La leyenda de los Warriors y miembro del Salón de la Fama de la NBA Alvin Attles murió ayer a los 87 años, según informó este miércoles la franquicia en la que militó durante 11 temporadas desde 1960.
En la última de esas 11 temporadas, la 1970-1971, Attles asumió como jugador y entrenador, cargo en el que luego se mantuvo hasta 1983, logrando un anillo de la NBA en 1975.
Su número ’16’ cuelga del techo del Chase Center de San Francisco (California).
“Alvin deja un profundo legado en el mundo del baloncesto y en la comunidad del área de la Bahía (de San Francisco), pero especialmente como hombre de familia y ser humano. Lloramos su pérdida junto a su esposa, Wilhelmina, su hijo Alvin, y todos aquellos que lo conocieron y amaron”, aseguraron los Warriors en un comunicado.
Alvin fue seleccionado por los Warriors, en ese entonces afincados en Philadelphia, durante el ‘draft’ de 1960. Dos años después, vivió el traslado de la franquicia a la Bahía de San Francisco.
Durante sus 11 temporadas como jugador promedió 8,9 puntos, 3,5 rebotes y 3,4 asistencias.
Tras otras 13 temporadas como entrenador, Alvin siguió en nómina de los Warriors en diferentes responsabilidades hasta su muerte en el día de ayer.
Está el Atlético y Simeone en esa fase extraña de la temporada, que suele coincidir con el primer tercio, en el que equipo y entrenador dudan sobre qué hacer en el campo. El argentino insiste en la idea "que llevan 12 años desarrollando", pero ésta se ve difuminada en los primeros choques de la temporada. Toda vez que cuando apuesta por el cerrojazo saca, aunque con algo de fortuna y Correa o, en esta ocasión, Julián Álvarez, victorias importantes. Y, cuando apuesta por el toque, no consigue siempre llegar a los objetivos. Fue el pie del argentino y las manos de Oblak las que dieron los tres puntos a los rojiblancos. [Narración y estadísticas, 0-1]
Así, el Mallorca no es precisamente un equipo que vaya a querer disputar la posesión de la pelota. Sus salidas rápidas desde Muriqi como pivote son, quizás, un tipo de juego muy apreciado por el Cholo, aunque el técnico, por un motivo o por otro, no confíe en Sorloth para realizar esa función que tan bien se le daba en el Villarreal y en la Real Sociedad. No plantea el equipo de Arrasate el mismo juego que con Aguirre el año pasado, pero la intensidad es algo común en ambos.
Alternó el Atlético la posesión con una defensa muy cerca de un Oblak excelso. Junto, pero con el 4-4-2 que, esta temporada, está utilizando más el Cholo que su habitual 5-3-2. Sin la confianza que otorgó a Lino la temporada pasada, no tiene el argentino los nombres adecuados para jugar como carrileros o quizás se mantenga en su cabeza esa dicotomía de guardar la ropa antes de ponerse a nadar. Al menos, a domicilio, han conseguido los colchoneros mejorar sustancialmente respecto a la temporada pasada.
Muriqi pugna con dos jugadores del Atlético.JAIME REINAAFP
La primera parte del choque fue como masticar un bocadillo de tornillos. Posesiones sin riesgo, bloques bajos y mucho miedo a equivocarse. Parecía un duelo más típico de un torneo del ko que de una liga regular. Sólo el Mallorca quiso, en pocas ocasiones, salirse del guion y, normalmente, fue por la calidad de Sergi Darder. En un remate de cabeza de Larin, a pase del mallorquinista, tuvo que responder con maestría Oblak.
Parece que el Atlético salió con algo más de energía e intensidad tras el paso por los vestuarios, consciente de que no podía ceder más puntos con los equipos de cabeza. No está lejos del Real Madrid, segundo, pero los blancos tienen un partido menos por la suspensión de su duelo ante el Valencia por las consecuencias de la DANA en la región. Una circunstancia, por cierto, que se volvió a recordar en Son Moix, con un minuto de silencio y con el despliegue de una gran bandera de la comunidad valenciana en la que se leía: "Estamos con vosotros".
Punto de inflexión
Estaba el partido para un error de alguno y a punto estuvo de cometerlo Lenglet si el colegiado se hubiera olvidado de que ya tenía amarilla. En una pugna con Larin, un agarrón del francés pudo haberlo llevado a la calle algo que, a juicio de Arrasate, que se desesperaba en la banda, debería de haber ocurrido.
De hecho, de un pase de Oblak tras parar la falta de esa jugada botada por Darder surgió el gol del Atlético. Buscó y peleó el balón largo Giuliano para terminar cediéndolo a Julián Álvarez, que definió sin oposición. El Atlético volvía a encontrar premio a su cerrojo. Comienzan los resultados a dar la razón a esa "idea" que nunca abandonó Simeone.
El gol rompió un poco el partido y las ocasiones se sucedieron en ambas porterías de manera inmediata. Un cabezazo de Muriqi que desvió Witsel a córner, un mano a mano de Riquelme para cerrar el encuentro y otro de Prats para empatarlo, demostraron que las fuerzas comenzaban a escasear y con ellas el rigor defensivo. En esa fase hay que destacar a Oblak, es el esloveno el mejor jugador del Atlético en estos tiempos de cerrojo y tentetieso. Un seguro de vida que vuelve a dar puntos a los rojiblancos.
Paula Badosa, número 10 del mundo y campeona de Indian Wells en 2021, anunció este jueves su retirada de esta edición del Masters 1.000 del desierto californiano por una lesión en la espalda.
"Siento mucho retirarme de uno de mis torneos favoritos. Intenté jugar hasta el último minuto", explicó la española en un comunicado. "Estoy realmente triste y espero estar de vuelta el próximo año!", añadió.
Badosa llegó entre algodones a Indian Wells después de haberse tenido que retirar en Mérida la semana pasada por esos problemas físicos en la espalda.
La alemana Eva Lys (n.78) ocupará el lugar de la catalana en el cuadro y se enfrentará en la segunda ronda de Indian Wells con la estadounidense Caroline Dolehide (n.73).
La jugadora catalana de 27 años, que debía debutar el viernes frente a la estadounidense Caroline Dolehide, protagonizó el año pasado una espectacular resurrección deportiva después de que sus problemas de espalda la hundieran más allá del top-100 mundial.
En este principio de año firmó una gran actuación en el Abierto de Australia, donde cayó en semifinales ante Aryna Sabalenka. A finales de febrero, sin embargo, Badosa volvió a sufrir unos problemas de espalda que la llevaron a retirarse de su último partido en el WTA 500 de Mérida.
Temporada 2024-25. Con el eslalon gigante femenino arrancó el esquí en el tradicional feudo tirolés austriaco de Sölden. El triunfo de Mikaela Shiffrin en la primera manga pareció anunciar el 98º de la estadounidense, una cifra casi impensable. El segundo asalto, sin embargo, contempló una actuación extrañamente floja de la reina rubia del circo blanco. Mikaela, sin punch ni el necesario pulso, acabó quinta en la general final, por detrás incluso de su compatriota Katie Hensien.
El triunfo, el segundo en Sölden y el 28º de su carrera, sonrió a la expresiva y enérgica italiana Federica Brignone. La acompañaron en el podio la fiable neozelandesa Alice Robinson y la austriaca Julia Scheib, en su primer podio en la Copa del Mundo y de regreso de distintas lesiones. Fue baja de última hora Lara Gut, la mejor en gigante la temporada pasada, a causa de molestias en una rodilla, que le vienen de la pretemporada en Sudamérica. Prefirió no arriesgar.
Esperar la victoria número 100 de Shiffrin (29 años), que sin duda llegará más temprano que tarde redondeando un historial todavía creciente, es el principal atractivo de una campaña que tiene al suizo Marc Odermatt en la cima masculina, y a su país en lo más alto del escalafón de naciones, por delante de Austria, el otro gigante alpino. Ese viejo duelo entre naciones, con otras entrometiéndose de modo estimulante en el duopolio, pertenece al mejor catálogo del esquí histórico.
Mikaela, casada este verano con una de las grandes estrellas del circuito, el noruego Alekxander Aamodt Kilde, está cerca también, en eslalon, de su noveno Globo de Cristal. Un récord que superaría el compartido con ocho de Ingemar Stenmark en eslalon y en gigante, y Lindsey Vonn en descenso. La temporada está presidida, en la primera quincena de febrero, por los Mundiales de Saalbach (Austria). Las finales de la Copa del Mundo las acogerá, ya en marzo, la estación estadounidense de Sun Valley (Idaho).
El calendario masculino comienza asimismo en Sölden. Y, como el femenino, en una excesiva pausa, se trasladará, ya muy entrado noviembre, a Levi (Finlandia).