El regreso de Joao Félix con la camiseta del Barcelona marcó la previa del partido de Liga en el Metropolitano. El delantero, titular para Xavi Hernández por segunda jornada consecutiva, fue recibido con hostilidad por su antigua afición. No sólo por los pitos recibidos cuando su nombre fue anunciado por la megafonía, sino por los incidentes en el exterior del estadio.
La placa de Joao en el paseo de las leyendas del Atlético fue vandalizada por algunos hinchas, que depositaron todo tipo de desperdicios encima e incluso quemaron una camiseta del portugués. “Son partidos picantes que me dan una motivación extra”, adelantó esta misma semana Joao.
En las horas previas al choque, Xavi restó importancia al recibimiento por el estadio donde jugó entre junio de 2019 y enero de 2023. “Joao es inteligente y sabe que puede competir de manera perfecta”, aseguró el técnico azulgrana en los micrófonos de DAZN.
“Los aficionados tienen que respetar a los jugadores y hay que recibirlo como merece, con aplausos”, aseguró Enrique Cerezo, presidente del Atlético, en declaraciones a DAZN.
Estos incidentes recordaron lo sucedido años atrás con Thibaut Courtois durante una visita del Real Madrid. En mayo de 2022, la placa del portero belga fue arrancada horas después de que Cerezo, enviase un controvertido mensaje a sus hinchas: “Si quieres quitarla, ve con un pico y una pala y quítala”
Hubo un momento en esta temporada en la NBA en que Victor Wembayama se elevó ante Mo Wagner, de los Orlando Magic, y algo se encendió en todas las mentes de la generación de los 80 y 90 que vieron el mítico mate de Michael Jordan de la película de dibujos animados Space Jam. El 'Extraterrestre' se hacía notar en la mejor liga del mundo. Pero, como en otra película de ciencia ficción, Men in Black, hay más entre nosotros y están empezando a destacar en baloncesto.
Olivier Rioux es un adolescente, recién cumplida la mayoría de edad, que mide 2,36. Si estuviera en la NBA, sería el jugador más alto de su historia. Superaría así los 2,31 de George Muresan y Manute Bol. Y, su idea, es llegar. De hecho, el gigante canadiense acaba de fichar por la universidad de Florida y disputará la famosa NCAA que es la antesala, normalmente, de la mejor liga de baloncesto del mundo.
A la versión femenina aspira otra 'extraterrestre', Zhang Ziyu. En esta ocasión procede de China, tiene 17 años y mide 2,20. Se hizo viral porque dominó la Copa Asia para menores de 18 con su país no solo por sus actuaciones descomunales también por su presencia entre sus compañeras. Es como si jugara contra niñas.
Los progenitores de ambos jóvenes son altos, pero no llegan al nivel extraordinario de sus hijos. En el caso de Rioux, su padre supera también los dos metros y su madre roza el 1,90. Mientras que los padres de Ziyu, ambos exjugadores de baloncesto y más cercanos a la impresionante altura de su hija, alcanzan los 2,13 él y 1,98, ella. De casta le viene al galgo que dice el refrán.
"Todavía no estamos seguros al 100% de por qué soy tan alto... los médicos sólo pueden explicarlo con la genética que tiene mi familia", afirmaba el gigante canadiense en una entrevista previa y confirma que siempre fue "el más alto" de sus amigos y de sus compañeros de equipo. Una ventaja competitiva que lleva explotando desde los cinco años, momento en el que empezó a jugar a baloncesto y también el cual los rivales comenzaron a cuestionar su edad.
Versión femenina de Yao Ming
Ziyu ya medía metro y medio con seis años y sobrepasaba los dos con once. "Hay cosas que no puedo controlar, pero para mí es un regalo", explicaba la china a la FIBA. "Puedo llegar fácilmente al aro, pero el baloncesto es mucho más, me queda mucho por aprender", añadía una jugadora que fue declarada MVP de la Copa Asia U18 tras promediar unos increíbles 35 puntos por partido y casi 13 rebotes. No obstante, China perdió en la final ante Australia, pese a la buena actuación de Ziyu que terminó con 42 puntos.
A la joven china ya la llaman la versión femenina de Yao Ming, aquel gigante chino que dominó la NBA como jugador de los Houston Rockets. Si la WNBA actual está en manos de Caitlin Clark y de Angel Reese, la que añada los centímetros de Ziyu a su equipo, podría asegurarse la dominancia en los próximos años.
Rioux, en una cancha de entrenamiento.Instagram
Rioux llegará a la NBA, pero bien pudo jugar en el Real Madrid. El joven probó en el conjunto blanco tras un torneo sub 12 en La Roda en 2018. Jugó poco con el club que descartó su formación así que se encaminó al baloncesto norteamericano.
Ahora, le tocará demostrar que lo suyo no es solo altura, como hizo Wembayama antes de aterrizar y revolucionar la NBA. No deberían venir extraterrestres a buscarles porque ya están entre nosotros.
Eran 16 'muertes' para 'El Matador'. 16 rosas que había dejado en el ring. Las dos últimas, de las más espectaculares en su carrera. La quince fue la que llegó con el título de peso pluma bajo el brazo ante Volkanovski. La decimosexta, el combate para noquear al hombre innoqueable.
Vencido Max Holloway, quedaba un púgil sin noquear en el ring para Ilia Topuria, y lo hizo este jueves. El campeón del peso pluma acabó con 'El Matador'. Dice el luchador hispanogerogiano que "había sido su aliado en cada pelea" pero que la próxima vez entrará al octógono con una "nueva identidad".
Lo hizo con un post en redes sociales en el que anuncia una "nueva era". Es un rebranding personal para encarar el cambio de categoría que anunció hace unos meses. Se terminó pelear en las 145 libras (65,8 kilogramos) para afrontar otros retos en las 155 (70,3). Más fácil a nivel físico para alguien que suele pesar en torno a los 80 kilos y debía bajar casi 15 para poder dar la báscula.
Lo difícil está siendo encontrar rival. La UFC parece un episodio de Falcon Crest entre giros y plot twist acerca de quién va a subirse al octógono con Topuria en su asalto al peso ligero. El hispanogeorgiano quiere el segundo cinturón de la mayor liga mundial de artes marciales mixtas. Entraría en el club de los 20 que lo han logrado y el tercero que lo consigue en pluma y ligero tras B.J. Penn y Conor McGregor.
El problema es que la ambición y el nivel de Topuria, a día de hoy en el tercer puesto del ránking libra por libra, le enfocaban a una pelea con el líder de esa clasificación y actual campeón del peso ligero: Islam Makhachev.
El ruso ha rechazado pelear con Topuria por activa y por pasiva. Desde su equipo le han lanzado indirectas de que la opción se la tiene que ganar derrotando a algún nombre importante de la división. Y él, por lo pronto, pretende realizar una defensa de su cinturón ante otros grandes rivales de la categoría como Charles Oliveira o Justin Gaethe.
De hecho, dos de sus cuatro anteriores defensas del título fueron ante Aleksander Volkanovski, el rival al que Topuria arrebató el cinturón de peso pluma. Y el ruso no quiere que se le recuerde por "vencer a rivales pequeños".
Próximo rival
No obstante, el púgil australiano, que optará de nuevo al campeonato de peso pluma ante Diego Lopes tras haberlo dejado vacante el hispanogeorgiano, dice que si hay alguien que puede vencer a Makhachev es Topuria. "Tiene manos peligrosas. Es lógico que la gente que lo descarte: saben que tiene poder en sus manos, saben que lo buscará. Saben que tiene serenidad e incluso, si las cosas no salen como él quiere, seguirá buscándolo, intentando encontrarlo hasta que lo consiga o hasta que pierda. Así que sabes que es peligroso".
De momento, quien no vencerá ni tendrá la opción de vencer a Makhachev es El Matador. Ya no existe. Hay que esperar para saber cuál será la nueva piel de Topuria en el octógono. La que lleve la decimoséptima rosa al próximo rival. Aunque aún no se haya decidido. De momento, el hispanogeorgiano, con su premio de la Asociación Española de la Prensa Deportiva como uno de los mejores deportistas de 2024, se mantiene a la espera de la decisión de la UFC.
Puede estar en una recta. Puede estar en una lanzadera, pero este Atlético va a todo gas. Jorge Martín, reciente campeón mundial de MotoGP, una persona que ha llegado a rodar a 363 kilómetros por hora, lo pudo comprobar in situ tras aparecer en el Metropolitano montado en su nueva Aprilia.
Este Atlético muerde, domina, va arriba y no especula. Hubo debates sobre si esto era posible, hubo amagos de hacerlo otras temporadas anteriores, pero cuando los resultados fallaban, la idea titubeaba. Como una vela sensible a cualquier brisa. Pero esta vez la base es firme y también la mano que la sostiene. No necesitó más que un gol de Sorloth para hacerlo, pero no siempre se alcanza la excelencia. Ya son once victorias seguidas, casi nada. [Narración y estadísticas, 1-0]
Se asienta en un 4-4-2 con clara vocación ofensiva. En nombres que no estaban, como Julián Álvarez, en otros que no contaban, como Javi Galán y en otros que han encontrado su mejor versión, como Rodrigo De Paul. Luego está el sospechoso habitual, un francés que mejora las jugadas rojiblancas y que, cuando toca, las culmina. Dos dobletes en los dos últimos partidos para seguir engordando su nombre en la historia rojiblanca. Un tal Antoine Griezmann.
Falta que se incorporen otros, como Samu Lino. Indispensable en épocas pasadas e intermitente en este nuevo tiempo. Mezcla una de cal y otra de arena, cosa no muy del agrado del entrenador. Ante el Getafe comenzó con dos de arena tras sendos grandes pases de Giuliano y De Paul. El argentino, por su parte, pudo hacer el primero tras una gran dejada del Cholito, pero estaba costando romper la tela de araña del Getafe.
Salieron los azulones con un planteamiento muy defensivo por parte de Bordalás, dejando grandes armas de ataque como Uche en el banquillo y volviendo a apostar por los niños en las bandas. Pero los madrileños no eran los mismos que el año pasado, a lomos de Greenwood, terminaron con la racha de victorias seguidas en el Metropolitano del Atlético, a 20 se llegaron, con un tres a tres abrumador.
No quiso especular más Simeone tras los primeros 45 minutos pese a las claras ocasiones que disfrutó su equipo. Cambió el Cholo a Lino por su hijo, otra jornada del brasileño en la que pensar en su efectividad. Y empezó el Atlético a buscar el coliderato con más ahínco. Barrios tuvo la primera tras una buena jugada rojiblanca, pero la estrelló en el lateral de la red.
Luego quiso el Cholo llamar a la historia con un cambio entre leyendas. Salió Griezmann del terreno de juego para dar entrada a Koke. La idea era recuperar el medio campo, algo que se había escapado un poco con la salida de Uche y Sola en el conjunto azulón e intentar abrir la lata, que se resistía por un gran desempeño defensivo de los de Bordalás, que terminaron por adelantar las líneas a ver si pescaban a un cansado Atlético.
Tiempos pasados
Y cuando parecía que las tornas cambiaban, cuando parecía que el Getafe buscaba la machada en el Metropolitano, llegó el martillo noruego para rematar un soberbio centro de Molina. De esas bananas que son un pecado no aprovecharlas. La pregunta que se hizo el respetable es, ¿ahora qué?
Volvió el Cholo a tirar al monte. Sacó a Le Normand por Barrios y el equipo pasó a defensa de cinco. Raro, pero efectivo. Se buscaba la victoria y se consiguió pese al susto de Milla. Habrá otros días para conseguir brillo. En Barcelona, ¿quizás?