La brutal hegemonía Red Bull reabre el debate: ¿es una amenaza para la F1?

La brutal hegemonía Red Bull reabre el debate: ¿es una amenaza para la F1?

GP de Japón

Actualizado

Tras 15 victorias en 16 carreras ha calcado el registro de McLaren en 1988 y ahora aspira a romper el récord de puntos de Mercedes de 2016.

El festejo de Horner y Verstappen con el equipo Red Bull en Suzuka.EFE

El sábado había atrapado la pole con el margen más amplio del año (58 centésimas) y ayer ganó, sin apretar a fondo, con más de 19 segundos de ventaja para asegurar el título de constructores. Max Verstappen certificó en Suzuka la abrumadora superioridad de Red Bull en un Mundial donde ya suma 15 victorias en 16 carreras, exactamente el mismo registro con el que McLaren cerró la temporada 1988. Esta sexta corona para la escudería austriaca, la más rápida en la historia, profundiza un debate que más bien se antoja seria preocupación en el paddock. ¿Es la hegemonía de Red Bull una amenaza real para la propia F1?

Nada más bajarse del RB19, con el que entre mayo y septiembre enlazó un récord de 10 victorias consecutivas, Verstappen admitió ayer la evidencia: “Una vez superada la salida ha sido bastante fácil”. Fue otra muestra de la superioridad de un monoplaza cuyo ritmo de carrera ha resultado inabordable para Ferrari y Mercedes, sus tradicionales cometidores, o Aston Martin y McLaren, animadores en dos tramos concretos de la temporada.

Además, la asombrosa fiabilidad del coche diseñado por Adrian Newey se cifró en un dato demoledor: el abandono de ayer de Sergio Pérez, autor de una desastrosa carrera en Suzuka, fue el primero de Red Bull en 2023. De modo que el único punto vulnerable del RB19, por citar alguno, se hizo sentir a única vuelta durante las sesiones de clasificación, cuando cedieron cuatro poles a Ferrari y otra a Mercedes. Claro que de esas cinco ocasiones, únicamente Carlos Sainz supo traducirla en victoria en Singapur. Cuestionar a Verstappen en las tandas largas fue simplemente una quimera.

“en la cima del juego”

“Max está absolutamente en la cima del juego”, elogió ayer Christian Horner. “Todo tiene que ir junto, coche, piloto, equipo, en total armonía. Y él tiene un hambre interior, una determinación y una capacidad enormes. Sabe canalizarlo todo y no se deja distraer. Es un piloto de los pies a la cabeza”, detalló el team principal de Red Bull sobre el próximo campeón. Y es que dentro de dos semanas, Verstappen abrochará su tercer título en el GP de Qatar. Ahora mismo cuenta con 177 puntos sobre Pérez, la mayor ventaja en la historia, así que sólo necesita terminar sexto en la sprint race del sábado para igualar a Ayrton Senna, Nelson Piquet, Niki Lauda, Jackie Stewart y Jack Brabham.

Por supuesto, en su agenda -y en la de Red Bull- figura un plan mucho más ambicioso. Porque en las seis citas restantes, la escudería austriaca aspira a romper aquel histórico 94% de victorias con el que McLaren, comandado por Ron Dennis, Alain Prost y Senna, redondeó 1988. Ahora mismo, cuenta con 623 puntos y en su horizonte se dibuja otro récord: los 765 sumados por las Flechas de Plata en 2016. Sin contar con los bonus de las vueltas rápidas y las carreras al sprint, les bastaría con una ayuda de Pérez, sin duda el eslabón débil de su maquinaria a lo largo de 2023.

El prometedor arranque del mexicano -tan capaz de ganar en Arabia Saudí y Azerbaiyán como de llegar a la quinta carrera con sólo seis puntos de déficit- se terminó diluyendo ante el #1. Con 400 puntos, Verstappen acumula más que todo el equipo Mercedes (305) o que la suma de los cuatro pilotos de Aston Martin y McLaren (393). Toto Wolff, jefe de las Flechas de Plata, lo ilustró de un modo muy llamativo el pasado julio en Budapest. “Es una parrilla de Fórmula 2 contra un Fórmula 1”.

Por supuesto, bajo aquel elogio del austriaco se escondía también un mensaje más o menos cifrado. “Este deporte es una meritocracia, así que mientras estén dentro de la normativa, sin duda han hecho el mejor trabajo”. Las dudas sobre la legalidad del RB19, que aumentaron de tono tras la directiva técnica aprobada por la FIA hace apenas dos semanas, vienen flotando en el ambiente desde mucho tiempo atrás. De momento, más allá de los rumores, nada enturbia el éxito de Red Bull. Ni en el presente, ni en el futuro inmediato.

Stefano Domenicali, director ejecutivo de la F1, ha negado rotundamente que el Gran Circo vaya a interferir, mediante cortapisas en la normativa, en esta hegemonía. Pero un simple repaso a la historia de este deporte basta para aclarar en el pasado se tomaron medidas contundentes. De momento, la próxima revisión en el reglamento está prevista para 2026, con importantes cambios tanto en la aerodinámica como en los motores. Para entonces, Red Bull habrá terminado esta feliz alianza con Honda para volar en solitario con su proyecto Red Bull Powertrains.

kpd