Durante toda la semana del evento, cicno animales fueron sacrificados tras sufrir lesiones de gravedad y otros dos han fallecido por causas desconocidas
Últimamente la polémica y los eventos hípicos van de la mano por el trato que reciben en ellos los animales. La última polémica ha saltado tras la muerte de siete caballos durante la semana del Derby de Kentucky, que ensombreció esta importante cita de la hípica y ha abierto muchos interrogantes en EEUU sobre la salud y el cuidado de los animales en este tipo de competiciones.
El jinete venezolano Javier Castellano ganó este sábado con el caballo Mage la 149 edición del Derby de Kentucky.
Sin embargo, el triunfo en Churchill Downs de Castellano, que además tomó el relevo de su compatriota Sonny Leon como ganador con el caballo Rick Strike en 2022, quedó empañado en parte por la muerte de siete caballos a lo largo de la semana del Derby de Kentucky.
Del sábado 29 de abril, apertura de la semana del Derby de Kentucky, al sábado 6 de mayo, el día de la gran carrera, fallecieron siete equinos incluyendo cuatro (Wild on Ice, Take Charge Briana, Freezing Point y Chloe’s Dream) que sufrieron lesiones de gravedad y que fueron sacrificados. Uno más (Code of Kings) fue sacrificado después de romperse el cuello.
Por otro lado, dos caballos (Parents Pride y Chasing Artie) murieron repentinamente y por causas todavía desconocidas, lo que llevó a la organización de la carrera a suspender al entrenador Saffie Joseph Jr., quien estaba a cargo de estos dos animales.
La organización del Derby de Kentucky emitió un comunicado el fin de semana en el que mostró su “máxima tristeza” por estas muertes y en el que aseguró que su “compromiso con la salud y el bienestar” de los equinos es “inquebrantable”.
“Las muertes de caballos son un recordatorio aleccionador de la urgente necesidad de movilizar a nuestra industria para explorar cada vía posible de minimizar efectivamente cualquier riesgo evitable en este deporte”, dijo al anunciar una investigación sobre cada una de las muertes.
“Todos queremos lo que sea mejor para los caballos (…). Aunque creemos que estos incidentes son anomalías, son inaceptables y nos mantenemos firmes en nuestro compromiso por la seguridad y la integridad”, apuntó.
Por su parte, la organización en defensa de los animales PETA definió en una nota de prensa a Churchill Downs como un “campo de muerte” y reclamó “el cierre de la pista” para que se puedan implementar protocolos de protección de los caballos “más fuertes”.