La selección masculina de rugby a siete gana el bronce en Australia y lidera por primera vez las Series Mundiales

La selección masculina de rugby a siete gana el bronce en Australia y lidera por primera vez las Series Mundiales

“¡A construir, a construir!”, reclamaba Pol Pla a sus compañeros en el descanso de los cuartos de final de la Serie Mundial de Rugby Seven que se ha disputado este fin de semana en Australia. España ya batía por 17-0 a Uruguay y en la segunda mitad amplió el marcador hasta el 38-0 definitivo. Se colaba con autoridad en semifinales y certificaba lo que viene construyendo desde hace años: su conversión en uno de los conjuntos más peligrosos de las Series Mundiales, la competición más exigente de la modalidad olímpica.

La temporada pasada la selección masculina de rugby a siete no logró la permanencia entre la élite internacional hasta el último torneo, el que se disputó en Madrid. Al comienzo de esta, desde el entorno del equipo se marcaba como objetivo consolidarse entre los ocho primeros del mundo y, de ese modo, sortear las traicioneras eliminatorias de promoción.

A día de hoy, ese desafío parece quedarse corto. El conjunto que dirige Paco Hernández dio la campanada con la plata en el torneo de Dubai, fue cuarto en Ciudad del Cabo y ha sido tercero este fin de semana en Perth. Ahora mismo, es la única selección que se ha colado en las semifinales de los tres torneos y lidera la clasificación general con 48 puntos, los mismos que Fiyi y Argentina. El rugby español, donde nunca había estado.

El salto adelante del equipo se cimenta en un ataque que sabe conservar muy bien el oval y lo mueve sin descanso hasta romper la línea y secundar al portador con nuevos apoyos. En paralelo, la defensa acosa y acorrala al rival.

En Australia la selección masculina se impuso a Gran Bretaña (12-7) y a Irlanda (21-5) y cayó ante Francia en la fase de grupos (7-21). En cuartos, España ha vencido a Uruguay (38-0), en semifinales ha sido superada por claridad por Argentina (5-40) -inapelable campeona del torneo- y se rehecho para ganar el bronce (14-7), sufriendo hasta la última jugada, a Sudáfrica.

En la base de esta construcción se sitúa la concentración permanente del plantel, que tiene su base habitual en Rincón de la Victoria, Málaga. Allí ha aumentado las horas de preparación conjunta, tanto técnica como táctica, y ha dado otra vuelta de tuerca a la preparación física. Los españoles plantan cara en el cuerpo a cuerpo al resto de los equipos. Imponen su intensidad. Este mismo fin de semana, en cuartos de final, hicieron un ensayo decisivo a Uruguay cuando el tiempo añadido ya marcaba cuatro minutos por encima de los siete del primer tiempo.

Alejandro Laforga, en el partido por el bronce contra SudáfricaRichard WainwrightEfe

A las Series Mundiales les quedan otras tres citas en Vancouver, Hong Kong y Singapur. En la séptima y última serie, que se jugará en Los Ángeles, los ocho primeros clasificados hasta entonces lucharán por el título absoluto de la temporada y los cuatro últimos, por la permanencia.

A este último escenario se ve abocada, por el contrario, la selección femenina, duodécima y última de la clasificación general, con sólo 5 puntos, 17 por debajo de la salvación. En Perth, las jugadoras de María Ribera han sido undécimas tras ganar a Irlanda (24-12) el último encuentro. Antes habían caído ante Francia (5-33), Australia (0-43) y China (0-14) en la fase de grupos; y contra Gran Bretaña (5-21) en las eliminatorias. En total, una última plaza y dos penúltimas en tres torneos.

Las Leonas de seven tienen jugadoras que desbordan en ataque y colectivamente han avanzado en la retención del balón, pero les falta contundencia en el choque y en el placaje. Pueden trabajar, y trabajar bien, minutos para anotar y luego conceder un ensayo en la primera carrera del rival.

El grupo, con sede en Madrid, continúa incorporando jugadoras jóvenes para darles experiencia en la alta competición. Al igual que los chicos, la selección femenina se salvó la pasada temporada en la eliminatoria de promoción. En la presente, le está costando mucho despegar. Recuperar buenas sensaciones y empezar a ganar a sus rivales directos parecen ahora mismo los primeros pasos para reconstruirse.

kpd