Los grupos ‘Marujas Motrileñas’ y ‘Motril Dice’ se manifestaron este lunes delante de la parroquia donde la madre del mandatario se encerró para realizar una huelga de hambre como protesta por la “cacería” a su hijo
La fachada principal del polideportivo de Motril amanecía este lunes con pintadas acusadoras contra Luis Rubiales y de apoyo a Jenni Hermoso. Los operarios municipales se apresuraron a limpiarlas. En ellas rezaba: “Rubiales machista”, “Rubiales a prisión” y “Jenni contigo”. La controversia era en el tema principal de conversación de los vecinos. Mientras Rubiales regresaba a sus quehaceres y más de una tribulación, su septuagenaria madre, Ángeles Béjar, daba un drástico paso adelante para defender a su hijo. A primera hora de la mañana se encerraba en la parroquia de la Divina Pastora, en la localidad granadina, y se declaraba en huelga de hambre. El esperpento continuaba.
La madre del presidente federativo suspendido salió en una única ocasión para recibir a su hermana, pero no quiso hacer declaraciones a la prensa. Las que si lo hicieron fueron sus sobrinas y primas carnales de Rubiales. En concreto, Vanesa Ruiz Béjar explicó que la decisión de su tía respondía a su malestar por la cacería de la que, aseguraba, está siendo víctima su primo y que continuará hasta que Jenni rectifique su versión.
Desde que se anunció su intención de permanecer en huelga de hambre, Ángeles Béjar permaneció en el interior del templo, al que sólo entraban algunos familiares. Le llevaron agua y bebidas isotónicas y el médico acudió para reconocerla, ya que, al parecer, la mujer padece una dolencia cardiaca que debe ser vigilada médicamente.
La expectación por la decisión de la madre del presidente suspendido de la RFEF fue mayúscula y en los alrededores de la parroquia de la Divina Pastora donde permanece encerrada se congregaron una nutrida representación de prensa nacional e internacional. A las 18:00 horas, medio centenar de vecinos de la localidad se reunían a las puertas de la parroquia donde estaba la madre de Rubiales en una manifestación espontánea que grupos como Marujas Motrileñas y Motril Dice difundieron a través de sus redes sociales bajo el eslogan “Stop cacería contra Rubiales”.
CONCENTRACIÓN VECINAL
“La verdad solo tiene un camino, ¡Jenni, sé sincera!” o “Jenni, ¿por qué no dices la verdad?” fueron algunas de las peticiones que, pancarta en mano, realizaron los manifestantes. Luego arremetieron con furia contra el Gobierno de Pedro Sánchez al grito de “¡Vergüenza de Gobierno!” y contra las ministras en funciones Yolanda Díaz e Irene Montero, que son las que más se han pronunciado contra el presidente de la RFEF suspendido.
“Esto sólo lo hacen para tapar otras cosas“, decía una señora. Otra se quejaba de una ley que ha dejado en la calle a agresores sexuales antes de tiempo y pone al presidente de la RFEF al mismo nivel.
Entre los manifestantes, una prima de la madre, Nuria Domínguez, que ha defendido la inocencia de Luis Rubiales. “Es una injusticia lo que están haciendo con él”, dijo. Para ella el beso responde a un momento de euforia tras el logro deportivo del equipo femenino y no cree que sea para tanto. Esa es la misma opinión de Angelita Pérez y de su marido, Miguel, quienes también se acercaron a apoyar a la familia.
Durante un par de horas se sucedieron las muestras de solidaridad con el presidente de la RFEF y su madre a las puertas del templo, pero no todos piensan lo mismo. Los motrileños están divididos. Frente a los que sostienen que “no ha sido para tanto”, están los que consideran que “lo de Rubiales se veía venir. Se lo merece, aunque ésta ha sido la excusa para cargárselo”.
Ha hecho mucho por el fútbol de las categorías inferiores, dicen en su Motril natal muchos de los vecinos. Sin embargo, otros admiten que se confundió en la forma de gestionar lo que, a todas luces, fue una metedura de pata: “Actuó de forma soberbia y le faltó humildad”.