Luis Enrique, entrenador del PSG, anunció su “regreso” este jueves a la plataforma de streaming Twitch para una sesión de preguntas-respuestas con los internautas. El asturiano ya tuvo una primera experiencia, muy comentada, cuando era seleccionador de España y durante el Mundial de Qatar se conectaba diariamente para hablar con sus abonados.
“El regreso, Twitch 2”, dice Luis Enrique, que llegó al banquillo del PSG a mediados del año pasado, en un vídeo publicado en Twitter. “Os informo que el jueves 21 de marzo a las 20:00 horas vuelvo a Twitch, como siempre en mi canal”, declaró.
Según detalló él mismo, para esta cita quiere hablar de un “proyecto familiar”, antes de “un contacto espontáneo” con los internautas, “sin filtros, de manera directa”.
Durante el Mundial 2022, cuando era seleccionador de España, tenía una cita diaria con sus centenares de miles de abonados [actualmente su canal cuenta con casi 800.000] para hablar en directo y responder a las preguntas sobre temas que no solo se limitaban al fútbol.
España fue eliminada por Marruecos en octavos de final y dos días después Luis Enrique fue despedido. Su primera aventura en Twitch también terminó entonces.
Donación
El ex seleccionador publicó este viernes un documento en redes sociales en el que certifica la donación de los beneficios cosechados en su canal de Twitch durante el Mundial de Qatar 2022 a la Fundación Oncológica infantil Enriqueta Villavecchia.
“Cuando inicias un canal de stream en Twitch firmas un contrato standard con la plataforma (en nuestro caso 50% para ellos y 50% para mí). Os dejo el certificado que corresponde a ese 50%. Muchas gracias por vuestra generosidad y apoyo”, aseguró en su perfil de Twitter.
La donación se realizó el 23 de febrero, según el certificado mostrado en Twitter. En 2019, el ex técnico del Barça perdió a su hija Xana, de nueve años, a causa de un cáncer.
«En uno de mis primeros días en Islandia, en Neskaupstadur, un pueblo de apenas 1.500 habitantes, aparecieron renos por las calles y trabajo hubo para que se marcharan. Era un lugar increíble, los paisajes eran una salvajada. El club me dejó un apartamento que estaba en primera línea de mar y desde mi ventana veía las focas que estaban abajo. No era habitual que hubiera deportistas extranjeros y me invitaban a hacer de todo, a ir en moto de nieve, a pasear en barco...», comenta Miguel Mateo y la pregunta es: ¿Por qué Islandia?
Para responder habría que hablar de la eterna crisis del voleibol en España, de su desplome con la construcción en 2008 o de la mala gestión de su Federación, pero resume mejor un dato que aporta él mismo: «Aquí mi sueldo es muchísimo más alto».
Mateo fue el máximo anotador español de la Superliga en 2015, sólo superado en la lista por el brasileño Guilherme Pereira Maxon, pero poco después se quedó sin contrato y no le quedó más remedio que emigrar. Antes que él unos técnicos españoles se habían lanzado a la aventura allá arriba, le llamaron y las condiciones de su contrato no se podían ni comparar. Acompañado de su pareja, Paula del Olmo, de repente se encontró entre renos y focas.
Doble campeó de Liga
Hoy, casi una década después, allí continúa, convertido en emblema del Akureyri. Entrena y juega en el equipo masculino, vigente campeón de Liga, y dirige al equipo femenino, donde juega Del Olmo, también dominador nacional. «Es curioso porque aquí el voleibol es un deporte de moda entre los padres cuarentones. El fútbol y el balonmano son los reyes, no hay duda, pero hay muchos torneos y muchos equipos para veteranos. Digamos que es como el pádel en España», cuenta y expone una prueba. En un país de 300.000 habitantes, el pasado fin de semana se disputó una competición senior con más de 2.000 jugadores inscritos.
Lo peor, imagino, será el frío.
Soy de Valladolid y allí lo paso peor cuando voy en Navidad. Aquí en Islandia el frío es seco, no tiene humedad, y los sitios están muy bien aclimatados, siempre se mantienen a unos 23 grados. Akureyri está muy al norte, cerca del círculo polar ártico, pero en el fiordo está protegida de los vientos. Incluso en invierno no hay tantos días que bajemos de -5 grados. Es una ciudad pequeña [20.000 habitantes, la cuarta mayor del país], pero muy curiosa, vive mucho del mar.
Como ocurre en tantas y otras vivencias, Mateo fue a Islandia a probar durante un año y ha acabado echando raíces hasta el punto de que junto a Del Olmo han sido padres y han aprendido el idioma. Según comenta, las ayudas a la crianza son «brutales», aunque el impuesto medio sobre la renta ronda el 39%. Pese a que casi todos los productos del supermercado son importados y carísimos, la relación con su sueldo le compensa. Su adaptación ha ido tan allá que ha tenido que moldear su carácter para encajar con los jugadores y jugadoras que dirige.
«En España y muchos otros países latinos los entrenadores se dirigen a su equipo con agresividad y aquí eso no funciona. De hecho, está muy mal visto. Yo era un poco así, pero tuve que cambiar. Aquí no vale eso de gritar '¡Venga, cojones!'. Aquí hay que poner siempre una sonrisa, ser positivo, proponer una mejora en lugar de subrayar un error», analiza Mateo al que empezaron apodando «matador», por su capacidad anotadora, pero al que ahora todos dicen «cari», porque así le llama su pareja.
"Aquí entre tres y cinco años más"
De Valladolid, a los 17 años ya se trasladó a Elche para perseguir su sueño de vivir del voleibol y luego pasó por varios destinos: Soria, Cabezón de la Sal, Lugo o Castellón. Antes de marcharse a Islandia llegó a tener una oferta para jugar en el Barcelona, una sección del club de fútbol que pese a ello nunca ha ganado la Liga, pero la salida era mucho mejor opción.
«El nivel deportivo no es muy alto, pero las condiciones económicas sí lo son. De hecho, ahora hay ocho jugadores españoles en la Liga islandesa. Cuando hablo con mis amigos que siguen en la Superliga veo que es muy complicado ser profesional del voleibol en España. Algunos se marchan a Francia o Alemania, pero Islandia es un gran lugar», proclama y finaliza: «Estaremos aquí entre tres y cinco años más. Todo el mundo nos trata muy bien».
El pasado 18 de mayo, el ucraniano Oleksandr Usyk le hizo un favor estético al boxeo al derrotar a un gigante adiposo, el británico Tyson Fury. Se unificaba así el título de los pesos pesados con los cuatro cinturones de los organismos que rigen "el noble arte": la Organización Mundial (WBO por sus siglas en inglés), el Consejo Mundial (WBC), la Asociación Mundial (WBA) y la Federación Internacional (IBF). Un laberinto. Un jeroglífico. N cachonde
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