La organización investiga al ciclista colombiano por uso de “sustancias prohibidas” durante el Giro de 2022
El ciclista Miguel Ángel López en el Giro de 2022.AFP
La Unión Ciclista Internacional (UCI) anunció este martes la suspensión del ciclista colombiano Miguel Ángel “Superman” López por “uso y posesión de una sustancia prohibida en las semanas previas al Giro 2022”.
A través de un comunicado oficial, el organismo internacional informó de que el ciclista del equipo Team Medellín será suspendido “provisionalmente” a la espera de tomar una decisión final sobre una sanción definitiva.
La UCI explicó que sobre la base de una investigación realizada por la Agencia de Internacional de Pruebas (ITA), “que incluye pruebas obtenidas de las autoridades policiales españolas (Guardia Civil) y la Organización Española Antidopaje (CELAD)” y durante la investigación del Dr. Marcos Maynar, la organización ciclista comunicó este martes a Miguel Ángel López “sobre una posible infracción de las normas antidopaje (ADRV)”.
“Tras la revisión de la información y el material proporcionado por la ITA el 26 de junio y el 7 de julio de 2023, el corredor colombiano ha sido notificado de una posible infracción de las normas antidopaje por uso y posesión de una sustancia prohibida en las semanas previas al Giro de Italia 2022. La UCI ha decidido suspender provisionalmente al corredor a la espera de la decisión final”, añadió en el citado comunicado.
Por último, explicó que desde el 1 de enero de 2021 las operaciones del programa antidopaje de la UCI se delegaron en la ITA. “Por tanto, la ITA llevará a cabo de forma independiente las investigaciones sobre las posibles infracciones de las normas antidopaje y, una vez completadas, su resultado se remite a la UCI para fines de gestión de resultados”, culminó.
El mejor fisio del mundo moldeó sus manos lavando vasos en el restaurante de su padre. «Yo ayudaba a mi familia en lo que podía. Pasé muchas horas entre platos y mesas». Más de 40 años después, el asador donde creció Marcelino Torrrontegui (Albandi, 1964) sigue ofreciendo fabulosos chuletones txogitxu, cordero a la estaca y entrecot de vaca vieja. Una clientela fiel que acude allí tras disfrutar de las playas del concejo asturiano de Carreño en las que Torron también trabajó de socorrista. «Antes de ser auxiliar de ciclismo me buscaba la vida mientras hacía un módulo de Deportes», afirma el masajista más experto del próximo Tour de Francia, que arranca el sábado en Lille. Será la undécima edición de la Grande Boucle que afronta el asturiano, ahora en el Movistar. También es colaborador del Comité Olímpico Español (COE), la Federación de Fútbol (RFEF) y profesor en la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Málaga (UMA).
Este fisio de sonrisa permanente trabajó en el Málaga CF durante 21 temporadas, acudió a ocho Juegos Olímpicos (cinco con la Federación de Ciclismo y tres con el COE), 26 Mundiales de ciclismo, cuatro Juegos del Mediterráneo, 13 Vueltas, 10 Tour y cinco Giros de Italia. Por sus manos han pasado futbolistas, atletas, nadadores, ciclistas, balonmanistas, karatecas, piragüistas, golfistas, esquiadores. La relación de ilustres es extensa: Craviotto, Llaneras, Hierro, Chema Olazábal, Van Nistelrooy, Valverde, Contador, Rominger, Freire, Delgado, Olano, Isco, Joaquín, Frankie Fredericks, Chema Martínez, Cubarsí, Francescoli, Juan Ayuso, Viran Morros, Aguinagalde, Darío Silva, Zulle, Virenque, Rafa Lozano, Garralda, Barrufet, Entrerríos, Hugo González, Jessica Vals, Carmen Weiler...
Tras disfrutar de varios días de descanso, este martes hará las maletas para marcharse a Lille con el Movistar para preparar la salida del Tour.
Torrontegui comenzó en el ciclismo en la Vuelta a España de 1988, en el Clas de José Manuel Fuente. «Recuerdo que la salida fue en Tenerife y que saltamos a Las Palmas. Me incorporé al equipo de El Tarangu gracias a la ayuda de Carlos Muñiz, ciclista y amigo mío de Candás. Aquella Vuelta la ganó Sean Kelly y el primer neoprofesional clasificado fue, precisamente, Muñiz. Yo tenía 23 años y ya me apasionaba el deporte. Esa pasión proviene de mi entorno de juventud, en Candás. Esta localidad está declarada por el COE Villa de Olímpicos, porque es el pueblo de España con más olímpicos por habitante. Allí nacieron, entre otros, Herminio Menéndez, Julio Alberto, López Carril, Enrique Rodríguez Cal o Carlos Prendes», dice mientras pasea por Candás, antes de la sesión de fotos en las instalaciones de Mareo del Sporting de Gijón que ilustra este reportaje.
Torron debutó en el Tour de Francia en 1991, el primero ganado por Miguel Indurain. Desde entonces, el carismático fisioterapeuta y el campeón navarro mantienen una relación cercana. «Somos de la quinta del 64 y hemos coincidido muchas veces, aunque nunca compartimos equipo. Él estaba en el Banesto y yo en el Clas, con Tony Rominger. En la selección español estuvimos juntos, pero nunca le traté. Él tenía su propio masajista, Vicente Iza. Sí traté a Perico Delgado, Óscar Freire o Alberto Contador, pero nunca a Miguel. Estuve con Indurain en los Juegos de Atlanta, cuando ganó el oro en la contrarreloj, y Abraham Olano, la plata. Mi primer Mundial fue el de Stuttgart de 1991, cuando Indurain fue bronce. También estuve en el histórico Mundial de Duitama de 1995, donde logró el oro en la contrarreloj y la plata en la ruta, con Olano primero. En la actualidad, cuando Miguel pasa por Asturias nos vemos. Últimamente bromeamos sobre que ya va siendo hora de que toque sus músculos», explica el técnico, de 61 años.
Federer y Nadal
Torron fue el hombre de confianza del suizo Rominger, conquistador de tres Vueltas y adversario de Indurain en la carretera y en la pugna por el récord de la hora. «Tony y Miguel fueron rivales y ahora son amigos. Son como Federer y Nadal. Se respetan, tienen una buena relación».
Las manos mágicas del asturiano cuidaron a grandes corredores del Clas, como Olano, Escartín, Mauleón, Ruiz Cabestany, Rominger, Suárez Cueva..., con los que mantiene amistad. «Ellos tienen la costumbre de juntarse todos los años para cenar durante una etapa de la Vuelta. Desde 1988 organizamos partidos de fútbol-playa a los que viene gente como Luis Enrique. Lucho es un gran entrenador y una persona majísima, pata negra, un friki del ciclismo».
Con su paisano Samuel Sánchez comparte complicidades. Las abuelas de ambos eran primas. «A Samu le conozco desde chaval, cuando venía a veranear a Albandi. Yo le vaticiné que sería campeón olímpico. En 2007, un año antes de la carrera en ruta de los Juegos de Pekín, fuimos a ver el recorrido y le dije que el trazado le venía a huevo para ganar. Aquel equipo, con Sastre, Freire, Valverde, Contador y Samu fue fabuloso», recuerda.
JORGE PETEIRO
Las manos prodigiosas de Marcelino han cuidado a miles de deportistas. El que más le impactó, por su elasticidad y fortaleza, fue el canadiense Mark McKoy, campeón olímpico de 110 vallas en Barcelona'92. Entre los ciclistas destaca el motor de clasicómanos como Bortolami, Baffi o Museeuw. Los músculos de Freire también le sorprendieron, como las piernas de los futbolistas Salomón Rondón y Julio Baptista. Dice que quien mejor supo sacar provecho a su físico fue Fernando Escartín.
Asegura que el ciclismo actual atraviesa por un momento espléndido y que Tadej Pogacar es un fenómeno: «Le vi el pasado año en el Tour y me sorprendió. El ciclismo de ahora no da tregua. Las etapas son más cortas y todos van a toda hostia, no frena nadie. Los técnicos y auxiliares no tenemos tiempo para tomar un bocadillo. La tecnología ha mejorado mucho el rendimiento de los corredores».
Pocos en el deporte español empatizan tanto como este extrovertido asturiano. «Me dicen que soy el mejor masajista del mundo, pero yo respondo que tengo la suerte de trabajar con gente muy buena. Yo, por mi manera de ser, siempre genero buen rollo y caigo bien a la gente, y eso influye».
La depción del Málaga
Durante sus 37 años en el alto nivel han abundado los éxitos. Las decepciones fueron mínimas, pero dolorosas. Las heridas provocadas por el despido del Málaga ya cicatrizaron, aunque quedaron marcas: «En el Málaga me dejé media vida, medio corazón. Me tuve que marchar por unas diferencias económicas mínimas. Me di cuenta de que no me querían en un sitio donde trabajé más de 20 años. Salí noqueado. Estuve muerto, pero reviví. Después de irme se me abrieron muchas puertas».
En plena pandemia, Torron dice que se reinventó. Estudió podología, se doctoró en Fisioterapia y se incorporó a la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Málaga: «Llegué para cubrir una baja, y ahí sigo, impartiendo clases. La docencia es una carrera de fondo. Me gusta, pero al principio me costó, porque yo hablaba con las manos, luego me he ido soltando. Ahora, hasta doy ponencias en el Master de Fisioterapia de la Escuela Universitaria UAX Rafa Nadal o el Máster de Fisioterapia del Real Madrid. Soy como una hormiguita. Cumplo mis sueños. Trabajo con chavales, eso me mantiene joven».
«Tengo la suerte de que la UMA apuesta por la transferencia del conocimiento de sus profesionales, lo que posibilita que pueda colaborar de forma activa con Movistar, con el que tengo un contrato Otri, y al mismo tiempo cumplir con mis obligaciones docentes e investigadoras en la Facultad de Ciencias de la Salud», añade.
JORGE PETEIRO
A sus 61 años, Torron quiere ser agradecido: «Cuando te vas haciendo mayor te acuerdas de la gente que te ayudó. Yo estoy muy complacido con Eusebio Unzúe. Un día necesité salir de casa y él estaba allí. Siempre tuve la fortuna de contar con la comprensión del Málaga, que me permitía ir a los Mundiales y a los Juegos Olímpicos. También estoy muy agradecido a Alejandro Blanco por la oportunidad de trabajar en el COE. Él me rescató de la crisis que tenía, lo pasé mal. Yo sé bien lo que supone estar en primera línea y de ponto el teléfono deje de sonar».
Hijo futbolista e hija nadadora
La genética y el entorno profesional indicaron, inevitablemente, el camino a seguir. La actividad deportiva domina el entorno familiar de Torrontegui. Los hijos del fisio asturiano se han criado entre balones, raquetas y bicis, por eso no extraña que Samuel y Carlota se hayan decantado por el deporte. Los tres, siempre mimados por Susana, la filóloga inglesa, la madre, la compañera, la que sostiene todo el edificio.
Samuel, que tiene 20 años, sobresale en las categorías inferiores del Sporting de Gijón, en el equipo C. El fútbol le atrapó desde niño. Comenzó en el Málaga y allí estuvo durante nueve temporadas, en las que coincidió con Dean Huijsen, el nuevo central de la selección española y del Real Madrid. «Estuvieron juntos en alevines, cadetes e infantiles. Son buenos amigos. Yo mantengo contacto con los padres de Huijsen, unos holandeses muy majos que abrieron negocio en Málaga», dice Marcelino, un padre encantado con los goles y el desempeño de su hijo: «Samuel juega de delantero, es bueno, pero a mí lo que gusta es su madurez. Entrena, juega, se cuida y estudia segundo de Ingeniería Mecánica. No es raro verle a las 12 de la noche con libros o estirando», recalca el fisio del Comité Olímpico Español.
El Almería quiso ficharle, pero él prefirió seguir en el Sporting. En su trayectoria ha mostrado sus excelentes dotes de goleador, con buen manejo de ambas piernas y juego de espalda. «Tiene futuro, pero es un poco pupas, siempre le pasa algo», dice el progenitor.
Carlota apostó por la natación, triunfando en los campeonatos autonómicos y nacionales. Se formó en el Club Natación Inacua de Málaga y en 2021 fichó por el CN Santa Olaya de Oviedo. En 2021, con 18 años, se proclamó campeona de España de 200 mariposa, lo que le sirvió para obtener plaza para el Europeo de Budapest, torneo en el que logró colarse en las semifinales, terminando en el puesto 14 del top-16.
Torrontegui destaca que Carlota, de 22 años y estudiante de Derecho, tiene mucha fuerza de voluntad: «Durante muchos años se levantaba a las cinco y media de la mañana para entrenar en el CETD de Málaga. Creo que venirnos a Asturias frenó su progresión. Uno de mis sueños era compartir unos Juegos Olímpicos con ella».
Roglic ganó. O' Connor flaqueó. Mas creció. Sintetizado, fin del resumen. Ahora, pormenorizando, el esloveno, entre la diferencia en la victoria y la bonificación, le arañó, no, le arrancó casi un minuto al australiano y está ahora a 3:49. El español asciende al podio en un día en el que Joao Almeida, reventado, se despidió de sus ilusiones. Landa, tercero en la meta, es ahora quinto en la general.
Otra vez, y van unas cuantas, empieza otra Vuelta. De manivela. Mejor de tuerca. En una etapa por terrenos elevados, pero carreteras sin excesivas brusquedades, con un puerto de segunda perdido por el recorrido, y presidida por 4,8 kms. brutales al 7,1% de media y con picos del 20%, en la cima de Cazorla, el esloveno fue el rey. Se ciñó una corona de metal precioso y le impuso a O'Connor, aún líder, con ventaja, pero tembloroso, una de espinas. Roglic, en ese epílogo de fuego a, otra vez, casi 40º, tiró de los restos dolientes del pelotón de ilustres y lo hizo añicos. Sólo le aguantó Enric Mas, cuya derrota en la línea de llegada es de las que valen por uno de esos triunfos que no acaba de abrochar.
Roglic, desbocado, rebasó a Oier Lazkano, Harold Tejada y Luca Vergallito, despojos supervivientes de los escombros de una fuga de ocho héroes con gloria y sin premio, y anunció con cohetería que está aquí, que ha vuelto sin, ya se ve, haberse ido. No hay más que hablar. No hay más que esperar, primero, a la etapa dominical y, luego, que venga lo que tenga que venir. Y no por obra del azar, sino del hombre. Del ciclista. De los ciclistas.
Cazorla enseñó su rampa
Federico García Lorca, de cuyo asesinato se cumplieron 88 años el pasado día 18, hace una semana, escribió: "Cazorla enseña su torre y Benamejí la oculta". En la Vuelta, la jienense Cazorla enseñó su rampa y la cordobesa Benamejí quedaba a 246 kms. al sudoeste. A mitad de camino entre ambas espera la lorquiana Granada, donde la carrera tendrá, dicho está, este domingo una prueba determinante. La lírica dará paso a la épica.
Granada, en su quebrado paisaje y sus tres ascensos de primera apiñados en la segunda mitad de la etapa, promete la, también segunda gran batalla general de la Vuelta, después de la del Pico Villuercas y, en explosiva brevedad, ésta de Cazorla. Roglic ascendió entonces, en Villuercas, a un liderato que perdería, dos días después, en Yunquera, a manos de Ben O'Connor y su solitaria proeza. Las circunstancias son ahora distintas.
O'Connor que parecía un líder sólido, se ha tambaleado sin llegar a caer. Quizás tuvo un día regular en una cuesta breve pero especialmente ruda. Quizás el calor, que de un modo u otro afecta a todos, le jugó una mala pasada. Veremos.
La carrera no se circunscribe solamente a él y Roglic. Ahora mismo sí, porque encabezan la general. Es la guerra entre las actuales primeras potencias. Pero hay otros combates, otras escaramuzas y otros nombres con distintas aspiraciones y capacidades. Sujetos todos a los azares de la carretera.
Ahora, a pensar en Granada, colofón de una de las etapas reina. Ante lo que nos promete, recordamos, después de Lorca, al poeta mexicano Francisco de Icaza: "No hay en la vida nada peor que ser ciego en Granada".
Giro de Italia
JAVIER SÁNCHEZ
@javisanchez
Barcelona
Actualizado Miércoles,
26
abril
2023
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