Guardiola celebra la Supercopa.Thanassis StavrakisAP
Los griegos llaman al Dios de la Fortuna Tyche , la deidad tutelaria que gobierna la fortuna de una ciudad. En este caso, Manchester, pero el campeón de la Premier no se parece ni en el esqueleto raquítico. Ví al al peor equipo de Guardiola en años.
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Un paseo por la Villa Olímpica dos días antes del comienzo de unos Juegos es un deambular de deportistas ansiosos por que empiece la acción. Un Babel de superdotados, una ciudad dentro de una ciudad, 14.000 personas (atletas, entrenadores y resto de personal) dispuestos a vivir una experiencia única y, si es posible, ganar una medalla. En Saint Denis, no muy lejos del estadio, se levanta un pasarela arquitectónica con 82 edificios y 3.000 apartamentos. Todas las comodidades posibles para los protagonistas de las dos próximas semanas y también un buen puñado de curiosidades.
A la vuelta del edificio que ocupa la delegación española, engalanado cada balcón con una bandera rojigualda, y que linda con el de la italiana, un grupo de deportistas de Samoa rompe la tranquilidad con un potente altavoz en el que suena música reggae. La Villa cumple estereotipos. En el bloque de Australia te recibe un canguro y un koala. Un poco más allá, Teddy Riner, posiblemente la mayor leyenda en activo del deporte francés -tres oros olímpicos en judo, 11 veces campeón del mundo- hace cola pacientemente para la típica foto con los aros olímpicos. Es el rincón más concurrido e instagrameado.
En la Villa hay supermercado (2.000 metros cuadrados de Carrefour), servicio de basuras, alquiler de bicicletas, línea de autobus, lavandería, un centro de información turística, conserjería de maletas, un banco, servicio postal, un pequeño hospital, un Fnac, salón de belleza con peluquería y servicio de manicura y pedicura, un par de áreas de juegos recreativos que incluyen dardos, videojuegos y hasta un futbolín... Por haber, hay hasta un rincón para los fumadores. Hay bebederos de agua en cada rincón y muchos árboles. En la Villa de los Juegos de París, por supuesto, hay un gimnasio de 3.000 metros cuadrados con más de 300 máquinas y un abrumador restaurante.
Edificio de la delegación española.Chema MoyaEFE
Para comer, los deportistas tienen cuatro opciones gastronómicas elaboradas por tres prestigiosos chefs (francesa, internacional, africana y caribeña y asiática) y 3.262 asientos. Más de 500 recetas sin descanso, pues el restaurante está abierto las 24 horas. Y, por primera vez, comen en platos de porcelana y cubiertos no desechables.
Además de todos esos servicios, están las peculiaridades. Un piano al aire libre para quien quiera arrancarse, un rincón donde se imparten clases de taichi... Y varios campos de petanca, un deporte tan francés.
Y las novedades. La principal, la sala de lactancia y la guardería. Una iniciativa de la que el CIO tomó nota tras las denuncias de Ona Carbonell en los pasados Juegos de Tokio.
Deportistas en una máquina de vending en la Villa Olímpica.Chema MoyaEFE
Pero el producto estrella de la Villa son las camas, en cuyo cabecero reza un lema: "Sueña con tus hazañas de mañana". Porque, como ya ocurrió en Tokio, su somier está hecho de cartón. Diseñadas también por la marca japonesa Airweave, se componen de tres módulos que suman 190 centímetros -¿cómo lo hará Wembanyama?- y que se customizan para cada deportista. Para eso se les realiza un escaneado previo de su fisionomía. Todo sea por el descanso: los colchones son de un llamativo plástico (¿?) lavable.
Las habitaciones dobles -también hay apartamentos más grandes- tienen 12 metros cuadrados, no tienen cocina y son minimalistas: paredes blancas y suelo de parquet. No tienen aire acondicionado y sí ventiladores. Hay un perchero, una lámpara de lectura y una mesita de noche. Nada de lujos.
Es difícil imaginar algo que les pueda faltar a los deportistas en la Villa, un impresionante espacio cuya inversión fue de casi 1.500 millones de euros y que, después de los Juegos Paralímpicos, se destinará a casas familiares y de estudiantes.
En la Villa, dos colegas, Rafa Nadal y Carlos Alcaraz, siempre juntos: duermen en el mismo apartamento, desayunan, comen y cenan en la misma mesa y normalmente atienden a las mismas peticiones de fotos. Son muchas peticiones, muchísimas, algunas individuales, la mayoría conjuntas. Cuenta David Ferrer, capitán del equipo español, que queda con ellos para almorzar y entran en el comedor a la hora acordada, pero que ambos tardan una eternidad en sentarse. Cuando lo hacen, el plato ya está frío.
Desde que llegaron a París a principios de semana los dos mejores tenistas de la historia de España han convertido su buena relación en amistad y su camaradería es latente en cada entrenamiento en Roland Garros, pero queda una duda: ¿Se entenderán tan bien en la pista? Antes de su debut hoy en los Juegos Olímpicos ante la pareja argentina formada por Máximo González y Andrés Molteni (19.00 horas, La 1), nunca habían jugado juntos y, aunque Nadal tiene experiencia de sobra -fue campeón olímpico en Río 2016 junto a Marc López-, Alcaraz casi es un novato en el dobles. Sólo ha jugado seis partidos profesionales, entre 2021 y 2022, cuatro con Pablo Carreño y dos precisamente con López.
"No va a ser fácil, es un estreno total"
"Yo haré lo que él me diga, me tapo la boca y a cumplir", comentaba Alcaraz en conversación con EL MUNDO medio en broma, medio en serio. Porque al reciente campeón de Roland Garros y Wimbledon le sobra tenis en estos Juegos, pero le falta calle. O mejor dicho, pista. "No va a ser fácil que se compenetren, es un estreno total. La clave va a ser que saquen los primeros partidos y que Carlos escuche las indicaciones de Rafa. Son dos grandes tenistas de individuales y tienen que explotar sus muchísimos recursos cada uno por su lado. No pueden convertirse en unos días en una pareja", analiza Vivi Ruano, ex número uno del mundo de dobles, vencedora de 11 Grand Slam en parejas y de dos platas olímpicas en Atenas 2004 y Pekín 2008.
"Hay dos tipos de parejas: los especialistas en dobles y los 'singlistas' que se juntan para un torneo concreto. Rafa y Carlos serán ese tipo de pareja, pero eso no es malo. Que cada uno cubre su mitad de la pista y ya está. Son buenísimos, no serán una pareja clásica ni falta que les hace. Sergio [Casal] y yo estábamos muy conjuntados y en Barcelona 1992 nos ganaron Boris Becker y Michael Stich, que ni se hablaban", añade Emilio Sánchez Vicario, también ex número uno del mundo, ganador de cinco Grand Slam y de la plata de Seúl 1988.
"Quizá no tengan un juego tan de dobles, pero van a controlar los partidos desde el fondo de la pista, van a marcar diferencias ahí. Los dos tienen grandes habilidades, son de los mejores jugadores de la historia y si lo mezclas todo, aquí, en Roland Garros, está claro que es una combinación ganadora", finaliza Marcel Granollers, actual número uno de dobles, miembro de la otra pareja española en estos Juegos Olímpicos -junto a Carreño- y compañero de entrenamientos estos días de Nadal y Alcaraz.
La intensidad de Nadal
De hecho, este mismo viernes, en la Philippe Chatrier, la pista central de Roland Garros, los cuatro españoles que disputarán los dobles se juntaron para un último entrenamiento antes del debut. A primera hora de la mañana, Nadal y Alcaraz hicieron una sesión completa, ganaron 6-3 en un set de prueba a Granollers y Carreño y aclararon dos cosas. La primera, que Nadal jugará a la derecha y Alcaraz a la izquierda, es decir, que los dos cubrirán el centro con su drive. Y la segunda que Nadal jugará el partido pese a las molestias que arrastra.
Kiko HuescaEFE
Su vendaje en el muslo derecho demostraba que algo ocurre y todavía cabe la posibilidad que se retire del torneo individual antes de su debut mañana ante el húngaro Marton Fucsovics, pero la intensidad del entrenamiento fue la de un tenista dispuesto, nada de irse para casa. Alcaraz también se mostraba concentrado, tanto que al final no acudió a la ceremonia de inauguración pues hoy no sólo tiene el estreno del dobles, también disputará su primer partido individual, ante el libanés Hady Habib (sobre las 14.00 horas, La 1) en la Suzanne Lenglen.