El duelo español en la pista Manolo Santana ha acabado con derrota para Paula Badosa (2-6, 6-3, 6-3), al no conseguir imponerse a la joven promesa gallega Jessica Bouzas en la primera ronda del Mutua Madrid Open.
La ex número dos del mundo, que saltaba a la pista con un vendaje en el muslo izquierdo, perdió los dos primeros juegos del encuentro rápidamente, pero sus grandes golpes cruzados y la ruptura del saque de Bouzas hicieron que Badosa se adjudicara el primer set por 2-6.
A pesar de este golpe, la gallega de 21 años logró encadenar cuatro juegos seguidos en la segunda manga, que junto con los errores de Badosa, le permitieron igualar el encuentro con un 6-3 a su favor. En la tercer set, la nacida en Nueva York mostró gestos de dolor en el descanso del 3-2 y el gran juego desplegado por Bouzas en la última fase del encuentro, confirmaron finalmente la derrota. La tenista, nacida en Villagarcía de Arousa y número 101 del mundo, consigue así su primera victoria en la fase final del torneo y ya espera a la letona Jelena Ostapenko en la siguiente ronda.
La jugadora de 26 años abandona Madrid después de que esta semana informara de los graves problemas que sufre en la espalda. Una lesión crónica que, según los médicos, le iba a impedir volver a jugar al tenis. Aun así, afirmó que “creía en su juego” y que “seguiría sobre la pista mientras mantuviese esa fe”.
Los jugadores del Kalmar AIK FK se han raparon el pelo como muestra de apoyo a su capitán, Markus Heman, quien está luchando contra un cáncer.
El futbolista se emocionó al ver el gesto de sus compañeros y se echó a llorar al verlos a todos en el vestuario con las cabezas rapadas y el montón de pelo sobre el suelo. En ese momento, según se puede ver en el vídeo, todos los integrantes del equipo abrazaron a Herman para darle fuerzas.
Además en último partido del AIK, un equipo de la quinta división de Suecia, Heman recibió una ovación cerrada de todo el estadio, al que accedió a través de un pasillo formado por los jugadores de ambos equipos, cuyos capitanes le hicieron entrega de un ramo de flores cada uno. En el encuentro, el AIK logró empatar el partido después de ir perdiendo por 0-3 al descanso.
En España, el Athletic Club de Bilbao ha querido mostrar su apoyo a Heman a través de una publicación en X, en la que le desea una pronta recuperación. Cabe recordar que los jugadores del club vasco tuvieron un gesto similar con Yeray Álvarez, el central que estuvo apartado de los terrenos de juego durante varios meses por un cáncer testículo.
«Salías en el último telediario del año. Es una carrera de gran prestigio. Me gustaba ganar». Isaac Viciosa, vencedor en 1996, 2000, 2001 y 2002.
«La Castellana era tuya. Eras el dueño de la arteria principal del país». José Luis González, ganador en 1983 y en 1987.
«Tenía tantísimo nivel que congregaba a atletas desde el 800 hasta el maratón». Martín Fiz, primero en 1994.
La San Silvestre vallecana cumple este martes 60 años, distinguida desde siempre por una identidad propia, que conjuga su generoso cartel con un aura obrero, festivo y romántico. Inspirado en la prueba que ya se disputaba en Sao Paulo, Antonio Sabugueiro, de quien hablan con sumo cariño nuestros interlocutores, la puso en marcha en 1964. Entonces corrieron 57 atletas. Ganó Jesús Hurtado, que repitió en la siguiente edición.
«Mi mánager, Miguel Ángel Mostaza, ya me dijo que se iba a comer a la brasileña. Y así ha sido», comenta Fiz (Vitoria, 1963), que el año de su triunfo había sido campeón de Europa de maratón en Helsinki. La ilustre nómina de vencedores así lo certifica. Además de quienes han atendido a este periódico, ahí quedan los nombres de Carlos Lopes, que ganó en 1979 y 1980, Arturo Barrios, en 1989, o Eliud Kipchoge, en 2005 y 2006. Paula Radcliffe, Tirunesh Dibaba y Grete Waitz lucieron, entre otras, en la carrera femenina.
José Luis González, en el centro, tras ganar en 1987.
«Cuando entrabas en Ciudad de Barcelona aquello era una caldera por la simbiosis con la gente. Esta carrera pertenece a Vallecas. Había una cuesta tremenda al final, hasta el estadio, con un desnivel de uno 10 o un 15%. Entrabas en el estadio y descubrías la luz», relata con pasión González (Villaluenga de la Sagra, Toledo, 1957), que cuando logró su segunda victoria venía de ser subcampeón del mundo de 1.500 metros en Roma. Siempre mantuvo su lealtad a la cita, donde también logró un segundo y un tercer puesto. Tampoco quería perdérsela Viciosa (Cervatos de la Cueza, Palencia, 1969), oro en 5.000 metros en los Europeos de Budapest de 1998, que la corrió en 14 ocasiones y, además de sus cuatro triunfos, subió siete veces al podio. «Sufrí. Siempre. La mayoría de los atletas sabían que no podían llegar al tramo final conmigo y me atacaban desde muy lejos. Recuerdo también manos a manos con Fabián Roncero, con Fermín Cacho... Hubo una época en la que se apostó mucho por españoles que combinábamos distancias. Nos conocíamos desde chavales y nos llevábamos bien».
El ugandés Jacob Kiplimo, que en 2018 logró el mejor registro de la prueba, con 26:41, y el etíope Berihu Aregawi, plata en 10.000 en los Juegos Olímpicos de París, están llamados a pelear por el triunfo en la noche de hoy (19.55 h.), sin obviar a Adel Mechaal, que el pasado 24 de noviembre se convirtió en el español más rápido de la historia en 10 kilómetros en ruta al acreditar 26:46 en la Speed Run de Madrid. La prueba femenina contará con la keniana Ruth Chepngetich, plusmarquista mundial de maratón, además de una nutrida participación nacional.
Martín Fiz, en el centro, en 1994, año de su victoria.
La fecha y el escenario dotan a esta carrera de un notable componente sentimental. «Se mezcla el confeti con el olor a crema antiinflamatoria», recuerda Fiz. «El ganador siempre tenía que pasar el control antidopaje y con la tensión te costaba orinar. Bebí agua y cervezas sin alcohol hasta que lo conseguí, pero luego el viaje de vuelta se hacía eterno. Eso sí, poco después de las doce estaba de vuelta en Vitoria. La gente se sorprendía, pues sólo unas horas antes me había visto corriendo por la televisión».
González lamenta que con la entrada de Nike y el furor por la carrera popular se haya perdido parte del encanto de la prueba. «Ahora las carreras de montaña están acabando con el cross federado. Ahora salen 35.000, y eso le gusta más al periodista, al organizador y al político. Nike ponía la levadura, el taller, la tienda y el producto. Y lo comercializaba», apunta el atleta toledano, quien evoca su amistad con Saboeiro y sus encuentros en el restaurante El Segoviano. «Pillaba a trasmano, pero siempre hice por tomar parte en ella. Nadie ha puesto tanto interés como yo por correrla».
La San Silvestre tiene su cuota de sacrificios, que también asumía Viciosa, que, además, cumple años el 26 de diciembre. «En esas fechas siempre te apetece más estar en casa. Pero merecía la pena respetar la dieta y mantener la concentración. Tomé las uvas en el coche varios años. En una ocasión, cuando regresaba a casa en el coche con mi mujer, cerraron el túnel de Navacerrada por una nevada. Llamé a Mostaza y despedimos el año en su casa, donde también acudió Martín Fiz. Siempre mereció la pena. Entrabas en Vallecas adelantando coches y motos. Era como en el Tourmalet».