el analista y técnico audiovisual], que busca las imágenes que queremos. Cuando no llegamos con las imágenes, hacemos presentaciones en Keynote, que es lo más parecido a una pizarra», cuenta con tono didáctico.
¿Qué imágenes les ponen a los jugadores? «Son situaciones reales de juego, suyas y del equipo contrario. Se trata de que el jugador vea que, cuando hace determinado movimiento que nosotros le pedimos, eso encaja perfectamente en las debilidades del rival. Es un trabajo duro, porque igual la situación de juego que le queremos poner a un jugador no se produce durante 88 minutos del partido anterior del rival, igual se produce sólo dos veces. Pues son esas dos veces las que hay que enseñarle». Es un proceso estructurado, mecánico, porque si no, no daría tiempo. Todas las selecciones que son posibles rivales tienen su informe preliminar y sus partidos grabados.
En su fortín de Donaueschingen, en una de las salas del impresionante resort donde se aloja la selección estos días, pasan las horas estos siete hombres mientras los jugadores están con la Play o jugando al golf. Luego, en las sesiones de vídeo, llega el momento de transmitir toda esa información a los chicos. «Para eso son fundamentales las keywords», avanza otra vez Pablo Amo.
Antonio Gómez, con Lamine Yamal.PABLO GARCÍARFEF
«Son palabras que nosotros utilizamos para provocar situaciones de juego. Son palabras muy entendibles y que desencadenan comportamientos muy identificables. Son palabras llave, que han de ser fácilmente identificables durante el juego, un juego que va muy rápido, donde no hay dos jugadas iguales», continúa el técnico, y pone un ejemplo. «Nosotros decimos: 'cerca del área, compañero...'». La frase no está completa por expreso deseo del cuerpo técnico. Esa es una de las keywords de la selección, y significa, traducido al castellano, que si al poseedor del balón le ocurre una situación determinada, los desmarques han de ser hacia un lugar concreto. Eso sí, matiza el que sabe de esto: «Eso genera unos movimientos preestablecidos por unos lugares determinados».
Otro ejemplo: «Mal control, presión al hombre más cercano por dentro». Y si oyen eso, o si lo ven, los jugadores saben que deben ir a la presión del rival más cercano por dentro, es decir, dejándole la salida hacia la banda en el mejor de los casos. «La clave de la presión que nos caracteriza, o de un buen bloque medio, es la seguridad. Que el jugador sepa que, cuando él salte a la presión, los demás van a ir con él». En todo caso, el objetivo último es «que el jugador se sienta bien». Por cierto, ¿qué harán si ganan la Eurocopa?
Pablo Amo sonríe. «No quiero pensarlo. No estamos dejándonos llevar. Seguimos igual, y detectamos, y para eso nos ayuda mucho Vallejo, el psicólogo, que enseguida detecta el ambiente emocional de un grupo, detectamos, te decía, que todo está como tiene que estar, que los chicos están tranquilos. Yo, en 21 años de carrera, he sentido sólo dos veces ese algo mágico que se produce cuando un grupo de personas se junta y de repente, todo fluye. Estamos bien, queremos seguir así. Nada más».