Tercero en la Liga de Arabia, fuera de la King’s Cup en octavos, derrota humillante en la final de la Supercopa ante el Al Hilal (4-1) y eliminados en semifinales de la Champions Asiática por el Kawasaki Frontale. La temporada 2024/25 del Al Nassr fue demasiado para Cristiano Ronaldo, hasta el punto de que lanzó un misterioso mensaje en sus redes sociales: “Este capítulo ha terminado. ¿La historia? Aún se está escribiendo. Agradecido a todos”.
Lo que parecía una salida del futbolista mejor pagado del mundo en busca de nuevos retos, especialmente hacia equipos que disputarán el Mundial de clubes, ha terminado por virar hacia un lugar muy diferente. “Le han tenido que dar todo lo que quería para que se quedara, ya que saben que el presente y parte del futuro de la liga saudí depende de él”, contó una fuente de la negociación a The Sun. Cristiano no sólo se queda en el Al Nassr con una sustancial mejora de contrato, sino que quien podría salir de manera inminente es el director deportivo de la institución, Fernando Hierro, tras apenas un año en el cargo.
El pasado verano, el ejecutivo español fichaba por el equipo saudí procedente del Chivas. Un club y un país, México, en el que nació su hijo menor y de los que se despidió con mucho cariño. En contra de otros mercados en los clubes de Oriente Medio, en los que se solía fichar a estrellas en el ocaso de sus carreras, el director deportivo apostó por talento joven para reforzar al Al Nassr. Se gastó 175 millones de euros, la mayoría en futbolistas con gran proyección como el colombiano del Aston Villa, Jhon Durán (77 millones), el francoguineano del Leipzig, Mohamed Simakan (35 millones), o el brasileño del Chelsea, Angelo (23 millones).
“inapropiada e inaceptable”
En el banquillo mantuvo al portugués Luis Castro, pero la goleada recibida en la final de la Supercopa ante el Al Hilal provocó su inmediata sustitución por una apuesta personal: Stefano Pioli. Un finiquito, el de Castro, avalado públicamente con un enfado monumental de Cristiano, su primer defensor cuando fichó por el club en 2023, tras esa final perdida.
Pero la aventura del italiano, sin títulos pese a que el astro de Madeira firmase su mejor temporada con el Al Nassr 35 goles), ha terminado pese a que le quedaba aún otro año de contrato. Pioli no fue la primera víctima de la renovación reclamada por Cristiano, ya que una semana antes se había prescindido del director ejecutivo del club saudí, Majed Jaman Alsorour. “Hoy me despidieron de una manera que considero poco profesional, inapropiada e inaceptable”, escribió el ex mandatario, a la vez que anunció acciones legales contra la entidad.
Así, Hierro, cuya salida podría confirmarse en los próximos días, es la tercera víctima de la reestructuración reclamada por CR7. “Cristiano tiene lo que quiere, y con las acciones se le mantiene cerca como elemento de fuerza para atraer jugadores, sponsors y focos hasta que se retire”, describió la fuente al diario británico.
Cifras de locura
Las citadas acciones podrían rondar el 15% de la propiedad del club y tendrían un valor en torno a los 38 millones de euros. Una cifra a la que habría se añadirían los 570 millones de euros de salario por dos temporadas y un bonus de 28,6 millones, que podría elevarse a 44 si cumple los dos años firmados. Además, aumentan sus primas a casi 100.000 euros por gol y 50.000, por asistencia, que se incrementarían un 20% en la segunda temporada. Números aparte, el portugués y su familia contarán con 16 personas a su servicio, jet privado y acuerdos de patrocinio compartidos con el club por unos 70 millones de euros más anuales.
“Él es consciente de eso [su importancia] y han tenido que ‘cubrirle de oro’ para que se quedara dándole más dinero, bonuses y beneficios”, manifestaron a The Sun fuentes de la negociación. Cristiano no sólo reclamaba oro, sino también víctimas. Fernando Hierro, otrora director deportivo de la selección española, es la última.