Dos de los árbitros más veteranos de España, Antonio Miguel Mateu Lahoz y Carlos Del Cerro Grande, abandonarán el campo el año que viene. Según confirmó la Federación Española de Fútbol (RFEF) a EL MUNDO, el Comité Técnico de Árbitros (CTA) comunicó la decisión a ambos colegiados y les emplazó a continuar sus carreras en el VAR.
Mateu Lahoz ha pitado más de 280 partidos en la máxima categoría del fútbol español y muchos otros en torneos internacionales incluyendo los Juegos Olímpicos de Río 2016, la Eurocopa 2020 y los Mundiales de Rusia 2018 y Qatar 2022. De 46 años, fue silbato de Oro en 2014 y tres veces ganador del trofeo Vicente Acebedo que entrega la RFEF en 2008, 2014 y 2021, llegó a Primera en 2008. Con un estilo particular, por su relación con los futbolistas, con quienes llega a charlar de la familia en pleno partido, fue abiertamente elogiado por José Mourinho cuando entrenaba al Real Madrid. Queda por ver si realmente pasa al VAR o se dedica a comentar partidos en medios de comunicación, como había insinuado en los meses anteriores.
Del Cerro Grande también cuenta con amplia experiencia. Con más de 230 partidos en Primera, pitó en la Eurocopa 2020. De sus 47 años, ganó el Silbato de Oro en 2010 y el trofeo Vicente Acebedo en 2016.
El recambio de ambos puede venir motivado por el desprestigio que en los últimos meses está sufriendo el arbitraje español por el ‘caso Negreira’. Su marcha dejará paso a colegiados más jóvenes que no dirigieron partidos del Barcelona mientras el vicepresidente del CTA estaba en su cargo.
Gene Sarazen, en 1935, fue el primero que completó el Grand Slam tras vencer en el Masters. Ben Hogan, con 40 años, fue el más veterano en lograrlo tras su victoria en el Open Championship de 1953. Gary Player tenía 29 años cuando, en el US Open de 1965, se convirtió en el tercer jugador en conseguir esta gesta. Un año después, Jack Nicklaus lo logró en el Open Championship de 1966 con solo 26 años y Tiger Woods entró en la historia del golf en el año 2000 con su victoria en el Open Championship con apenas 24 años, el más joven en la historia.
La épica de lograr, en un deporte individual, triunfar en los eventos referenciales y más importantes esta reservado a un puñado de privilegiados. Hasta el domingo, en golf solo cinco jugadores en la historia de este deporte lo habían logrado, ninguno de ellos lo hizo en una misma temporada.
Rory cerró el domingo un capítulo más de la historia de este deporte, lo hizo con 35 años, aunque el norirlandés nunca hubiera pensado que el camino iba a ser tan complicado. Un total de 11 tentativas ha tenido desde julio de 2014, cuando logró su tercera victoria en un major. Hasta entonces, todo había ido a velocidad supersónica.
En 2011, gana su primer major, el US Open de Congressional, con 8 golpes de ventaja. Un año después, conquista el PGA Championship con otra cómoda renta de ocho impactos y, dos años más tarde, en 2014, gana el Open por delante de Sergio García y Ricky Fowler. Estas victorias le posicionan, con solo 24 años, como candidato a sumar su nombre a la exclusiva nómina de jugadores que han triunfado en los cuatro majors al menos una vez. Ese mismo año, además, volvería a ganar el PGA Championship, sumando su cuarta gran victoria.
Desde entonces, para Rory solo existía una obsesión: el Masters de Augusta. "Voy a ir a Augusta el año próximo con 25 años y la posibilidad de ganar el Grand Slam, ni siquiera yo pensé que fuera posible", dijo hace algo más de una década en la sala de prensa del Open en Royal Liverpool.
Lo que tampoco podría sospechar entonces Rory es que el camino iba a ser tan largo y tortuoso, y que terminaría obteniendo el objetivo en la undécima tentativa. "Empezaba a preguntarme si alguna vez llegaría mi momento. Creo que llevo los últimos diez años viniendo aquí con la presión del Grand Slam sobre mis hombros y tratando de lograrlo... Sí, ahora me pregunto de qué vamos a hablar todos de cara al Masters del próximo año. Pero me siento absolutamente honrado, emocionado y muy orgulloso de poder llamarme campeón del Masters", eran las palabras del nuevo y emocionado triunfador.
McIlroy junto a su familia con el trofeo.Getty
Todo parecía perfecto hace 14 años para que Rory, con solo 21 años, desbancara a Woods de la historia como el más rápido en lograrlo. Durante los tres primeros días de Masters, impuso su ley y llegó al domingo con una sólida renta de cuatro golpes de ventaja. Nadie dudaba de que aquel iba a ser un día histórico en Augusta. Su compañero de ronda entonces fue Ángel Cabrera, el mismo que tras pasar casi tres años en prisión, volvía al Masters este año y quiso acordarse de Rory. "Me encontré una nota en mi taquilla de Ángel Cabrera deseándome suerte antes de la ronda", desveló el domingo.
Cabrera fue testigo de excepción del sufrimiento aquel domingo de 2011, un calvario que comenzó con un triple bogey en el 10, bogey en el 11 y un doble más en el 12. Rory terminó su primera tentativa con 80 golpes y la más cruel lección de toda su carrera. El analista de la CBS, Peter Kostis, tuvo el mal trago de hacerle la primera entrevista tras la debacle. "Necesito un abrazo", recordó que Rory le dijo al oído antes de empezar. No era más que un chico de 21 años que admitía tener decorada las paredes de su habitación familiar en Hollywood (Irlanda) con pósters de Tiger Woods en el Masters de 1997.
Redención
Aquella fue la oportunidad más clara que a Rory se le presentó hasta el pasado domingo de ganar el Grand Slam. Desde entonces, desde el PGA Championship, su currículum de frustraciones ha ido creciendo. Se escapó el Open de 2022 en St. Andrews, fue segundo en el US Open de 2023 por detrás de Wyndham Clark, y el desenlace más dramático llegó en el US Open de Pinehurst en 2024, donde falló en los últimos tres hoyos dos putts de poco más de un metro para dejar escapar una nueva victoria.
"Sí, creo... yo diría que fueron catorce años en gestación, desde aquella vez en 2011 que salí con cuatro golpes de ventaja y sentía que podía lograrlo. Sí, había muchas emociones acumuladas que simplemente salieron en ese green del 18", ha explicado McIlroy. Emociones que se desbordaron con el abrazo a su hija Poppy después de haberse derrumbado sobre el green del 18 en el Augusta Nacional. "Un momento así hace que todos los años y todas las ocasiones en las que estuve cerca hayan valido la pena", sentenciaba Rory.
Juan Ayuso, del UAE Team Emirates, ganó este sábado la cuarta y penúltima etapa del Tour de Luxemburgo, una contrarreloj individual de 15,5 kilómetros con comienzo y final en Differdange y tras la que el neerlandés Mathieu van der Poel (Alpecin-Deceuninck) recuperó el maillot de líder a falta de una jornada.
Ayuso, de 22 años, fue el más rápido en la 'crono' del Tour de Luxemburgo al marcar un tiempo de 12:41.18 minutos. Aventajó en 7.09 segundos al italiano Antonio Tiberi (Bahrain-Victorius), en 11.31 al danés Mads Pedersen (Lidl-Trek), en 14.89 al suizo Marc Hirschi (UAE Team Emirates) y en 19.12 a Van der Poel.
La de este sábado es la octava victoria como ciclista profesional de Ayuso y la cuarta de 2024, año en el que ganó la primera etapa de la Tirreno-Adriático, la Faun-Ardèche y la Itzulia-Vuelta al País Vasco.
Mathieu van der Poel, que recuperó el maillot de líder que el viernes le arrebató Mauri Vansevenant, afronta este domingo como primero la quinta y última etapa con una renta de 3 segundos sobre Ayuso y el belga, 8 sobre Hisrchi, campeón de la prueba en 2023; y 10 sobre Tiberi.
La carrera acaba con una recorrido de 176,9 kilómetros entre Mersch y la capital, Luxemburgo
Los Dallas Mavericks de Luka Doncic y Kyrie Irving arrollaron 103-124 este jueves a los Timberwolves de Minnesota para ganarse una plaza en la final de la NBA que disputarán contra los Boston Celtics.
Doncic e Irving, jugadores del equipo de Dallas, sumaron 72 puntos para ganarse en el quinto partido contra Timberwolves el pase a la serie final con los Celtics de Boston.
El esloveno se apuntó el doble doble de 36 puntos, 10 rebotes y 5 asistencias, mientras que Irving agregó los mismos tantos, 4 rebotes y 5 asistencias.
Los jugadores PJ Washington ( 2,01 metros de estatura) añadió 12 puntos y Daniel Gafford (2,08 metros de estatura) 11.
Por los locales, Karl Anthony Towns y Anthony Edwards hicieron 28 puntos cada uno.
Los Timberwolves iban perdiendo 3-0 en la serie cuando resucitaron este martes al vencer a los Mavericks 105-100 en el cuarto partido de la serie. Esta jueves, el equipo de Minnesota intentó frenar a los Mavericks sin éxito.
Los Mavericks no han llegado a la final desde la temporada 2010-2011, cuando ganaron su único campeonato NBA. Esta temporada, disputarán la final contra los Boston Celtics desde el 7 de junio hasta posiblemente, el 21 del mismo mes.
Doncic, quien como Irving se culpó de la derrota este martes, sumó 12 puntos, 6 de ellos de dos triples, en los primeros minutos de juego, con lo que los visitantes declararon su intención de ganar (8-16).
El entrenador de los Timberwolves, Chris Finch, pidió su primer tiempo muerto y en un abrir y cerrar de ojos los locales empataron a 18.
Pero el ex madridista esloveno acertó otros dos triples de corrido para devolver una ventaja considerable a los texanos e Irving cerró el marcador del cuarto inicial con una internada (19-35).
Doncic concluyó el primer segmento con más tantos (20 con 72.7 por ciento de aciertos) que todo el equipo local.
El segundo parcial comenzó explosivo con un tiro con paso atrás de Irving, triple de Maxi Kleber y los locales con estadísticas de tiro deprimentes (14.3 % en triples y porcentaje de 31 en total).
Rudy Gobert dispara mientras Dereck Lively II y Luka Doncic defienden la canastaAP
Las dos defensas cerradas obligaron a alargar los pases en ataque para ambas escuadras, pero era Dallas la que conservaba un abrumador liderazgo antes de llegar al ecuador del segundo cuarto a pesar de unos brillantes minutos de Towns (32-49).
Triples de Doncic (25 puntos y 5 triples en la primera mitad) e Irving (19) consiguieron que los Mavericks llegaran al descanso con unos abrumadores 29 puntos arriba (40-69).
Los Mavericks inscribieron porcentajes de acierto por encima de 60 mientras que los Timberwolves registraron un triste 34,9 % de éxito con un lamentable 16,7 % (2 de 12 intentos) en triples.
Doncic sirvió un pase que Washington convirtió en 'alley oop' y la siguió metiendo para llegar a sus 29 puntos personales en el minuto y medio del tercer segmento.
El entusiasmo que los aficionados del Target Center de Minneapolis habían mostrado desde el comienzo del partido se apagó cuando Doncic llegó a sus 31 puntos para imponer una ventaja de 36 tantos (46-82).
Tres triples de Edwards en un par de minutos hicieron poca mella a los dominadores visitantes (60-87), pero fueron suficientes para que el entrenador de Dallas, Jason Kidd, llamara a capítulo a sus pupilos.
Towns acertó su primer triple de cinco intentos, Irving le contestó con su tercero de siete y Doncic llegó a sus 33 puntos para dejar el marcador en 73-97 a falta del último cuarto.
Los locales comenzaron el segmento definitivo con un 9-0 que interrumpió Irving con un palmeo (78-103).
El australiano americano clavó su cuarto triple y Doncic su sexto cuando a falta de medio parcial parecía que la final de la NBA de este año ya estaba definida (85-111).
Los Timberwolves se dieron por vencido y Finch sacó a jugar a los suplentes minutos antes de concluir un partido que le dio el pase a la final a los Mavericks (103-124).