La leyenda del boxeo y campeón del mundo de pesos pesados Frank Bruno enfermó gravemente durante un vuelo de larga distancia. Tras aterrizar en Doha, en Qatar, tuvo que ser trasladado con urgencia a un hospital tras ser atendido por el equipo médico del aeropuerto, según informa The Sun.
Frank Bruno, de 63 años y padre de cuatro hijos, viajaba para asistir a un ciclo de conferencias en Tailandia. En el vuelo, del 3 de marzo de e Qatar Airways desde Heathrow a Doha, registró fiebre muy alta e informó de que se encontraba realmente mal.
Los médicos finalmente le diagnosticaron una infección viral y lo mantuvieron internado en el Hospital Al Wakra durante casi dos semanas, quitándole el pasaporte para que no pudiera intentar irse.
Anoche su manager dijo que se estaba recuperando y que buscaba volver a trabajar “lo antes posible”, continúa el tabloide.
Antes de despegar, el boxeador que colgó los guantes después de su derrota en 1996 ante Mike Tyson, escribió con buen ánimo en redes que se disponía a iniciar una gira por el mundo. “Buenos días, así que la gira mundial de Frank Bruno continúa. Me levanté temprano para tomar un avión; no duermo bien en los aviones, pero intento recuperar algo de sueño”, escribió la leyenda del boxeo.
Bruno, que viajaba acompañado de su asistente Paul Hunter, enfermó poco después del despegue y la tripulación fue alertada de su difícil situación. “Sudaba profusamente y tenía síntomas parecidos a la fiebre”.
“Frank estaba bien al subir al avión, pero su estado empeoró rápidamente durante el vuelo. Estaba muy mal y no sabían cuál era el problema”, dijeron conocedores del incidente.
“”Fue extremadamente preocupante porque estaba en pleno vuelo y estaba atrapado en el avión”, añadieron.
Bruno, quien recientemente protagonizó el documental de Amazon Prime Four Kings junto a sus compañeros luchadores británicos Lennox Lewis, Nigel Benn y Chris Eubank, tenía previsto comenzar su gira por Tailandia el 6 de marzo.
En el Hospital Al Wakra le quitaron el pasaporte al campeón del mundo por miedo a que se fuera del hospital por su agenda de trabajo y porque él mismo había manifestado su aburrimiento y que quería irse ya al encontrarse mejor.
Los médicos “no quisieron correr ningún riesgo y solo le dejaron irse cuando su condición mejoró”, dijeron.
Frank Bruno, en Los Angeles, en 1996.MICHAEL CAULFIELD | AP
La gira por Tailandia, donde es muy conocido, estaba prevista para comenzar en Pattaya, antes de realizar más fechas con fans en Bangkok, Hua Hin y Koh Phangan.
Frank Bruno, que fue galardonado con un MBE por sus servicios al boxeo en 1990, se encuentra ahora “recuperándose” y ha regresado a Gran Bretaña.
Se espera que pueda cumplir con los compromisos de la gira por el Reino Unido en mayo y junio, incluida una fiesta Evening With en el Birmingham City FC.
Fue diagnosticado de trastorno bipolar en 1998, antes de separarse de su esposa Laura en 2001.
Bruno ahora es activista de salud mental. En 2021, declaró a The Sun que lo internaron, por quinta vez, durante el confinamiento del Covid.
Dos niñas de cuatro y cinco años se lanzan por los toboganes del Parque Baladre de Gandía. Corre el aire y hace frío en esta ciudad vacía en diciembre. Las calles están desiertas y apenas circulan coches. Debajo del parque, literalmente, hay un espacio municipal en el que resuenan voces y gritos en ucraniano. Fuera hay aparcados varios vehículos y una furgoneta que pone "Undisputed" (indiscutido). Dentro, hay varias personas preparando un entrenamiento físico mientras otras cuatro juegan un partido de pickleball con una pelota de gomaespuma. "Davai" (Vamos), se escucha entre risas.
El que grita es Oleksandr Usyk (Simferopol, 1987), el primer campeón de los pesos pesados en la historia que ostenta los cinturones de los cuatro organismos reguladores principales (CMB, AMB, OMB y FIB) y el primero unificado desde Lennox Lewis, que le visitó en su refugio valenciano hace tan solo unas semanas. "Elegimos Gandía porque nos pareció bonita", ríe Usyk hasta que detalla, ya más serio: "Me recuerda donde nací, en Simferopol, las montañas, sol, playa... y la gente, muy buena".
El MUNDO asiste en exclusiva al último día del training camp del ucraniano en Gandía. Tres meses de duros entrenamientos para ponerse en forma para la revancha contra Tyson Fury, el próximo 21 de diciembre. Será, de nuevo, el Kindom Arena de Riad, donde el campeón voló el pasado jueves, el que acoja el enfrentamiento de los dos máximos exponentes mundiales de los pesos pesados. Ha dicho Fury que la única manera que tiene de vencer a Usyk es "noqueándolo". "Tendrá que intentarlo", bromea el ucraniano.
El boxeador, al fondo del gimnasio.David GonzálezAraba
Han sido 100 días con tres entrenamientos diarios, a las 6 de la mañana, a las 12 del mediodía y a las 6 de la tarde, hasta la reducción a dos sesiones en las últimas dos semanas. "Es increíblemente disciplinado", cuentan desde su equipo sobre la mentalidad de un campeón a quien nunca le ha dado pereza una sesión. Ya se trate de boxeo, de trabajo físico o de agilidad mental. Esta última la realizan gracias a una máquina que utilizan para entrenar la cabeza y la memoria, con ocho sensores que proyectan figuras que hay que memorizar, pulsando la respuesta lo más rápido posible.
Esa personalidad es la que le ha llevado a ser considerado uno de los mejores boxeadores de la historia. "Ocho horas en la sala entrenando todos los días, así se consigue. ¿Cómo crees que un futbolista del Real Madrid llega a jugar así? Lo mismo que yo con el boxeo, sin parar. Es la única manera, entrenar sin parar", cuenta a este periódico, sentado en el ring que su equipo dispuso en la sala de entrenamiento. Además de un ring, hay espalderas, una canasta de baloncesto, todo tipo de sacos, tanto para entrenar la fuerza como la velocidad, y pesas de variedades infinitas, así como un equipamiento de boxeo para surtir una velada entera. Lo más importante del espacio no es lo deportivo, sino dos estampas y una cruz, bajo las que Usyk reza cada día, antes y después de entrenarse.
¿Qué es para usted la religión?
Es mi vida.
El ucraniano rezando después de entrenar.David GonzálezAraba
Religión y boxeo. Un deporte que descubrió después de dejar el fútbol a los 15 años y por el que no pudo cumplir uno de sus sueños: ser actor. "Siempre quise apuntarme a una escuela de arte dramático hasta que gané el campeonato de Ucrania de boxeo y me orienté al deporte", revela el campeón.
Fue su padre quien le introdujo en el boxeo. Fue su padre el que le levantaba cuando era pequeño para ver los combates de Vitali Klitschko, hoy alcalde de Kiev y amigo personal de Oleksander. Y fue su padre el primero que creyó en lo que es hoy. Por eso, cuando derrotó a Fury en Riad, por decisión dividida, sus primeras palabras fueron para él: "Papá, ¿me oyes? Lo hemos conseguido". "Fue un momento inolvidable donde me sentí feliz y triste al mismo tiempo, porque no estaba mi padre. Estaba con mis hijos, mi mujer, pero no tenía al lado a la persona que me quería ver ganando, que siempre creyó en mí", cuenta.
Momentos estelares en la carerra de Usyk.David GonzálezAraba
La guerra
La mente de Usyk siempre está con su familia, su pilar, y con Ucrania, su patria. El boxeador, que pasa desapercibido pese a su gran tamaño cuando pasea por la playa de Gandía junto a sus hijos, es un ídolo en su país. Múltiples banderas y mensajes cuelgan en su lugar de entrenamiento. Aunque esté en España, no se siente lejos de su patria. "Allí viven mis hijas y mi mujer, mi pensamiento y mis sentimientos están siempre allí. No puedo decir que esté lejos. En mi patio, en Kiev, han caído muchas veces trozos de escombros y metralla de la guerra", apunta el púgil.
Usyk, a través de su fundación, ha proporcionado multitud de ayuda, no sólo económica. Ha convencido a Fury para donar un millón de dólares de la bolsa de su primera pelea (el pasado mayo) para sus compatriotas, envueltos en una cruenta guerra desde hace más de dos años. Un conflicto en el que él, aunque lo admite de manera lacónica, también ha participado.
¿Has luchado en Ucrania?
Sí, he empuñado armas en la guerra.
Su guerra está ahora en Riad, donde deberá defender su corona y sus cuatro cinturones ante un gran boxeador que buscará borrar el cero de su casilla de derrotas. Tampoco tiene derrotas Ilia Topuria, vecino de entrenamientos en la costa levantina, y al que Usyk le tiene admiración. "Me gusta su apariencia, su forma de pelear, su técnica y me gusta como persona. Creo que si se lo plantea, él podría dedicarse al boxeo, porque tiene mucha técnica de manos", concede el campeón de los pesados.
Las manos de Usyk.David GonzálezAraba
Usyk bromeó en una entrevista al apuntar que cuando se retire del boxeo podría pelear en la modalidad de bareknuckle, pero hoy lo descarta por completo. "Yo ya tengo un estatus en el boxeo, es como si después de conducir un Ferrari me bajara a un cuatro latas", desliza de manera metafórica. "Antes, ahora y siempre, el número 1 de los deportes de contacto es el boxeo", recalca.
Tampoco se prestará a un espectáculo como el que ofrecieron recientemente Mike Tyson y Jake Paul, aunque valora su parte positiva. "Fueron felices con su show. Yo disfruto viendo las actuaciones en estas peleas. El tiempo pasa y eso sirve para que las nuevas generaciones se enganchen al boxeo y crezca el deporte", señala sobre el reto entre el ex campeón y el youtuber.
Sudado y tras hora y media de entrenamiento, toca recoger camino a una nueva cita histórica. Una cita que le puede reafirmar como leyenda del boxeo. "Al mejor rival aún no me he enfrentado", apunta con una sonrisa irónica para dejar claro que no hay otro como él. Ocurra lo que ocurra, Usyk sabe que le debe todo a un deporte que le da "paz, tranquilidad y amabilidad". "Es lo que me hace ser quien soy", incide.
El ex campeón de la UFC Francis Ngannou anunció este lunes la muerte de su hijo de 15 meses, llamado Kobe. "Era demasiado pronto, pero ya se fue", escribió en la red social X, antes Twitter.
"Mi pequeño, mi amigo Kobe, estaba lleno de vida y alegría". "Ahora yace sin vida. Grité su nombre una y otra vez pero no responde". "Yo era la mejor versión de mí mismo con él y ahora ya no sé quién soy. La vida es tan injusta que nos golpea donde más duele", ha dicho Francis Ngannou.
Unas horas antes de revelar la muerte de su hijo, publicó en X: "¿Cuál es el sentido de la vida si aquello por lo que luchamos con uñas y dientes (...) es al final lo que más nos golpea?" "¿Por qué la vida es tan injusta y cruel?", volvió a preguntar.
El ex campeón de MMA (artes marciales mixtas), reconvertido en boxeador profesional desde octubre de 2023, recibió mensajes de condolencias de varias personalidades del mundo de las artes marciales.
"Lamento saber de tu pérdida, Francis, mis oraciones están contigo y tu familia en este momento", ha publicado Conor McGregor, otra estrella de UFC, en X.
"Por favor, respeten a @francis_ngannou y su familia durante este momento de trauma. Junto con millones de personas más, rezaremos por su fortaleza", ha pedido Marquel Martin, representante del franco-camerunés.
"Todo el mundo del deporte y más allá está devastado y apoya a Francisco con dolor en este momento", dijo Michael Buffer, famoso locutor de boxeo. "Sepan que millones de nosotros abrazamos al pequeño Kobe con nuestras oraciones", ha añadido