El canterano del Atlético de Madrid terminó el choque con molestias.
Pablo Barrios en un momento del encuentro ante el Feyenoord.JOHN THYSAFP
Sigue la plaga de lesiones en LaLiga. Esta vez no ha sido el parón de selecciones el responsable de una nueva dolencia a otro de los grandes del campeonato español. El Atlético de Madrid había conseguido recuperar a todos sus internacionales sanos tras la ventana internacional de noviembre, pero en esta vuelta a la Champions League ha sufrido una baja importante.
Pablo Barrios, el canterano rojiblanco, terminaba el partido ante el Feyenoord con molestias en su rodilla. Se las había producido en la última jugada del choque, por lo que terminó el partido sin dificultad. No obstante, el joven centrocampista refirió las molestias al cuerpo médico ya en el estadio neerlandés.
Al llegar a Madrid, se le practicaron a Barrios “diferentes pruebas médicas”, según informa el comunicado del club y se le detectó una “rotura meniscal” en su rodilla. Se desconoce aún el alcance de la lesión puesto que la articulación sigue inflamada y los cuerpos médicos rojiblancos quieren confirmar el diagnóstico con nuevas pruebas unos días después. Cuando haya parte médico definitivo, se decidirá el tratamiento para el futbolista.
Lo que es seguro es que el mediocentro, que estaba ganándose los minutos en el once rojiblanco con notables actuaciones, ya no estará disponible para el duelo clave ante el FC Barcelona que el Atlético de Madrid tiene el próximo domingo a las 21.00 horas en Montjuic.
Simeone pierde así a una gran opción para el puesto de mediocentro e incluso para el de interior, en el que se había estado desempeñando en los últimos partidos. Barrios era, quizás, el sustituto natural para Koke. El capitán ha salido de titular en todos los partidos desde que volvió de su lesión.
Es la segunda lesión de Barrios esta temporada. La primera se la produjo también en Champions en el partido ante la Lazio en Roma. En aquella ocasión fue una rotura muscular en el muslo de la pierna derecha que le tuvo más de un mes fuera de los terrenos de juego.
La enfermería del Atlético estaba vacía a excepción de Thomas Lemar. Al francés aún le quedan varios meses para volver a jugar tras romperse el tendón de Aquiles en el partido ante el Valencia. Un encuentro que los rojiblancos perdieron por tres goles a cero.
Hay trampas menos evidentes que la que iban a poner al Atlético en el Martínez Valero. El Leganés sobrevivió a otra similar en Almería, con el gancho, y los rojiblancos debían hacerlo si querían seguir haciendo historia. Pero más sabe el diablo por viejo que por diablo y Simeone se conoce todas las tablas de aquí a Arimatea. Así que, apoyado en un inspirado Sorloth, liquidó al Elche en el primer tiempo y lo remató en el segundo. Ya son 15 victorias seguidas, la historia continúa, como dirían en la Guerra de las Galaxias. [Narración y estadísticas, 0-4]
Y eso que los primeros seis minutos vieron un 90% de posesión para el Elche. Son estilos diferentes, sí, pero un equipo de Primera debe mostrar categoría en todas las circunstancias y ante cualquier rival. No obstante, como sabe el Cholo, y se ha empeñado en demostrar durante toda su carrera: la posesión no gana partidos. Ergo, en el minuto 8, Sorloth ya había hecho el primer gol no sólo en el primer disparo a puerta del Atlético, también en el primer acercamiento al área de San Román.
Por si había dudas, cuatro minutos después, Correa casi hace el segundo. Quizás es eso lo que defina a los equipos de Primera. No les van los preliminares, llegan y te matan. Contundencia en las áreas le llama Simeone. Y Sorloth, el noruego está pidiendo más minutos a gritos. Su efectividad minutos- goles en los últimos partidos asusta: un tanto cada 35 minutos. Una barbaridad.
La tela de araña sobre el Martínez Valero era rojiblanca. Los jugadores del Elche se movían, entraban y salían de zona ofensiva para limpiar las marcas, pero los discípulos del Cholo no picaban. Cerraban cada resquicio con un 5-4-1 esperando matar a la contra. Son el equipo menos goleado de Primera y eso no es casualidad.
Y en dos pases provocaron el segundo tanto. Azpilicueta buscó a Lino en profundidad, que recortó y Diaby se comió el amague con la pierna de arrastre. Error de juvenil. Sorloth no perdonó y puso tierra de por medio. La empresa y el sueño ilicitano se desvanecía en la tela de araña atlética.
Lo terminó de aplastar Nico González, quizás el jugador más talentoso del Elche de Eder Sarabia. Trastabilló por detrás a Riquelme al inicio de la segunda parte y Cuadra Fernández no le perdonó la segunda amarilla. Remontar dos goles al equipo menos goleado de Primera es casi imposible, hacerlo con 10, una quimera.
Minutos para Lemar
Así, ya en la segunda parte Simeone se dedicó a conservar fuerzas para la serie de partidos que le vienen al Atlético en los próximos días, cinco en dos semanas. Se permitió incluso sacar a Lemar, casi en blanco esta temporada. Riquelme, además, quiso reivindicarse para esa serie con un gran disparo de fuera del área que se coló por la escuadra de San Román pese a que la tocó el cancerbero. Quedaba aún un purgatorio para el Elche.
El equipo ilicitano, además, tuvo momentos en los que intentó no rifar el balón. Mala idea. El Atlético robaba arriba y llegaba rápido. Correa perdonó la primera, pero Julián, también en racha, metió la segunda. Es bueno tener la unidad B enchufada, que se lo pregunten a aquel Madrid B de Zidane que se hizo con la liga. Tiene el Atlético plantilla para pelear y para soñar. Con un compromiso imperturbable sea la competición que sea. Son 15 victorias seguidas y sumando. El Atlético también quiere la Copa.
Fue un triste espectáculo acrecentado más por el nombre que por la persona, por las palabras que por los hechos. No hubo pelea. Mike Tyson no quiso o no pudo y Jake Paul decidió respetar a la leyenda. No quiso humillarla. Tyson ya no es la persona más mala del planeta, no se le acerca porque la edad, como muchos intuían, no perdona. Pese a que Paul hablara del miedo que le tenía y fuera haciendo rodar la bola de nieve, ésta se derritió en el contacto con los focos del AT&T Stadium de Texas.
Sobre el papel hacían falta agallas para subirse a un ring ante un "asesino nato", como el propio Tyson se califica. Había que ser muy osado para desafiar al que fuera el campeón de boxeo más joven de la historia con tan solo 20 años y cuatro meses y había debutado como profesional con apenas 18 años. Pero, cuando Mike Tyson subió poco después de las 6 de la mañana españolas al cuadrilátero ya habían pasado casi 40 años de aquello y otros 20 desde su último combate.
Jake Paul nació el año en que Tyson arrancaba un trozo de oreja a Evander Holyfield en su revancha del MGM Grand de Las Vegas. Iron Mike no era ya el boxeador que llegó a encadenar 19 victorias seguidas por ko y, desde luego, no lo era esta madrugada del viernes al sábado en que por 80 millones de dólares decidió volver al ring en una pelea profesional, 7.097 días después, retado y finalmente apalizado por el youtuber.
A las 6.03 de la mañana en España volvían los pies de Mike Tyson a pisar un ring. Esos que pisó Paul en el careo de la pelea y que le costó al youtuber un bofetón que dio la vuelta al mundo. Ya no había espacio para bofetones, serían los guantes de 14 onzas, 4 más de los habituales, los que marcarían la contienda de ocho asaltos de dos minutos, que fue calificada de "circo" por muchos expertos y para la que Tyson debió de pasar unas pruebas especiales de la Comisión de Texas para poder pelear. Los expertos no se equivocaban.
Paul eleva el brazo en señal de victoria.DUSTIN SAFRANEKEFE
Ambos en poco más de 103 kilos, Paul contaba con un mayor alcance que Tyson, unos 12 centímetros, además de mayor altura cosa que aprovechó en los 16 minutos de combate. Ventajas nada desdeñables si se suman a la edad de ambos, 58 contra 27 años, lo que hacía presagiar que el de Brooklyn buscaría finalizar al chico problemático en los primeros asaltos frente a las 80.000 gargantas que jaleaban en el AT&T Stadium.
Así, empezó Paul el primer round precavido, especialmente después de recibir el primer jab de Tyson, como sorprendido por la potencia del neoyorquino. El youtuber combinó huidas con abrazos hasta que pudo soltar su primer crochet de derechas, que sintió el ex campeón. Después, fueron más los golpes al cuerpo que los que buscaron la cabeza del oponente. Se querían quitar el aire mutuamente.
Las fuerzas de Tyson tanto físicas como psicológicas no pasaron del segundo asalto. Tampoco su coordinación, propia de un señor de 60 años. Una vez Paul perdió el miedo a la leyenda, comenzó a bailar a su alrededor y a golpearle sin oposición. Combinaciones sin respuesta, ganchos y jabs sin defensa pese a que Tyson se mantenía mordiendo el guante para, probablemente, recordar el mantener la guardia alta y evitar ser noqueado.
Ese y no otro pareció el objetivo de Tyson en la pelea. Si no, no tiene explicación que, en ocho asaltos, apenas conectase 18 golpes y lanzase 97, por los 78 de 278 de su rival. Era una auténtica paliza, pero con el respeto del niño a la leyenda, de la persona el mito. Eso fue lo único que evitó que el de Brooklyn besara la lona, aunque se tambaleó en un par de crochets de derecha de Paul.
"Estoy contento" decía Tyson tras ver como el árbitro de la contienda, Mark Calo Oy, elevaba el brazo de Paul por decisión unánime de los jueces. "No tengo que probar nada ante nadie, solo a mi", expresaba el ex campeón. Desde luego no lo hizo, hasta el punto de que el propio Paul continuó con su respeto a Iron Mike diciendo que seguía siendo "la persona más mala del planeta". "Intenté hacerle daño, pero tenía miedo de que me lo hiciera a mi", concedía el youtuber ante un atónito público.
Gran combate femenino
Venía el show del verdadero gran combate de boxeo de la noche, la revancha entre Katie Taylor y Amanda Serrano por el título indiscutido de los pesos superligeros. Dos peleadoras muy duras con cartillas casi inmaculadas. Un combate que fue marcado por una terrible brecha en la ceja de la puertorriqueña, que el equipo médico decidió ignorar. La irlandesa, que fue la responsable del corte tras uno de los múltiples cabezazos, perdió un punto por seguir usando la misma táctica durante los 10 asaltos. Pero le sirvió, porque Taylor mantuvo sus tres cinturones ante una atónita Serrano por decisión unánime pese a que la puertorriqueña conectó 100 golpes más.
La velada, segundo gran evento retransmitido por Netflix en abierto para sus suscriptores, tuvo muchos problemas de emisión. Hubo varios cortes, probablemente debido a la expectación que generó esta velada entre los más de 282 millones de abonados que cuenta la plataforma en todo el mundo. No todos los días se podía presenciar la vuelta de un mito al cuadrilátero y otras leyendas como Shaquille O'Neal o Robert Gronkowski, tetracampeones de la NBA y NFL respectivamente, así como multitud de actores y personalidades quisieron verlo en directo.
Disfrutaron poco. Aquello, como se presagiaba, no fue un combate de boxeo pese a que contara como tal. De hecho, Paul eleva a 11 sus triunfos y Tyson suma 7 derrotas de manera oficial. "No creo que sea mi última vez", sorprendía Tyson al finalizar el combate y retaba al hermano de Paul. "Te mato", respondía Logan. Visto lo visto, hay que creer más al youtuber que a aquel boxeador que lleva desde 2011 en el salón de la fama.
Sonaba raro. Un once sin Griezmann y más en Champions es algo inusual. Tampoco estaba Koke, capitán y enseña del Atlético. La ausencia combinada es histórica y, quizás también, fuera un mensaje del Cholo a propios y a extraños. No hay nadie intocable, porque el técnico argentino sabe que no hay partido pequeño en esta loca Champions en la que el Brest compite por el segundo puesto y el PSG está fuera de los equipos clasificados. [Narración y estadísticas, 0-6]
Pero este lo fue, o lo hizo pequeño el propio Atlético, con sus mejores 90 minutos de la temporada y con la mayor goleada a domicilio de su historia en Europa. Fue un ciclón y Julián Álvarez, el que sopló las velas.
No obstante, el primer aviso lo dio el Sparta tras un error en salida de balón de Llorente. Kairinen disparó flojo, pero no había transcurrido un minuto del tiempo reglamentario. Toda precaución es poca ante un equipo que ha competido todos los partidos de esta Champions salvo en su visita a Manchester, que se llevó una manita del City de Guardiola. Pues el equipo defensivo de Simeone le hizo uno más y en su casa.
El Atlético respondió a la presión checa con más presión. Y fruto de ella devolvió el peligro al Sparta. Le faltó flequillo a Giuliano para peinar el buen centro de De Paul. En las botas del mediocentro argentino debía de estar la creatividad en tres cuartos a falta de la presencia del francés. Pero el espectáculo estaba en las de otro.
Julián Álvarez decidió opositar a futura estrella rojiblanca con un libre directo al borde del área tras una falta que le hicieron a él mismo. Una especie de gol tipo "hazlo tú mismo" que rompía una racha de 15 años sin goles de falta en el Atlético de Madrid. Vindahl ayudó, desde luego, haciendo la estatua ante un disparo que se coló centrado en su portería pasado el primer cuarto de hora de juego.
Los rojiblancos crecieron con el gol. Se instalaron en campo contrario y manejaron la batuta del juego en el epet Arena. Encima se rompió Haraslin, el mejor jugador de los checos, que salía entre lágrimas llevándose la mano a la parte trasera del muslo izquierdo. La brisa desde el río Moldava soplaba a favor del barco rojiblanco.
Y pudo convertirse en huracán ya en la primera parte si Sorloth aprovecha el pase en profundidad de Julián tras un error tremendo del conjunto checo. Lo hizo bien el noruego con un primer recorte para librarse del central, pero su disparo permitió la redención de Vindahl, con una buena parada abajo.
El problema fue que decidió hacer un control+Z en la jugada siguiente. Un centro blando de Llorente en segunda jugada se envenenó con destino la portería checa. Sorloth pasó por allí y su salto engañó a Vindahl, que llegó al partido de las siete menos cuarto sin merendar y decidió meterse un banquete antes de la media parte, los postres llegaron en la segunda.
Tras los vestuarios se proyectó la misma película. Un chispazo checo inicial y la respuesta fulgurante del Atlético. En esta ocasión fue Simeone Jr el que vio como su disparo era rechazado por el portero checo tras una contra bien conducida por Sorloth. Pero no pudo con el de Julián, cinco minutos después, con el Cholito en esta ocasión como asistente. Una pared a toda velocidad la culminó la Araña tras un gran control orientado.
Goles son amores
Griezmann se unió a la fiesta goleadora. Lo hizo tras ingresar por Sorloth. Aunque el noruego esté más necesitado de minutos, el Cholo siempre ha sido muy de galones y el francés es capitán general. Si además, la primera que tiene la mete para dentro, como para protestar las decisiones del argentino.
Seis de seis del Atlético desde la deshonrosa derrota ante el Betis en Liga. Tuercas bien apretadas para los jugadores rojiblancos tanto en la competición doméstica como en Champions. En Europa, además, se rehacen de la goleada de Lisboa. No va a ser baladí la diferencia goleadora en este torneo tan igualado. De hecho, aún anotó otros dos Correa para incrementar los tantos a favor tras una contra y un eslalon en un baldosín con varios rebotes. Esa maniobra lleva su firma, pero el partido, la de Julián.