El mundo del fútbol es muy cruel. Algunos medios y sus periodistas pueden llegar a realizar despiadadas críticas contra algunos jugadores. Pero muchas veces, como le ha sucedido en esta ocasión a Laporte, los futbolistas se cobran su venganza.
Las críticas al central francés, nacionalizado español, se centraban en su capacidad para jugar en una potente selección como la española. Cambiar el Manchester City en 2023 por el Al-Nassr F. C. de la, evidentemente menos fuerte, liga saudí, era para muchos periodistas un “abandono de la alta competición”.
Por ello, cuando Luis de la Fuente decidió que tomara partido en la ahora campeona de la Eurocopa, pusieron el punto de mira en Laporte y sin ningún tipo de piedad lanzaron sus dardos contra él.
‘El enchufe de Laporte con España: desapareció de la élite por irse a Arabia y está en la Eurocopa’, titulaba una información ‘El Confidencial’. ‘El pimpante escaqueo de Laporte’, opinaba en el AS Alfredo Relaño. “Vi a Laporte jugar y se lo dije al seleccionador: no está en la forma mínima exigible para jugar la Eurocopa”, replicaba ‘El Larguero’ unas palabras de Joaquín Maroto en el AS. Duras palabras, frías opiniones. Y Laporte respondió en el terreno de juego.
“Ha habido de todo. Se ha especulado mucho. No había información como para opinar tanto. Hay mucha mala información que generan más titulares de la cuenta. Estaba muy preparado”, se defendió Laporte tras completar los 90 minutos del partido de España contra Italia, en los que, por cierto, los de Luciano Spalletti se quedaron a cero.
Y los datos le respaldan. 525 minutos en esta Eurocopa jugando a gran nivel y siendo un faro a la hora de sacar el balón desde el lado izquierdo de la defensa. Llegó tocado al primer partido y no jugó pero desde entonces participó en seis encuentros, recuperó 37 balones y demostró una gran fiabilidad a la hora de mover el balón, completando con éxito el 93,84% de los pases que intentó.
“Estás expuesto a muchas opiniones de mucha gente. Lo que sí pedimos es que no se siga difamando. Nos cuesta a nosotros, pero también a las familias. No es necesario intentar desestabilizar a los jugadores cuando todos tenemos la idea de ir en el mismo camino y conseguir lo máximo posible”, tuvo que decir Laporte cuando Willy Bácenas, cantante de Taburete, opinó que le ponía “negro que los centrales de España sean franceses”.
Pero el culmen de su revancha, la guinda que coronaba la tarta de su venganza la tenía guardada Laporte para el final del campeonato. Tras levantar el trofeo junto a sus compañeros, devolvió todas esas injustas críticas en forma de tuit. Cuatro palabras acompañadas de los recortes de aquellas informaciones que le cuestionaban. Cuatro palabras que, con elegancia, retratan a los que dudaban de su nivel. “El resto es historia”.
Y es que no nos damos cuenta del poder que los periodistas poseen. Y más en el mundo del fútbol. Un mundo en el que todos tenemos, por supuesto, derecho a opinar (siempre desde el respeto). Pero que no deja de ser un mundo en el que los protagonistas son personas muy jóvenes, niños todavía en muchas ocasiones. Por ello hay que tratar de minimizar el daño que se les puede provocar y cuidar su salud mental.
Caso claro es también el de Álvaro Morata. El capitán de la Selección Española, harto de las críticas, explotó en una imperdible entrevista con Eduardo J. Castelao en EL MUNDO. “Es probable que deje la selección tras la Eurocopa; en España no hay respeto por nada ni por nadie”, expresó en ese encuentro. Y no le faltaba razón.