Las baterías humanas de la Copa América

Las baterías humanas de la Copa América

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En la Copa América conviven dos tipos de energía para que los AC75 prácticamente vuelen sobre el agua. Por un lado, la del viento. Y, por el otro, la que les proporcionan los cyclors, auténticas baterías humanas, los deportistas encargados de generar, con sus músculos, la potencia necesaria para que funcionen los dispositivos hidráulicos de los que depende el control de sus naves. Una labor que llevan a cabo pedaleando, en una posición que es de todo menos cómoda, en una suerte de bicicletas estáticas insertadas en los navíos.

En 2017 fueron el arma secreta con la que el Emirates Team New Zealand logró alzarse con una incontestable victoria por 7-1. Su introducción llegó gracias a la intervención del abogado español Luis Sáenz Mariscal, quien buscó que el reglamento cambiara una sola palabra, pero tremendamente crucial: “manual” por “humano”.

Hasta ese entonces, los encargados de proporcionar la energía eran los llamados grinders, quienes lo hacían moviendo unas manivelas con sus brazos. No obstante, el hecho de que algunos controles se actuaran con los pies fue la brecha que abrió paso a la modificación impulsada por este abogado, el mayor experto mundial en Copa América y contratado por el equipo neozelandés como asesor jurídico y de reglamento.

“Quise hacer una definición específica de manual y propuse que significara humano; que los controles tenían que estar gestionados por un humano. Me contestaron que no, que bastaba con decir que eran acciones realizadas por la tripulación y que no estaban limitadas exclusivamente para las manos”, señaló Sáenz Mariscal en declaraciones recogidas por la agencia EFE.

Esta innovación fue prohibida en la edición de 2021, pero ha vuelto para la de Barcelona. En gran parte, como consecuencia de la reducción en el número de tripulantes, de 11 a ocho. Cuatro de ellos, cyclors. Con sus piernas, pueden generar hasta un 40% más de energía y, entre los elegidos, podemos encontrar 22 deportistas provenientes del remo, con campeones olímpicos y mundiales entre sus filas, 16 que vienen de la vela, algunos de ellos ex grinders, siete que lo hacen del ciclismo y tres, finalmente, cuyo background se sitúa en el atletismo.

“Es básicamente como estar en una bicicleta estática, sin flujo de viento y con alguien cambiando la resistencia constantemente por ti, avanzando sabiendo que no importa cuánto des, porque el barco siempre querrá más”, ha explicado Marius van der Pol, cyclor del Team New Zealand, en declaraciones a los medios oficiales de la Copa América. “La pre salida es donde más se nos exige, para darles a los compañeros que navegan la posibilidad de asegurar una posición sólida para empezar la regata. Durante el resto, se trata de aguantar y dar todo lo que te quede”, reitera este ex soldado y ex miembro de las fuerzas especiales neozelandesas.

Entrenamiento

“En lo que al entrenamiento se refiere, es muy similar al que seguíamos anteriormente, únicamente se trata de entrenar tu cuerpo para usar otro grupo de músculos, así que tus niveles de forma y resistencia todavía están allí”, ha señalado por su parte Matt Grotel, del INEOS Britannia.

“El calor es una gran preocupación para nosotros, porque sabemos que puede tener un gran impacto en nuestro rendimiento, así que usamos un montón de chalecos de hielo, tratando de mantener el cuerpo lo más frío posible antes y después de meternos en el barco. Una vez allí, no hay mucho que puedas hacer: estás en una pequeña caja de fibra de carbono y el ambiente se caldea bastante”, ha añadido este deportista, medalla de oro en remo en los Juegos Olímpicos de Río en 2016 y doble campeón del mundo en esta disciplina.

“He llegado a perder dos kilos en un único día de navegación. Ya sea con calefactores en el gimnasio o con entrenamientos en una sauna, lo hemos dado todo para adaptarnos al desafío que supone el calor”, ha apostillado Colton Hall, del NYCC American Magic. “Competir como cyclor en el AC75 es increíble, porque durante la carrera eres capaz de producir suficiente adrenalina como para no notar demasiado la fatiga y, además, el esfuerzo requerido nunca es constante”, ha desvelado Emanuele Liuzzi, del Luna Rossa italiano.

“¡Claro que hay una estrategia a la hora de generar la energía! Es como gestionar el depósito de tu coche. Puedes ir rápido un par de vueltas, pero, si exiges mucho demasiado pronto, puedes quedarte sin gasolina antes de tiempo”, ha apuntado por su parte el suizo Théry Schir, del Alinghi Red Bull Racing y quien logró una medalla de bronce en el Mundial de Ciclismo en pista de 2014. “A bordo del AC75, debes ser a la vez duro y explosivo. Por eso, seguimos un programa de entrenamiento ad hoc, con el que trabajamos el corazón, los pulmones y, por supuesto, las piernas. Hemos estado más de un año preparándonos”, ha deslizado el francés Maxime Guyon, del Orient Express, ex militar, ex gendarme y Campeón del Mundo de CrossFit en 2021.

kpd