El equipo legal de la futbolista de la selección española Jenni Hermoso ha anunciado este miércoles que emprenderá diferentes acciones con el objetivo de proteger y garantizar la intimidad de su representada después de que trascendiera a la opinión pública el vídeo de la declaración de la jugadora ante la Fiscalía del pasado 5 de septiembre, cuando formalizó la denuncia contra el ex presidente de la RFEF Luis Rubiales por el beso que le propinó en la entrega de trofeos del Mundial celebrado en Sidney (Australia).
En una nota de prensa emitida por su agencia de representación, TMJ, recogida por Europa Press, se apunta que la finalidad es reconducir el procedimiento penal abierto que se sigue en la Audiencia Nacional tras esta filtración a los medios -las imágenes fueron emitidas el lunes pasado por Telecinco-.
“Queremos recordar que todo procedimiento penal debe desarrollarse con garantías para preservar el derecho a la intimidad de las víctimas“, indican, y señalan que si bien hasta hace unos días pensaban que este proceso ofrecía a Jenni (Hermoso) un entorno seguro, “las continuas filtraciones y la falta de dichas garantías impiden que la jugadora pueda llevar el proceso con normalidad”.
Para TMJ “se han sobrepasado los límites, (…) se han vulnerado los derechos básicos de Jenni (Hermoso) y se le ha vuelto a exponer ante la opinión pública sin ningún tipo de consentimiento trasgrediendo sus derechos de protección de datos”.
En este sentido, explican que los acontecimientos no solo ponen en riesgo su salud, sino que “también pone en riesgo la fiabilidad e independencia del proceso judicial” por lo que instan a los órganos competentes a tomar medidas contra los responsables de las filtraciones y a buscar soluciones para garantizar la seguridad y custodia de las informaciones de la causa durante el proceso penal.
Acceso restringido
Cabe recordar que el juez que instruye el asunto en la Audiencia Nacional, Francisco de Jorge, ya reaccionó ante la filtración del audio de la declaración del propio Rubiales restringiendo el acceso a los audios.
Fuentes jurídicas confirmaron el pasado 5 de octubre a Europa Press que De Jorge acordó que solo se facilitasen a las partes personadas las transcripciones de las declaraciones y no así los audios de las mismas.
El juicio por el beso mundial a Jennifer Hermoso comenzó ayer con la jugadora respondiendo preguntas durante más de dos horas. Tiempo de sobra para dejar claro a la fiscal que «en ningún momento» consintió el beso de Luis Rubiales y para responder a la estrategia con la que el ex presidente de la Federación Española de Fútbol quiere esquivar la condena por agresión sexual. «Sí que me gustaría decir si puedo», dijo interrumpiendo a la abogada del acusado, «que mi actitud de cómo esté no quita lo que yo siento. Y también que no tengo que estar llorando en una habitación ni haberme tirado al suelo cuando pasó el acto para dar a entender que eso no me gustó».
En sus respuestas a la abogada Olga Tubau, la futbolista casi miraba también a los ojos a Rubiales, porque el juez Central de lo Penal, José Manuel Clemente, había autorizado a los acusados sentarse en los estrados junto a sus letrados.
Para cuando la denunciante aclaró su comportamiento en las primeras horas tras los hechos, Hermoso había explicado ya cómo había vivido lo sucedido en el podio de Sídney el 20 de agosto de 2023: «Tocaba pasillo de saludar a las autoridades. Saludé a la Reina, saludé a la hija y lo siguiente fue encontrarme con Luis Rubiales. Nos abrazamos, yo le dije, 'la que hemos liado' y entonces él pegó el brinco y a la bajada me dijo 'hemos ganado este Mundial gracias a ti'. Y lo siguiente fueron sus manos en mis orejas y el siguiente el beso».
«No pude reaccionar en ningún momento», prosiguió. «Sentí que estaba fuera de contexto totalmente, sabía que me estaba besando mi jefe y esto no debe ocurrir en ningún ámbito social ni laboral».
La futbolista respondía así a las preguntas de la teniente fiscal de la Audiencia, Marta Durántez, que reclama para Rubiales un total de dos años y medio de prisión: uno por el beso a la jugadora (agresión sexual) y uno y medio por las presiones para que no denunciara (delito de coacciones). La propia Hermoso ejerce la acusación particular y pide la misma pena, al igual que la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE)
Sin influencias
Las primeras preguntas de la teniente fiscal han ido dirigidas a desactivar otra de las líneas de defensa: que Hermoso se decidió a denunciar por las presiones de la Fiscalía. La jugadora lo ha negado. Era su idea «desde el primer día». El delito de agresión sexual requiere la denuncia de la víctima para que se pueda seguir penalmente; si ella no denunciaba, la teniente fiscal no podía actuar.
En sus respuestas posteriores, la jugadora expresó sus sensaciones tras el beso. «Me sentí poco respetada. Fue un momento que manchó uno de los días más felices de mi vida y para mí es importante decir que en ningún momento busqué este acto ni mucho menos me lo esperé. Se me faltó al respeto», dijo a la pregunta de si se había sentido «violentada en su integridad sexual como mujer».
La fiscal ha hecho diversas preguntas en torno a la existencia o no de consentimiento. «¿Le dijo te puedo dar un beso, un piquito?». «En ese momento ni escuché ni entendí nada. [...] Ni sentí ni vi gestualizar con su boca ningún tipo de pregunta».
Más allá de ese beso, por el delito de coacciones también se sientan en el banquillo, con la misma petición de pena que para Rubiales, el ex seleccionador femenino, Jorge Vilda; el director deportivo de la selección, Albert Luque; y el que fuera responsable de Marketing, Rubén Rivera.
En el estadio
Ese episodio delictivo se desarrolló, según la Fiscalía y la propia Hermoso -que ejerce la acusación particular-, en Australia, en el avión de vuelta y en España, durante varios días. El primer episodio se produjo aún en el estadio. Le avisaron de que el presidente quería hablar con ella. «Me dijo que se estaba hablado mucho por redes sociales, que se estaba liando y que podíamos pararlo ya de alguna manera». Más adelante le dijo que lo hiciera por sus hijas -a las que Rubiales ha propuesto como testigos-, que a la novia de Rubiales «no le había molestado». «Y también me dijo una cosa, que sí que me dolió un poco: A ti y a mí nos gusta lo mismo».
En su turno de interrogatorio, la defensa de Rubiales se centró en que Hermoso no había aparecido afectada por los hechos. La respuesta fue que se había puesto «en modo campeona del mundo» y que no quería que el beso estropeara el triunfo.
"Este partido da visibilidad a un grupo que jugadores que son una selección, son un equipo". Las palabras de Luis de la Fuente tras la victoria ante Suiza en un contexto rudo encierran parte del secreto de por qué España carbura con un rendimiento mayúsculo desde que el riojano se puso al frente. En Ginebra se vivió el partido más complicado desde que agarró la riendas en enero de 2023, en inferioridad numérica 70 minutos, algo que no ocurría desde finales de la década de los 90, bajo una intensa lluvia y con la necesidad de proteger a los futbolistas en un intenso inicio de temporada en el que ya han aflorado lesiones.
Si la era De la Fuente arrancó un partido de rotaciones masivas que acabó con una dolorosa derrota ante Escocia, en Suiza España mostró su capacidad de resiliencia con diez jugadores sobre de los cuales sólo dos fueron titulares en la final de la Eurocopa: Carvajal y Laporte. El resto, han aprendido a batallar para serlo, porque saben que desde el banquillo se les dará la oportunidad, porque se sienten equipo y respaldo, en ocasiones incluso más de lo que viven a diario en sus clubes. "Es la unión que tenemos y por eso no es casualidad ser campeones de Europa. Somos una familia más que un equipo, nos llevamos muy bien y eso en el campo se nota", aseguró después del partido.
En esta ventana internacional, hubo jugadores que refuerzan el mensaje que siempre lanza el técnico y lo hicieron amarrando un partido en un contexto complicado. Raya demostró que la portería está segura; Grimaldo que es un arma en ataque tan potente como Cucurella y Vivian que es un central tan bregador como solvente. Zubimendi cogió el mando, Fabián desplegó un talento arrollador y Joselu y Ferran que tiene un idilio con el gol cuando se visten con la camiseta nacional. Junto a ellos, Ayoze y Jeremy Pino, para demostrar que España puede sobrevivir a Lamine Yamal, Olmo, Nico Williams, Rodri o Morata por mérito de Luis de la Fuente, que reparte visibilidad y atención.
El estallido de Fabián
Con esa receta está haciendo brillar a futbolistas sin tanto foco en sus equipos. Es el caso de Fabián Ruiz, transformado cuando se viste la camiseta roja. Desde la llegada de Luis Enrique al banquillo del PSG, el sevillano aparece de manera asidua en el once y eso permitió a De la Fuente ir convirtiéndole en el escudero de Rodrigo en su centro del campo. De ninguno de los dos prescinde, acompañándoles una veces de Pedri y otras de Dani Olmo.
La respuesta ha llegado en forma de rendimiento, asistencias y goles. En la Euro, ante Croacia y Georgia, marcó y dio el último pase a Morata y Nico Williams. En Belgrado trató de buscar la grieta de la defensa balcánica y tuvo, y erró, la mejor oportunidad del partido en los minutos finales. Ese resquemor lo arrastró hasta Ginebra, donde se desquitó marcando el segundo gol y el tercer gol de España. "Es el mejor jugador del mundo en su posición. A mí no me sorprende", reconocía De la Fuente.
Tampoco lo hace Ferran, un futbolista al que el seleccionador ha recuperado. Fuera de sus primeras listas, y pese a la volcánica irrupción de Lamine Yamal, se ha convertido en un fijo en sus convocatorias. El valenciano vive a la sombra de la joven estrella tanto en el Barça como con España, pero en la selección asume su rol con naturalidad y, además, lo trufa de goles. Con el marcado ante Suiza suma 21, supera a Zarra y se convierte en el tercer máximo goleador de todos los seleccionados. En la era de la De la Fuente, sólo Joselu, que suma seis con el del pasado domingo, ha marcado más que el extremo, que iguala con cinco a Morata y Dani Olmo. Y eso que el seleccionador admite abiertamente que le gusta que parta desde la banda derecha. Sabe el riojano manejar el carácter ambicioso del Tiburón, domesticarlo para beneficio del grupo. Y es que Ferran, pese a su juventud, ya tiene ascendencia en el vestuario y en esta ventana, junto a Rodri y Carvajal, ha sido uno de los capitanes.
LA BANDA DERECHA
Con las posiciones dobladas y bien cubiertas por el rendimiento garantizado de todos los jugadores -incluidos los delanteros, con sus goles y los de los medios-, el quebradero de cabeza del seleccionador llega ahora en la banda derecha. Carvajal ha jugado estos dos últimos encuentros, pero con una amarilla en cada uno de ellos será baja para el duelo ante Dinamarca en Murcia el próximo 12 de octubre. Mingueza ha sido elegido en esta convocatoria, sin llegar a disputar ni un minuto, pero cabe la posibilidad de que el técnico tenga que echar mano de Nacho, a quien no ha citado tras su marcha a Arabia.
El ex capitán del Real Madrid le permitiría cubrir no sólo la ausencia de Carvajal, sino tener una alternativa más como central puesto que Le Normand, expulsado por roja directa, también tendrá que cumplir un partido de sanción.
Que nadie se tome muy en serio la comparación, pero cuando ayer Salvador Gomar llegó a la Federación y se cruzó con el presidente de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), David Aganzo, debió de sentir algo parecido a lo que, en la Nochevieja de 1958, con la orquesta tocando Guantanamera y Batista saliendo por piernas de Cuba, sintió Michael Corleone al abrazar a su hermano Fredo. «Sé que has sido tú, me rompiste el corazón... ¡Me rompiste el corazón!». El personaje interpretado por Al Pacino expulsaba así la rabia por la traición de su hermano, que casi le cuesta la vida, y aunque a Gomar y a Aganzo no les une parentesco alguno, el valenciano sintió en ese momento algo parecido a la traición, una traición que no la va a costar la vida, sólo faltaba, pero sí, según su entorno, le costó las elecciones a la Federación Española de Fútbol, ganadas ampliamente por Rafael Louzán (90 votos contra 43 de un total de 138 asambleístas, pues faltaron tres: dos jugadores profesionales, Toni Lato (Mallorca) y Pedro Alcalá (Cartagena), y un entrenador, Javier Calleja (Real Oviedo). Hubo, además, un voto nulo y cuatro en blanco.
Para saber más
Sostienen en la candidatura de Gomar, la derrotada, que en la reunión que mantuvieron con AFE la semana pasada les prometieron varias cosas, entre ellas una vicepresidencia deportiva, tener peso en la Junta Directiva y algunas vías de ingresos nuevas para poder financiarse mejor. Siempre según esta versión, Aganzo y su entorno les dieron a entender que sus votos (aproximadamente 25) serían para él, para Gomar, y lo hicieron con frases, digamos, implícitas: «Brindaremos con cava o con champagne». Desde AFE eran rotundos ayer a preguntas de este periódico: «Eso es totalmente falso».
Lo que sí parece obvio es que ese número de votos (en torno a 25 o 30) es lo que le ha dado la presidencia de la Federación a Louzán, gallego de 57 años, frente a Gomar, dejando en las paredes de la Ciudad del Fútbol varios sentimientos: de euforia en algunos trabajadores que abrazaron el rochismo tras ser desterrados por Luis Rubiales, de alivio en muchos cargos intermedios por lo que supone de continuidad, y de miedo en algunos otros, que veían la opción de un cambio rupturista.
Louzán tenía de su lado a muchas territoriales, algunas de mucho peso como Cataluña o Madrid, y también a LaLiga, apoyo explicitado antes y después por Javier Tebas. Gomar contaba con Andalucía, Castilla La Mancha y Asturias, entre otras, así como varios árbitros y entrenadores. Sin embargo, no fue suficiente. El fútbol volvió a elegir el barro que supone un presidente, ya electo, que tiene sobre sí una condena de siete años de inhabilitación para cargo público por un delito que es tan feo como grave: la prevaricación.
Javier Tebas, presidente de LaLiga.EFE
Se trata de una actuación en la construcción de un campo de hierba artificial en la localidad de Moraña. En la sentencia del Juzgado número 3 de Pontevedra, ratificada por la Audiencia Provincial, se recoge que la Diputación que él presidía pagó, en 2013, 86.311 euros por unas obras de mejora que ya habían sido realizadas en 2011, y a Louzán le atribuye la responsabilidad in vigilando como presidente del organismo (lo fue durante 12 años).
Esa inhabilitación para cargo público es, pues, la gran sombra que se cierne sobre Louzán. Según los estatutos de la Federación, en su artículo 19.4, uno de los requisitos para ser presidente es «no estar inhabilitado para desempeñar cargos públicos». Esa frase no hace referencia alguna al carácter firme o no de la sentencia, argumento al que se agarra Louzán (que su sentencia no es firme pues está pendiente de recurso) para justificar su idoneidad. Además, los asesores del nuevo presidente también ven hueco para pelear en el carácter público o no del cargo de presidente de la Federación, cuya definición jurídica es la siguiente: «Una entidad asociativa privada, si bien de utilidad pública». Sea cual sea el resultado de todas estas aristas, el ruido no va a desaparecer de la Federación en los próximos meses.
David Aganzo, presidente de la AFE.EFE
Primero porque el Gobierno, a través del Consejo Superior de Deportes (CSD), está estudiando si denuncia de oficio a Louzán ante el TAD (Tribunal de Arbitraje Deportivo) ahora que ya es presidente y que incumple claramente ese artículo 19.4 de los estatutos federativos. Y segundo porque el próximo 5 de febrero, el Tribunal Supremo debe decidir sobre el recurso que ha presentado contra la sentencia que le condena. Ocurre que, según fuentes jurídicas, un porcentaje altísimo de esas apelaciones ante el Alto Tribunal terminan con la ratificación de la sentencia, que pasaría a ser firme.
Si eso ocurre, entonces ya sí debería abandonar el cargo y habría nuevas elecciones, pero se celebrarían con esta misma Asamblea. De modo que habrá que estar atento para ver a quién elige Louzán como vicepresidente primero, pues ese nombre será, probablemente, su sucesor, y se presentaría a esos próximos comicios. Si no hay otro candidato (Gomar no lo será), ese hombre o mujer designado por Louzán sería presidente hasta 2028 y el fútbol español, de un modo u otro, seguiría caminando sobre el barro.