«Voy a cambiar las reglas de las artes marciales mixtas», proclamó Ilia Topuria y, después de ese anuncio, se encaró con su rival, el campeón australiano Alexander Volkanovski, le robó momentáneamente su cinturón y, en definitiva, ofreció el espectáculo requerido antes de un gran combate. ¿Qué se llevó a cambio? Unos cuantos abucheos. Este viernes, en la rueda de prensa previa en el Honda Center de Anaheim, donde el domingo (06.00 horas, Eurosport) buscará el título del peso pluma de la UFC ante casi 20.000 espectadores, el español confirmó lo que ya sabía: le queda camino.
En España ya es famoso, aparece en televisión, cuenta con miles de fans, acumula millones de seguidores en redes sociales, pero en Estados Unidos, la meca de las artes marciales mixtas, es un aspirante que aún debe demostrar lo que vale. Topuria se juega esta próxima madrugada cambiar ese estatus: cruzar la frontera entre ser una promesa y ser una estrella.
«De momento se le considera un buen luchador, pero debe vencer a Volkanovski para ser un campeón. Tiene carisma, se vende muy bien y eso es importante para saltar a la fama en Estados Unidos, pero necesita la victoria sí o sí», expone Emilio Marquiegui, narrador de la UFC en España, en Eurosport, y uno de los expertos en el país.
En la misma línea, de hecho, se pronunciaban esta semana en el MMA Show de The Ringer, el podcast especializado más escuchado de Estados Unidos. «Es la oportunidad de Ilia Topuria para saltar al estrellato», concluían sus presentadores, Ariel Helwani, Chuck Mindenhall y Petesy Carroll, y destacaban la conveniencia para el propio deporte de volver a tener un campeón europeo, el primero desde el famosísimo Conor McGregor, después del brasileño José Aldo, el estadounidense Max Holloway y Volkanovski.
«Llegar a la fama absoluta de McGregor o de Jabib Nurmagomedov es complicado, depende de muchas cosas, pero el camino de Ilia pasa por vencer a Volkanovski y luego, con el cinturón de campeón, derrotar a todos los de su peso», comenta también Marquiegui, que destaca que «ya está en el combate principal de un evento numerado de la UFC, eso es muy importante».
Entradas a 6.500 dólares
Y le sobra razón. Desde su debut en 2020, Topuria ya había participado en seis eventos de la UFC, pero ninguno con la relevancia del que protagonizará esta noche. Cuatro fueron de categoría inferior, los llamados UFC Fight Night o UFC on ESPN/Fox, y en los dos eventos numerados que ya vivió -UFC 264 y UFC 282- no estuvo en el combate que cerraba la velada. Esta vez sí lo estará, con todo lo que eso comporta. En Estados Unidos la pelea entre el español y Volkanovski se podrá seguir por ESPN+, la plataforma de pago de ESPN que cuenta con 25,1 millones de abonados y que ha ganado 300.000 en las últimas semanas gracias a la velada.
En el Honda Center de Anaheim, al lado de Los Ángeles, a un paso del Disneyland, se espera la presencia de estrellas de Hollywood y de jugadores de la NBA y un lleno asegurado desde hace meses. Pese al precio prohibitivo de las entradas. Las más económicas, lejos de la jaula, costaban 355 dólares y la cuenta aumentaba con la cercanía -405, 675, 725, 1.750 y 2.084- hasta alcanzar los 3.305 dólares del paquete VIP básico y los 6.500 dólares del paquete VIP completo.
«Represento la evolución de este deporte. Represento a la nueva generación de artes marciales mixtas», reclamaba Topuria en la rueda de prensa ante el combate de su vida -por ahora- y de una preparación exhaustiva. Desde diciembre se prepara exclusivamente para este combate, primero en el Climent Club de Alicante, su gimnasio desde que llegó a España desde Georgia a los 15 años, y luego en las instalaciones que la UFC tiene en Las Vegas.
Los amigos de siempre y ocho kilos menos
Allí se llevó a finales de enero a los dueños del nombrado gimnasio alicantino, Jorge y Agustín Climent; a su entrenador, Javi Climent; a su preparador físico, Aldo Martínez; y a su hermano Alexsandre, también luchador de la UFC, la persona de mayor confianza para él. Entre los muchos esfuerzos realizados, uno en los instantes finales: para situarse en su peso, de menos de 65 kilos, Topuria tuvo que adelgazar ocho antes del pesaje, una barbaridad. Ahora está listo.
Es su salto a la fama, que empezará con una bolsa de 500.000 dólares más incentivos, según Sports Daily, y continuará con la puesta en marcha de varios negocios. Antes de viajar a Estados Unidos, de hecho, Topuria ya presentó Keio Mobile, una empresa de telecomunicaciones que oferta servicios relacionados con hacer deporte -gimnasios, entrenadores personales…- y tiene más proyectos, como un documental llamado Matador que se estrena este sábado. Actualmente es imagen de marcas como Venum (de ropa deportiva), Oblack Caps (de gorras), Prozis (de nutrición) o Black Hat (de bebidas energéticas). Y si vence, se le abrirá el mundo.
«Hasta ahora hemos hecho la mayoría de proyectos en España, la victoria nos daría más peso a nivel internacional. Este 2024 es un año clave para Ilia», admite Pedro Dols, su representante, que no niega la ambición del luchador. Desde hace meses Topuria reconoce que su objetivo es organizar el primer evento de la UFC en España y hacerlo a lo grande: en 2025, en el Santiago Bernabéu, contra el mejor rival posible. Se ha especulado con un posible duelo castellanohablante con el mexicano Yair Rodríguez, segundo del ranking, pero el cielo está más arriba.
«Tenemos conversaciones con el Real Madrid y con la UFC e Ilia quiere que ese evento sea contra McGregor», finaliza Dols antes del combate ante Volkanovski, que determinará si el futuro será tan luminoso. Es el momento de Topuria.