El Real Madrid acusó su aciago primer tiempo en Milán, donde sumó su cuarta derrota del curso en la Euroliga, víctima de sus errores y la inspiración de Shavon Shields (27 puntos) y Nikola Mirotic (23 en 25 minutos, con seis triples). Los blancos, que llegaron a perder por 21 puntos, pudieron acercarse en el tramo final, pero terminaron acusando sus errores en el tiro libre y un par de controvertidas decisiones de los árbitros. [Narración y estadísticas (81-76)]
Pese a las novedades de Walter Tavares y Sergio Llull, recuperados de sus lesiones, el líder ofreció un paupérrimo nivel durante la primera mitad. La afición del Forum Mediolanum se frotaba los ojos ante el parcial de 21-0 de su equipo, liderado por los triples de Mirotic y Shields. Al descanso, el Olimpia doblaba en rebotes (26-13) y sólo había concedido cuatro canastas de dos, tres en los primeros cuatro minutos y otra a falta de dos segundos para el intermedio (48-29, min.20).
Dadas las circunstancias, el equipo de Chus Mateo únicamente podía mejorar. La cabeza fría le llevó a ponerse a 14 gracias a un triple de Gabriel Deck y aunque recibió cinco puntos seguidos de Rodney McGruder, pudo rehacerse de nuevo con un 0-7. Lo que por momentos parecía imposible, un visitante que diese muestras de constantes vitales, había sucedido. Aún en esas unos y otros estuvieron dos minutos sin meter la pelota en el aro, dinámica negativa que quebró Mirotic con un triple.
Parcial de 2-15
Y entonces se confirmó la resurrección del Real Madrid. Dada la nula inspiración de Facundo Campazzo, fue Sergio Rodríguez quien agarró para capitanear la nave blanca con dos triples y una asistencia para el alley hoop de Vincent Poirier. Remaron también con ellos Guerschon Yabusele y Llull, y de repente un parcial de 2-15 situó al equipo a tres.
Sin embargo si había alguien en la pista que no estaba dispuesto a que hubiese remontada ese era, cómo no, Mirotic. Su orgullo, sumado a su calidad y su competitividad, despertaron esa versión que le convierte en uno de los mejores jugadores de Europa.
El balcánico levantó de nuevo al Olimpia Tuvo el empate el Real Madrid de haber acertado con los triples, pero eso no sucedió. Y un robo de Shields y el posterior viaje a canasta sellado con dos libres terminó por sellar la victoria.
Terremoto en el mundo del deporte. Los Angeles Lakers, la segunda franquicia más laureada de la NBA tras los Boston Celtics, cambiará de manos tras décadas de control por parte de la familia Buss. El acuerdo con el empresario Mark Walter, CEO de la firma de inversión Guggenheim Partners y de TWG Global, rondará los 10.000 millones de dólares por un 66% del equipo, lo que supone una operación récord en la historia del deporte estadounidense. La adquisición, que aún no se ha cerrado, podría elevar la cifra hasta los 12.000 millones de dólares, según fuentes que cita The New York Times.
Sus antiguos dueños retendrán un 15% del equipo durante un periodo de tiempo, de acuerdo a una fuente que cita ESPN. Además, Jeanie Buss seguirá ejerciendo como presidenta de la franquicia, la mujer que asumió el rol tras la muerte de su padre, el legendario Jerry Buss. Fue el patriarca del clan el que adquirió el conjunto por 67,5 millones de dólares en 1979.
Walter, que ya controlaba un 20% de los Lakers desde 2021, es también el dueño de Los Angeles Dodgers de béisbol y de Los Angeles Sparks, en una propiedad que comparte con Stan Kasten, Todo Beohly, Bobby Patton, Eric Holoman y Magic Johnson, con quien comparte el control de los Dodgers.
Para la leyenda de los Lakers, ganador de cinco anillos de campeón con la franquicia de oro y púrpura, la noticia no puede ser mejor. "Algunas cosas que puedo contarte sobre Mark: su motivación es ganar, la excelencia y hacer todo correctamente. ¡Y pondrá los recursos necesarios para ganar!", escribió Johnson su cuenta de X. "Entiendo por qué Jeanie le vendió el equipo a Mark Walter porque son iguales: son competitivos, tienen un gran corazón, les encanta contribuir y ambos prefieren estar entre bastidores. Esto tiene todo el sentido del mundo. ¡Estoy muy, muy, MUY feliz y emocionado por los fans de los @Lakers de todo el mundo!".
Walter ya había tratado de hacerse con el control de los Clippers, el otro equipo NBA de la ciudad californiana, aunque la operación no cuajó. El empresario de Iowa unió fuerzas con un club selecto de multimillonarios formado por Oprah Winfrey, David Geffen y Larry Ellison, el dueño de Oracle, pero el equipo se lo acabó quedando Steve Ballmer, presidente ejecutivo de Microsoft de 2000 a 2014.
Es, sin duda, un espaldarazo a las opciones de un equipo que ha ganado más títulos que nadie desde que los Buss se hicieron con el control de equipo —11, para ser exactos, desde 1980— y que en febrero se hizo con los servicios de Luca Doncic a cambio de Anthony Davis, Mark Christie y un pick de primera ronda en 2029. Con los amplios bolsillos de Walter detrás, las expectativas son máximas para la afición angelina, además de su brillante gestión deportiva. Tras adquirir los Dodgers por 2.000 millones de dólares en 2012, ha logrado ganar dos series mundiales con el conjunto de Los Angeles.
De momento, la combinación Doncic-Lebron James no ha dado todos los frutos que esperaba la grada. Los Lakers cayeron en primera ronda del playoffs frente a Minnesota Timberwolves. Los rumores apuntan a que buscarán reforzar su plantilla y la lista de nombres que suenan es extensa: Nic Claxton, Daniel Gafford, Robert Williams o Brook Lopez.
El escenario, tan insólito, podría ser el siguiente. Cuando en unas semanas Sergio Scariolo anuncie la convocatoria de la selección absoluta para el próximo Eurobasket y, además, añada los nombres de la novedosa España B que la escoltará en su camino, pensando en futuro, se producirá el siguiente fenómeno: los sueldos de muchos de los jugadores del segundo combinando, más jóvenes ellos, serán superiores a la de la mayoría de los del primero. «Quitando a Santi Aldama (seis millones de dólares el próximo curso en los Grizzlies) y a los hermanos Hernangómez, los tres siguientes mayores salarios de jugadores españoles están en la NCAA», explican expertos en el mercado. La «revolución total».
Aday Mara, Baba Miller, Álvaro Folgueiras o Great Osobor ganan más que Llull, Garuba, Abalde o Brizuela. Por ejemplo. El mayor ladrón de talento del baloncesto nacional está al otro lado del charco y no es la NBA. Desde que en el verano de 2021 la liga universitaria se desprendiera de complejos y empezar a pagar a los jugadores a través del artilugio que denominó NIL (Name, image and likeness), el éxodo ha sido masivo. «Ocho de los 10 mayores proyectos de estrella del baloncesto español están formándose fuera». Ha dejado de ser una competición amateur: no pueden pagar a sus estrellas por sus logros deportivos, pero sí, por ejemplo, por su presencia en redes sociales o por participar en campañas publicitarias.
Lo que antes era rareza es ahora norma. Y al revés. Expoliados han sido Madrid y Barça, en cuyas oficinas empieza a plantearse aquello de para qué sirven sus canteras. Sergio de Larrea, campeón del mundo júnior en 2023 e inmerso a sus 19 años en los planes de Pedro Martínez en el Valencia que disputará la final de ACB, es excepción. «Seguramente ganaría más dinero en otra parte. Pero han cuidado de él y le están dando minutos... Cada decisión es un mundo», exponía hace unas semanas Juancho Hernangómez. El madridista Hugo González también entra en ese grupo, aunque el próximo draft de la NBA escribirá su futuro.
Este verano el fenómeno ha dado otra vuelta de tuerca. Es tal el músculo económico de las universidades americanas, que hasta jugadores que ya han se han asentado en ACB (o están en ello) han decidido dar el salto. Ahí están los casos de Rubén Domínguez (del Bilbao Basket a Texas A&M) o Mario Saint-Supéry (de estar cedido por Unicaja en Manresa a estar eligiendo destino en la NCAA) quien incluso abonará su cláusula de salida, en torno al medio millón de euros. También no españoles, claro. El belga De Ridder, también de Bilbao, dará el salto con casi 24 años. «Es una mezcla de todo. Lo más importante es lo económico, claro. En algunos casos es dinero que nunca van a ganar en Europa. Son salarios a los que en España sólo tiene acceso el Madrid y el Barcelona, oportunidades que no se pueden dejar pasar», explica Guillermo Bermejo, Director Europeo de la agencia You First, que desgrana un fenómeno «imparable».
Raúl Villar, con el Barça.ACB Photo
«Desde el momento en que se aprueba el NIL... El verano pasado ya se empiezan a pagar unas cantidades bastante altas. Y este año ha explotado completamente. Ante el anuncio de las normas que van a regular las cantidades pagar, tras el juicio que se está llevando a cabo, se han gastado el dinero. Va a seguir siendo un mercado que para chavales de 18 ó 19 años no existía antes y se van a seguir pagando grandes cantidades, pero seguramente no al nivel de este verano", explica, añadiendo los otros dos factores. "Por otro lado, la NCAA ha bajado la mano con los criterios de amateurismo. Antes, un jugador que hubiera cobrado de un club, era imposible. Ahora hay ciertos mecanismos que permiten eso", sigue. "Quizá la parte más compleja sea la académica. Lo que no quieren es que vayan jugadores con notas cuestionables o que no hayan aprobado el Bachillerato. Eso lo miran con lupa".
Los casos son incontables. Dame Sarr dejó tirado al Barça en plenos playoffs de la Euroliga para jugar Nike Hoop Summit, un torneo de exhibición. Lo que para cualquiera parecería una locura, tiene una argumentación. El italiano cobrará casi tres millones la próxima temporada en Duke. Del Barça también salta Raúl Villar (a Charlotte) o Mathieu Grujicic (a Ohio State), como el año pasado lo hizo Kasparas Jakucionis hacia Illinois. El éxodo en el Madrid es insólito: Gildas Giménez (Bella Vista CIA) y Sidi Gueye (Arizona) se unen a los que ya se fueron (Egor Demin, Ismaila Diagné, Jan Vide...). Juanma Ruiz, Guillermo del Pino, Lucas Marí, Ian Plattweuw... La lista es interminable.
Saint-Supéry, defendido por Huertas.ACB Photo
Una huida que no tiene por qué ser negativa, porque el panorama en España lleva siendo años desolador para el interés de los canteranos. "Esta temporada el número de jugadores seleccionables en ACB ha sido del 23%, un descenso paulatino cada año", protesta Alfonso Reyes, presidente de la ABP (sindicato de jugadores), que recuerda que los equipos españoles han estado años "esquilmando canteras de Europa y África" y ahora ven cómo el fenómeno se les vuelve en contra. Y que ve con buenos ojos, aunque "llega tarde y sin contar con la ABP", la liga sub 22 que este miércoles anunciarán la FEB y la ACB (con el respaldo económico, unos cinco millones de euros, del CSD) y en la que los equipos que participen (aún por confirmar) deben tener al menos seis jugadores seleccionables.
El caso es que la peregrinación es la comidilla del baloncesto europeo desde hace tiempo. Hace unos días, Juancho Hernangómez razonaba en Piratas del Basket: "Es una puerta que años antes no había y me parece una gran oportunidad. Si los chavales universitarios en cuatro años pueden ayudar a su familia y, por así decirlo, tener la vida hecha, ¿por qué no? ¿Cómo vas a decirle a un chaval de 19 o 20 años que no coja un millón y medio o dos millones?". "¿Quién les va a prometer minutos en ACB? Dime cuántos chavales están jugando en ACB", se quejaba. "Si se van a la NCAA, qué jugadores de 22-23 años va a haber aquí dentro de cuatro años. A qué se va a jugar, si la media de los equipos va a ser de 32 y 33 años. Me preocupa eso", exponía Ibon Navarro.
La FIBA ha intentado reaccionar, temiendo también por sus ventanas de clasificación en mitad de temporada, puesto que los chicos de la NCAA no iban a tener el permiso. "Las universidades están cada día más cerca de ser entidades comerciales, clubes profesionales, y eso desafía nuestro ecosistema", reconocía Andreas Zagklis, secretario general, que avisó: "No podemos quedarnos de brazos cruzados, ni podemos permanecer como meros observadores".
El alero estadounidense de los Lakers, LeBron James, ha afirmado que podría jugar a un alto nivel otros 5 o 7 años, aunque renunció que no está entre sus planes hacerlos. El jugador hizo estas declaraciones en el día en que cumplía 40 años. Además, mostró su deseo de poder retirarse en su actual equipo, según informa la agencia EFE.
"Si realmente quisiera, probablemente podría jugar a un alto nivel durante otros cinco o siete años, aunque suene raro decirlo. Pero no voy a hacerlo", afirmó James en declaraciones a periodistas durante el entrenamiento de los Lakers en Los Ángeles.
LeBron es desde la temporada pasada el jugador más veterano de la NBA actualmente, tiene el récord absoluto de puntos anotados y también el de minutos jugados.
"Es casi gracioso, de verdad, pensar en dónde estoy, ver que sigo jugando a un alto nivel. Sigo siendo joven, pero considerado 'viejo' en términos de los años que llevo en esta profesión", digo James, reflexionando sobre su cumpleaños 40.
James también aseguró que su intención es retirarse en los Lakers: "Creo que ese es el plan. Me encantaría que todo termine aquí, ese sería el objetivo. Vine aquí para jugar la última etapa de mi carrera y cerrarla aquí".
"Pero tampoco soy ingenuo -añadió- ni demasiado idealista como para no entender cómo funciona el negocio del baloncesto. Aun así, creo que mi relación con esta organización habla por sí sola. Y espero no tener que irme a ningún lado antes de que termine mi carrera".
En esta, su temporada número 22 en la NBA, LeBron promedia 23,5 puntos, 7,9 rebotes y 9 asistencias por partido. Su porcentaje de acierto en tiros de campo es del 49,6 % y ha firmado 8 triples-dobles en lo que va de campeonato.
La próxima madrugada se enfrentará a los Cleveland Cavaliers, la franquicia con la que debutó en la NBA y con la que ganó uno de sus cuatro anillos.