Cuando Toni Kroos anunció que regresaba a la selección alemana, dijo que quería que su hijo le viera, al menos una vez, jugar con la camiseta de la ‘Mannschaft’. Con independencia de su amor de padre, un tipo cerebral y profesional no toma decisiones de semejante calado por ese pequeño deseo. Para eso están los vídeos. El regreso con Alemania, que disputa la Eurocopa en su país, era el final de una hoja de ruta perfectamente diseñada, porque Kroo
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La explicación al apagón de Kylian Mbappé está en su mente. A esa conclusión llegan quienes están cerca del futbolista, también quienes le conocen y le observan, hoy, desde la lejanía. La regularidad y la presencia en el juego puede encontrar razones en el funcionamiento colectivo del Madrid, algo que debe anotarse en el debe de Carlo Ancelotti, pero los errores continuos en la toma de decisiones cuando se encuentra frente a frente con el portero, a solas, responden a un problema emocional de alguien sometido a un cóctel de presiones. En el punto de penalti estallan.
Presiones que empiezan por su desafío en el Madrid, un club que nada tiene que ver con el PSG. Mbappé mira a un lado y a otro, y observa a jugadores a los que las Champions se les caen de los bolsillos. La urgencia por alcanzar el trofeo se convirtió en obsesiva para su antiguo club y, por añadidura, para el futbolista: una unidad de destino perversa. La pasada temporada ya dejó ver a ese Mbappé hastiado y errático en su búsqueda. Le sucedía a Zidane, a pesar de llegar al Bernabéu ya como campeón del mundo, al igual que Mbappé, hasta que la volea de Glasgow fue como un exorcismo. También sus comienzos fueron difíciles.
Una llegada muy preparada
Mbappé preparó su desembarco en el Madrid al detalle, incluso con el aprendizaje del español, con cada gesto y hasta con el traje de su presentación, más cerca de Florentino Pérez que del estilo 'grunge' de sus compañeros. Ha querido agradar, pero en ese deseo ha dejado atrás un punto de rebeldía, parte de su ego. En su equipo lo ha encontrado en Vinicius, alguien que compite hacia afuera y hacia dentro, contra todos. Con sus virtudes y sus excesos, Vini llena el campo, lo revienta. Es el Mbappé de la final del Mundial, el que marcó tres goles, el segundo de penalti para empatar, y también lanzó con éxito el primero de la tanda ante Argentina. Cayó Francia pero emergió el astro. Este Mbappé es otro.
"Hemos de darle tiempo", dice Ancelotti, que insistió en que el francés lanzara el penalti ante el segundo penalti ante el Getafe, después de rechazar el primero tras su error, capital, en Anfield. El VAR lo impidió. En San Mamés, volvió a fallar. Como ante el Liverpool, no era un penalti cualquiera, sino el que servía para empatar. Por ello el italiano lo pedía desde la banda ante el Getafe, era un lanzamiento con menos presión, para romper el bucle negativo en el que está el jugador.
Ayuda psicológica
Si Mbappé ha buscado ayuda psicológica o debe hacerlo es algo que el Madrid deja a su criterio. Es una norma no escrita en el primer equipo, que no tiene un psicólogo adscrito como otros clubes de la Liga.
Los problemas de Mbappé, sin embargo, no sólo están en el Madrid. El divorcio con su país, ejemplificado en la última no convocatoria de Didier Deschamps, son otro frente. El jugador hizo todo lo posible para ser nombrado capitán cuando parte del vestuario y de la opinión consideraban que debía ser para Antoine Griezmann. Si la repentina renuncia del atlético a la selección, una vez comenzada la Liga de Naciones, responde o no a ello es una incógnita. Pero el hecho de no acudir a la convocatoria anterior por estar lesionado, volver a jugar poco antes con el Madrid y acudir a Suecia en un viaje personal hicieron que las críticas se dispararan. El día que Francia jugaba su partido, además, estaba en un local de ocio. El hecho abrió una crisis en el vestuario de Francia y dañó su credibilidad en el país, ya minada por los canales que controla Nasser Al-Khelaifi, presidente del PSG, tras su cruenta salida del club parisino.
Mbappé no quiere ser un caso Benzema, no pretende romper, sino liderar a su país y al Madrid, dos vértices sobre los que construir su figura. Necesita a las dos, necesita la Champions y el Mundial como plateas.
Una violación en su hotel
En Suecia, además, se produjo un hecho escabroso, al llegar a la policía una denuncia por violación en el hotel donde se encontraba el futbolista, que viajó a Estocolmo acompañado de algunos familiares y amigos, como el jugador Nurdi Mukiele. Determinados medios locales vincularon esa denuncia con la presencia del jugador del Madrid, aunque desde su entorno, en Francia, se trasladó que Mbappé habría mantenido relaciones consentidas con una mujer. Las investigaciones por la denuncia continúan.
El Madrid sigue con inquietud su evolución. La colosal apuesta de Florentino Pérez por el jugador recomienda precaución, la misma que tiene Ancelotti cuando dice que "seguramente no está a su mejor nivel". El público del Bernabéu le aplaude hasta en el fallo, consciente de que dentro de ese jugador dubitativo está el verdadero Mbappé. Necesita un estallido que rompa el estallido. Como Zidane.
0-1 en Mendizorroza
ORFEO SUÁREZ
@OrfeoSuarez
Actualizado Jueves,
21
diciembre
2023
-
23:46Ver 6 comentariosEl equipo de Ancelotti recupera el liderato tras un...
Emmanuel Macron hizo todo lo posible para que Kylian Mbappé estuviera en París. Los Juegos son sus héroes, sus personajes, son Jesse Owens, Mark Spitz, Nadia Comaneci, Carl Lewis o Michael Phelps... París necesita los suyos. Francia, también. Por ello, después del no de Florentino Pérez, el presidente de la República no dudó en llamar a Léon Marchand tras su victoria en los 400 estilos. Cuando respondió al móvil que le pasaron tras salir de la piscina, no podía creerlo. Es el Mbappé del agua, un león en el cuerpo de un niño.
Dos días después, Marchand volvió a lanzarse a la piscina de La Défense como si escuchara La Marsellesa: Allons enfant de la patrie... Suena el himno, lo corean los 17.000 espectadores mientras mueven las banderas, cuando empieza la prueba, acompañan con un grito cada una de sus brazadas, en una atmósfera poco común en los Juegos y en la natación. Marchand es un prodigio, un campeón, pero también es patria, es chovinismo.
El siguiente desafío, que hoy debe completar, es el de nadar las finales de 200 mariposa y 200 braza, con dos horas y cinco minutos de diferencia. Para clasificarse, ayer se lanzó a la piscina cuatro veces. Contemplativo en las series de la mañana, dominó con autoridad sus semifinales, con 1.53.50 en la de mariposa, donde el español Arbidel González fue octavo, y 2.08.11 en la de braza. En las primeras, sin embargo, fue más rápido en la suya Kristof Milak (1.52.72). Aguarda, hoy, un duelo tremendo.
Mayor adaptabilidad
Los nadadores no suelen compatibilizar la mariposa y la braza, salvo en las pruebas de estilos. Es más común que los mariposistas naden también las pruebas del libre. La morfología de Marchand, longilínea, de 1,87 y 76 kilos, le permite mayor adaptabilidad, con un nado subacuático clave, como demostró en la final de 400 estilos, que ganó en solitario durante buena parte en parciales de récord del mundo. Le pertenece (4.02.50) desde que se lo arrebató a Phelps. El primer título olímpico se suma, a los 22 años que acaba de cumplir, a los cinco oros mundiales, dos en Budapest 2022 y tres en Fukuoka 2023, siempre en las dos pruebas de estilos y la mariposa. En París, añade la braza.
La crianza del campeón de Toulouse empezó muy pronto, cuando su padre y tío le propusieron, a los seis años, que nadara contra otros niños en la piscina de un restaurante. Lo cierto es que podría haber sido mucho antes, porque Marchand es hijo y sobrino de nadadores de élite. Céline Bonnet, su madre, fue olímpica en Barcelona'92. Xavier Marchand, el padre, fue finalista olímpico en 1996 y 2000, y subcampeón del mundo en las mismas especialidades que nada su hijo, 200 y 400 estilos, en 1998. El hermano de Xavier, Christophe, y tío del nadador, tomó parte, asimismo, en los Juegos de 1988 y 1992. Dedicaron la vida a la natación, aunque sin obtener un gran beneficio, por lo que eran reacios, inicialmente, a que su hijo siguiera su camino. Poco se puede hacer contra la pasión y la genética.
Después de aquella prueba que asombró a su padre y tío, ya no se detuvo. Obtuvo la primera licencia a los seis años, adscrito al mismo club que había defendido su progenitor, el TOEC de Toulouse, de donde procedía el primer campeón olímpico de la historia de la natación francesa, Jean Bolteux, en Helsinki'52. La natación es una seña de identidad de la ciudad, que posee la piscina más larga de Europa, de 150 metros. En sus aguas empezó Fabien Barthez, antes de que el fútbol lo reclamara para defender la portería de la campeona del mundo de fútbol en1998.
Marchand festeja uno de sus oros en La Defense Arena.AFP
A los 16 años, Marchand se convierte en el campeón absoluto más joven de Francia, en 200 mariposa, y la escalada es ya imparable. Los padres, pese a sus reticencias iniciales, saben que el salto a Estados Unidos llegará tarde o temprano, un paso necesario para su progresión, con la condición, eso sí, de que no abandone sus estudios de informática. Se produce en 2021, cuando Marchand se pone en manos de Bob Bowman, entrenador y Pigmalión de Phelps. El talento entra en una nueva dimensión. En Tokio, ese mismo, confirma lo que todos intuyen. Con 19 años, logra una interesante sexta plaza en los 400 estilos.
"Las cosas de las personas normales"
Marchand empieza a enfrentarse a la élite norteamericana en las competiciones universitarias, pero la pandemia le obliga a parar y regresar a Toulouse. En lugar de suponer un freno, el nadador ha recordado ese periodo como algo positivo: "Me fue muy bien volver a hacer las cosas que hacen las personas normales, como levantarme tarde o jugar a videojuegos con mi hermano". Durante la temporada, se levanta a las cinco y media de la mañana, seis días a la semana, para realizar entrenamientos en los que recorre entre cinco y siete kilómetros.
París observa el resultado de ese trabajo, con Bowman siempre cerca, además de los técnicos de la Federación Francesa de Natación, que posee unos apartamentos junto a la Défense Arena para que sus nadadores descansen mejor los días previos a las pruebas. Es la razón por la que los encargados de un control por sorpresa no localizaron a Marchand en la Villa Olímpica, donde acudieron a primera hora de la mañana del lunes. El staff de la federación verificó que la notificación de había producido y los controladores admitieron el error. Un contratiempo que podría haber complicado su 'jour de gloire'.